The Canyon

3 actores, el gran cañón del colorado y una manada de lobos es lo único que necesita esta película. Si bien es cierto que el director mantiene un tono irregular durante la mayor parte del metraje, lo cierto es que se deja ver y tiene algunos momentos lo suficientemente tensos como para que quieras apartar la mirada.
Protagonizada por Ivone Stravhosky, la chica de Chuck, la película cuenta la historia de una pareja recién casada que decide visitar el Cañón del Colorado sin los permisos necesarios, confiando en un hombre al que conocen en un bar y con aspecto de ser el borracho del pueblo. Y eso es precisamente lo peor de la película: para llevarte a donde quiere, que es tener a Ivone contra las cuerdas y teniendo que asumir el mando de la situación, el guión se basa en varios recursos fáciles y que te hacen dudar de la inteligencia de los personajes… y conllevan que no te los creas demasiado.
Del final ni hablo. Aún no sé si me ofende más lo ridículo o lo plagiante…
Por verla a ella, vale. La película, pues bueno, se deja ver. Mañana no sé si me acordaré de ella.

Como diría mi jefe: No la echaría a patadas de mi cama. Jejeje.

Highschool of the dead

Partamos de la base de que no soy aficionado al manga ni al anime. No veo Naruto, ni Death Note aunque me han dicho de ambas maravillas. Después de ver Battle Royale (esa maravilla), me compré algunos números del manga con el mismo nombre. No me emocionó mucho, en parte porque contaba la misma historia que la película.
Años más tarde, cuando descubrí el mundo de los comics por internet descubrí joyas como Yorick, the last man (tengo que hacerle un post, por dios) y The walking dead (que ganas de que llegue la serie…). El comic de Kirkman me hizo interesarme por los comics de zombies, y acabé dando con Highschool of the dead, un manga con temática zombie, protagonizado por un grupo de jóvenes que sobreviven al holocausto zombie dentro de un instituto.
Creo que llegué hasta el número 13 o 14. La serie me gustaba, pero la verdad, se me olvidaba buscar el siguiente número cada mes.
Hace poco, me enteré de que harían una serie anime basada en el comic. Ya he dicho que no soy fan del anime, ni suelo ver nada, pero decidí darle una oportunidad y me hice con el primer capítulo.

Y me encantó.

No sé qué le parecerá a los fans de anime, que seguro que lo podrán criticar con otros ojos. Yo lo hago con los míos, de simple espectador y buscador insaciable de entretenimiento en buenas historias. Sigue al comic, al menos en lo que yo recuerdo, y está bien dibujado y animado. Algunas imágenes, de hecho, impresionan.
No negaré que hay cosas que me chocan mucho, como las entonaciones del japonés, que a veces me hacen reír, o algunos gestos de los personajes, tan japoneses ellos. Me hace gracia su existencialismo repentino, sus preocupaciones por el amor y la amistad, en fin, esas cosas a las que la industria americana trata de otra forma. Supongo que es falta de costumbre.
Ah, sí, me resulta muy chocante la cantidad de planos bajos, en los que se intuye la forma del trasero de las féminas protagonistas bajo su falda de colegiala, todas con bragas blancas, e incluso los planos descarados de sus culos y tetas. Me hacen gracia, la verdad.
Pero sí, estoy disfrutando como un enano con la serie. Buen aperitivo zombil hasta que llegue Darabont…

Pelis del verano

Además de Predators, de la cual ya hice crítica, este verano he visto unas cuantas pelis más. Seguro que me dejo alguna, pero bueno, repasaré las que recuerdo ahora mismo…

1) Repo-Men.
Repo Men tenía varias cosas para atraerme. La vendían como una historia de ciencia ficción, al más puro estilo Minority report, salían Jude Law y Forest Whitaker, y el trailer prometía cine del bueno.
Que error.
La película no es que sea mala, es que es peor. Es lenta, aburrida, carente de emoción… en realidad, no me quedó muy claro si iba de ciencia ficción inteligente o pretendía ser simplemente ser un producto de entretenimiento. Da igual, porque fracasa en todo. Lo único interesante es la masacre del pasillo al final de la película, pero para entonces el sopor ya me inundaba y tampoco lo disfruté.

2) Origen
Origen es, probablemente, la mejor película que he visto este verano, y en mucho tiempo. Nolan es un genio. La de los magos no me gustó, pero todo lo demás que ha hecho me parecen grandes películas. Origen es una de esas que disfruté de principio a fin, medio con la boca abierta y con la sensación de estar disfrutando de buen cine. Gran parte de su magia radica en lo sencillo que hace que parezca todo, aún teniendo en cuenta lo enrevesado de la trama.
Gran, gran, gran película. Y gran plano final. Pocas veces había contenido el aliento de esa manera en un cine.

3) El equipo A.

Ni siquiera era muy fan de la serie, la verdad, pero lo que siempre he sido es un tanto friki, así que era obvio que vería esta película. Obviamente, aquí uno no busca buen cine, sino entretenimiento palomitero, y la verdad es que la película te lo da. Yo me lo pasé de lo lindo, al menos, con ese juego de espías y dobles espías, puro espectáculo de acción al que sólo le sobran ciertos efectos especiales que dan el cante.
Que sí, que cuando Michael Bay hace una peli de acción el resto te parecen una mierda, pero como Michael Bay no ha estrenado este año, El equipo A ha suplido su ausencia a la perfección.
¿Lo mejor? El cachondeo de los personajes. Murdock y Fénix en especial.

4) Centurion.

Para mi, que Neil Marshall dirija una película es sinónimo de «tener que verla». Dog Soldiers, The Descent y Doomsday me encantaron, cada cual a su manera, por lo que no esperaba menos de Centurion.
Y aún sigo pensando si me gustó o no, porque no lo tengo muy claro.
De base, el guión de Centurion me pareció flojo. Los primeros veinte minutos me dieron la impresión de estar rodados deprisa, o bien de haber sido mutilados en la sala de montaje. Como que pasan muchas cosas y no te queda claro de por qué o cómo. Después de la gran batalla, y una vez presentados los siete protagonistas, la película pasa de ser una de romanos a convertirse en una de grupo que huye de unos malos que les cazaran uno por uno. Fantástico, me dije yo, que me encantan esas pelis.
Pero no sé, algo pasa porque no funciona demasiado. No aporta nada nuevo, no es original, es predecible, es tontorrona, que se yo, pero no acaba de funcionar. ¿Entretiene? Sí, vale, pero como que se queda corta de todo, y una vez sales del cine te das cuenta de que el guión era absurdo…
¿Por qué coño deciden plantar cara a los malos cuando ya solo quedan tres? Durante toda la película están armados, y sólo les persiguen unos diez tíos. Si les hubiesen plantado cara antes, probablemente habrían sobrevivido más. Y eso por no hablar de la historia de amor metida con calzador o del «rescate» del general.
En fin, que Neil Marshall también tenía que cagarla alguna vez.

