The walking dead: Season 2

Aviso: Spoilers.

Después del cabreo que me pillé tras el décimo capítulo y su final (leer aquí), los dos siguientes capítulos se colocan fácilmente entre lo mejor de la temporada. Fácil, teniendo en cuenta que es la season finale y deben echar el resto para que la gente se quede enganchada.
Ya no entraré a comparar comic y serie. Es obvio que el comic me parece sublime y me indigna que la serie no siga ese camino. Si se desviaran para hacer cosas nuevas e interesantes me parecería bien, pero teniendo en cuenta que no es así, mejor me callo ya.
The walking dead es una serie con personajes mal construídos, con un hype que les hace tener grandes audiencias gracias al cómic en que se basan y luego mancillan y a que estamos en un buen momento para el mundo zombie, están de moda los podridos. Pero los personajes están mal construídos. Quitas a Rick, a Shane y a Daryl y el resto… ¿Qué? ¿Quién me define a T-dog? ¿O a Glenn?
Como temporada me ha parecido floja. Se les ha notado el plumero económico que les ha hecho necesitar encerrarse en una granja para paliar la falta de dinero. Y sí, tienen grandes diálogos pronunciados por buenos actores y dominan el uso del silencio como ninguna otra serie (salvo tal vez Breaking bad). Pero la temporada ha tenido tantas cutreces que de no ser porque los adictos al mundo zombie necesitamos dosis de muertos andantes yo ya me habría bajado.
Porque vaya, que los personajes hacen prácticas de tiro en el monte sin llamar la atención de los muertos salvo que les interese a los guionistas, que los zombies son ninjas capaces de acercarse sigilosamente por la espalda a los personajes, o como hemos visto en la season finale, son capaces de rodear una granja en apenas unos minutos. Hemos visto a personajes deambular por calles vacías, entrar en una casa y dos minutos después estar la calle llena de zombies. Ni siquiera haré comentario sarcástico sobre ese capítulo en el que Rick y Shane se cortan en la mano para dejar rastros de sangre y los zombies se ponen como locos a chupar la sangre casi olvidándose del vivo que tienen a un metro… (¿What the fuck?). Tonterías como «ve a conseguirme esto a la farmacia pero no mires lo que es». ¿Se puede saber cómo cojones iba a buscarlo el pobre chino sin saber de qué se trata?. Y oye, según este season finale, son todos tiradores de primera. Capaces de acertar en la cabeza de personas que se mueven disparando desde un coche en movimiento. Acojonante, oiga.
El premio a la trama más gilipollas del año se lo doy al capítulo del zombie gordo metido en el pozo. No sé qué personaje dice en un momento dado: «Hay que sacarle o el agua se contaminará». Vamos, que yo no bebo agua de ese pozo ni aunque lo desinfectes. Que ese tio está muerto y pudriéndose, carajo, que eso está ya más contaminado… En fin. Una trama tonta y estúpida como pocas he visto.
Nos queda la esperanza de que en la tercera temporada la cosa mejore. Al menos saldrá Michonne. Y llegarán a la cárcel. Y sabemos que han fichado a un actor para dar vida al Gobernador. Hasta otoño.

