Autores de aquí y ahora

Admitamos una cosa: por más que nos gustaría, no vamos a poder leernos todos los libros que existen en el mundo. El tiempo, para nosotros los seres humanos, es finito (por desgracia, pienso yo) y por tanto, aquellos a los que nos gusta leer nos vemos obligados a seleccionar leyendo qué vamos a ocupar nuestro tiempo. Al menos, yo lo veo así.
Por esa razón, cuando busco un libro intento poner por delante el aspecto que para mí es más importante en la lectura: que me interese según el tipo de apetito que tenga en ese momento. Me considero un lector versátil y capaz de atacar cualquier género, aunque admito tener una cierte preferencia hacia el terror y los libros de misterio (y últimamente, la épica fantástica tipo Abercrombie, Sanderson y Martin), pero esto es como la comida: a veces te apetece dulce, a veces salado; a veces te apetece paella, otras veces comida mexicana. Así que cada vez que termino un libro la primera pregunta que me hago es «¿qué me apetece ahora?«. Ya os digo que tengo mis preferencias, pero eso no ha evitado que en ocasiones coja libros de humor, de histórica, de aventuras (tuve una época muy Clive Cussler, larga vida a Dirk Pitt) y hasta de erótica (género que tampoco es que me emocione demasiado).
Una vez escogido el terreno de juego, debo buscar al jugador. Y aquí es donde entra el instinto. A veces es la sinopsis, a veces la portada, a veces el tema, a veces yo que sé, que se alinean los astros y vete tú a saber.
Hasta hace unos años debo reconocer (y lo hago sin problemas, oye, porque a cada uno le gusta leer lo que le salga del cimbrel) que leía autores americanos, ingleses y nórdicos (tuve también una época muy Mankell, aunque reconozco que ahora me cansan) pero poco, muy poco, de autores de aquí, producto patrio. Vamos, que me había leído los que eran obligatorios en el colegio y, de motu propio el de Zafón, La sombra del viento (que me gustó mucho, oye, pero nunca he seguido con las continuaciones. Tardaron tanto en salir que para cuando lo hicieron ya no me apetecían… algo que me da que le va a pasar a muchos con Juego de tronos, sobre todo ahora que la serie va a terminar…).
Bien, pues a lo que iba… cuando me dijeron que me publicarían El cuarto jinete abrí mi abanico al producto nacional. Fue algo natural, motivado por el interés que en ese momento me producían los zombies (ahora reconozco que se me ha pasado la fiebre, aunque joyas como Train to Busan, vaya peliculón, de repente resucitan ese ansia dormida). Así, me eché al gaznate Apocalipsis Z, de Manel Loureiro, ya que había sido el precursor de esa Línea Z que ahora me abría las puertas a mí. Reconozco que disfruté como un enano de su primera entrega, que la segunda me aburrió y que la tercera me estaba aburriendo hasta el momento tren. De ahí al final, un espectáculo pirotécnico interesante.
A lo largo de estos años he leído muchos libros de autores de aquí y ahora. Por proximidad, porque les conocía en eventos y me interesaba descubrir sus voces narrativas, yo que sé. Al final, obviamente, se reduce al qué me apetece y al qué me interesa. No me leo a todos los autores porque sí, a algunos los cato y no vuelven a pasar por mis manos, otros los disfruto y se convierten en parte de mi librería creciente y a otros muchos no llego a leerles. No hay ninguna razón para explicar esto que no sea subjetiva. Qué me interesa y qué me apetece.
Y sí, estoy seguro de que me dejo en el tintero a muchos autores españoles. Como os decía, el tiempo es finito y no me da tiempo a todo. Ni siquiera me leo todo lo que escriben algunos a los que ya considero amigos míos (de la misma manera en que yo a ellos no les exijo que se lean todos mis libros), pero he aquí algunos autores que sí he leído.
Comienzo por arriba, por esos a los que mantengo vigilados para pillar lo que saquen en cuanto lo hagan (una posición en la que están porque me ha gustado lo que han escrito hasta ahora y dejarán de estar cuando no me interese lo que me cuenten):
Mikel Santiago. No le conozco personalmente y le descubrí de rebote cuando me preguntaron si quería reseñar su segunda novela, El mal camino. Descubrí a un autor de estilo fresco y directo, ritmo trepidante e historias que me gustaría escribir a mí, a medio camino entre el thriller, el misterio y los toques sobrenaturales. Me he leído sus tres novelas y las he disfrutado las tres.
Darío Vilas. Me considero afortunado de poder llamar amigo a este gallego, porque además de gustarme mucho cómo escribe, como persona me parece un tipo estupendo cuyos gustos, curiosamente, son al mismo tiempo muy parecidos a los míos y también diametralmente opuestos en otras cosas. Darío es una de las pocas personas en el mundo a las que hago caso si me dicen «esto te va a gustar» o «esto no te va a gustar», porque acierta siempre. Vamos, que conoce mis gustos. Y digo todo esto porque, curiosamente, los libros que escribe Darío tienen todas las papeletas para no gustarme, no son mi rollo, y sin embargo, este tío tiene algo, una voz narrativa espectacular, que me fascina. Reconozco que no me he leído sus dos novelas zombies (Instinto de superviviente y Lantana), pero me ha fascinado con Babujal y El tiempo como enemigo. También con sus libros de relatos. Tengo El hombre que nunca sacrificaba a las gallinas viejas, con la que ganó el Premio Nocte, en mi lista de pendientes.
Miguel Aguerralde. Como a Darío, considero a Miguel un amigo. De hecho, fue el primer amigo de este círculo literario al que conocí, cuando los dos andábamos perdidos y solitarios por las calles de Avilés. Su Próxima parada: la casa de muñecas me dio a conocer a Matt el Rojo y reconozco que siento una profunda obsesión por ese personaje. Los que hayan leído El cuarto jinete: Destrucción masiva pueden dar fe de ello. Me falta por leerme Alicia y hasta el momento, de todos sus libros, únicamente no he comulgado con Laberinto, que no acabó de cuajarme.