5) Salt
Por lo que he leído en la web, a nadie parece haberle gustado esta película, incluso la tachan de no tener guión…
Salt me pareció una buena película de acción y espías. Su planteamiento es interesante, toda la primera parte, donde asistimos a una persecución sin tregua del FBI a Salt es adrenalina pura, y toida la segunda parte es lo suficientemente inteligente como para hacerte dudar de todo. Sí, obviamente todos vemos esta película y pensamos «bah, no puede ser», pero también hay un momento en el que dices «coño, y si sí…», y aún con esas, la película te ofrece un último giro. Que ya, que no es que te deje la boca abierta y digas «dios santo, jamás me imaginé esta obra maestra», pero coño, que parece que ahora si las películas se enrevesan un poco pero se limitan a ser entretenidas ya no pueden ser buenas. Hay como una corriente de seres humanos a los que si no les sorprenden no les gusta. Claro que esos son los que siempre dirán «nunca me sorprendió, me lo esperé desde el principio».
Por regla, no me creo a esos tipos. Y yo soy de los que suele acertar finales, pero coño, aunque me espere un final, eso no lo hace menos bueno.
Yo disfruté Salt, ¿y qué?

Eeeeeso sí… en el trailer de Salt, en el minuto 1:46 se ven dos planos. Uno corresponde a las tetas de una mujer (presumiblemente Angelina) y el otro, no digais que no, parece de Angelina Jolie follando. ¿Se trata de un engaño puro y duro? ¿O de escenas mutiladas? Porque lo del cuerpo puede que no lo recuerde yo y punto, pero estoy absolutamente seguro de que no había ningún polvo en la película. No sé, pero ya estoy dudando y todo.
Cada vez que me pasa esto con una película recuerdo Operación Reno, el caso más flagrante de escenas de trailer que no aparecen en una película…

6) Noche y Día.

Película para el lucimiento de Cruise y Díaz. Comedia romántica de acción que funciona como puro espectáculo, entretiene, te hace reír un par de veces, y se deja ver con una sonrisa. El por qué de que Cruise esté empeñado en mezclar las tradiciones y festejos de nuestro país es un misterio que se puede comparar al Triángulo de las bermudas. Primero fue la Semana Santa sevillana remix Las Fallas, y aquí nos ofrece unos San Fermines en Sevilla.
Dejando eso a un lado, pues la película nos ofrece una trama entretenida con dos actores que conectan y dejan salir la química entre ellos. Cruise interpreta a Ethan Hunt una vez más. Díaz interpreta a una neurótica. Y Mollá repite el papel de villano que ya interpretó en Dos policías rebeldes 2.
Lo peor de esta película son los efectos digitales. Hay algunas secuencias que cantan la traviata, sobre todo en los mencionados San Fermines.
Es un genero complicado, este de la comedia de acción, y recuerdo pocas películas de este género que me parezcan brillantes. La mejor, sin duda, Mentiras arriesgadas. Esta Noche y Día no llegaría al notable, pero tampoco la suspendo. Al menos me hizo pasar un buen rato.

7) The expendables.

¿He dicho que soy friki? Pues eso, no os sorprendáis. ¿Una reunión de figuras del cine de acción ochentero? ¡Coño! ¿Dónde hay que firmar? ¡Gracias Stallone!
Que sí, que luego no es tanto lo que venden, porque Jet Li no era ochentero, y Statham es actual (aunque me vale perfectamente, porque me encanta), luego hay tres que en realidad no les conozco, que son el negro, Couture y Austin, y faltan Van Damme, Chuck Norris y unos cuantos más. Además, Bruce Willis y Schwarzie sólo salen tres minutos, pero probablemente son los mejores tres minutos de toda la película.
En realidad, desde el principio la trama nos da igual, y yo personalmente, no me enteré de la charla filosófica de ese señor recauchutado que dice ser Mickey Rourke. Lo que queremos ver son los tiros y peleas, y cuando llegan, se disfrutan de lo lindo. No entraré a valorar las pocas habilidades de Stallone tras las cámaras, ni tampoco lo endeble del guión. Me lo pasé en grande con la secuencia de acción final, tan Doce del patíbulo. Ay dios, eso me hace echar de menos las películas tipo Doce del patíbulo…

8) Historias de San Valentín
Adivinad, de entre todas las de la lista, cual propuso Cris. os doy un minipunto si acertáis.

¿Qué puedo decir de esta película? A ver… es una de esas donde entremezclan catorce historias de diez minutos cada una, pero entremezcladas para que parezca que todas duran mucho tiempo en pantalla. Además, hacemos que el 95% de los personajes sean interpretadas por caras conocidas y ponemos todo el empalagosismo de que seamos capaces y ya tendremos rendidas a nuestros pies a todas las mujeres del planeta.
La peli es empalagosa de huevos. No había visto tanto color rosa junto en la vida. Ni tantos corazones, flores y bombones. Sólo le faltaban cortinillas de corazón para dividir las historias. Habría sido sublime.
Y… bueno, dos o tres de las historias tienen cierto interés, e incluso al final hay un par de ellas que te sorprenden gratamente. Obviamente, es predecible como la mayoría de las comedias románticas. Intenta ser una película con humor, aunque yo sólo me reí con dos puntos de la película. ¿Lo mejor? Ver a Jennifer Garner coger un bate de baseball y empezar a moverlo como si fuera Sidney Bristow apuntando con todo su odio hacia una piñata.
En fin. Es lo que es y no engaña a nadie. Entretiene, que ya es bastante, pero poco más se le puede pedir.

9) Killers.

Comedia romática de acción para gloria de Kutcher y Heigl que se queda a medio camino de todo. Como comedia es floja, como romántica es floja, como película de acción es floja. ¿Tiene puntos graciosos? Sí. ¿Vale la pena? No. Un producto demasiado similar a Noche y Día, pero no le llega a la suela de los zapatos. Kutcher quiere ser un tipo duro, pero tiene demasiada cara de bueno. Heigl interpreta a la misma neurótica que Cameron Díaz en Noche y Día, pero con la mitad de gracia. O mucho menos.
En fin, película que olvidas en cuanto empiezan a aparecer los créditos.

