Las vidas posibles de Mr. Nobody

Por lo general, mi jefe y yo tenemos un gusto muy similar en cuanto a películas, y es por eso que suele recomendarme películas que le molan. Prácticamente todo el cine japonés que veo (que no es mucho, para que negarlo) es recomendación suya. Es un forofo de los orientales, aunque ese forofismo no lo comparto.

En fin, a lo que iba, que ayer taché otra peli de la lista de «pelis que me recomienda el jefe». En este caso, «Las vidas posibles de Mister Nobody», una película cuyo cartel español es la mierda patética que podéis ver a la izquierda.
Olvidemos ese espanto promocional y centrémonos en lo que de verdad importa. Cuando la película da comienzo uno asiste a unos primeros minutos desconcertantes, donde ve morir a Jared Leto de cinco o seis formas distintas… para acto seguido despertar como «el hombre vivo más viejo» en el año 2092. Cojonuda la caracterización por cierto.

Y a partir de ahí arranca la película de verdad, contándote la historia de Nemo Nobody, un niño que no supo enfrentarse a la dureza de «tener que tomar una decisión» y que, por tanto, vive varias vidas de forma paralela.

Un ejercicio de «Que hubiera pasado si…», mostrando al mismo tiempo todas las opciones con sus distintos discurrires.

Me ha encantado. No sólo porque el planteamiento me parece super interesante (que levante la mano aquel que nunca haya pensado «que habría sido de mi vida si en lugar de hablar con esta chica hubiera hablado con tal otra») sino porque además, visualmente la película es muy potente. Sinceramente, lo que menos me interesó de toda la historia es el mundo futuro, ese 2092 con Nemo Nobody ancianísimo y relatándole su historia a un periodista con cara de panoli. Lo que te atrapa con fuerza de esta película es la historia de Nemo y sus tres posibles mujeres, dependiendo de los caminos que tome en la vida. Pero sobre todo con el personaje que de adulta interpreta Diane Kruger (preciosa como siempre).

Jared Leto borda el papel (o los papeles) de Nemo Nobody.

Y especial atención a la secuencia donde, con la voz de un niño, explica el proceso de su propio nacimiento, la selección de los padres a modo de casting y las pequeñas cosas que ve un niño y que le resultan llamativas.

Pilgrim y Los otros chicos

Cuando me puse a ver Scott Pilgrim contra el mundo no sospechaba, ni remotamente, que estaba a punto de ver una de las películas más surrealistamente divertidas que he visto desde hace mucho tiempo. La historia (con fácil lectura para el mundo real) es la de un chico que se enamora de una chica, pero si quiere salir con ella tendrá que vencer antes a sus siete ex novios malvados.
Empecemos por ahí: Si no es la mejor sinopsis que habéis leido en mucho tiempo…
La película destila un homor desenfadado durante todo el metraje, con un guión fantástico, unas conversaciones capaces de sacarte de onda completamente y, por supuesto, unas maravillosas peleas de todo tipo. No sabría decir un momento que me pareciera el mejor de la película, porque tiene varios, pero supongo que me quedo con el ex novio vegetariano.
Claro que la entrada y lucha del primer ex novio también es brutal.
Se te queda cara de idiota, de hecho.
En serio, me divertí muchísimo con esta película. Es surrealista a más no poder. Y tiene un montaje IMPRESIONANTE.
Michael Cera está genial en el papel de Scott Pilgrim, Mary Elisabeth Winstead mantiene la compostura, aunque nos gusta más verla vestida de animadora en Death Proof. Pero si he de quedarme con un actor de la película, me quedo, sorprendentemente, con el hermano de Makauly Culkin, Rory, que se convierte en el roba planos y roba secuencias de la película.
Vedla.
Al día siguiente vi otra comedia. Que no os engañe el cartel. Samuel L Jackson y The Rock apenas tienen dos secuencias (eso sí, geniales, sobre todo el salto del edificio persiguiendo a los ladrones de una joyería que te deja un poco WTF). Eva Mendes tampoco tiene más de tres secuencias, aunque eso sí, son tres secuencias con las que no pude parar de reírme.
The Other guys está hecha a mayor gloria de Will Ferrell y Mark Whalberg. Y es una comedia de principio a fin, con momentos muy gamberros (sobre todo cuando Eva Mendes está en pantalla). Tal vez su problema sea que a veces peca de formalidad, cuando requiere ser más gamberra todo el tiempo. Luego, de fondo, tiene una trama policial a la que, en realidad, es complicado prestarle atención. Tiene unos cuantos momentos surrealistas, y a mi me pareció grandioso el detalle de que todas las mujeres intenten ligarse a Will Ferrell en la película.
Es divertida, y yo me reí bastante. Y aunque al parecer la trama policial es una especie de denuncia social contra el dinero que hacen las grandes empresas a costa de los trabajadores y los gobiernos, yo no llegué a entender ese punto viendo la película. Aunque sí lo hice con los créditos del final, que por cierto, son geniales.

