Tiempo muerto, hijo de puta

Nueva novela, de título explosivo.

Tiempo muerto, hijo de puta es un thriller, podríamos considerarla una novela negra con pequeños detalles que tal vez se sacan de la norma que hacen puro al género. Tiempo muerto, hijo de puta es la historia de Rayhan, un policía cuya vida está a punto de complicarse. Y mucho.

Enfrentado a un caso de asesinato escabroso y con aparentes connotaciones religiosas, asediado por el insomnio que no le deja descansar y a punto de recibir una visita que abrirá puertas que hacía mucho tiempo que pensaba se habían cerrado para siempre.

Si os aventuráis con esta novela creo que pasaréis un buen rato agarrados al sillón y con los nervios a flor de piel. Al menos, eso es lo que espero.

Editorial Kelonia.

La guerra contra el resto (Whisky Caravan)

Fotografía tomada por www.laluzdelrock.com

 Hace unos días tuve la suerte de ser invitado a la sesión de pre escucha y presentación ante medios de comunicación del nuevo disco de Whisky Caravan. La guerra contra el resto, así se titula, y saldrá a la venta el día 27 de abril (aunque ya está en preventa tanto en digipack como en una versión limitada y numerada en vinilo que también incluye cd y versión digital).
No soy un experto en música, ni mucho menos, así que no puedo hacer una reseña que se base en aspectos musicales, más allá de lo que pueda observar como oyente. Y como tal, permitidme que os diga que el disco es un bombazo.
Desde que les descubriera el año pasado vengo diciendo que son uno de los mejores grupos del panorama musical nacional. Toda la potencia y fuerza que muestran en disco (estáis tardando en buscar Donde ella duerme y Lo que nunca encontraré) se confirman y aumentan cuando les ves en directo. En vivo es donde uno comprueba que hay mucho más tras lo que suena, una presencia y un carisma que envuelven y atrapan.
Hace unos meses participé como Director de producción del videoclip de La guerra contra el resto (podéis verlo aquí), la canción que abre y da nombre a este disco del que hoy os hablo. El resultado lleva unas semanas en las redes y los comentarios no pueden ser mejores. La verdad, no me sorprende lo más mínimo. Y solo es el comienzo del disco.

Fotografía tomada por www.laluzdelrock.com

A lo largo de las diez pistas que componen el album asistimos a un viaje en el que hay espacio para muchas cosas. Dejadme decir algo que en mi opinión es un gran acierto. Lejos de mantener lo que les ha funcionado hasta ahora, el grupo afronta con valentía nuevas sendas. Bajo la producción de Dani Alcover, La guerra contra el resto es Whisky Caravan, suena a Whisky Caravan, tiene todo lo que les hace grandes, lo que les define, y al mismo tiempo es un paso adelante, no continuista, valiente a la hora de explorar nuevos territorios.
Aquí hay desgarro personal, critica política, amores y desamores, deseos, declaraciones de intenciones y alma. Mucha alma.
Hay canciones que te pegan directo al estómago (y al cerebro), como Las últimas piezas (para mí, una de las joyas que tiene este disco) o Naufragio. Hay otras que te retuercen por dentro (¿A qué tienes miedo? cierra el disco poniendo los pelos de punta). Aléjate de mí viene a decirnos que aquí están ellos, esto es lo que son y, más importante, que no son lo que otros quieren que sean. Otro temazo. Claro que si me pongo a decir cuáles son temazos voy a nombrar las diez.
Pero no puedo acabar este texto sin mencionar Más de alguna vez. Según ellos, la canción más extraña del disco (Danny comentó en la presentación que se imaginaba al grupo en un anuncio de cerveza comiendo paella). Tiene algo de country, algo que me recuerda a Ciao Bella, otro temazo que solo se encuentra en las caras B de su primer disco. Más de alguna vez tiene algo que transmite buen rollo y tiene un estribillo poderoso que da alas a los que somos un poco románticos (sí, no lo parece por mis novelas, pero tengo corazoncito).
Lo dicho, este disco es una joya. En palabras del grupo, está hecho para sacarse de la cabeza cosas que les volverían locos, y es un disco que se recetará a la gente que está rota o lo ha estado alguna vez. A mí, como oyente, me parece cautivador y creo y deseo que les esperan grandes cosas.
Como nota al pie, un pequeño detalle. Se puede apreciar en las fotos de la presentación, y es que pusieron mi último libro junto a sus discos en la mesa. Un pequeño gesto que para mí, pues qué queréis que os diga, fue un honor.
Larga vida a la caravana.