10) Black water.

Película australiana en teoría basada en hechos reales. Cuatro actores, uno de los cuales no aparece en pantalla más de cinco minutos, un bote, agua oscura, y un cocodrilo amenazante. Con muy buen tino, la película no busca el susto fácil ni la carnicería en primer plano, sino que plantea una gran historia donde lo que prima es la tensión constante. El ritmo, lento pero bien escogido, la música, casi ausente, y la realización, muy bien pensada, te hacen tener los puños apretados la mitad del metraje, pensando por dónde coño va a aparecer el bicho a continuación.
Sinceramente, un film muy interesante y bien hecho. Cuando llevábamos media hora de película, Cristina dijo en voz alta «¿Los australianos le dedican mucho dinero al cine? Porque mira la calidad, y mira el sonido. ¿Por qué en este país no sabemos hacer las cosas?». Y bueno, es algo que hemos hablado tantas veces que ya ni contesté. Trabajar en el medio y ver cómo se hacen en este país me resulta deprimente. Pero sí, una película con cuatro actores y una trama tan jodidamente básica tiene más calidad que el noventa y ocho por ciento de las cosas que hacemos aquí.
Suspiros de resignación…

De Predator a Predators

Hace mucho, mucho tiempo, el ahora gobernador de california, también conocido como «el muchasletras», Arnold Schwarzenegger, protagonizó una cinta de acción que se convirtió en un clásico del cine de acción.
En Depredador, Arnie comandaba un grupo de mercenarios del ejército americano que se internaba en la selva guatemalteca con el fin de… sinceramente, es lo de menos… pero después de masacrar a un grupo de guerrilleros, en una secuencia magnífica, por cierto, nuestro querido gobernador y su grupito de supersoldados se ven perseguidos por Depredador, un bicho extraterrestre con malas pulgas y tecnología superior que disfruta cazando. La versión hardcore de los señores que van con escopeta a buscar leones en África, digo yo.
Nuestro bichejo se rige por el código de la buena conducta del cazador, y por tanto, no mata gente desarmada. Sólo persigue trofeos. Por eso antes he dicho leones, no codornices.
El caso es que la película de McTiernan, un señor que se quedó anclado en los ochenta-noventa y ahora solo hace basura cuando le dejan rodar), rueda una película testosterónica maravillosa y entretenida, cargándose a prácticamente todo el reparto para que el final sea un cara a cara entre Schwarzie y el monstruo. Un cara a cara que es sublime.
Por supuesto, a los señores de Hollywood les dio gustirrinín el resultado de taquilla de la primera película, y decidieron rodar una secuela. Arnie no quiso, asi que le sustituyeron por el carismático Danny Glover. ¿He dicho carismático? Perdón, me he confundido.
Además, siguiendo esa moda de los ochenta-noventa, cuando una película funcionaba, la secuela tenía que ocurrir en una ciudad. Aún tengo pesadillas cuando recuerdo El señor de las bestias 2…
La película de Glover es floja. Tiene sus cosas, sí, esa secuencia del metro es brutal, y toda la parte final en la nave es cojonuda, guiño incluido a Alien. Guiño que, por cierto, años después nos pasaría factura en forma de dos bodrios que paso a comentar ahora.

Alien versus Predator…
Unir las dos grandes sagas con bichos y poner en medio a un grupito de humanos para que le den sangre a la cosa. Y ponemos al señor Henriksen a dar vueltas para que el público se muera de euforia al imaginar las posibles relaciones frikiles con la saga Alien.
En fin. La primera, ni me acuerdo de ella. Se que me pareció horrenda, y mi mente la borró de mi cabeza. Zas, fuera.

Y se atrevieron con Alien versus Predator 2. Con dos cojones, sí señor. Claro, que si han podido hacer veinte mil películas de Hellraiser, Halloween y Viernes 13, por qué no con esto. en fin, que el mayor atractivo que tenía esta película, para mi, era ver a Reyko Aylesworth como protagonista. La que fuera Michelle Dressler en la mejor serie de la historia, le pese a quien le pese, se viste aquí el traje de militar para interpretar a una soldado que regresa al pueblo que la vio crecer en el peor momento posible.
Muchos Aliens, muchos Predators, creo recordar que incluso una mezcla de ambos… porque sí, queridos míos, en Estados Unidos en los noventa les gustaba trasladar las segundas partes a ciudades, aunque no hubiera razón para ello, pero en el nuevo milenio, les gustan los hijos. «Hijos de personajes que adorabas en los ochenta» es igual a «Puta mierda de película», pero ellos siguen sin darse cuenta. Nos jodieron Superman. Nos jodieron Indiana Jones. Y crearon un híbrido de Alien con Predator. O sea, un Alien con rastas.
Y poco más tiene la película. Ah, sí, muchos secundarios desconocidos que mueren de mil maneras posibles.

Pero la cosa no acaba ahí.
Año 2010, queremos resucitar la saga y volvemos a los orígenes. Bien.
Toda la acción discurrirá en la selva, como en la primera. Bien.
No será una selva terrícola, sino otro planeta. Bueno, aceptamos barco, detalle sin importancia.
Sustituimos a Arnold Schwarzenegger por Adrien Brody… ¿De tipo duro? ¿El pianista que bebe Schwepes, o como se diga? ¿El de la nariz? Vale, salió con la Pataky, pero… no sé yo…
Metemos a Danny Trejo y al ruso que hace de ruso en todas las pelis americanas. Mooola.
Y habrá tres predators en vez de uno. Moooola.