Los seductores y The town

Voy a hacer dos críticas rápidas de las dos últimas películas que he visto, porque se me amontona el trabajo…
La primera fue «Los seductores», película que vi gracias a la promoción 2×1 que me regaló Cinesa. Amo esa tarjeta, por cierto.
Los seductores es una película francesa que intenta poner de nuevo en boga a la mujer de Johnny Deep. Es una comedia romántica, pero no es la típica comedia romántica, cosa que alguien como yo agradece profundamente. Sí, no me emocionan las comedias románticas.
Los seductores tiene un tono de humor durante toda la película que a mi me hizo sonreír en varios momentos (cada vez que ponía su cara de «quiero llorar» me descojonaba). Es un humor afrancesado, así que los que no gusten del humor de la tierra del queso, ya pueden olvidarse de reír.
La trama cuenta la historia de un hombre que trabaja rompiendo parejas al que encomiendan el trabajo de evitar que Vanessa Paradis se case con el tipo que ahora hace de Rick en The walking dead, Andrew Lincon. Obviamente, durante la ejecución de su trabajo se enamora de ella y blablabla.
Si me tengo que quedar con un par de momentos, elijo claramente y sin dudar el momento en que explican cómo trabaja este hombre mediante un montaje en el que repite su «famoso» discurso a varias mujeres distintas, y el momento culmen de la película, homenaje a Dirty Dancing, que es sencillamente brutal.
Igual para los que están acostumbrados a ver comedias románticas todos los días la película les pareció un coñazo. A mi me gustó bastante, la verdad.
The town es la segunda incursión de Ben Affleck tras las cámaras después de aquel peliculón que fue «Adiós, pequeña, adiós». En esta, el señor Affleck actúa además de dirigir, y nos mete de lleno en un barrio de Boston donde al parecer hay muchos atracadores de bancos. Y a eso precisamente se dedican Affleck y su pandilla, vestidos ahora de skeletor, ahora de monjas.
La cosa es que en el primero de los atracos se llevan de rehén a la directora del banco, de la cual acabará enamorándose el señor Affleck.
Ya lo dije cuando vi «Adiós, pequeña, adiós». Ben Affleck debería dedicarse a dirigir y dejar de actuar, cosa que hace infinitamente peor. Aunque es cierto que aquí no desentona el chico. El pulso de Ben tras la cámara es lento, pausado, pero firme. La película, con sus reminiscencias a Heat, mantiene una tensión interesante y te arrastra desde el principio hasta el final sin permitir que apartes los ojos de la pantalla.
Pero no es Heat.
The town está muy bien, sí. Y los tres atracos están perfectamente narrados, sí. Pero no sé por qué, me da la impresión de que dentro de unos años nadie recordará esta película. Tal vez porque no tiene nada que la haga novedosa, o porque no se centra en ser un drama ni tampoco en ser una película de acción y se queda en tierra media, ese lugar en el que creo que pocas películas pasan a la posteridad… a menos que nominen al oscar a alguno de sus actores, que por cierto, son lo mejor de la película.