Todas las fotografías han sido sacadas de La luz del rock.

Whisky Caravan 21/10/17

Hace unos meses escribí aquí una entrada sobre el concierto que Whisky Caravan dio en las fiestas de Pegaso y hoy vengo a hacerlo sobre el concierto con el que han cerrado la gira de su segundo álbum, Lo que nunca encontraré.

Esto ha sido una montaña rusa para mi hijo mayor, una de esas cosas que creo que se le quedarán grabadas en la mente durante muchos, muchos años. Así, empezando por el final, solo diré que al salir su frase fue “papá, este ha sido el mejor concierto de todos. A partir de ahora está prohibido que vayas a un concierto sin mí”.

Supongo que no puedo desgranar la noche sin empezar con el programa de radio La Fauna, al que acudió el grupo hace un par de semanas como herramienta de promoción de este último concierto. El presentador del programa había hecho un llamado en Facebook para que la gente se animara a pedir una canción, a ver si con un poco de suerte el grupo se animaba a tocar algo en acústico. Kike leyó eso y, ni corto ni perezoso, hizo una petición doble: su ansiada Escombros (la canción que en Pegaso les pidió al grupo y ellos le dijeron que no la llevaban en setlist y ya verían si podían tocarla en octubre) y Genie. Imaginaos su cara cuando hablaron de él en la radio. Y que dijeran que había escogido las dos más jodidas para tocar en acústico. Al final, adelantaron en acústico dos temas de su próximo disco (Aviones y En tu naufragio, aunque esta segunda no tengo muy seguro el título)… y cuando el programa estaba a punto de acabar, le dedicaron Genie. Creo que me ha hecho escuchar esa versión como novecientas cincuenta y cuatro mil doscientas setenta y ocho veces.

Bueno, la cosa es que tras finalizar el programa nos invitaron a llevar a Kike a las pruebas de sonido. Cosa que a Kike le fascinó (eso de ver las entrañas del concierto). Sinceramente, tengo que decir que los chicos de Whisky Caravan como músicos son cojonudos, ahí tienen dos discos para demostrarlo, pero como padre de Kike, tengo que añadir que como personas son también muy grandes. Ya no solo por las pruebas de sonido, sino por su simpatía, amabilidad y cercanía; mi hijo Nacho les hizo un dibujo y Danny estuvo muy cariñoso con él (y hasta le dijo que había clavado al batería, cosa que a él le encantó), y al finalizar el concierto se hizo una foto con Kike y le animó a seguir así. Nos habría gustado pillar también a Víctor Fraile, pero no le vimos.

Centrándonos en el día 21, tengo que decir que, si en disco son grandes, en directo son brutales. Tienen una fuerza y un carisma que llena cualquier escenario en el que se suban y el 21 de octubre de 2017 se hicieron con la sala Caracol sin problemas.
En cuanto sonó el primer acorde del concierto mi hijo abrió los ojos como platos y me gritó al oído “¡es escombros!”. Y sí, abrieron con Escombros. Ya solo con eso se metieron a Kike en el bolsillo un poco más. Luego desgranaron una serie de canciones de sus dos discos ante un público entregado y que coreaba las letras. Buen sonido en la sala, buena química con el público y buena música. ¿Se puede pedir algo más?

Bueno, pues por si fuera poco contaron con varias colaboraciones: Dave Gómez (Evohé y Deniro), Alfre Camarote, Morti (espectacular Aquí y ahora; que por cierto, también se hizo una foto con Kike y le reconoció de los conciertos, cosa que a él le hizo especial ilusión, por supuesto), Marcos Molina (que subió para acompañar a Whisky Caravan en Fuego y gasolina en guitarra y voz, y a continuación subieron Santos y Jorge Correa, guitarrista y batería de Gritando en silencio, y el escenario se convirtió en una fiesta con El rock and roll de Barrabás; Santos, por cierto, también se acordaba de Kike del concierto en la sala Copérnico y estuvo charlando con él y animándole a seguir tocando la guitarra).