Hay muchos más autores que he leído en estos años. Enumerarlos a todos uno por uno haría que este post fuera inmenso, así que voy a intentar ser más rápido haciendo una pequeña lista y, si se da el caso, acompañándola de un pequeño comentario. Juan de Dios Garduño (fascinantes Y pese a todo y El camino de baldosas amarillas), Ignacio Cid Hermoso (hablando de voces narrativas espectaculares, la de este chico lo es. Para mí Nudos de cereza es un libro redondo. Tengo pendientes un par de novelas suyas, pero es que a Nacho hay que leerle estando preparado para zambullirte en él, no vale cualquier momento), Claudio Cerdán (Sangre fría y El club de los mejores), Andrés Díaz Sánchez (el hombre detrás de Skarrion Gunthar), Javier Pellicer, Juan Gómez Jurado (espectacular El paciente, y también muy disfrutable Cicatriz), Emilio Bueso (uno de esos autores a los que cuando leo, como escritor reconozco en él una fuerza y una voz interesantes pero que no termina de encajar con mis gustos como lector), Joe Álamo (creador de otro de esos personajes que me fascinan, en este caso Tom Z. Stone, cuya trilogía he devorado y disfrutado enormemente), Mariano Gambin (después de leer Colisión he puesto en lista de espera un par de sus novelas anteriores) Ismael Martínez Biurrún (me leí Un minuto antes de la oscuridad y su trama no acabó de engancharme, pero tengo, por recomendación de Darío Vilas, Invasiones entre mis pendientes), Javier Cosnava (en cuya etapa histórica no me he adentrado), Alejandro Castroguer (de él solo he leído El manantial, esa novela casi gore de la Línea Z, y algunos relatos), Sergio Sánchez Morán (lo bien que me lo pasé con El Dios asesinado en el servicio de caballeros), Blue Jeans (no soy su público objetivo, pero después de conocerle en un Celsius decidí leerme Canciones para Paula para ver su estilo… y no me extraña nada que arrase, la verdad)…
Sigo: Dolores redondo (solo me he leído El guardián invisible de su trilogía de Bazán), Alfonso Zamora (otro de la quinta de los zombies de Dolmen), Carlos Sisí (Disfruté mucho con Los caminantes, no tanto con su secuela y de nuevo mucho con la tercera parte. No he seguido adelante con la saga porque ya me ha pillado out del mundo zombie. Eso sí, me fascinó Edén interrumpido y me parece que las primeras doscientas o trescientas páginas de La hora del mar son una puta gozada…), Manel Loureiro (además de su trilogía, que ya la he comentado más arriba, me leí Fulgor, pero no me gustó), Daniel Pérez Espinosa, Javier Quevedo Puchal, Javier Martos, Pablo García Naranjo, Santiago Posteguillo, Manuel Martín, Juan Miguel Fernández, Juan Ramón Biedma (El manuscrito de Dios sigue siendo mi libro favorito de entre los que ha escrito, aunque reconozco que tengo pendientes sus dos últimas novelas), Sergi Llauger (no me he leído Diario de un zombie pero El yermo me fascinó y me hizo querer escribir cosas postapocalípticas)…
Estoy seguro de que se me olvida algún autor español que sí he leído… ahora mismo no recuerdo más.

Lo que sí puedo deciros es que tengo en la lista de pendientes libros de César Pérez Gellida, Virginia Pérez de la Puente, Ana Coto, Sergio R. Alarte, David Mateo, Alberto Caliani y algún otro que ahora no recuerdo pero que estoy seguro de que cuando mire la estantería diré mierda, a este no le mencioné.