Buried

Cuando hace tiempo vi el trailer de esta película me entraron ganas de verla al instante. La apunté en la lista de películas a no perderme. A medida que se acercaba el estreno, empecé a oír maravillas de ella. En la Fotogramas la catalogaban de obra maestra. En la Imágenes decían que todo era bueno y nada era malo en esta película…
Y me entró el miedo. Cuando hablan tan bien de una película suele decepcionarme. Así que al final, Enterrado se estrenó y, en lugar de ir a verla ese mismo fin de semana, lo postergé.
Pero la vi. Y por suerte soy una de esas personas que se deshacen de todo lo oído y dicho sobre una película en cuanto empiezan los fotogramas a correr.
Debo decir que disfruté Buried desde el principio hasta el final. Vale, al principio la voz que le habían puesto a Ryan Reynolds me desconcertó un poco, pero eso es culpa mía por ir a verla doblada.
Lo cierto es que la película es fantástica. Ni mucho menos la obra maestra que predicaban, pero sí es digna de todo tipo de elogios. Para ser una historia sobre un tipo metido en una caja que dura hora y media mantiene la tensión de puta madre. Y Ryan Reynolds está de lujo en el papel.
La verdad es que poco más puedo contar sin desvelar parte de la trama, así que me callo, con la recomendación de que la veáis y juzgueis por vosotros mismos. Abstenerse claustrofóbicos, eso sí.
Ah, y sí, me imaginé el final desde el principio. Pero si sirve de baremo, Cris no se lo imaginó. Desde luego, es el final que habría escrito yo. Sin dudarlo.
Ah, y para los que estábais preocupados por si Buried podía ser un plagio del cortometraje que Alex y yo dirigimos hace unos años ya, Escombros, os diré que sí, la película de Cortés empieza EXACTAMENTE igual que nuestro cortometraje, mechero y recorrido por el espacio incluido, y sí, las fotos del set de rodaje de Buried son extremadamente parecidas a las del set de Escombros… pero ahí acaba todo parecido.

Misiones Imposibles

Continuando con la revisión de la saga Misión Imposible, hace un par de noches vi la segunda parte de nuevo. Aún recuerdo cuando la vi en el cine y al salir escuché comentarios del tipo «vaya fantasmada», y yo tuve que reprimir eso de «por supuesto que es una fantasmada, porque esto no es Misión Realista, sino Misión Imposible». Es una fantasmada, sí, pero no en un sentido peyorativo, joder.
De hecho, eso es lo que nos gusta de las películas de acción. Que se pasen los límites.
No estoy seguro ahora mismo, pero creo recordar que ésta fue la última película decente de John Woo. Porque la verdad es que la película es trepidante, y si bien es cierto que la relación entre las películas de Tom Cruise y la ciudad de Sevilla es surrealista, apenas concede minutos de relajación al espectador.
Pero es que además va in crescendo. A partir del robo en China todo es acción pura, y la recta final es digna de volver a verla.
Y por supuesto, ya que visité de nuevo Misión Imposible 2, me permití el lujo de meterme en los extras del DVD para volver a reírme con Misión Improbable y ese Ben Stiller disfrazado de Tom Crooze.
Y ayer terminé la trilogía.
Vistas las tres de nuevo, creo que la tercera parte es la mejor. En todos los sentidos, además, porque técnicamente es brutal (y contiene algunos planos que aún me pregunto cómo demonios los hicieron) y es absolutamente trepidante.
Phillip Seymour Hoffman es la clase de tipo que uno no espera ver en una película como esta, pero lo cierto es que su villano está por encima de cualquier otro villano de la saga. El inicio de la película, con ese interrogatorio, es impresionante, y sienta las bases de lo que va a ver: una descarga de adrenalina pura de hora y tres cuartos de duración.
Acción pura. J.J Abrams dirige de forma espléndida y nos regala algunas secuencias merecedoras de aplauso. La primera que me viene a la mente, sin duda, es el ataque aéreo al puente, una secuencia sublime. Pero hay más, como son toda la operación en el vaticano, el rescate en Berlín del comienzo, o «El Péndulo» en Shangai. Todo con un gran McGuffin como motor de la acción, la pata de conejo, y con unos diálogos salteados con dosis de humor, algo presente en toda la saga pero que creo que aquí cobra una mayor fuerza.
Me quedo con la frase de Lawrence Fishburne: «Me cortaría las venas para que la bandera de Estados Unidos no perdiera el rojo».