Voy al cine. Pago religiosamente mi entrada y veo la película… y bueno, qué queréis que os diga, llamadme nostálgico, pero la película no está mal si lo que buscas es pasar el rato. No le llega a la suela a la de Arnie, pero entretiene. No le busques más. Salí de la sala sin haberme creído a Brody ni por un momento y con la sensación de haber visto una película predecible. Supe en todo momento quién iba a morir y casi-casi en qué orden. Desde luego, acerté con quienes llegarían al final. Y acerté con el giro final. Pero bueno, me entretuve.
Y ya, porque uno no le busca más a un producto como este.
Pero sí que hay algo que es de porfavoooooor. Vamos a ver, los que vamos a ver esto lo haremos porque nos gusta Predator. Y con eso nos basta y sobra. No me metas perros predator, porque además me da la risa. Ni el bicho volador predator. Pero sobre todo, sobre todo, sobre todo, no me metas esos dos bichos para hacer una escenita y que después no vuelvan a aparecer aunque sea absurdo que no lo hagan.
Porque si hay perros predator, ¿dónde coño se meten el resto de la película después de su escenita? ¿Hibernan?
Lo del bicho volador es de traca, además. Hacen una secuencia desde el aire, te muestran al bicho y si te he visto no me acuerdo. ¿Qué era eso? ¿Una nube, un avión, el hijo de supermán? Quien sabe. Yo no, desde luego.
La peli que todos queríamos ver…

Y no hablo de los comics porque no tengo tiempo. Prometo que lo haré en otro momento. Pero los comics de Predator eran la reostia. Perdón por el lenguaje. Comenzaban la historia allí donde la primera terminaba y la protagonizaba el hermano del personaje de Arnie… Eran brutales. Yo los guardo como oro en paño.

Crítica de Persons Unknown

Quien me conoce sabe que me encantan las historias sobre grupos de personas encerradas en algún sitio teniendo tratando de escapar. Por eso, la premisa de Persons Unknown se me hacía tan atractiva. Siete extraños se despiertan en el interior de un hotel, situado en un pueblo, apenas cuatro edificio en realidad, rodeado por un campo de fuerza que les impide salir. Sin saber por qué están ahí ni que quiere de ellos la gente que les observa tras las cámaras.
Si además leo que el creador es el tipo que me dejó con la boca abierta al escribir el guión de Sospechosos habituales, la cosa va apetenciéndome aún más.
Así que empecé a verla.
El primer capítulo es interesante. Se nota que es una serie de verano, con menor presupuesto y un despliegue inferior al que se puede ver en las temporadas regulares, pero el primer capítulo es interesante y termina con un clifhunger que te deja pegado al sillón.
Por desgracia, ese gran final del capítulo uno es resuelto de forma chusquera en el capítulo dos. Y la serie toma otro derrotero. Mantiene cierta tensión e interés durante los siguientes dos o tres capítulos, pero la verdad es que a partir de ahí, la cosa baja bastante. La situación en el pueblo se vuelve aburrida, pues aunque supones que lo que pretende La Compañía es algo grande, no puedes ver que se haga absolutamente nada. Llegó un punto en que me parecía mucho más interesante la historia paralela al pueblo del ex-marido y la periodista que todo lo que ocurría en el pueblo.
Mención aparte para el capítulo psicotrópico donde uno de los personajes es tumbado en una camilla y sometido a flashbakcs y visiones. Ese capítulo es lo que yo suelo definir con el término científico «puta basura».
Ayer terminé la serie, con el doble capítulo final. De repente, la serie pega un pelotazo y se acelera. Lo que tendría que haber estado ocurriendo durante toda la serie ocurre en el primero de estos dos capítulos finales. A toda velocidad y casi sin darte tiempo a respirar. Uno casi no tiene ocasión de pensar en la gran serie que podría haber sido si se hubieran dedicado a esto en lugar de jugar a Pepe y Pepa se enamoran pero no pueden estar juntos, y Pepito y Pepita también se enamoran pero una está loca y el otro es el soldado con menos actitud soldadesca de la historia del mundo mundial. Lo de Pepe y Pepa vale, pero lo del soldado y la loca fue siempre de tener ganas de ahorcarse.
En fin, que al final Persons Unknown acelera, y de repente se parece demasiado a Pigmalión. (Y aunque en esta haya mucho menos dinero, nos parece mejor, he dicho).
El tema de la furgoneta es digno de crucificar al guionista. O no, porque en realidad no hace más que confirmar lo que llevabamos un tiempo pensando: que todos los personajes de esta serie son retrasados mentales. O sea, vamos a ver, hasta un niño de cinco años sabe que si quieres matar al tipo que está conduciendo tienes muchas posibilidades de darte una gran ostia. Si además le atacas en una curva, más. Patético.
Y entonces llega el último capítulo. Y de repente, se inventan que los personajes se han separado y llegado a distintas partes del mundo. ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuando? No te lo dicen, da igual, es una serie de misterio. En fin, asumes que nadie lo explicará jamás y sigues viendo el capítulo. Y te das cuenta de que, por mucho que prometían, esto no va a tener un final cerrado y explicativo, que te vas a quedar con las ganas. Y así es. Aunque eso sí, la última secuencia, que son dos paralelas en realidad, me pareció brillante y forzó a mi mente a querer ver más y más, a seguir con esta historia. Sí, el final me gustó. Mucho, además.
Asi que, como valoración final, diré que Persons Unknown es una serie irregular, que peca de numerosos baches en su guión que no sabe o no quiere resolver, que no es capaz de mantener el buen ritmo en buena parte de su temporada, pero que se hace fácil de ver y al que le gusten estos temas la disfrutará. ¿Habrá segunda temporada? No lo sé, y tampoco me preocupa mucho. Porque sé que cogerían el final de la primera y le darían una patada en el culo para seguir desarrollando tramas humanas que, en esta serie, eran lo de menos.
¿Qué quiere realmente la compañía? ¿Por qué visten de azul? ¿Cuál es el objetivo de la fase uno, porque el que nos dijeron no lo fue, visto el final de la temporada? ¿Qué demonios es ese lugar con celdas? ¿Por qué la gente que muere luego no muere? Aunque para mi, el mayor misterio de esta serie era ¿Por qué hasta tres personas se enamoran de la protagonista cuando, vale, es una chica mona, pero tampoco es nada del otro mundo ni tiene una personalidad absorbente?
Los siete enanitos.

Libros leídos 2010

Merodeando por la red hoy he descubierto el blog del Errante. Me ha gustado, imagino sobre todo que porque tiene gustos literarios y cinéfilos con los que concuerdo. Pero lo que más me ha llamado la atención es su forma de postear los libros que lleva leídos en lo que va de año. Me ha gustado tanto que he decidido… apropiarme indebidamente, plagiar su idea. Perdón, errante.

Pero como el año ya está muy avanzado, lo que me toca ahora es hacer memoria de los libros que me he leído. No recuerdo todos los que llevo, pero pondré los que sí recuerdo y cuando llegue a Madrid y pueda mirar la estanteria, completaré la lista.

Estos son los libros que llevo leídos en 2010 y que recuerde en estos momentos:
1) Historia natural del canibalismo, de Manuel Moros Peña.