También hubo colaboración de dos chicas (no me quedé con los nombres, lo siento) que acompañaron No estás muerta y Quiero con violín y contrabajo. Espectacular, sinceramente.
La única pega que se le puede poner a un concierto como el del sábado es que se acabe. Ahora solo nos queda esperar hasta que salga el próximo disco. Nosotros estaremos allí.

PD: La fotografía de Danny Caravan en el concierto está hecha por Marina Benítez. https://rockluegoexisto.wordpress.com Danny Caravan. 21/10/17

De cómo y por qué me convertí en lector

No recuerdo a qué edad comencé a leer, ni tampoco si lo hice con ganas o con interés. Lo que sí recuerdo, a la perfección, es que estuve enfermo con seis años. No me preguntéis qué fue, porque el recuerdo no llega tan hondo. Sé que tuve fiebres altas y que me pasé varios días metido en la cama de mi madre sin levantarme. Ella se sentaba a un lado y me leía capítulos de un libro cuyo título, maldición, tampoco recuerdo. Sé que era de aventuras, poco más puedo deciros sobre ese libro. Sé que el protagonista era un caballero y había princesas, castillos y hasta dragones. Recuerdo lo mucho que me emocionaba que llegara mi madre y empezara a leer. También me acuerdo de la frustración al terminar un capítulo dejándolo interesante para el siguiente (lo que ahora llamamos cliffhunger).

Ese fue el libro que me hizo engancharme a la lectura. Con aquellas aventuras narradas junto a la cama comprendí que los libros nos transportan a otros mundos, nos hacen vivir otras vidas y nos enseñan cosas que jamás veremos con nuestros ojos. Desde entonces soy un lector voraz. No rápido, porque llevo un ritmo tranquilo y según qué libros prefiero degustarlos tranquilamente o devorarlos con ansia, pero siempre tengo un libro empezado y voy recorriendo el camino que me marca hasta llegar al final.

Allá con trece o catorce años mi hermano me entregó un volumen en tapa dura de un señor muy feo (cuya foto ocupaba la mitad de la contraportada y aparecía en ella con los ojos muy abiertos y una expresión que nunca he sabido si pretendía dar miedo o risa) llamado Stephen King. El libro en cuestión era La tienda y mi hermano me dijo lee esto, sin más información.

La verdad es que seguía los consejos de mi hermano. Él me enganchó una época a los Librojuegos (mi preferido siempre fue Laberinto mortal) y a los de Elige tu propia aventura. Hay varios libros que siguen estando en mi top que me recomendó él, como por ejemplo Cero absoluto, de Allan Folsom. Un libro del que me dijo hagas lo que hagas, no leas la última página hasta que llegues a ella o te vas a joder una gran sorpresa. Le hice caso y flipé con la última frase del libro tanto como había flipado él. Aún sigo haciéndolo cuando lo recuerdo. Y fijaos, desde ese momento comprendí que un spoiler (otra palabra que por aquel entonces no existía y que definíamos como joderte la trama) era algo maligno y que se debía evitar a toda costa. Hoy lo llevo por bandera. Procuro no leer noticias sobre series, libros y ya he llegado hasta el punto de no ver trailers (desde hace unos años los trailers te cuentan toda la película, ¿dónde ha quedado aquello de meter ganas pero sin desvelar la trama?)

La tienda. Definitivamente, un libro capaz de volarte la mente. El juego de la cizaña llevado hasta las últimas consecuencias. Una maraña de nombres y relaciones entre personajes tan brutal que no me extrañaría que haya gente que necesite leerlo tomando notas en una libreta. Bien, aquel señor feo de la contraportada me fascinó hasta tal punto que desde ese momento me dediqué a la ardua tarea de leerme todo lo que hubiera escrito. Algo que sigo manteniendo también hoy. Excepto El juego de Gerald, que lo he empezado hasta tres veces sin conseguir leerlo entero, me he leído todo lo que ha escrito, lo bueno, lo malo y lo regular.