Misión Imposible

He vuelto a ver Misión Imposible. Recuerdo que la vi en el cine cuando se estrenó y me pareció una gran película de espías, magníficamente rodada por un Brian de Palma a punto de empezar a matar su carrera, y bien interpretada por Tom Cruise, John Voight, Jean Reno y Ving Rhames.
Hoy, al verla, sólo me ha parecido un capítulo extendido de Alias.
No, es broma, la verdad es que el agente Ethan Hunt tiene el carisma y la trama sigue siendo interesante aunque ya te la sepas. Es cierto que el estilo de Brian de Palma se me antoja lento, pero se debe más bien a que sé cual es el ritmo que tuvieron después la segunda y tercera parte. Sigue habiendo secuencias que te dejan con la boca abierta, dos en concreto: Ethan Hunt encontrándose con su superior en un restaurante de Praga y utilizando el chicle bomba para escapar; y el robo colgado de cuerdas.
Pero. Siempre hay un pero. No todo en la película ha envejecido correctamente. Lo cierto es que los efectos especiales cantan ahora la traviata. Recuerdo que cuando vi la película en el cine, fueron tres las secuencias que me dejaron con la boca abierta, y la tercera era la protagonizada por un tren y un helicóptero en un tunel. Esa secuencia ahora es cutre. Así, con las cinco letras. Cutre.
Pero bueno, no desmerezco el valor de una buena película de espías. Como planeo ver en estos días la segunda y la tercera, no haré una crítica comparativa y me esperaré al final.

30 días de oscuridad… 2

Película directa a DVD, secuela de aquella gran película donde un grupo de vampiros asediaban un pueblo de Alaska sumido en una noche que duraba 30 días…
Para empezar, esta película ni siquiera tiene 30 días de oscuridad, porque ocurre en Los Ángeles. Así que, de primeras, el título es absurdo. Es como si en Batman 2 no apareciera Batman.
Para seguir, el reparto no tiene ni la mitad de carisma. Vale que ni Josh Harnett ni Melissa George sean dioses de la actuación, pero al menos son interesantes. Aquí sustituyen a Melissa George por Kiele Sanchez, pues en teoría son la misma persona. Kiele, conocida en su casa y por algunos fans de Lost que aún recuerdan que su papel fue una de esas cosas que hacían que quisieramos vomitar durante aquella tediosa tercera temporada.
Además, nos ponen Harold Perrineau en un papel secundario. Harold, conocido por los fans de Lost por ser el hombre cuyo papel consistía en gritar «Walt» cada quince minutos.

Le añaden dos desconocidos, y como villana de la función, a Mia Kirshner, que aunque es bastante desconocida, en mi mente siempre será la tipa que se las hizo pasar putas a Bauer y compañía en varias temporadas de 24.¿La trama? Espera que me río. Donde en la primera película teníamos una historia cojonuda sobre un asedio vampírico, aquí tenemos una patata de historia sin pies ni cabeza. Para muestra, un botón: Si las balas no matan a los vampiros, ¿Por qué demonios los personajes de esta película se meten en guaridas infestadas de esos seres armados únicamente con muchas armas de fuego, no una, ni dos, sino tres veces?
En fin… Llena de absurdos y de agujeros, la película sólo vale para entretenerte un rato si realmente estás dispuesto a dejar de lado las innumerables bobadas que plantea y no te importa la previsibilidad… porque es que, demonios, con solo mirar la foto apuesto a que acertais el orden en que mueren.
Eso por no mencionar que los personajes cambian de personalidad según le conviene al director. «Ahora, esta chica es la más dura del planeta, habla mal, escupe y está dispuesta a matar vampiros»… «Ahora, la misma chica huye despavorida en cuanto aparece un vampiro y se pone a casi llorar porque no puede soportarlo»… «Ahora, la misma chica una vez más, coge una pistola y vuelve a ser dura».
Seeeeeñor…