Buscaba información sobre casos donde se ha producido canibalismo por necesidad, como en el famoso caso del avión uruguayo que se estrelló en Los andes, y en este libro encontré toda la información que necesitaba.
Sinceramente, me pareció que no le importaba demasiado puntuar las frases, ocuparse de hacer párrafos ágiles ni nada por el estilo. Pero documentación no le faltaba. Fue una lectura instructiva, pero no del todo digerible… (humor).

2) Latitudes piratas, de Michael Crichton.
Latitudes piratas es una novela póstuma del hombre que nos trajo maravillas como Parque Jurásico y patatas como Next. Pero bueno, me he leído casi todos sus libros y suele gustarme, así que me compré esta novela corta y me la leí de un tirón. De lectura ágil y rápida, Latitudes piratas no destaca por ser una gran novela. No para lo que era Crichton en vida, al menos.
La verdad, no me sorprende que encontraran esta novela escondida en un cajón, porque no es muy buena.
Aunque es cierto que la historia de aventuras es divertida y que tiene partes muy entretenidas. Pero también es cierto que a veces da la impresión de que el bueno de Crichton no tenía muy claro lo que quería contar, así que cuenta muchas cosas.
Si tuviera que darle nota, le daría un 5.

3) La cúpula, de Stephen King.
Dada mi pasión por Stephen King, compré la novela en cuanto salió. Me encantó ver que se trataba de un tocho de esos que le gustan tanto a Stephen. Al abrir el libro y ver que las tres primeras páginas eran una relación de personajes, se me iluminó el rostro. Amo cuando le da por hacer novelas larguísimas con miles de personajes. Como La Tienda. O Apocalipsis.
Aún intentando frenarme a mi mismo para que me durara un poco más, el libro me duró un poco más de dos semanas.
Cuando acabó el libro, me quedó la sensación de haberme leído una gran historia. De las que le calan a uno. Me maravilla la capacidad que tiene este hombre para crear de la nada todo un pueblo, y a todas sus gentes, y hacer que llegues a amar a unos y a odiar a otros. En el caso de La cúpula, llegué a odiar mucho a ciertos personajes. A Big Jim Rennie me habría gustado partirle la cara en algunos momentos. En muchos, de hecho.
El libro es ágil. Muy ágil. La trama es inquietante. Mención aparte para la descripción de los efectos de la cúpula en el medio ambiente y el microclima que se crea en el pueblo donde sucede la acción. Incluso el final, ese lugar donde a King a veces le da por patinar, en esta ocasión me pareció muy bien llevado.
Para mi, un libro que se suma a mi lista de Imprescindibles.

4) Septiembre Zombie, de… de alguien.
Llevo una temporada leyendo muchos libros de zombies. Y comics. Y ansiando el estreno de Los muertos vivientes. Septiembre zombie es un libro más a la lista. (que maravilla Guerra Mundial Z… ya hablaré de él otro día).
Septiembre Zombie no es estrictamente una novela de zombies. De hecho, el título se lo han sacado de la manga aquí en España. En inglés se titula Autumn. Pero bueno, hablar de las habilidades traductoras de los títulos de películas y novelas en este país es desesperante.
Septiembre Zombie me pareció lento y denso. Empieza muy bien, con las muertes repentinas de la mayor parte de la población y la reunión de supervivientes. A partir de ahí, a mi parecer, empieza a no pasar nada, pero disfrazandolo todo de la sensación de sí pasar cosas. Hacia el final vuelve a repuntar, pero para entonces ya estaba aburrido, la verdad.
Un suspenso.

5) La caza, de Clive Cussler.
No suelo leerme novelas de este señor que no sean protagonizadas por Dirk Pitt, pero la trama de esta me atrajo como un bote de gominolas a un niño. Cussler se aleja de las profundidades de los mares (aunque no del todo, porque el libro empieza ahí) para narrarnos la persecución de un avispado policía a un despiadado ladrón en pleno Salvaje Oeste.
La trama es lo suficientemente interesante como para enganchar desde el primer momento. Los personajes, la verdad, no llegan a calar todo lo que debieran, pero aún así, siempre tienes claro que el bueno es muy bueno y el malo es un cabrón hijoputa. El clima western y la descripción del trabajo policial en aquella época me pareció magnífica. Disfruté mucho la lectura de esta novela… pero siempre hay un pero.
La caza tiene un error. Uno de esos que no se entienden demasiado. El prólogo de la novela básicamente te destripa cómo va a acabar todo. Y a medida que avanza la historia, sabes qué ocurrirá. Sólo te queda esperar el cómo, pero parte de la emoción te la quitan con ese prólogo que es absolutamente innecesario.
Y por lo demás, bueno, tiene cosas tan típicas de Cussler que alguien debería decirle que ya está bien, que no puede hacerlo en todos los libros. Me refiero a ese detalle tan suyo de hacer que el protagonista sea un mujeriego capaz de conquistar a cualquier fémina con frases de tipo duro. Muy Dirk Pitt, vamos. Sólo que a Pitt le perdonamos lo que sea.

6) La huída, de Allan Folsom.
Allan Folsom tenía un libro entre mis Imprescindibles antes de leer La huída. Se trata de Cero absoluto, una de las mejores novelas que me he leído nunca.
La huída es una magnífica obra de acción y suspense. Sus primeras 400 páginas prácticamente no te dejan respirar. La acción es tan trepidante y tan rápida que no puedes dejar de leer. Después la novela hace un descanso. Te permite relajarte durante unas sesenta páginas, sólo para regresar con fuerza y coger carrerilla para la recta final.
Una novela brutal, digna de ser leída. Sobre todo por aquellos a los que les gusten los thrillers.

7) El imperio del agua, de Clive Cussler.

Una de Dirk Pitt, y van…
Avanzo poco a poco con las de Pitt porque no quiero que se acaben. Me encantan sus aventuras llenas de misterios oceánicos y conspiraciones mundiales. Dirk Pitt se enfrenta a quien haga falta él sólo, o acompañado de su inseparable Giordino.
En concreto esta novela no es la mejor de la saga, pero me entretuvo como siempre.

8) Apocalipsis Z 2: Los días oscuros, de Manuel Loureiro.