Y… ¿Para qué esta entrada en el blog? Pues para nada en concreto. Simplemente me apetecía comentaros algunos de los libros que me he echado al gaznate. Si con eso os descubro a algún autor, pues mirad, dos pájaros de un tiro. Si os apetece dejar en los comentarios algún otro nombre, yo os lo agradeceré enormemente (y os diré si lo he leído y he olvidado mentarlo, si no lo he leído, si me interesa, me motiva o si por la razón que sea no me cuadra). Preferentemente, terror, thrillers o fantástico. Pero vamos, que podéis verter aquí cualquier cosa.

2013

2013 termina.

En este año he publicado tres novelas: El cuarto jinete Armagedón (Editorial Dolmen, línea Z y continuación de mi primera novela), Orilla intranquila (Tyrannosaurus books) y No existen los monstruos (Editorial Dolmen, línea Stoker). No me preguntéis de cual estoy más orgulloso porque eso es como preguntarle a un padre cuál de sus hijos es su preferido. Es algo que uno no puede contestar, y aunque sepa la respuesta, mejor se la guarda para sí.

A menos que uno de sus hijos sea un psicópata. En ese caso, valida la respuesta.

2013. También he publicado relatos en varias antologías: Battle Royale, en esa locura gratuita llamada Peta Z, no mezclar con refresco de cola, donde unos cuantos escritores locos decidimos mezclar dibujos animados con zombies; Maya, en esa joya llamada Body Shots, del maestro Daniel Expósito, un libro en el que me enorgullezco de estar. La carrera, en Antología Z 7 (Editorial Dolmen), un relato que, por cierto, está relacionado con Battle Royale. Asedio, en La historia se escribe con Z, de la editorial Kelonia. Y Hazle siempre caso a tu madre, el relato del que más orgulloso me siento hasta la fecha de cuantos he escrito, incluido en la antología Leyendas urbanas de la asociación Esmater junto con la editorial Universo.

Como cuando termina un año se pone de moda lo de hacer listas, haré unas rápidas, de lo que más quiero reseñar de este año impar.

Música: Nuevo disco de Bunbury, Palosanto, y entre mis preferencias desde su salida. Puestos de honor para Histeria Innokua y Doce lamentos, que tienen record de escuchas en mi reproductor. Se cuelan también entre mis preferencias del año Inmune, la nueva banda de Morti.

Series de televisión: De lo nuevo, cito solo tres: Banshee, Orphan black y House of cards. De lo antiguo, mención de excelencia para Breaking bad (ya echamos de menos a Heisemberg en mi casa), y puestos de honor para Sons of anarchy, Awkward (que perdió mucho fuelle en su primera mitad de la tercera temporada pero lo recupera con fuerza en la segunda) y la noticia de ese regreso en 2014 de 24 (larga vida a Jack Bauer) y Verónica Mars (aunque solo sea en formato película).

Sigo pensando, un año más (y van…) que Survivor es el mejor programa de la televisión, de la historia posiblemente, y este 2013 nos ha ofrecido dos grandes temporadas (Blood versus water ha sido espectacular).

Libros de autores extranjeros: Aunque he leídos unos cuantos, voy a destacar de dos autores tan solo porque han sido los que más me han encandilado: Joyland y Doctor sueño, de Stephen King, y Danza de dragones y Los reyes de la arena, de George R.R. Martin.

Libros de autores españoles: El yermo, de Sergi Llauger, lo coloco sin duda en el podio de lo que más me ha embelesado de este 2013. Y destaco también esa maravilla negra que es Tom Z Stone, de Joe Álamo (y qué ganas que tengo de pillar la secuela) y Caminarán sobre la tierra, de Miguel Aguerralde (una joyita de aventuras con muertos vivientes de fondo) y De Madrid al zielo, de Alfonso Zamora, un libro que vende como rosquillas y gana adeptos al mundo zeta con facilidad. Que yo lo he visto con estos ojos.

Cristina, Kike y Nacho, lo mejor de mi vida.

El próximo, más y mejor.

Caminarán sobre la tierra

Vaya por delante que no me considero reseñista y ni siquiera me gusta hacer reseñas. A veces, eso sí, me apetece hablar sobre los libros que leo y dar mi opinión sobre los aspectos que más me han gustado de la novela en cuestión. Y con eso por delante… Caminarán sobre la tierra, de Miguel Aguerralde.

Aguerralde es uno de esos autores que disfruto leyendo. Cualquier cosa que escriba tendrá un hueco en mi estantería y en mi opinión se lo ha ganado a pulso. Es un escritor que va al grano, que narra de manera dinámica y hace entretenida cualquier cosa que te cuente, y además las cuenta bien. Además, me gusta que sea tan hijoputa con sus personajes. Y si alguien no sabe de qué hablo, que vaya y lea Última parada: la casa de muñecas, que es un excelente thriller y tiene a uno de los mejores protagonistas policíacos del momento (y digo del momento porque quiero saga de Matt el Rojo).