Jonah Hex

Curiosidades del mundo… Por lo visto, esta película, de reparto interesante, llegará directamente a DVD en España. A pesar de tener al goonie Josh Brolin como protagonista, secundado por John Malkovich, Megan Fox, Michael Fassbender, Aidan Quinn y Wes Bentley.
La he visto hoy, y vale que no sea la mejor película de la historia, pero os aseguro que he visto pelis peores en el cine. Para muestra, un botón: El americano. Es más, si miramos la cartelera a día de hoy, apuesto a que encuentro varias películas peores que esta.
Al parecer, Jonah Hex se basa en un comic. No me lo he leído, así que no puedo comparar. Básicamente es un western con ciertos elementos, digamos, ajenos a la realidad: un par de pinceladas sobrenaturales y armas más propias de James Bond que de una película del Oeste. La trama, sencillita, comienza mostrandonos al villano de turno, Malkovich, asesinando a la familia de Jonah Hex y dejándolo medio muerto. Jonah jura venganza y se convierte en una especie de justiciero al que, cuando Malkovich decida aniquilar el mundo,el gobierno de los Estados Unidos buscará para pedirle ayuda.
La película es entretenida. Tiene acción, prácticamente no baja el ritmo en ningún momento, y está muy bien interpretada. Esto último no es una sorpresa. Brolin es un gran actor, y Malkovich de villano megalomaníaco es un lujo. Fassbender está más que correcto en su papel de psicótico ayudante de Malkovich, Aidan Quinn se limita a decir sus frases como presidente de Estados Unidos y Megan Fox…
A Megan Fox había que justificarla, claro. Ya que la tienes y que la pagas, el departamente de vestuario, consciente del potencial de la chica, la embute en un corsé que eleva sus pechos, aún más, dejándolos medio al aire. Aparece en cuatro secuencias, contadas. En la primera, para presentartela y decirte por qué está en la trama. La segunda, para justificar el cheque, pues no tiene nada que ver. La tercera, para que la vuelvan a meter en la trama. Y la cuarta, para que ella se sienta contenta y se vaya a casa pensando «he hecho un papel de tipa dura con matices» en lugar de pensando «he hecho un papel de putilla secundaria».
En fin, que si tienes un rato y te apetece, la película entretiene. No busques un gran film, la historia es predecible y sabes perfectamente qué ocurrirá en todo momento. Eso sí, los actores están muy bien.

El americano

Permitidme ser soez: Lo que dejáis en la taza del váter cuando cagais es más creativo y entretenido que esta película.
¿He sido claro? Perfecto, continuemos.
Hacía mucho, mucho tiempo, que no me aburría tanto en una sala de cine. No es que la película sea mala, es que es peor. Pretende ser un thriller como aquellos que protagonizaba Michael Caine en los setenta y ochenta, pero es jodidamente aburrida.
La película empieza con una secuencia que parece estar diciendo que vas a ver una película interesante. Después vienen los créditos de inicio, y aquí a mi me empezó a oler a chamusquina. No sé, me dio la impresión, sólo viendo los créditos, que estaba a punto de ver una película lenta. Pero bueno, eso no suele preocuparme porque si el ritmo es lento pero la historia es buena, no me molesta.
Pero claro, yo siempre digo que para hacer una película lo primero es tener un guión. Eso parece que a este señor se le olvidó.
En fin, que en cuanto acaban los créditos, a poco que seas un tipo listo, ya sabes cómo acabará este truño. Para que os hagáis a la idea. Los títulos de crédito se superponen a una eterna toma fija desde el asiento trasero de un coche que conduce Jorgito Clunei por un tunel. Al fondo, la salida se ve como una luz blanca. El coche se acerca a esa luz blanca, y cuando la alcanza, la imagen funde a blanco.
Y estoy seguro de que el tipo cuando lo pensó se dijo a si mismo «Soy un genio, he creado una metáfora».
Sí señor, con dos cojones.
Pero no contento con eso, el director sigue con su ritmo, no ya pausado, sino letárgico, contándote una historia… bueno, eso sería darle más crédito del que merece, contándote lo que hace este señor en un pueblo de Italia. Que viene a ser lo siguiente: conducir el coche de aquí para allá (si no hay catorce planos desde lo alto de una montaña del coche avanzando por una carretera, no hay ninguno), sentarse en la cama (sí, hay como veinte planos donde se ve a Jorgito sentado sin hacer NADA MÁS que estar sentado), pasear a pie por el pueblo (una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez), hablar con un cura de cosas que no le interesan a nadie, follarse a una puta y construir un rifle (tal vez lo único que tenía el mínimo interés, recalcando la palabra mínimo).
Pero no contento con estar filmando un cagarro, el director se dedica a hacer más «metáforas» visuales y narrativas. Debe ser lo que los críticos han denominado «exquisito gusto en los detalles» y que yo renombraría como «tomar el pelo» o «fijarse en cosas que a nadie le importan». En serio, lo de las mariposas es para fusilar con mierda al director. Oh, se va volando… dios santo…
Me pasé toda la película esperando que pasara algo que justificara que Jorgito aceptara hacer esta cosa. No ocurrió.
Mi más sincero consejo es: No gastéis dinero en esto. Ni siquiera gastéis ancho de banda.

