Bunbury. Alicante 19/08/12

El mar, el cielo y tú
Llévame
El solitario
Big Bang
La señorita hermafrodita
El extranjero
Ódiame
Puta desagradecida
No me llames cariño
Ánimas, que no amanezca
Los habitantes
Sácame de aquí
Que tengas suertecita
El día de mi suerte
Lady Blue
De todo el mundo

El hombre delgado que no flaqueará jamás
——————-
Porque las cosas cambian
Cosas olvidadas
Infinito
Apuesta por el rock and roll
——————
Bujías para el dolor
Las consecuencias
…Y al final

Espectacular concierto el que se marcó el maño ayer domingo en Alicante, en una plaza de toros abarrotada (debía estar al 95% de aforo, más o menos), con un público entregado y agradable y demostrando que ni siquiera el terrible calor puede frenarle. Sudando a mares (le caían goterones del pelo todo el tiempo, le brillaban los brazos de gotas y la ropa la tenía empapada de sudor) Bunbury no dejó de moverse ni un instante por el escenario, cantando canciones de todas sus etapas en solitario y con un único acercamiento a Héroes de la mano de una versión que ni siquiera es de Héroes, la ya mítica Apuesta por el rock and roll.
Gran concierto. A remarcar, sin duda, la espectacularidad visual de No me llames cariño, la garra de De todo el mundo y la entrega del cantante durante las dos horas y cuarto que duró el concierto.

Shuarma. Sala El Sol. 4 de Mayo de 2012

 Anoche nos acercamos al centro de Madrid para asistir al concierto de Shuarma (ex-elefantes) en la Sala El sol. Primerísima fila en una sala pequeña que estaba abarrotada, un ambiente de lo más cercano y una banda completamente entregada.
Shuarma brilló en este concierto dominado por su último disco, Grietas, del que tocó todas las canciones. Regaló también algo de sus anteriores álbunes, un par de canciones de Elefantes y se lanzó con una versión de Antonio Vega.

Espectaculares fueron, sobre todo, Dame más veneno y Yo mismo, donde el cantante dejó entrever toda la fuerza que es capaz de imprimirle al show. Y es mucha. Momoentos dignos de gritarle que repitiera esas canciones otra vez. Brutal.

El concierto, dominado por el tono rockero, tuvo también una parte íntima, casi al final, donde Shuarma se quedó sólo en el escenario y cantó dos canciones a guitarra y voz.
Y terminó con Azul, la mítica canción de Elefantes, en la que incluso se atrevió a imitar a Bunbury para la frase que éste canta en la versión del disco.
Además, Shuarma estuvo de lo más simpático y muy entregado con el público, lo cual siempre es de agradecer.
Gran concierto.

El aragonés errante

Este fin de semana ha sido realmente interesante.
El sábado por la mañana cogimos el tren hasta Valencia. Durante todo el día, estuvimos visitando la ciudad, haciendo un poco de turismo, y reencontrándonos con una buena amiga.
El motivo principal de la visita a Valencia era el concierto que ofrecía Bunbury en el Palacio de los Congresos.
Qué puedo decir del concierto… pues que fue la ostia. Bunbury sigue siendo un mago encima del escenario y nunca me canso de verle. Ofreció un verdadero espectaculo a todos los niveles, tanto de luces, como musical, como personal. Entregado al público como siempre, sacó todo su repertorio a pasear y nos ofreció canciones de todas sus épocas (excepto Radical Sonora).

SET LIST

1.- Las consecuencias (asustar un poco): Inició el concierto en una especie de doble escenario creado mediante una doble altura, de forma muy sobria, con un juego de luces espectacular.
2.- Algo en común
3.- De todo el mundo: espectacular. Esta canción es mágica per se, con esa fuerza al final…
4.- Frente a frente
5.- Los habitantes
6.- Enganchado a ti: siempre es impresionante oir esta canción en directo.
7.- El extranjero
8.- Contar contigo: no me emociona la nueva versión, la verdad.
9.-El rescate: una de sus mejores canciones, sin duda.
10.-Bujías para el dolor: Grandísima.
11.-Iberia sumergida: Héroes del silencio en versión country. Impresionante, y todo el palacio de congresos en pie.
12.-Que tengas suertecita
13.-Sólo si me perdonas
14.-Sácame de aquí
15.-Sí
16.-Infinito: me sorprende la capacidad que tiene para transformar esta canción, ahora en un rock, ahora en un blues, según la gira o lo que le apetezca a él.
17.-Apuesta por el Rock & Roll
————————– (Primea pausa)
18.-Doscientos huesos y un collar de calaveras: Un verdadero regalo. No me esperaba esta canción.
19.-El hombre delgado que no flaqueará jámas: Me encanta la nueva versión.
20.-Lady blue
————————– (segunda pausa)
21.-Canto (el mismo dolor): Por un lado me jode porque sé que en otros conciertos aquí ha tocado El boxeador o Es hora de hablar, dos canciones que deben ser espectacular en directo… pero por otro lado, Canto es tan bonita que nunca me canso de escucharla. Cría cuervos…
22.-Nunca se convence del todo a nadie de nada: Otro regalo inesperado.
23.-El viento a favor