Como digo, siempre tengo un libro a mano. Leo en cualquier momento que tengo disponible para hacerlo. Paso épocas en las que leo mucho y otras en las que leo menos, pero siempre algo y todos los días aunque sea un minuto (el de acostarme hasta quedarme dormido, muchas veces con el libro al lado y la luz encendida… cosa que a mi mujer le molesta bastante, ups).

Nada alimenta mi mente como un buen libro. Y soy un yonki de esa sensación de vacío existencial que se te queda cuando terminas de leer algo que te ha absorbido y arrastrado a su universo.

Y de hecho, es gracias a todo esto que soy escritor. O que lo intento.

Whisky Caravan. Concierto 15/7/17

La noche del pasado sábado 15 de Julio Whisky Caravan jugaba en casa. Como parte de la celebración de las fiestas del barrio de San Blas, en la Plaza San Cristobal se montó un escenario para llevar a cabo un concierto más de la banda liderada por Danny Caravan.

Nosotros les descubrimos no hace mucho, la verdad. Allá por Mayo fuimos a la Sala Copérnico para ver a Gritando en silencio y unos días antes nos enteramos de que habría unos teloneros llamados Whisky Caravan. No habíamos oído hablar de ellos nunca, tampoco habíamos escuchado ninguna canción, pero lo remediamos unos días antes por aquello de que nos sonara alguna en el concierto. Así descubrimos a un grupo con un sonido muy potente, unas letras intensas y una voz cargada de personalidad y fuerza, de esas que penetran hasta el fondo del cerebro.

Lo mencionamos en su momento. La verdad es que aquel concierto nos decepcionó sobremanera. No por los dos grupos, ojo, sino porque el sonido estaba demasiado saturado y costaba entender alguna palabra entre el infernal ruido. Al principio pensábamos que sería cosa de los teloneros, y la verdad es que maldijimos un poco porque aquello no les hacía justicia a lo que habíamos escuchado en sus discos. Con un sonido como el suyo, con una voz como esa, aquello era una soberana porquería. La decepción fue total cuando salieron los andaluces de Gritando en silencio y aquello no había mejorado. Pensando que era cosa nuestra empezamos a preguntar alrededor y no, la gente opinaba lo mismo. Una verdadera pena.

Por otro lado, el mal sabor de boca que nos dejó el audio se contrarrestó un poco con lo que vimos. Dos grupos potentes y que llenaban el escenario. Dos grupos que deberían estar tocando en sitios mejores y más grandes y que tienen muchas cosas que decir. Dos grupos cuyos guitarristas, por cierto, le regalaron a Kike (el primogénito Blázquez, que tiene siete años y ya dice que su plan favorito es ir a conciertos de rock) una púa cada uno. Por si fuera poco con la música, ya le tienen encandilado.

El caso es que necesitábamos quitarnos el mal sabor de boca. Nos queda pendiente volver a ver a Gritando en silencio, eso sí. De momento, surgió esta oportunidad para volver a ver a Whisky Caravan y allí nos presentamos los tres (mi mujer, Kike y yo).

Al César lo que es del César: nos cruzamos con el grupo antes del comienzo del show y todos ellos se acercaron a saludarnos y estuvieron hablando con Kike y bromeando con él. De nuevo, si ya le tenían en el bolsillo imaginaos ahora, que se pasó todo el domingo recordando que ha conocido al grupo. Le preguntaron por su canción favorita, él lo tiene bastante claro, es Escombros, y… maldición, no la tienen en el set-list. Pero le dijeron que intentarían tenerla para Octubre (ah, sí, tenemos entradas para su concierto de fin de gira en la sala Caracol).

Bien, puede que el volumen fuera más bajo de lo deseado por una banda (y sus seguidores) de rock, pero lo cierto es que sonaba claro y rotundo. Cada instrumento iba limpio y la voz de Danny Caravan se entendía a la perfección. Este sí pudimos disfrutarlo. Como decía al principio, jugaban en casa (el propio cantante reconoció que vivía a unos minutos de allí) y se les notaba cómodos. Durante hora y media desgranaron títulos de sus dos álbumes, como Volver, A salvo en el dolor, No estás muerta, Fuego y gasolina, Genie, Quiero, Aquí y ahora, Sombrero, Solo un susurro… e incluso nos permitieron oír un tema nuevo (¿me pareció entender que se titulaba Naufragio?), pues al parecer entran a grabar nuevo álbum en Noviembre. Por supuesto, el final del espectáculo llegó con Hacia ningún lugar, una canción que se ha colado en mi lista de imprescindibles y que tiene uno de los finales más potentes de los últimos años.