Pelis del verano

Además de Predators, de la cual ya hice crítica, este verano he visto unas cuantas pelis más. Seguro que me dejo alguna, pero bueno, repasaré las que recuerdo ahora mismo…

1) Repo-Men.
Repo Men tenía varias cosas para atraerme. La vendían como una historia de ciencia ficción, al más puro estilo Minority report, salían Jude Law y Forest Whitaker, y el trailer prometía cine del bueno.
Que error.
La película no es que sea mala, es que es peor. Es lenta, aburrida, carente de emoción… en realidad, no me quedó muy claro si iba de ciencia ficción inteligente o pretendía ser simplemente ser un producto de entretenimiento. Da igual, porque fracasa en todo. Lo único interesante es la masacre del pasillo al final de la película, pero para entonces el sopor ya me inundaba y tampoco lo disfruté.

2) Origen
Origen es, probablemente, la mejor película que he visto este verano, y en mucho tiempo. Nolan es un genio. La de los magos no me gustó, pero todo lo demás que ha hecho me parecen grandes películas. Origen es una de esas que disfruté de principio a fin, medio con la boca abierta y con la sensación de estar disfrutando de buen cine. Gran parte de su magia radica en lo sencillo que hace que parezca todo, aún teniendo en cuenta lo enrevesado de la trama.
Gran, gran, gran película. Y gran plano final. Pocas veces había contenido el aliento de esa manera en un cine.

3) El equipo A.

Ni siquiera era muy fan de la serie, la verdad, pero lo que siempre he sido es un tanto friki, así que era obvio que vería esta película. Obviamente, aquí uno no busca buen cine, sino entretenimiento palomitero, y la verdad es que la película te lo da. Yo me lo pasé de lo lindo, al menos, con ese juego de espías y dobles espías, puro espectáculo de acción al que sólo le sobran ciertos efectos especiales que dan el cante.
Que sí, que cuando Michael Bay hace una peli de acción el resto te parecen una mierda, pero como Michael Bay no ha estrenado este año, El equipo A ha suplido su ausencia a la perfección.
¿Lo mejor? El cachondeo de los personajes. Murdock y Fénix en especial.

4) Centurion.