The walking farm

Sinceramente, cada capítulo de la serie The walking dead sólo sirve para demostrar con más fuerza que el comic era perfecto.
Dicen que hay que deshacerse mentalmente del comic para poder disfrutar de la serie. A mi me parece que es lo mismo que se dice cuando has pisado una mierda y no sentirte ridículo «no, que esto da suerte». Lo siento, señores guionistas de The walking dead, pero es que si no fuera por el referente que os estáis cargando a hachazos, vuestra serie es una bendita mierda.
1) Los personajes. Entramos en el punto más importante de cualquier serie. Sin personajes potentes y creíbles, una serie no aguanta. El comic es un grandioso ejemplo de personajes bien construidos y con inquietudes, problemas y apetencias (más allá de que salgan zombies). La serie muestra a un Rick errante de acá para allá hasta el capítulo 8 de la segunda temporada, donde parece que empieza a tomar las riendas. La serie muestra a un Shane que ejerce de villano pero lo único que hace es discutir todas las propuestas y querer matar, matar, matar. Y luego tiene un plantel de secundarios absurdos y sin desarrollar, y aquí no voy a quejarme del personaje del negro (cuyo nombre ni siquiera recuerdo), sino, por ejemplo, Glenn, que en el comic es uno de los mejores personajes y aquí sólo es el contrapunto gracioso que no hace gracia (yo cada vez que sale con su cara de «que mal lo estoy pasando» me dan ganas de pegarle), o Dale, que en el comic es uno de los personajes más carismáticos, con una trama secundaria fantástica y que en la serie han suprimido del todo y convertido en un pelele cuya única obsesión era que el grupo siguiera siendo civilizado.
Eso sí… la serie tiene el mérito de haber creado a Daryl, que es su mejor personaje.
2) Los «no pasa nada porque no tenemos dinero». Señores, sus capítulos hacen bostezar. Luego llegan los últimos tres minutos y te levantan un poco el ánimo, pero el capítulo siguiente vuelve a ser de bostezo. Quitando el 8 y el 11, esta segunda temporada podría haberse dormitado que no habrías perdido nada. Y sí, vale que os minaron el presupuesto, pero… ¿Quieren un ejemplo de cómo se hacen las cosas cuando no hay presupuesto? Vean Breaking Bad. No hay necesidad de meter conversaciones intrascendentes para rellenar.
3) Los zombies. Aunque la premisa de tu serie sea irreal, eso no te permite la licencia de crear incongruencias cada capítulo y pensar que la gente las va a aceptar. A mí, al menos, me saca de la historia muchísimo ver que un día los zombies corren y al siguiente van andando, según apetezca al guionista o convenga al director. ¿Y qué demonios es eso de restregar la sangre en una verja para que el zombie se vaya a chuparla y se olvide del humano? ¿Desde cuando los zombies van a por la sangre? ¿A qué guionista se le ocurrió esa parida, en el nombre del santísimo?. Y no hablemos de esos pueblos vacíos en los que de repente aparecen hordas de zombies (es un decir, el presupuesto no les permite sacar más de seis, para ellos eso es una horda).
4) La destrucción del referente. Lo quieran o no, The walking dead la serie existe porque The walking dead el comic ha sido un éxito. Tienen ustedes un referente y tomando por bandera el «queremos que los que leen el comic se sorprendan también y no sepan que esperar» no pueden dedicarse a mutilarlo. Si querían que nos sorprendieramos, lo que tendrían que haber hecho es potenciar personajes nuevos y tramas nuevas… manteniendo las del comic tal cual. Así, habríamos visto aquello que Kirkman escribió de forma fantástica, y tendríamos nuestra porción de cosas nuevas.
¿Acaso se imaginan que HBO decidiera haber matado a Tyrion Lannister en la primera temporada «para que los que leen los libros también se sorprendan»? Me parto solo de pensarlo. ¿O que alguien hubiera decidido que Gandalf ya no era mago y Aragorn moría y el peso del heroísmo lo llevara Boromir?
Lo que han hecho es una cagada. Es mi opinión.

Libros leídos 2012 (3): El Gobernador

LIBROS LEÍDOS 2012

1) Los caminantes: Hades Nébula, de Carlos Sisi
2) Choque de reyes (Canción de hielo y fuego 2), de George R.R. Martin
3) El Gobernador, de Robert Kirkman y Jay Bonansinga

Producto derivado de la factoria The walking dead, la novela cuenta la historia previa al comic de uno de los mejores villanos de los últimos años, el gobernador que da título a la novela.
Como novela de zombies, la historia no está mal. Es entretenida, tiene un par de momentos buenos, pero no es nada original. Como que todas las situaciones me parecía haberlas visto en otros sitios. Aún así, está lo suficientemente bien llevada como para que no te afecte demasiado conocer las situaciones y los desenlaces.
Como libro me parece que flojea un poco. Me he encontrado con repeticiones de palabras, de frases, de coletillas. Cosas que tampoco es que sean una gran molestia pero que no puedes dejar de notar.
Como parte del universo The Walking dead no puedo dejar de pensar que es bastante flojo. Pero claro, el comic es tan sublime que a su lado todo me parece flojo.
Así que, mi valoración final, es que es una novela que se lee bastante bien, que resulta interesante, pero que aporta poco al género. Intenta sorprender en la recta final, pero no sé si es que yo me había spoiloreado accidentalmente en algún sitio o qué, pero me pasé toda la novela pensando en ese giro. Así que el final tampoco me hizo rodar los ojos y aclamar al cielo en plan «¡¡¡Es Kaiser Sosé!!!». Le doy un regular. Tirando a bien, sí, pero nada más. Hay varias novelas Z que me han gustado mucho más.