Caminarán sobre la tierra es un híbrido. Lo digo en alto y con entusiasmo porque me encantan los híbridos. Me gusta cuando una historia empieza siendo una cosa y cambia radicalmente el rumbo en algún punto de su recorrido para transformarse en otra cosa. También significa más riesgo, porque hay muchos lectores que se descuadran ante esos cambios bruscos y se sienten decepcionados, pero bueno, hablo de mí y eso no suele pasarme. Caminarán sobre la tierra empieza siendo una novela de aventuras, al más puro estilo Indiana Jones, o mejor aún Dirk Pitt, con un aire tan Clive Cussler que me hace preguntarme si Miguel lee al buscatesoros por excelencia. Y esa parte es tan jodidamente entretenida que uno devora páginas casi sin darse cuenta. Fantásticos los flashbacks de los piratas y los jesuitas, por cierto. El caso es que en un momento dado, la novela vira hacia el mundo zeta (tan supuestamente de moda y tan denostado al mismo tiempo) convirtiéndose en un survival en toda regla por las calles de Las Palmas.

Puro entretenimiento, oigan. Del que te hace deslizarte por las páginas como si estuvieras en un tobogán. Y además, como se trata de Miguel Aguerralde, puedes estar seguro de que los personajes sufrirán y, sobre todo y mira que me gusta eso, que cuando mueran sea de forma tan repentina que sus historias, sus vidas y todo cuanto les rodea quede truncado de golpe. Y habrá quién diga «eh, pero entonces esto que me estabas contando de este personaje y que molaba porque iba a causar un conflicto con tal otro se ha quedado en el aire…» pero… ¿acaso no es la vida así? ¿Acaso no cesa todo de golpe cuando uno muere? ¿Y acaso no muere la gente independientemente de las cosas que aún le queden por hacer? Pues eso. Y Miguel se carga a algunos personajes que, o no te esperas que mueran o al menos no que lo hagan tan pronto.

Miguel Aguerralde no tiene compasión. Y eso mola.

En fin, que me lo he pasado muy bien leyendo su libro dolmeniano. Que creo que a cualquiera que le guste el género lo va a disfrutar y que aquel que no se relacione de forma normal con el mundo zombie puede encontrar en Caminarán sobre la tierra una puerta de entrada de lo más sugerente.

¿Es perfecto? No, porque perfectas en este mundo hay pocas cosas. Pero la novela está muy bien escrita y Miguel tiene su propia voz, y eso es muy importante, y la novela derrocha entretenimiento a raudales, y eso también es muy importante y nunca debería olvidarse. Si tengo que marcar algún defecto diré que no son relevantes en realidad y no menoscaban la capacidad de la novela para interesar y gustar a los lectores. El más llamativo de esos detalles: Las decisiones de Edgar y Flavio cuando el caos se desata, como policías a veces me resultaron incoherentes y bastante estúpidas. Un detalle nimio en el conjunto.

Cualquiera que me conozca, o que haya leído El cuarto jinete, sabrá que me encantan las referencias. Caminarán sobre la tierra tiene tantos guiños a películas como capítulos en su interior. El mejor, para mí, el de El Resplandor. Brutal.

Dos apuntes más y termino:

1) Miguel, escribe una novela de aventuras. (Sin olvidar que Matt el Rojo debe seguir existiendo)

2) Me he descojonado de la risa con la dedicatoria que Aguerralde me brinda en los créditos de la novela. En mi defensa añadiré que «Eugene», «Jaira», «Zoe», «Edgar» y «Flavio» no son precisamente nombres castizos. Incluso diré que a José le llamas durante la mayor parte del tiempo «Ventura». En serio, cuando lo he visto casi me atraganto al reírme.

Libros Leídos 2013 (6): Los reyes de la arena

 

1) Tom Z Stone, de J.E. Álamo

2) Danza de dragones, de George R.R. Martin

3) El caballero errante, de George R.R. Martin

4) Epidemia, de Jeff Carlson

5) Diario de una adolescente del futuro, de Javier Cosnava y Eva Rubio

6) Los reyes de la arena, de George R.R. Martin

Los reyes de la arena no es estrictamente una novela, aunque tampoco es estrictamente un relato. Varía entre ambas cosas por su duración y me ha durado dos sentadas. Eso sí, dos sentadas en las que me ha enganchado de forma apabullante. Leer Los reyes de la arena ha sido una experiencia de lo más interesante, ha sido una de esas cosas que hacen despegar mi imaginación y hacerme soñar con cientos de posibilidades nacientes de este relato. Por otro lado, también me ha hecho gruñir y desear haber escrito yo esto.

En fin, que me lo he pasado genial con Los reyes de la arena.

 

 

 

 

Libros Leídos 2013 (5): Diario de una adolescente del futuro

1) Tom Z Stone, de J.E. Álamo

2) Danza de dragones, de George R.R. Martin

3) El caballero errante, de George R.R. Martin

4) Epidemia, de Jeff Carlson

5) Diario de una adolescente del futuro, de Javier Cosnava y Eva Rubio

Lo cierto es que no tenía intención de seguir haciendo reseñas aunque sí de anotar qué libros voy leyendo al año. Es una vieja costumbre, oye. Cuando cogí «Diario de una adolescente del futuro» esperaba encontrar una novela juvenil y eso me tiraba para atrás. Efectivamente, es una novela juvenil, pero no es solo eso. También es una buena historia de ciencia ficción (aunque en mi caso vi venir el giro de guión demasiado pronto y fácil) que encierra cosas que son tan cercanas y reales que aterrorizan más que muchas novelas de terror.