Pues eso, que el concierto fue brutal.
Ya el domingo, fuimos al Oceanográfico, ya que estábamos en Valencia. Y la verdad es que el sitio mola mucho. Además nos hicimos el tour completo, viendo el lugar por delante y por detrás, por las instalaciones, viendo todos los recovecos, y después, nos fuimos a alimentar a los pinguinos.
Un fin de semana inolvidable.
Gracias, Cris.

Última estación: Valencia

Masivo concierto en Cheste, última oprotunidad de ver a los Héroes del Silencio en su gira del próximo milenio, el efímero regreso de un mito musical que ya no volverá, según todo pronóstico, y que se despidió a lo grande en el circuito de velocidad Ricardo Tormo. Concierto brutal, de dos horas y tres cuartos de duración, con una banda entregada a su público, adorada por su público.
Diréis que no soy objetivo, pero el concierto fue espectacular. Ya no sólo por lo grandioso de su puesta en escena, sino porque ellos estaban totalmente entregados. Desde los primeros acordes de «El estanque» hasta «En los brazos de la fiebre», fue tiempo de héroes. Ahora, el sueño ha terminado, pero hay una espina menos clavada en mi pecho.

Segunda estación: Sevilla

Rezan los periódicos: una marea negra inundó el sábado la ciudad de Sevilla.
Héroes del Silencio se presentó en Sevilla el 20 de Octubre, en el Estadio Olímpico de La Cartuja, ante más de 80.000 personas… y yo entré el primero en el estadio. Vi el concierto desde la más privilegiada posición en primerísima fila, y fue apoteósico. Mejor aún que en el de Zaragoza. Aquí, enrique Bunbury estaba más entregado, fuera ya de la fiebre que le atosigó en Zaragoza. Más rockero, más él. Y no decepcionó.
El espectáculo es increíble, un despliege de medios alucinante. No tocaron «Agosto» ni «fuente esperanza» pero a cambio nos regalaron «Bendecida» y «Despertar». Maravilloso el momento de «Opio» con Enrique alzando el brazo a cada golpe de músca y las ochenta mil personas que llenaban el lugar gritando «EH».
En resumidas cuentas, genial.
Viendo el vaso medio lleno, puedo decir que he cumplido un sueño y he visto a Héroes del Silencio no una sino dos veces ya. Viéndolo medio vacío recuerdo que sólo me queda una última oportunidad. Próxima estación, Valencia.

Primera estación: Zaragoza

Zaragoza, 12 de Octubre de 2007, Héroes del Silencio sale al escenario pasadas las 21 horas. 40 metros de largo, 16 de fondo, un escenario extra adelantado y un montaje espactacular para ofrecer un concierto de dos horas y media largas. Song to the siren para abrir boca, los primeros acordes de El estanque, y estalla la locura. Dos horas y media de comunión entre los fans y la banda más importante del panorama español. Cosa que no tiene discusión. Nadie más en este país vende como ellos, agota entradas como ellos y levanta tantas pasiones como ellos. Aunque también levanten ampollas.
Dos horas y media de concierto que han sido orgásmicas. Dos horas y media de disfrute, de gritar letras de sobra coreadas, de vivir un sueño que se había convertido en imposibilidad y resultó ser posible, de sorpresa y sin avisar, cuando ya todo se daba por perdido.
Ahora no tengo voz. La perdí cuando llevaba cuarenta minutos de concierto y aún así seguí coreando las canciones. Empezaron rockeando en el escenario principal, avanzaron al escenario central para hacer un rato de concierto casi acústico, y entonces llegó el susto. Enrique Bunbury, que había llegado de la gira americana resfriado, pedía cinco minutos para coger aire y fuerzas y descansar. Nadie se movía, nadie dudaba de que no fueran a volver, y cumplieron. Regresaron al escenario con fuerzas renovadas, terminaron la parte acústica del concierto y regresaron al escenario principal para volver a dar caña a su púiblico, que para entonces ya estaba del todo entregado a ellos. Y la parte final del concierto estuvo plagada de los grandes éxitos que les han convertido en leyenda. Entre dos tierras, Iberia sumergida, La chispa adecuada, Maldito duende, Avalancha…
Dos bises. El primero de cuatro canciones y el segundo de tres. Despedida con aplausos hacia el público y agradecimientos seguidos de fuegos artificiales. En definitiva, una gran fiesta y un sueño hecho realidad.
Próxima estación, Sevilla.