TWD y las sensaciones opuestas

The walking dead ya ha llegado a su hemisferio de la segunda temporada, esta parada de dos meses que los ejecutivos de AMC han decidido imponer a su serie estrella para alargarla un poco más en el tiempo. Han sido siete episodios, tan sólo, pero han dado mucho que hablar.
Bajo mi humilde opinión, han tomado un camino equivocado al distanciarse tanto del comic al que adapta. Normalmente, cuando se adaptan libros (o comics) la lógica lleva a pensar que el objetivo es trasladar al audiovisual una historia que funciona literariamente, así que la primera premisa que deberían tener en cuenta, tal y como la lógica sigue gritando, es que Si algo funciona, no lo toques.
Pero evidentemente, el audiovisual y lo literario son dos mundos distintos regidos por distintas leyes, y el literario (inclutendo aquí el comic) permite cosas que el audiovisual a veces no logra alcanzar. Ya sean ciertas intropspecciones de los personajes o ciertos pasajes complicados de filmar, el audiovisual acaba «adaptando» y adoptando ciertas medidas que le permitan lograr su objetivo. A veces lo complicado simplemente resulta ser la excesiva duración de la novela en cuestión, lo que conlleva recortes.
Llevamos toda la vida, toda, toda, toda, escuchando una frase con la que además concuerdo al cien por cien: «Los libros son siempre mejores que las películas». Sinceramente, no recuerdo ni una sóla adaptación que me haya gustado más que el libro en que se inspira, y si la hubiera, sería la excepción y no la regla. Ejemplos atroces hay miles. La tienda, de Stephen King, es una novela llena de matices que se quedó en película mierder en toda regla.
Pero también existen buenas adaptaciones. Nunca llegarán a ser mejores que la novela, pero sí son buenas adaptaciones. Curiosamente, acaban siendo las más fieles al libro. Me viene a la cabeza Cadena perpetua. Frank Darabont, mira tu por dónde. Darabont también adaptó otra novela, La niebla, cuyo texto siguió prácticamente al pie de la letra, hasta el momento final. Decidió cambiar el final desgarrador y desperanzador de la historia por uno más cruel, atroz e impactante. Yo era fan del final de la novela, pero entendí el cambio, lo respeto y lo disfruté.
Pero entonces llegamos a The walking dead. Nos han intentado vender que no quieren seguir al comic porque quieren sorprendernos a todos, incluso a los lectores del comic, pero esa excusa no me cuadra. Porque los que leemos el comic QUEREMOS ver el comic. Si algo está bien, NO lo cambies. Y si quieres sorprenderme a mi también, vale, invéntate más personajes, mete tramas paralelas, haz lo que te salga del higo… ¡¡¡PERO MANTÉN LA LINEA CENTRAL!!! Porque cuando algo es jodidamente bueno… A menos que tengas la puta seguridad de que lo vas a mejorar… ¡NO-LO-TOQUES!
El comic arrastra a unos personajes con trasfondo, con personalidades maravillosamente dibujadas, y con un protagonista que es héroe a la vez que antihéroe, que es líder indiscutible a pesar de basar en su propio egoismo la gran mayoría de sus acciones. Y entonces llegas a la serie y te encuentras con personajes flojos, aburridos, sin esos trazos que te hacen amarles en el comic, y con un protagonista que NO HACE NADA. Bueno, miento, su primera decisión que parece acercarle al Rick que conocemos en el comic NO aparece en el comic.
Sinceramente, no me imagino a Peter Jackson diciendo «vamos a sorprender a los fans de Tolkien, y para ello, Frodo va a ser un secundario tontorrón y el protagonista del libro va a ser Elforium, un personaje que me acabo de inventar». Creo que habría ardido troya y le hubieran crucificado.
Pues eso es lo que ocurre en The walking dead. Tanto es así que ahora mismo, hoy por hoy, en la serie me la pela Rick y los dos personajes que más me molan son uno inventado (Daryl) y uno que debería haber muerto tiempo atrás (ya sabéis quién).
Pero bueno, visto lo visto, uno que es fan de los zombies y seriófilo, decide intentar apartar de su mente el comic y ver la serie como un objeto nuevo e independiente. Soy así, le doy una oportunidad a ese «intentar sorprender»… y entonces vuelvo a decepcionarme.
A ver, seamos sinceros, como serie es bastante flojita, y si seguimos viéndola es porque los fans de los zombies y de lo apocalíptico no tenemos muchas series que seguir y nos aferramos a lo que sea. Para empezar, se nota a la legua que van cortos de presupuesto. Los primeros veinte minutos de esta segunda temporada fueron de lo mejorcito, con ese silencio contenido, esa marea de muertos avanzando sin piedad… y después llegaron los paseos sin ton ni son por el bosque y la maldita granja. El consabido efecto televisivo del «no tenemos pasta, ciñámonos a los decorados que tenemos».
Seguimos con el uso de los zombies, que han pasado a ser el motor de la trama al «susto del capítulo», por llamarlo de alguna manera porque sustos, pocos. Los zombies escasean y cuando aparecen, suelen hacerlo por arte de magia (guionistas al poder) y sin demasiado interés. Hasta en The vampire diaries salen más vampiros, por dios santo. Por no mencionar que en cada capítulo de The vampire diaries pasan más cosas que en estos siete de TWD. Y mencionando, sin duda, lo más fragrante: Ha llegado un punto en el que no temo a los zombies de TWD. Lo bueno del comic es ese mismo detalle que tan bien explota esa serie ñoña que es The vampire diaries: cualquiera está en peligro y es susceptible de morir, y a los guionistas no les tiembla la mano a la hora de matar personajes.
Y termino con los personajes. Para recordar lo que ya he dicho antes. Los de la serie son sosos. Y para mi, hoy por hoy, el mejor personaje de toda la serie es Shane. Junto con Daryl. Y Merle. Ojalá volviera Merle y les diera bien por saco a todos. Sobre todo que quemara la puta granja y les obligara a seguir avanzando. Porque estos son capaces de quedarse ahí hasta que termine la temporada, si no más. Y a este paso vamos a conocer a Michonne cuando andemos todos en el asilo. Por no hablar del gobernador. Por cierto, si convierten a Shane en El gobernador yo dejo la serie.