La novela de Cosnava (y Eva Rubio) tiene una buena dosis de crítica social, de crítica al maltrato, de crítica política, e intenta que abramos los ojos ante muchos excesos que se dan día a día. Al final he acabado disfrutándola como un enano, y deseando que hubiera sido un poco más larga. Los vaivenes sentimentales de esa chica resultan fascinantes por cercanos, aunque a veces el lenguaje tan propio de su edad llegaba a hacérseme tope, tope, tope saturador, lo cierto es que te acerca a su realidad, a la realidad del día a día de los jóvenes. El final, ligeramente apresurado, no desmerece en absoluto. En conjunto, una historia interesante que, por desgracia, ha pasado sin pena ni gloria por las librerías.

Libros leídos 2013 (1): Tom Z Stone

LIBROS LEÍDOS 2013

1) Tom Z Stone, de Joe Álamo

En realidad estaba destinado a ser el último libro del 2012, pero una sobrecarga en mis tareas durante los últimos días del año (básicamente cuidar de los dos enanos a tiempo completo en épocas de no-cole, preparar la presentación de Postales desde el fin del mundo y una gastroenteritis que me tuvo K.O durante todo un día) lo han convertido en el primer libro del 2013.

Tom Z Stone es una novela incluída dentro de la línea Z de Dolmen y es probablemente (no he leído todos los libros de la línea), el más peculiar. Aquí los muertos no devoran seres vivos a lo loco (aunque los hay que sí pero es algo que sabemos de segunda mano y nunca lo visualizamos tal cual) y son en realidad «reanimados» capaces de hacer vida normal, casi, con la particularidad de saber que esa segunda oportunidad en el mundo no durará más de cuatro años antes de convertirse en un terminal y perder el control de sus actos.

Entonces tenemos al protagonista, Tom Stone, un reanimado que trabaja como detective privado, con unos gustos musicales maravillosos y un sentido del humor que me ha arrancado unas cuantas carcajadas.

Tras una presentación que sirve para emarcar todo esto que yo he contado pero mucho mejor explicado, la novela entra al grano directamente con la llegada de un caso al despacho en forma de cuerpo femenino escultural. A partir de ahí empieza a crearse una trama de novela negra con reminiscencias clásicas en el que resulta muy fácil imaginar todo en blanco y negro y con un aire setentero inundándolo todo.

No voy a contar nada de la trama. La novela vale la pena, está bien escrita y hace pasar un buen rato gracias al humor del protagonista (a destacar la relación que mantiene con su secretaria, uno de los mejores personajes del libro) y la trama negra está más que bien llevada. Eso sí, no te acerques a Tom Z esperando encontrar acción zombie a raudales porque entonces este no es tu libro.

No todo el monte es orgasmo, que dicen los chiquillos (o decían en mis tiempos), y también hay algo que no me ha gustado. El libro mantiene dos líneas temporales durante toda la novela. Por un lado está el caso que transcurre en el presente, y por otro lado están las historias que desgranan lo acontecido tras el llamado día FR, el día en que los muertos salieron de su letargo. No es que estén mal, ojo, y hay varios de esos incisos que me parecieron muy ocurrentes o interesantes (destaco dos de ellos, y en especial el del tipo que vuelve a casa y se encuentra a su mujer «bajo el ataque de un reanimado» en la cama), pero hubo un momento en que me jodía que me cortaran la trama para contarme algo de eso. Por suerte para mí, esos incisos son cortos, algunos de apenas una página, y como digo no dejan de ser interesantes, solo que yo prefería lo que ocurría en el presente. Soy demasiado impaciente.

En definitiva: Acercaos a la novela de Álamo porque vale la pena y vais a pasar un buen rato. Además se lee de una sentada o dos. Y tiene secuela en la calle.