Bien… en el top de preferencias tanto Kike como Cris y yo coincidimos en que Hacia ningún lugar fue una de las mejores. La otra es discutida: Kike y yo decimos que A salvo en el dolor y Cris dice que No estás muerta.

En cuanto a las ausencias, la de Kike es obvia, le falta Escombros en el set list. Para mí, falta Aullar y para Cris Ciao Bella… y aquí hasta podría ponerme de su parte. Esa canción en directo puede ser un subidón.

Como ellos mismos dijeron, el 21 de octubre en la sala Caracol, más y mejor. Allí estaremos.

Normalmente no hago entradas hablando de los conciertos a los que vamos… de hecho, tengo la web un poco abandonada, pero en este caso creo que es una necesidad. Todo lo que sea ayudar a que se conozcan grupos como este, merece la pena. Y si no les habéis escuchado, hacedlo. Valen, y mucho, la pena. Para mí, de hecho, se cuelan en el top. Sigue liderando Bunbury, pero es que ese tiene el puesto fijo ya, y luego ahí andan entremezclados Inmune, Gritando en silencio, Whisky Caravan y Doce lamentos.

 

El niño que quería ser un goonie

El título vino a mí. Estaba jugando con mis hijos, pensando en películas que quería que vieran algún día y disfrutaran como yo las había disfrutado, y la primera que vino a mi mente fue, sin duda, Los goonies.
Y yo siempre quise ser un goonie.
Así que aquí estamos, a dos semanas de que se ponga a la venta mi nueva novela, El niño que quería ser un goonie, una historia de aventuras y misterio con un cierto toque nostálgico, ya sabéis, de ese que suele estar presente en mis historias en forma de homenajes a todo aquello que me ha hecho disfrutar en algún momento.

Podría decirse que esta historia comienza con Yago Arquero viendo Los Goonies. O tal vez lo hiciera mucho antes, con el sangriento y macabro final de la familia Kostka.
Yago Arquero tiene ocho años y un hermano mayor. Los dos van a pasar junto a su madre las vacaciones de verano en un complejo hotelero llamado El Nirvana. Un lugar perfecto para vivir cientos de sueños y correr aventuras, un paraíso donde hacer amigos y crear su propia pandilla de goonies. Pero a veces el paraíso es tan solo la fachada que vela una oscura pesadilla.
Víctor Blázquez nos ofrece una historia conmovedora sobre un niño lleno de imaginación. Yago está a punto de descubrir que bajo la perfección se esconden horrores sin nombre. ¿Por qué una niña escribió en la pared del fondo del armario “No quiero estar aquí”? ¿Y qué es eso que se arrastra por la noche hacia su ventana?

¡¡¡Ya en preventa!!

Resultado del sorteo

Realizado el sorteo, apuntados todos los nombres junto a las abreviaturas web (los que pusieron un comentario en la web) tw (los que compartieron el twitter) fb (los que comentaron en facebook) y Co (los que compartieron el sorteo en facebook)… finalmente la ganadora ha sido…

¡¡¡ENHORABUENA!!!

Sorteo: Pacto al filo de la medianoche

¿Quieres un ejemplar de Pacto al filo de la medianoche?
Participa en este sorteo y gana un ejemplar. Puedes ampliar tus opciones y tener hasta cuatro números para optar al premio:

Deja un comentario en esta entrada y tendrás un número en el sorteo.

Comparte ESTE TWEET y tendrás un número en el sorteo.

Comparte ESTE POST de Facebook para obtener un número en el sorteo. Si dejas un comentario en ese post tendrás un número más.

Oh, pero, ¿y qué es Pacto al filo de la medianoche?