Después de la maravilla de libro que fue Apocalipsis Z era obvio que me lanzaría sobre este libro cual perro a por galleta. Lo devoré en unos días, porque el estilo de Loureiro es ágil y directo y se lee muy bien.
Y no le llega a la suela de los talones a la primera parte.
Entendedme… el libro está bien, entretiene y continúa con los personajes que sobrevivieron en la primera parte y a los que cogiste cariño. Pero les hace llegar a las canarias y encontrarse con una especie de guerra civil raruna que no me emocionó del todo. No creo que esté bien explicado, la verdad.
Tarda demasiado en ponerte a los personajes en la situación donde quieres verlos: frente a los zombies. Y además, ni siquiera me parece que sea por una buena razón. Quiero decir… venga ya, hombre, vale que ese tipo ha sobrevivido entre los muertos y blablabla, pero coño, si mandas a un equipo de militares de la leche, no digas «que vaya el abogado también, que sobrevivió mucho ahí fuera». Porque no resulta creíble. Pero bueno, uno lo pasa por alto porque sino, no verías zombies. Así que inician el viaje, y todo se precipita velozmente para que se descontrole y tengan que correr y huir y morir casi todos de un plumazo.
El inicio del libro es lento, en exceso desarrolladas partes que no interesan mucho. La segunda parte, que es donde quieres que se queden más tiempo, es rápida y resuelta a toda prisa. Pero bueno, aún hay esperanza si el final es interesante…
Pero es que el final es una puta mierda. Y se salva del premio a Peor Final del Año porque está Lost, que si no… Loureiro nos da una especie de final, a medias entre lo catastrofista y lo abierto. Si quiere hacer la tercera parte, sólo tiene que empezar diciendo «que no, tontoooos!». Si no quiere hacerla, puede decir «¿veis? Estaba todo claro al final de la segunda parte».
Tomadura de pelo, lo llamo yo.

9) La conspiración maquiavelo, de Allan Folsom.

Después de La huída me emocioné y me compré otro libro de Folsom. Me llevé una grata alegría al descubrir que recuperaba personajes de La huída. Sí, se puede leer sin haberse leído aquel, pero se disfruta mucho más si sí lo has hecho.
La conspiración Maquiavelo tiene lugar entre Madrid y Barcelona, lo que le da varios puntos extras porque conozco los lugares donde se desarrolla la acción. La trama, absorbente y apasionante. Y nuevamente, escrita con un pulso ágil y rápido. A Folsom se le dan bien los thrillers, sin duda.
Este libro podría ser fácilmente una temporada de 24. No se detiene ni un momento, tiene conspiración, persecuciones, un presidente americano que se ve obligado a huír de su propio Servicio Secreto…
Gran libro, sí señor.

10) Zombie planet, de David Wellington

Me leí este libro porque ya me había leído los dos anteriores. El primero me había resultado flojo. El segundo, rayante en la basura. Este me gustó más que el segundo pero me dejó frío e indiferente. El mundo que crea Wellington no está hecho para mí. Por suerte, no hay más.

Los pilares de la tierra

Pongamos en el cartel la cara de ese tipo que casi no aparece en la serie

Vaya por delante que jamás me he leído el libro de Ken Follet. Soy buen lector, pero nunca me atrajo esta historia, pese a que todos hablaban maravillas de ella. Sin embargo, cuando el canal Starz estrenó la serie basada en el bestseller de Follet, me vi movido a verla por presiones externas.

Y ahora casi me arrepiento de no haberme leído la novela. Porque la tónica general es que los libros son mejores que las películas a las que inspiran, y la serie de Starz está francamente bien. No sé, siempre me imaginé que cuando Follet empezara a hablar de arquitectura y construcción sería tan aburrido y tedioso como (los puristas pueden ir preparando las piedras para lapidarme) El nombre de la Rosa o las malditas descripciones de bosques de El señor de los anillos.
La serie consta de ocho capítulos. Por lo que me han dicho, se lleva por delante bastantes cosas, pero lo hace bien, porque mantiene el ritmo en todo momento y se vuelve más adictiva cuanto más avanza. Todos los actores están muy bien en la versión original. Debo decir aquí que la aparición de Donald Sutherland en el cartel y en los créditos es una de esas cosas promocionales engañosas, como lo de los vuelos a 60 euros que luego acababan siendo 200 con las tasas. El padre de Jack Bauer se limita a aparecer en el primer capítulo y desaparecer en el segundo. Y hala, a cobrar el cheque.
Mención especial para Rufus Sewell, ese hombre casi bizco que ha logrado hacerse un hueco en la industria de Hollywood como secundario y malo de película. En Los pilares, Sewell interpreta a uno de los personajes más bondadosos de toda la historia, y demuestra que es buen actor cuando se requiere ternura.
Me quedo también con Matthew Macfadyen, que interpreta al Prior Phillips de una forma expléndida, y con Hayley Atwell, esa Aliena a la que uno admira durante toda la historia, incluso cuando su presentación como «personaje bueno de la historia» sea tan manida.
Ian MacShane está perfecto en el papel de villano de la función, incluso con esa peluca tan horrenda, y Eddie Redmayne se defiende bastante bien como Jack. Su voz en inglés da un poco de miedo, debo decir.
De estos labios sale una voz de camionero…

Buen ritmo, buena ambientación, pocos efectos digitales y que no cantan en exceso, buenas interpretaciones, una historia interesante…
Debo decir que me ha gustado. Y dado que ayer se dieron los Emmys, me parece bastante injusto que Los pilares de la tierra no se haya llevado ninguno, y ni siquiera fuera nominada. Tal vez se estrenó demasiado tarde para la academia, pero como producto televisivo, me parece muy superior a la patata de guerra que produjo Steven Spielberg, The Pacific, la cual, sí, me pareció espectacular en las escenas de guerra, tuvo un gran diseño de producción, pero como historia era aburrida hasta límites insospechados.

The aburridic
¿Cómo es posible que una historia con una premisa tan interesante sea tan aburrida? Preguntenle a Spielberg, porque yo no sé responder a eso. Sé que los personajes están tan mal presentados y dibujados que en ningún momento empatizas con ninguno y te da exactamente igual si muere uno o el del al lado. Además, nunca estás seguro de quien muere realmente, porque con el casco son todos jodidamente iguales. Y no hablo de los japoneses.
Me quedé en el capítulo siete, y sin ganas de ver los tres que quedaban.
Al menos Survivor se ha llevado dos Emmys.