Libros leídos 2012 (25): El camino de baldosas amarillas

LIBROS LEÍDOS 2012

1) Los caminantes: Hades Nébula, de Carlos Sisi
2) Choque de reyes (Canción de hielo y fuego 2), de George R.R. Martin
3) El Gobernador, de Robert Kirkman y Jay Bonansinga
4) Eterna, de Guillermo del Toro y Chuck Hogan
5) Edén interrumpido, de Carlos Sisi
6) 22/11/63, de Stephen King
7) El hombre en el castillo, de Philip K. Dick
8) Noche de difuntos del 38, de Manuel Martin.
9) Area 81, de Stephen King
10) La Guerra de la Doble Muerte, de Alejandro Castroguer
11) Blockade Billy, de Stephen King
12) El manantial, de Alejandro Castroguer
13) Tormenta de espadas (Canción de hielo y fuego 3), de George R.R. Martin
14) La guerra interminable, de Joe Haldeman
15) Última parada: la casa de muñecas, de Miguel Aguerralde
16) Hamelín, de Angel Luis Sucasas
17) Festín de cuervos (Canción de hielo y fuego 4), de George R.R. Martin
18) Robopocalipsis, de Daniel H. Wilson
19) Y pese a todo, de Juan de Dios Garduño
20) Piezas desequilibradas, de Darío Vilas
21) El jardín impío, de Juan Miguel Fernández
22) El viento por la cerradura, de Stephen King
23) La hora del mar, de Carlos Sisí
24) Ur, de Stephen King
25) El camino de baldosas amarillas, de Juan de Dios Garduño

Tres días me ha durado la nueva novela de Juan de Dios Garduño, tres suspiros de puro gozo literario porque me ha hecho emocionarme como un niño con el devenir de Torcuato, un crio de doce años que resulta internado en un manicomio durante la posguerra española.
Estamos ante uno de los autores clave del fantástico español, con una prosa fluida y agradable de leer, ágil cuando debe serlo y más seria cuando las circunstancias lo requieren. Y la novela en sí tiene de todo: un principio apabullante, con una primera secuencia brutal y descorazonadora; amor, amistad, dolor, desesperación… y una visión terrorífica del mal en todas sus formas, la humana y la más fantástica. Y probablemente además la que más miedo produzca sea la humana porque ni siquiera resulta increible. Es tan posible y tan desagradablemente real que uno se pregunta por qué el ser humano es tan hijo de puta.
Y ya está, no voy a decir más. Es una novela que tenéis que comprar y tenéis que leer. Vale la pena y os hará disfrutar, emocionaros como un niño y sufrir como un adulto. Aquí tenéis un enlace a la web de la editorial y a continuación os dejo el book-trailer, que también vale la pena.

Libros leídos 2012 (23 y 24): La hora del mar y UR

LIBROS LEÍDOS 2012

1) Los caminantes: Hades Nébula, de Carlos Sisi
2) Choque de reyes (Canción de hielo y fuego 2), de George R.R. Martin
3) El Gobernador, de Robert Kirkman y Jay Bonansinga
4) Eterna, de Guillermo del Toro y Chuck Hogan
5) Edén interrumpido, de Carlos Sisi
6) 22/11/63, de Stephen King
7) El hombre en el castillo, de Philip K. Dick
8) Noche de difuntos del 38, de Manuel Martin.
9) Area 81, de Stephen King
10) La Guerra de la Doble Muerte, de Alejandro Castroguer
11) Blockade Billy, de Stephen King
12) El manantial, de Alejandro Castroguer
13) Tormenta de espadas (Canción de hielo y fuego 3), de George R.R. Martin
14) La guerra interminable, de Joe Haldeman
15) Última parada: la casa de muñecas, de Miguel Aguerralde
16) Hamelín, de Angel Luis Sucasas
17) Festín de cuervos (Canción de hielo y fuego 4), de George R.R. Martin
18) Robopocalipsis, de Daniel H. Wilson
19) Y pese a todo, de Juan de Dios Garduño
20) Piezas desequilibradas, de Darío Vilas
21) El jardín impío, de Juan Miguel Fernández
22) El viento por la cerradura, de Stephen King
23) La hora del mar, de Carlos Sisí
24) Ur, de Stephen King

¿Qué se puede decir de La hora del mar que no se haya dicho ya? Normalmente cuando me leo un libro luego suelo plasmar aquí mi opinión y lo hago como algo personal. No soy reseñador ni lo pretendo. ¿Me parece un libro imprescindible? Sí, de lo más importante que se ha publicado en este 2012 de crisis y problemas económicos, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de terror patrio y de uno de los autores más a tener en cuenta del panorama español.
Carlos se ha convertido en un Narrador con ene mayúscula. El cambio que se ha producido entre aquel primer caminante y esta hora del mar es realmente impresionante. Ha ido creciendo y se nota. Pero es que además se ve que disfruta escribiendo, se percibe en cada párrafo que Carlos escribió esta novela pasándoselo bien, entretenido y entregado a las desventuras de sus protagonistas. Y eso es oro puro, oye.
Por mi parte he disfrutado muchísimo de la parte inicial, cuando el misterio aún es misterio y todo es destrucción y carreras frenéticas para huir de la muerte y no veías ni una puta manera de sobrevivir a esto. Devoraba cada página pensando «que hijoputa Sisí, cómo demonios me va a sacar de esta…» (sí, siempre me involucro en las novelas como si viviera en ellas y a veces conecto mucho con un personaje, cosa que me ocurrió con La hora del mar, y luego me veo obligado a escribir al autor diciéndole que le odio profundamente por haber matado a ese personaje. Ah, ventajas de tener a Carlos en el twitter).
Además, tuve la ventaja de llegar a esta novela completamente virgen. No sabía de qué iba (más allá de que el mar se tomaría su venganza sobre nosotros) y por tanto cada puñetera maldad que se le ocurrió a Carlos me sorprendió. Y tengo que decir que cuando hacen su aparición las piedras negras (y no voy a hacer spoiler) y todo lo que ocurre a continuación mi boca estaba tan abierta que podrían haber cruzado a ella miles de moscas. Era un what the fuck? seguido de un se le ha ido la pinza mezclado con un pero como mooooooooola y aderezado de mecagoentodoquemecogenamitambién.
Y sinceramente, me gusta cuando una novela me hace flipar tanto. Y sí, tengo que usar ese verbo porque lo que hacía mientras leía era flipar. Absolutamente. La única parte que me sacó un poco de línea fue el tema de los temazcales.No comulgué con eso tanto como con el resto. Pero luego por otro lado, me gusta cuando una novela me hace interesarme por otra cosa y ponerme a investigar. A raíz de la novela de Carlos he leído mucho sobre El Zumbido (me encantan esos temas, solo hay que darme cuerda para que me emocione) y sobre el cuadro La exaltación de la eucaristia (flipante, oigan…).
Así que, Carlos, gracias por haber inspirado mi imaginación durante el tiempo que he pasado leyendo tu novela. Ha sido un placer.