Es mi nueva novela. Marca registrada Víctor Blázquez. Una historia que camina por los senderos del thriller pero que es mucho más que eso. Es la historia de Hugo Smith y del pacto que le van a proponer… pero también es mucho más que eso. Es complicado explicar más sin desvelar cosas interesantes e importantes para la trama y lo mejor es que las descubráis vosotros mismos.

Sinopsis:

Esta es la historia de Hugo Smith, un hombre que tuvo todo lo que necesitaba y le fue arrebatado; un hombre cuyos momentos trascendentes han estado marcados por la sangre, un destino trágico que lo ha llevado a recorrer una senda de autodestrucción, ahogando sus penas en alcohol y soñando con una venganza que pensaba que nunca obtendría. Hasta ahora. A medianoche, en un bar, un tipo que acaba de conocer le ofrece la posibilidad de llevar a cabo su plan. El pacto es sencillo: él conseguirá aquello que necesita para ejecutar su venganza y pagará a cambio el precio que su nuevo socio exija.

FECHA FIN DE SORTEO: 10 de noviembre.

Pacto al filo de la medianoche

Ya está aquí, apenas quedan doce días para que mi nueva novela vea la luz.
Pacto al filo de la medianoche, Editorial Base.
Solo que no es en realidad una novela «nueva». La historia de Hugo Smith, que es a quien conoceréis cuando os adentréis en el libro, fue parida hace ya unos añitos. Concretamente, la escribí justo después de publicar El cuarto jinete, y desde entonces han pasado ya tres años y pico y he publicado otras cuatro novelas escritas después de esta.
¿Las razones? Pacto al filo de la medianoche no encajaba exáctamente en una línea de terror como lo es la Stoker de Dolmen, así que el proceso de buscarle casa se complicó un poco. Saltó de falda en falda buscando una con la que irse de parranda y estuvo a punto de quedarse para siempre jamás en un cajón. Fue Darío Vilas, ese tipo gallego que escribe de puta madre (no pediré perdón por la expresión porque encaja con Vilas como anillo al dedo; no escribe bien, escribe de puta madre, y si no habéis leído nada suyo, nunca es tarde para solucionar ese error) el que señaló el camino hacia Editorial Base. Al editor le gustó, creyó que encajaría en la línea editorial y que sería una buena adquisición, y yo me alegro por ello.
Ya después de firmar el contrato me hizo llegar una lista de cosas que tenía que revisar en la novela. De forma metódica y siempre buscando que el resultado mejorara. Eso me obligó a realizar una nueva lectura/revisión que limpió determinadas manías que tengo, pequeñas manchas y pulió los defectos. Vamos, que me vino muy bien.
Vale, muy bien, pero imagino que querréis saber de qué va Pacto al filo de la medianoche. Claro, y a mí me encantaría decíroslo pero en parte esa es la gracia de la historia. Va de lo que parece pero no. Va de lo que dice la sinopsis, pero no solo. Es un thriller pero no. Tiene alguna pincelada de terror pero no es una novela de terror. Lo único que es seguro es que narra la historia de Hugo Smith, un tipo al que le tengo mucho cariño, y al que creo, y espero, se lo cojáis vosotros también.
Y he ahí un detalle curioso: es una novela centrada en él. Hugo Smith es el dueño y señor de la historia, lo cual ya es lo suficientemente peculiar en mí, habida cuenta de que la mayoría de mis novelas han dividido el protagonismo en varios puntos, creando historias corales y en ocasiones super pobladas.
Lo dicho: espero que la disfrutéis. Eso es, al final, lo más importante.
Y que me contéis vuestras impresiones.
Doce días. Quedan doce días.

Finalista a Mejor Novela Nacional de Terror

Así es, El cuarto jinete: Destrucción masiva se encuentra entre las cuatro finalistas a la categoría de Mejor Novela de Terror Nacional en los premios que entrega la asociación Nocte. Evidentemente es un orgullo estar ahí, por muchas razones, no solo porque ver valorado mi trabajo sino también porque el viaje que empezó en Castle Hill fue algo increíble a nivel personal… y personalmente le tengo mucho cariño a esta tercera parte de la trilogía.
Así que, aunque no gane, yo ya estoy feliz.