El cadillac de Dolan

La última vez que publiqué algo en este blog fue hace más de un año, y lo hice hablando de un juego virtual basado en Survivor. He jugado en varias rondas de ese juego, y lo he pasado bien. Tal vez hable de ello más adelante. Aquel post recibió un único comentario. De un tal anónimo.
Hablando de viagra.
Y de la misma manera que la viagra resucita ciertas cosas, hoy he decidido volver a darle vida al blog. Porque hay cosas de las que hablar, películas que comentar, series que destripar, libros sobre los que derramar ríos de tinta…
Y para empezar, he decidido explayarme sobre una película que dudo que llegue a ver jamás alguna sala de un cine español: El cadillac de Dolan.

El cadillac de Dolan se basa en un relato corto de Stephen King que lleva el mismo título. La primera vez que oí hablar sobre este proyecto oí que estaban involucrados Cristian Slater y Sylvester Stallone. Al final, Stallone se quedó por el camino (ah, Los mercenarios, que de cosas se podrían hablar de ella) y le sustituyó uno de esos tipos que te suenan pero no sabes muy bien por qué: Wes Bentley.
La premisa de la historia no es mala. A ver, el relato está de puta madre, y narra la curiosa y sórdida venganza que trama un hombre después de que un mafioso enriquecido mate a su esposa para impedir que hable como testigo en un juicio contra él. Lo mejor de la historia, no lo negaremos, es la forma en la que este hombre ejecuta esa venganza: planea abrir un agujero enorme en la carretera por la que el mafioso pasa regularmente, disfrazándolo de obra,. hacer caer el coche dentro y enterrar al mafioso para siempre. En el relato, eso forma cerca del 95% de la historia. Y esta empieza con el hombre ya preparando su venganza. Lo de la muerte de la mujer Stephen King te lo explica por encima y sin prestarle atención.
Pero claro… una película sobre un tío que cava un enorme agujero en una carretera podría hacerse demasiado pesada. Ahí empiezan los problemas. El guionista decide que es mejor explicar bien clarito lo que motiva a nuestro protagonista a vengarse, y te mete 30 minutos de infierno… digo, de prólogo… donde podemos ver a Dolan asesinando a sangre fría, y por motivos absurdos que aún sigo sin comprender del todo, a un grupo de inmigrantes ilegales. Nuestra querida esposa lo ve todo, el sherif de la ciudad no les hace ni caso en una escena de esas que te dejan sin habla… Vamos a ver… le cuentan al sherif que han visto como matan despiadadamente a treinta inmigrantes y el tipo se pone a elucubrar sobre lo malos que son los inmigrantes y que pa qué hacer nada.
Sigue el chorradismo. El FBI les pone en protección de testigos, pero Dolan compra a alguien. El guionista, entonces, quiere demostrar lo hábil que es para conseguir sus objetivos. Y sí, estoy siendo irónico. No puede hacer que maten a la chica al lado del marido, así que necesita sacarla de la habitación. Recurso absurdo numero 1, se me han acabado los test de embarazos, y aunque son las cuatro de la noche, me visto y me voy a comprar uno.
Pero queremos que el marido la vea morir. Recurso absurdo número 2. El marido la oye coger las llaves y se levanta tras ella. Se inicia una absurda persecución por el edificio donde ella va muy rápido y él corre detrás gritando su nombre.
Y ahora tiene que morir. Así que ella entra en el coche, que está delante del vehículo desde donde vigilan los agentes del FBI. Y el coche explota justo cuando sale el marido por la puerta. Pregunta: ¿Cómo coño han colocado una bomba delante de dos tíos que están vigilando el edificio?
Pero preferimos ignorar los recursos absurdos, porque la historia de la preparación de la venganza en el libro era tan cojonuda que queremos verla. Aguantamos esa media hora inicial de prólogo innecesario… y ya llevamos un tercio de la película.
Entonces, a los productores se les ocurrió LA IDEA, lo que haría que SU película fuera la bomba. Casi puedo imaginarme el careto del tipo que dijo «lo tengo, si hacemos esto TODO el mundo verá nuestra película y se maravillará».
La idea en cuestión es la misma que han tenido todos los productores de películas de Stephen King (quitando al genio Frank Darabont y un par de casos aislados): Hagamos que aparezcan en escena muertos fantasmales. ¡Claro, hombre, esto es Stephen King, la masa absurda de descerebrados que consumen sus productos esperan una orgía de fantasmas en todas sus obras!
¿Alguien le mencionaría al productor que en este relato no había fantasmas, al igual que en otros muchos de King en cuyas películas si aparecen?
Seguro que le habrían respondido «¿Estás loco? ¡Esto es Stephen King! ¡Tiene que haber fantasmas!».
Asi que, LA IDEA ya forma parte del guión, y a partir de este momento, nuestro protagonista se ve asediado por delirios con su mujer mutilada por la explosión, que habla con él y le ayuda a preparar la venganza…
Ya no hay quien arregle este cristo. Y eso que no voy a entrar a hablar de la realización…
Los siguientes 15 minutos son un compendio de escenas ridículas. Os lo juro, ni siquiera merece la pena hablar de ello. Así que llevamos 45 minutos de película cuando nuestro protagonista se acerca, ¡por fin!, a pedir trabajo en la obra.
A partir de ahí la película mejora de forma sensible. Los últimos cuarenta y cinco minutos de metraje son muy buenos, y son los que reflejan más fielmente el relato de King. Pero no nos engañemos. Los primeros cuarenta y cinco minutos apestan tanto que es improbable que alguien los aguante a menos que tenga verdadero interés en ver cómo acaba.
Del director… pues ni idea. No sé quien es. La última parte de la película demuestra que podría ser un buen director. La primera parte lo desmiente, aunque no le coloca a la altura del inefable Mick Garris, ese tipo empeñado en destrozar la literatura de Stephen King a costa de malas películas. Y es que encima solo rueda cosas basadas en obras de King. Y todas son malísimas. Porque, joder, hacer una mala película de un libro como Desesperación tiene mérito.
Cristian Slater ejerce de villano de la función. Durante la primera parte de la película sus escenas son ridículas y sin sentido, sólo están ahí para justificar el sueldo que debe llevarse este señor. Cosa que no acabo de entender, porque donde va, fracasa. Durante la segunda parte de la película, desde que su cadillac queda encerrado, Cristian Slater deja salir al loco que lleva dentro y se gusta a si mismo gritando sin parar, y está bastante bien.
Sobre Wes Bentley no puedo decir nada bueno. El tipo tiene el ceño fruncido desde antes de que muera su esposa, por lo que, cuando más adelante ves que sigue frunciéndolo no tienes la sensación de que esté muy enfadado, sino la de que quieres darle una patada en la cara. Le meto en el saco de las grandes estrellas con cara de palo, justo al ladito de Orlando Bloom.
Y Emmanuelle Vaugier se limita a pasearse por la primera parte de la película, al principio hermosa, después desfiguarada. Un papel absurdo con dos o tres frases malas.
Y ya no hay más. Los secundarios son para matarlos a todos y los figurantes, recuerdo sobre todo a uno de los matones de Dolan que abre la puerta para que entre el coche, deberían ser convenientemente torturados y expulsados de la industria del cine.
¿En definitiva? Un quiero ser y no puedo. Un cortometraje de cuarenta y cinco minutos habría sido sublime, de aplauso. Pero lo alargaron y la cagaron.
Emmanuelle Vaugier sí valía la pena.