Ur es una novela corta, son apenas 68 páginas, pero es de esas historias en las que te das cuenta de que no necesitas más. Ur es una pequeña maravilla, una de esas que tan bien domina King: del evento casual y tontorrón (profesor despechado por su novia se compra un Kindle para «modernizarse») construye una historia sublime. De las que hacen soñar y darle vueltas a un montón de ideas. Una pequeña gozada que he disfrutado como un enano.
No quiero desvelar nada así que voy a tener que callarme, pero vaya, que os lo leáis, que es genial.
Ah, descubrir que guarda relación con La Torre Oscura me encantó. Me convirtió en un devoto de la historia.
De aplauso.

Libros Leídos 2012 (22): El viento por la cerradura

LIBROS LEÍDOS 2012

1) Los caminantes: Hades Nébula, de Carlos Sisi
2) Choque de reyes (Canción de hielo y fuego 2), de George R.R. Martin
3) El Gobernador, de Robert Kirkman y Jay Bonansinga
4) Eterna, de Guillermo del Toro y Chuck Hogan
5) Edén interrumpido, de Carlos Sisi
6) 22/11/63, de Stephen King
7) El hombre en el castillo, de Philip K. Dick
8) Noche de difuntos del 38, de Manuel Martin.
9) Area 81, de Stephen King
10) La Guerra de la Doble Muerte, de Alejandro Castroguer
11) Blockade Billy, de Stephen King
12) El manantial, de Alejandro Castroguer
13) Tormenta de espadas (Canción de hielo y fuego 3), de George R.R. Martin
14) La guerra interminable, de Joe Haldeman
15) Última parada: la casa de muñecas, de Miguel Aguerralde
16) Hamelín, de Angel Luis Sucasas
17) Festín de cuervos (Canción de hielo y fuego 4), de George R.R. Martin
18) Robopocalipsis, de Daniel H. Wilson
19) Y pese a todo, de Juan de Dios Garduño
20) Piezas desequilibradas, de Darío Vilas
21) El jardín impío, de Juan Miguel Fernández
22) El viento por la cerradura, de Stephen King