Daran

Hace muchos, muchos años, en una galaxia muy lejana, una chica me grabó un disco con música belga y francesa. El que más me llamó la atención fue un tal «Daran et les chaises». En aquel disco había una canción: Olivia.
Me encantó. Cuando aprendí a usar esa maravilla de la piratería que es el emule, y ante la absurda negativa de la Fnac Madrid de pedirme los discos a la Fnac Paris, me los descargué. Y con sólo escuchar aquel Dormir Dehours, me enamoré.
Daran se separó y continuó su carrera en solitario. Siempre conseguí los discos originales gracias al amigo de un amigo que iba a Francia y me hacía el favor. De todos los discos, me quedo con «Augustin et Anita». Increible.
Este 2007, Daran saca nuevo disco, «le petit peuple du Bitume». Esta vez es Adri el que me lo trae. Y a mi se me sube la neura a la cabeza y me da por decir que si no le veo en directo ahora, jamás lo voy a hacer, que para hacer locuras este es el momento. Así que me busco un vuelo de esos de un céntimo en Ryanair y me planto en Paris.
La sala era pequeña pero agradable. El concierto empezó con un telonero muy sonriente y agradable que cantó dos o tres canciones muy buenas. El público era cuanto menos extraño. Yo esperaba gente de mi edad, pero la mayría era gente mayor, vamos, de 30 para arriba. Y por fin sale el grupo. Daran con su guitarra, un bajista, un batería, y otros dos guitarras, uno de los cuales hacía las veces en alguna canción de teclista. Eso me sorprende, porque hace un frontal de cuatro personas.
Inician muy lentos, tocando la primera canción del nuevo disco, con un Daran muy estático, que termina la canción dando las buenas tardes antes de empezar con la siguiente canción. Tocaron todo el nuevo disco, en orden, incluido el epílogo, antes de marcharse por primera vez. El nuevo disco, hay que decirlo, tiene unos ritmos lentos, pausados, con algún subidón de vez en cuando, como es esa maravilla de Gala, gala, gala, etc o esa gozada que es Le mouvement des marees.
La gente no deja de aplaudir sin parar hasta que vuelven a salir.
Y lo hacen con aires renovados, para tocar canciones del resto de discos, mucho más cañeras, más rockeras, y aquí Daran empieza a moverse y a dar todo de sí. La locura viene con Dormir Dehours, pero antes tocan una increible versión de Violence zero y otras tantas.
Vuelven a irse, y al rato regresa tan sólo Daran, con una guitarra acústica, y escucha peticiones, riéndose cuando le piden canciones difíciles. Decide tocar Une sorte d’eglise, en versión cantautor, metiéndose consigo mismo entre frase y frase por «hacer letras tan difíciles de las que no consigue acordarse». La gente se ríe con él. En un momento dado se para y pide ayuda, una chica le contesta la frase que va a continuación, y él responde «¿Eso va ahora?, mira que soy raro» Muy simpático, continúa la canción, asegura que a medida que avanza la letra le va saliendo, se ríe, nos reímos, termina la canción y se va.
Vuelven a salir. Tocan otras dos o tres canciones y terminan con Le boxeur. Impresionante. Saludan al público, se encienden las luces, y se marchan, esta vez sí. Dos horitas y media de concierto que han valido la pena.
Y encima, lo vi en primera fila, a apenas metro y medio de Daran.
Os dejo un pedazo del cocnierto, la canción es Gala, gala, gala, etc. La calidad es infumable porque está grabado con mi cámara de fotos.