Reality Web

De todos es sabido que desde hace un tiempo estoy enganchado a un Reality, y sigo diciéndolo, el Survivor de Estados Unidos es una peli de acción e intriga. Y debido a este programa, he descubierto un submundo de internet que desconocía y me ha dejado… flipando.
Buceando en las webs de descarga, di hace unas semanas con un post que hablaba sobre una versión de Survivor por internet, que iba por la tercera edición. Me pareció una idea cojonuda, muy interesante y sobre todo fuera de lo normal, y me apunté. A los pocos días me enviaron un correo de vuelta diciéndome que me habían admitido, y desde entonces, participo en dicho Reality, llamado Torneo Superviviente.
Estaba super intrigado, me preguntaba cómo se iban a llevar a cabo las pruebas, el propio concurso. No lo entendía. Y una vez comenzó, la idea me sigue pareciendo cojonuda (aunque eso sí, lleva tiempo). Y pasar por un consejo tribal te llena de toda esa paranoia de «¿Me estarán engañando todos diciéndome que vamos a votar por X cuando en realidad me van a expulsar a mi? ¿Estoy aliado con tal y con cual? ¿Me puedo fiar de ellos?». Y me doy cuenta de una cosa… Si la paranoia es así en un reality virtual… ahora entiendo los nervios de los concursantes del de la tele, que se juegan un millón de dólares…
Pero no quería hablar de eso. El caso, es que a raíz de apuntarme y empezar a jugar al Torneo, me dio por curiosear, y descubrí un submundo de realitys por internet que desconocía, y que me ha dejado con la boca abierta. Hay de todo tipo. Tres o cuatro clases de survivors, varios grandes hermanos, factor x, operación triunfo, el topo… Infinidad de programas televisivos llevados a la Red. Y al parecer, algunos de los concursantes de estos realitys son verdaderas estrellas de internet gracias a haber pasado por ellos.
Y no sé muy bien la reacción que eso me produce. Es extraño.
Pero desde luego sí que sé que Internet no deja de sorprenderme.

Salvation

Terminator: Salvation. Evidentemente, fui al cine a verla en el fin de semana de su estreno. Lo primero es lo primero: entré al cine preguntándome una vez más cuales son los parámetros que siguen los traductores de títulos de este país, y porque en este caso habían decidido dejarlo en inglés y no hacer algo del tipo: El Terminador: Salvación.
En fin, a lo que vamos…
Hay dos formas de enfocar esta película. Como película de acción está bastante bien, es entretenida, tiene buenas persecuciones, tiroteos entretenidos y peleas a puñetazos que molan. Uno puede salir del cine diciendo «he pasado un buen rato» e incluso «la peli es buena». Y además sale Michael Ironside…
El problema es que hay otra forma de ver esta película, y es teniendo en cuenta que forma parte de una saga. Una que tiene una primera buena película, una segunda y grandísima parte, y una tercera parte que, aunque floja, tenía sus cosas buenas (el final, para empezar, la persecución de camiones, por recordar otra).
He aquí que Terminator: Salvation es la cuarta parte de la saga… y dentro de esto, podemos hacer una nueva y doble división:
Mirando sólo el punto friki, la cosa está de puta madre. Sí, porque hay miles de guiños a la saga, y se nota que el guionista se la conoce al dedillo. Está la foto de Sarah Connor, está la persecución moto-camión de la segunda pero invertida, con rotura de cristal incluida; está la explicación de la cicatriz de Jonh Connor; está Kyle Reese… y sobre todo, sobre todo, está el T-800. Que gran momento. Que ganas de agacharse en el cine a hacer reverencias.
Claro, que incluso desde el punto de vista friki voy a sacarle punta. Sí, porque una cosa es conocerse la saga al dedillo y hacer guiños, y otra muy distinta es poner frases famosas de la saga en boca de otros y sin venir a cuento. Cito dos: «Volveré» y «Ven conmigo si quieres vivir». Lo siento, pero si no es Arnie quien las dice, que la digan otros personajes no tiene puto sentido. Primer capón para el guionista.
Y voy con la segunda parte. Y es que, mirando la película desde el punto de vista de la saga, la verdad es que T4 decepciona. Sí, porque para empezar John Connor es un mero secundario y te quedas con ganas de verle hacer algo. Lo cierto es que el protagonista es el otro. Eso para empezar. Para seguir… ¿A qué engendro se le ocurrió eso de «motos-terminator»? Claro, que quedan muy bien para hacer secuencias de persecución, pero es que son absurdas. O sea, Skynet no tiene nada mejor que hacer que crear motos. Venga ya… y además, ¿Por qué los robots de esta película son más modernos que los que se ven en el futuro de la 1 y la 2, aunque ese futuro es más adelante en el tiempo que T4? Y los bichos del agua… sacados de la saga Matrix…
Pero lo peor de todo, donde el guionista merece que le fusilen con mierda, es cuando te das cuenta de que se han cargado el mito. Sí, porque lo que acojonaba de las dos primeras pelis, e incluso de la tercera, es que los putos Terminators eran máquinas implacables y casi invencibles, que no se acababan de morir nunca (recordemos lo que les cuesta a Reese y Sarah Connor matar al bicho de la primera peli, o lo que nos hizo sufrir el T-1000). Sí, los Terminators nos acojonaban tanto porque no se morían, porque continuaban y continuaban y llegabas a tener la impresión de que, hicieras lo que hicieras, jamás escaparías… y en T4 los humanos se pasean por el mundo matando máquinas con una facilidad pasmosa. No hay ni un solo terminator que dure vivo más de quince minutos en pantalla. Y eso, hermanos, me parece una gran cagada.
Así que sí, como peli, no está mal. Como Terminator… pues que quieres que te diga…