De base soy muy pro-King. Eso no quiere decir que todo lo que escriba me guste automáticamente por ser suyo, pero sí que me inclino a disfrutar sus novelas más fácilmente. Añadamos a eso que soy absolutamente pro-TorreOscura y entonces El viento por la cerradura aparece claramente como una novela que más que probablemente me guste.
Vaya por delante que sí, me ha encantado.
Dicho eso tengo que decir que me hace mucha gracia leer en el prólogo que a pesar de ser una novela de La Torre Oscura se puede leer de forma independiente sin haber leído anteriormente la saga apenas conociendo dos detalles que el propio Stephen desglosa sin dar tampoco excesiva información en el mismo prólogo. Me meo… imagino que tenían que decirlo para intentar vender sin ceñirse solo a los fans de la saga, pero vamos, yo como fan de La Torre Oscura la he disfrutado como un enano y ha sido un placer reencontrarme con quienes me acompañaron durante muchos años en mi imaginación… pero vamos, si yo no me hubiera leído esa saga, me comprara este libro y empezara a leerlo me cabrearía tanto que me compraría un billete de avión a Bangor, buscaría la casa del señor King y le prendería fuego.
Sólo en las primeras quince páginas hay TANTAS referencias al universo creado en la saga que alguien que no se ha leído los libros es dificil que entre al trapo, ya no solo de la trama, sino de los propios personajes. Referencias al ka, el peculiar idioma utilizado en Tierra Media, el brambo… uffff… Que sí, que la historia intermedia, la que da nombre al libro, podría ser leída sin referencias de la saga, pero todo lo demás, en mi opinión, no.
Y entrando en el libro… Lo dicho, ha sido un regalazo reencontrarme con Roland (me han entrado unas ganas horribles de releer todos los libros) y su ka-thet. En sí, El viento por la cerradura (título nada poético y que tendrían que haber acercado más al original en inglés titulándolo El viento a través de la cerradura, que tiene mejor sonoridad) es una historia contada dentro de una historia contada por Roland. Por tanto cuenta con tres tramas, podríamos decir. La primera, en la que encontramos a Roland y sus compañeros en su camino en pos de La Torre Oscura en algún punto intermedio entre el tercer y cuarto libro de la saga, deben buscar refugio ante una tormenta que se acerca. Como trama es la menos interesante aunque sea la que arrastra el peso nostálgico.
La segunda historia es un recuerdo de Roland, la persecución de un hombrepieles que está sembrando el caos con violentos asesinatos. Encontramos allí a un Roland joven que comienza a ser un pistolero pero aún está aprendiendo, como quien dice. Es puro western mezclado con una historia sobrenatural, también tiene nostalgia por ser Roland su protagonista y hablarnos más de su juventud y los años en los que Gilead aún era una gran potencia.
Y por último, El viento por la cerradura, el cuento de Tim Corazón Tenaz, es un cuento que el joven Roland le cuenta a otro de los personajes y es en realidad la historia que King quiere contar desde el principio, un cuento lleno de magia que no quería que acabara y que me arrastraba a ese bosque de fustaferros con cada palabra y cada página.
He disfrutado mucho la lectura de esta historia pero me mantengo en mi idea. Es sólo para fans de La Torre Oscura. Ha sido todo un regalo, y doy gracias a Sai Stephen King por haberse lanzado de cabeza al mundo de Roland una vez más. Ojalá hiciera más viajes como este.

Libros leídos 2012 (21): El jardín impío

LIBROS LEÍDOS 2012

1) Los caminantes: Hades Nébula, de Carlos Sisi
2) Choque de reyes (Canción de hielo y fuego 2), de George R.R. Martin
3) El Gobernador, de Robert Kirkman y Jay Bonansinga
4) Eterna, de Guillermo del Toro y Chuck Hogan
5) Edén interrumpido, de Carlos Sisi
6) 22/11/63, de Stephen King
7) El hombre en el castillo, de Philip K. Dick
8) Noche de difuntos del 38, de Manuel Martin.
9) Area 81, de Stephen King
10) La Guerra de la Doble Muerte, de Alejandro Castroguer
11) Blockade Billy, de Stephen King
12) El manantial, de Alejandro Castroguer
13) Tormenta de espadas (Canción de hielo y fuego 3), de George R.R. Martin
14) La guerra interminable, de Joe Haldeman
15) Última parada: la casa de muñecas, de Miguel Aguerralde
16) Hamelín, de Angel Luis Sucasas
17) Festín de cuervos (Canción de hielo y fuego 4), de George R.R. Martin
18) Robopocalipsis, de Daniel H. Wilson
19) Y pese a todo, de Juan de Dios Garduño
20) Piezas desequilibradas, de Darío Vilas
21) El jardín impío, de Juan Miguel Fernández

No se me ocurre nada mejor que comenzar esta reseña con una anécdota: Si abrís la primera página del libro, la de los créditos, podréis comprobar que este libro no se ha publicado aún pero lo hará pronto, en diciembre de 2012. Es un libro del futuro. Y oye, lo que podría resultar simplemente una anécdota curiosa, una errata divertida, con El jardín impío parece que juega a consolidar la idea que subyace bajo su trama: el ser humano se está cargando el planeta y algún día este se vengará. Más o menos, oye.
Porque sí, El jardín impío es una novela de zombies en la que vas a encontrar muertos que reviven y se lanzan en masa a por los desafortunados y escasos supervivientes. Verás luchas internas, vísceras y sangre, miedos y dudas. Acompañarás a los habitantes de Villa Nova en su intento de escapar al horror que les rodea. Tiene todo lo que satisfará al lector que busca adrenalina pero también, y sin que moleste a los amantes del entretenimiento, contiene ese algo más que uno puede buscar de fondo, un mensaje, una advertencia, un «cuidado no te loques las pelotas a la Madre Natraleza».
Si tuviera que ponerle alguna pega al estreno como autor de Juan Miguel Fernández sería tan solo que en ocasiones los diálogos de sus personajes tienden a una excesiva teatralidad. Aunque lo advierte en el primer capítulo haciendo alusión directa a ello por lo que a nadie debería extrañarle. Sin embargo, eso no empaña una pluma firme y un dominio de la acción de lo más interesante. Y eso por no hablar de la explicación que da de la epidemia, que se aparta del consabido virus jinetesco o de cualquiera de las explicaciones que han sido más utilizadas a la hora de exponer el por qué de un apocalipsis zombie.
Juan Miguel Fernández está aquí para quedarse.