Horror a la americana

Desde que saltó la noticia de que la mente detrás de Glee había vendido una nueva serie al canal FX, y que se trataba de una historia de terror, en internet comenzó una fuerte espectación. A mi, en cambio, me producía sentimientos encontrados. Por un lado, me decía «de puta madre, una historia de género». Por otro lado, soy de los que temen al señor Murphy. Sí, vale, la primera temporada de Glee fue una cosa muy fresca y agradable de ver, pero todos hemos sido testigos de cómo ha degenerado su producto musical. Además, si me hubiesen preguntado alguna vez «¿Qué género crees que no resiste una serie?» habría respondido, sin dudar, el terror.
Sí, me parece un género complicado. Creo que cuanto más alargas la historia, más se diluye el terror. Porque, qué queréis que os diga, pero no considero de terror The walking dead. Ni Supernatural. Ni, obviamente, la patata esa de Cuatro que se llamaba, creo, Hay alguien ahí.
¡Una serie de terror sobre una mansión encantada! Por favor, ¿hay algo más manido, más utilizado, más poco original? Mis expectativas iban bajando al mismo tiempo que subían gracias a sus intrigantes imágenes promocionales y sus extraños teasers. No era capaz de decidirme.
Pero obviamente, iba a ver el primer capítulo. Y lo hice.
Y porque Homeland me está encantando, pero creo que American Horror Story es uno de los mejores estrenos de la temporada. Su primer capítulo es todo lo que debe ser un producto «de terror»: intrigante, desasosegante, malrrollesco… Desde el inicio, logra traspasar esa fina línea que hay en el cerebro de cada uno y meterte en el cuerpo esa sensación de tensión que tan adicivo hace al miedo. Y lo logra no sólo mediante figuras que cruzan el plano por detrás de los personajes y medio en sombras. Todo está perfectamente planificado para darte miedo. La trama, la música, los efectos de sonido, la actuación, la iluminación… y el montaje. Probablemente lo que más me llamó la atención. El montaje, extraño, peculiar, logra ponerte mal cuerpo incluso en secuencias donde no pasa nada. Brutal. Y si además aderezas el coctel con unos actores que están brillantes, y con secundarios de la altura de Denis O’Hare y Jessica Lange, pues lo que obtienes es una bomba.
El segundo capítulo mantiene el nivel. De momento la cosa promete y mucho. Y me conformo con que siga así. Es suficiente para conseguir que, si despierto por la noche y oigo un crujido, aunque me de la vuelta y me quede dormido de inmediato, me resulte imposible no pensar, durante una fracción de segundo, que hay algo más allí.
El miedo es adictivo.