Para mi, que Neil Marshall dirija una película es sinónimo de «tener que verla». Dog Soldiers, The Descent y Doomsday me encantaron, cada cual a su manera, por lo que no esperaba menos de Centurion.
Y aún sigo pensando si me gustó o no, porque no lo tengo muy claro.
De base, el guión de Centurion me pareció flojo. Los primeros veinte minutos me dieron la impresión de estar rodados deprisa, o bien de haber sido mutilados en la sala de montaje. Como que pasan muchas cosas y no te queda claro de por qué o cómo. Después de la gran batalla, y una vez presentados los siete protagonistas, la película pasa de ser una de romanos a convertirse en una de grupo que huye de unos malos que les cazaran uno por uno. Fantástico, me dije yo, que me encantan esas pelis.
Pero no sé, algo pasa porque no funciona demasiado. No aporta nada nuevo, no es original, es predecible, es tontorrona, que se yo, pero no acaba de funcionar. ¿Entretiene? Sí, vale, pero como que se queda corta de todo, y una vez sales del cine te das cuenta de que el guión era absurdo…
¿Por qué coño deciden plantar cara a los malos cuando ya solo quedan tres? Durante toda la película están armados, y sólo les persiguen unos diez tíos. Si les hubiesen plantado cara antes, probablemente habrían sobrevivido más. Y eso por no hablar de la historia de amor metida con calzador o del «rescate» del general.
En fin, que Neil Marshall también tenía que cagarla alguna vez.

5) Salt
Por lo que he leído en la web, a nadie parece haberle gustado esta película, incluso la tachan de no tener guión…
Salt me pareció una buena película de acción y espías. Su planteamiento es interesante, toda la primera parte, donde asistimos a una persecución sin tregua del FBI a Salt es adrenalina pura, y toida la segunda parte es lo suficientemente inteligente como para hacerte dudar de todo. Sí, obviamente todos vemos esta película y pensamos «bah, no puede ser», pero también hay un momento en el que dices «coño, y si sí…», y aún con esas, la película te ofrece un último giro. Que ya, que no es que te deje la boca abierta y digas «dios santo, jamás me imaginé esta obra maestra», pero coño, que parece que ahora si las películas se enrevesan un poco pero se limitan a ser entretenidas ya no pueden ser buenas. Hay como una corriente de seres humanos a los que si no les sorprenden no les gusta. Claro que esos son los que siempre dirán «nunca me sorprendió, me lo esperé desde el principio».
Por regla, no me creo a esos tipos. Y yo soy de los que suele acertar finales, pero coño, aunque me espere un final, eso no lo hace menos bueno.
Yo disfruté Salt, ¿y qué?

Eeeeeso sí… en el trailer de Salt, en el minuto 1:46 se ven dos planos. Uno corresponde a las tetas de una mujer (presumiblemente Angelina) y el otro, no digais que no, parece de Angelina Jolie follando. ¿Se trata de un engaño puro y duro? ¿O de escenas mutiladas? Porque lo del cuerpo puede que no lo recuerde yo y punto, pero estoy absolutamente seguro de que no había ningún polvo en la película. No sé, pero ya estoy dudando y todo.
Cada vez que me pasa esto con una película recuerdo Operación Reno, el caso más flagrante de escenas de trailer que no aparecen en una película…

6) Noche y Día.

Película para el lucimiento de Cruise y Díaz. Comedia romántica de acción que funciona como puro espectáculo, entretiene, te hace reír un par de veces, y se deja ver con una sonrisa. El por qué de que Cruise esté empeñado en mezclar las tradiciones y festejos de nuestro país es un misterio que se puede comparar al Triángulo de las bermudas. Primero fue la Semana Santa sevillana remix Las Fallas, y aquí nos ofrece unos San Fermines en Sevilla.
Dejando eso a un lado, pues la película nos ofrece una trama entretenida con dos actores que conectan y dejan salir la química entre ellos. Cruise interpreta a Ethan Hunt una vez más. Díaz interpreta a una neurótica. Y Mollá repite el papel de villano que ya interpretó en Dos policías rebeldes 2.
Lo peor de esta película son los efectos digitales. Hay algunas secuencias que cantan la traviata, sobre todo en los mencionados San Fermines.
Es un genero complicado, este de la comedia de acción, y recuerdo pocas películas de este género que me parezcan brillantes. La mejor, sin duda, Mentiras arriesgadas. Esta Noche y Día no llegaría al notable, pero tampoco la suspendo. Al menos me hizo pasar un buen rato.

7) The expendables.

¿He dicho que soy friki? Pues eso, no os sorprendáis. ¿Una reunión de figuras del cine de acción ochentero? ¡Coño! ¿Dónde hay que firmar? ¡Gracias Stallone!
Que sí, que luego no es tanto lo que venden, porque Jet Li no era ochentero, y Statham es actual (aunque me vale perfectamente, porque me encanta), luego hay tres que en realidad no les conozco, que son el negro, Couture y Austin, y faltan Van Damme, Chuck Norris y unos cuantos más. Además, Bruce Willis y Schwarzie sólo salen tres minutos, pero probablemente son los mejores tres minutos de toda la película.
En realidad, desde el principio la trama nos da igual, y yo personalmente, no me enteré de la charla filosófica de ese señor recauchutado que dice ser Mickey Rourke. Lo que queremos ver son los tiros y peleas, y cuando llegan, se disfrutan de lo lindo. No entraré a valorar las pocas habilidades de Stallone tras las cámaras, ni tampoco lo endeble del guión. Me lo pasé en grande con la secuencia de acción final, tan Doce del patíbulo. Ay dios, eso me hace echar de menos las películas tipo Doce del patíbulo…

8) Historias de San Valentín
Adivinad, de entre todas las de la lista, cual propuso Cris. os doy un minipunto si acertáis.

¿Qué puedo decir de esta película? A ver… es una de esas donde entremezclan catorce historias de diez minutos cada una, pero entremezcladas para que parezca que todas duran mucho tiempo en pantalla. Además, hacemos que el 95% de los personajes sean interpretadas por caras conocidas y ponemos todo el empalagosismo de que seamos capaces y ya tendremos rendidas a nuestros pies a todas las mujeres del planeta.
La peli es empalagosa de huevos. No había visto tanto color rosa junto en la vida. Ni tantos corazones, flores y bombones. Sólo le faltaban cortinillas de corazón para dividir las historias. Habría sido sublime.
Y… bueno, dos o tres de las historias tienen cierto interés, e incluso al final hay un par de ellas que te sorprenden gratamente. Obviamente, es predecible como la mayoría de las comedias románticas. Intenta ser una película con humor, aunque yo sólo me reí con dos puntos de la película. ¿Lo mejor? Ver a Jennifer Garner coger un bate de baseball y empezar a moverlo como si fuera Sidney Bristow apuntando con todo su odio hacia una piñata.
En fin. Es lo que es y no engaña a nadie. Entretiene, que ya es bastante, pero poco más se le puede pedir.

9) Killers.

Comedia romática de acción para gloria de Kutcher y Heigl que se queda a medio camino de todo. Como comedia es floja, como romántica es floja, como película de acción es floja. ¿Tiene puntos graciosos? Sí. ¿Vale la pena? No. Un producto demasiado similar a Noche y Día, pero no le llega a la suela de los zapatos. Kutcher quiere ser un tipo duro, pero tiene demasiada cara de bueno. Heigl interpreta a la misma neurótica que Cameron Díaz en Noche y Día, pero con la mitad de gracia. O mucho menos.
En fin, película que olvidas en cuanto empiezan a aparecer los créditos.

10) Black water.

Película australiana en teoría basada en hechos reales. Cuatro actores, uno de los cuales no aparece en pantalla más de cinco minutos, un bote, agua oscura, y un cocodrilo amenazante. Con muy buen tino, la película no busca el susto fácil ni la carnicería en primer plano, sino que plantea una gran historia donde lo que prima es la tensión constante. El ritmo, lento pero bien escogido, la música, casi ausente, y la realización, muy bien pensada, te hacen tener los puños apretados la mitad del metraje, pensando por dónde coño va a aparecer el bicho a continuación.
Sinceramente, un film muy interesante y bien hecho. Cuando llevábamos media hora de película, Cristina dijo en voz alta «¿Los australianos le dedican mucho dinero al cine? Porque mira la calidad, y mira el sonido. ¿Por qué en este país no sabemos hacer las cosas?». Y bueno, es algo que hemos hablado tantas veces que ya ni contesté. Trabajar en el medio y ver cómo se hacen en este país me resulta deprimente. Pero sí, una película con cuatro actores y una trama tan jodidamente básica tiene más calidad que el noventa y ocho por ciento de las cosas que hacemos aquí.
Suspiros de resignación…