Haciendo review del inicio de temporada 10-11

Con la temporada llegando al parón navideño, voy a hacer un repaso por las series que he visto en estos tres meses:

1) Survivor. La temporada 21 del reality por excelencia sigue demostrando por qué sigue siendo EL JUEGO con mayúsculas. Y sí, esta temporada ha tenido momentos agridulces y no superará al Héroes contra Villanos que fue la temporada 20, pero eso ya lo suponíamos. Sigue resultando interesante y adictivo… y ojalá los rumores que hay para la temporada 22 sean ciertos…

2) The amazing race. Temporada 17 y la gymkana por excelencia sigue teniendo pulso. La temporada 15 fue un coñazo, la 16 fue impresionante y ésta va a medio camino. La final, eso sí, se plantea impresionante…

3) Sons of anarchy. Sin duda, el descubrimiento de la temporada. Me ventilé las tres temporadas en unas semanas y ha entrado sin duda en mi lista de series favoritas.

4) Breaking bad. Estoy viendo la tercera temporada y realmente me engancha esta mezcla de thriller con drama absoluto, aunque a veces peca en exceso de ese revolcar en la mierda a sus personajes. Walter White es uno de esos personajes que luchan constantemente contra decisiones morales, y eso lo hace más interesante.

5) Glee. Uno de esos placeres culpables que se disfrutan debido a su frescura y a su escaso nivel de exigencia. En realidad la trama es lo de menos en esta serie.

6) The event. Empezó con un primer capítulo espectacular y se planteaba como una ficción elaborada y llena de tensión. Mi impresión es que se ha desinflado de forma alarmante y mi duda es si conseguirá mantenerse en el nivel donde está, que es el del mero entretenimiento. Sinceramente, dudo que logre alcanzar los niveles de adicción que prometía.

7) Supernatural. El final de la temporada cinco estaba hecho para finiquitar la serie con clase y con un nivel altísimo. Entonces tomaron la decisión de hacer una sexta temporada y los diez capítulos que llevan de momento no están llegando al nivel, la verdad. Es una de esas series que se amontonan a la espera de un momento libre.

8) Fringe. Recuerdo que cuando empezó me parecía normalita y poco más. A día de hoy, es una de las series que espero con más ganas cada semana. Y las está pasando tan putas a nivel de audiencia que tengo miedo por su futuro. Pero es una de las mejores series que hay en pantalla ahora mismo.

9) Chuck. Cuarta temporada y sigue haciéndome llorar de la risa. Valga como ejemplo los homenajes a la Jungla de cristal de la semana pasada.

10) Outsourced. Una sitcom entretenida.

11) The defenders. Sí, es cierto, no suelen gustarme los procedimentales, pero The Defenders se ha hecho un hueco gracias a la fuerza de sus guiones, al humor y a sus maravillosos y carismáticos protagonistas.

12) Chase. Un procedimental que no pasé del capítulo uno.

13) Undercovers. Llegué a ver seis episodios. Me aburría un poco, pero confiaba en que Abrams tendría un as guardado en la manga en la forma de una trama que nos arrastraría como lo hizo Alias, Lost o Fringe. O no era así o no le dieron tiempo de enseñarlo, en cuyo caso sería error suyo haber tardado tanto. La han cancelado, así que dudo mucho que llegue a ver los capítulos que faltan.

14) Broadwalk Empire. Scorsesse, Buscemi y un nivel de calidad visual altísimo no fueron suficientes para engancharme, en parte debido a su lentísimo ritmo, en parte porque la historia no me resultó interesante. Vi el piloto y ya.

15) Dexter. Creo que es una de las mejores series del panorama actual, aunque esta temporada haya sido regulera. Sigo quedándome con la segunda y la cuarta temporadas. Aún nos falta el último episodio, y seguro que es impresionante.

16) No ordinary family. Una serie que es entretenida pero que no me engancha lo suficiente. Tengo dos o tres capítulos a la espera de ser vistos, y supongo que si tengo tiempo en este parón navideño acabe haciéndolo, pero no sé, tengo mis dudas con esta serie.

17) The vampire diaries. Otro de esos placeres culpables. En realidad es una serie para adolescentes, pero es que a nivel de trama pasan tantas cosas en cada capítulo que es imposible no quedar enganchado. Ser secundario en esta serie es un riesgo para su vida…

18) The walking dead. Seis capítulos han sido demasiado poco, ¡malditos!

The walking dead

Ayer vi el primer capítulo de la esperadísima serie dirigida por Frank Darabont.
Y hoy he leído que gané una de las entradas dobles para el preestreno en cine de ese capítulo, así que mañana lo volveré a ver, imagino que doblado al español, en pantalla grande.
¡Yuju!