Quien me conoce sabe que me encantan las historias sobre grupos de personas encerradas en algún sitio teniendo tratando de escapar. Por eso, la premisa de Persons Unknown se me hacía tan atractiva. Siete extraños se despiertan en el interior de un hotel, situado en un pueblo, apenas cuatro edificio en realidad, rodeado por un campo de fuerza que les impide salir. Sin saber por qué están ahí ni que quiere de ellos la gente que les observa tras las cámaras.
Si además leo que el creador es el tipo que me dejó con la boca abierta al escribir el guión de Sospechosos habituales, la cosa va apetenciéndome aún más.
Así que empecé a verla.
El primer capítulo es interesante. Se nota que es una serie de verano, con menor presupuesto y un despliegue inferior al que se puede ver en las temporadas regulares, pero el primer capítulo es interesante y termina con un clifhunger que te deja pegado al sillón.
Por desgracia, ese gran final del capítulo uno es resuelto de forma chusquera en el capítulo dos. Y la serie toma otro derrotero. Mantiene cierta tensión e interés durante los siguientes dos o tres capítulos, pero la verdad es que a partir de ahí, la cosa baja bastante. La situación en el pueblo se vuelve aburrida, pues aunque supones que lo que pretende La Compañía es algo grande, no puedes ver que se haga absolutamente nada. Llegó un punto en que me parecía mucho más interesante la historia paralela al pueblo del ex-marido y la periodista que todo lo que ocurría en el pueblo.
Mención aparte para el capítulo psicotrópico donde uno de los personajes es tumbado en una camilla y sometido a flashbakcs y visiones. Ese capítulo es lo que yo suelo definir con el término científico «puta basura».
Ayer terminé la serie, con el doble capítulo final. De repente, la serie pega un pelotazo y se acelera. Lo que tendría que haber estado ocurriendo durante toda la serie ocurre en el primero de estos dos capítulos finales. A toda velocidad y casi sin darte tiempo a respirar. Uno casi no tiene ocasión de pensar en la gran serie que podría haber sido si se hubieran dedicado a esto en lugar de jugar a Pepe y Pepa se enamoran pero no pueden estar juntos, y Pepito y Pepita también se enamoran pero una está loca y el otro es el soldado con menos actitud soldadesca de la historia del mundo mundial. Lo de Pepe y Pepa vale, pero lo del soldado y la loca fue siempre de tener ganas de ahorcarse.
En fin, que al final Persons Unknown acelera, y de repente se parece demasiado a Pigmalión. (Y aunque en esta haya mucho menos dinero, nos parece mejor, he dicho).
El tema de la furgoneta es digno de crucificar al guionista. O no, porque en realidad no hace más que confirmar lo que llevabamos un tiempo pensando: que todos los personajes de esta serie son retrasados mentales. O sea, vamos a ver, hasta un niño de cinco años sabe que si quieres matar al tipo que está conduciendo tienes muchas posibilidades de darte una gran ostia. Si además le atacas en una curva, más. Patético.
Y entonces llega el último capítulo. Y de repente, se inventan que los personajes se han separado y llegado a distintas partes del mundo. ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuando? No te lo dicen, da igual, es una serie de misterio. En fin, asumes que nadie lo explicará jamás y sigues viendo el capítulo. Y te das cuenta de que, por mucho que prometían, esto no va a tener un final cerrado y explicativo, que te vas a quedar con las ganas. Y así es. Aunque eso sí, la última secuencia, que son dos paralelas en realidad, me pareció brillante y forzó a mi mente a querer ver más y más, a seguir con esta historia. Sí, el final me gustó. Mucho, además.
Asi que, como valoración final, diré que Persons Unknown es una serie irregular, que peca de numerosos baches en su guión que no sabe o no quiere resolver, que no es capaz de mantener el buen ritmo en buena parte de su temporada, pero que se hace fácil de ver y al que le gusten estos temas la disfrutará. ¿Habrá segunda temporada? No lo sé, y tampoco me preocupa mucho. Porque sé que cogerían el final de la primera y le darían una patada en el culo para seguir desarrollando tramas humanas que, en esta serie, eran lo de menos.
¿Qué quiere realmente la compañía? ¿Por qué visten de azul? ¿Cuál es el objetivo de la fase uno, porque el que nos dijeron no lo fue, visto el final de la temporada? ¿Qué demonios es ese lugar con celdas? ¿Por qué la gente que muere luego no muere? Aunque para mi, el mayor misterio de esta serie era ¿Por qué hasta tres personas se enamoran de la protagonista cuando, vale, es una chica mona, pero tampoco es nada del otro mundo ni tiene una personalidad absorbente?
Si además leo que el creador es el tipo que me dejó con la boca abierta al escribir el guión de Sospechosos habituales, la cosa va apetenciéndome aún más.
Así que empecé a verla.
El primer capítulo es interesante. Se nota que es una serie de verano, con menor presupuesto y un despliegue inferior al que se puede ver en las temporadas regulares, pero el primer capítulo es interesante y termina con un clifhunger que te deja pegado al sillón.
Por desgracia, ese gran final del capítulo uno es resuelto de forma chusquera en el capítulo dos. Y la serie toma otro derrotero. Mantiene cierta tensión e interés durante los siguientes dos o tres capítulos, pero la verdad es que a partir de ahí, la cosa baja bastante. La situación en el pueblo se vuelve aburrida, pues aunque supones que lo que pretende La Compañía es algo grande, no puedes ver que se haga absolutamente nada. Llegó un punto en que me parecía mucho más interesante la historia paralela al pueblo del ex-marido y la periodista que todo lo que ocurría en el pueblo.
Mención aparte para el capítulo psicotrópico donde uno de los personajes es tumbado en una camilla y sometido a flashbakcs y visiones. Ese capítulo es lo que yo suelo definir con el término científico «puta basura».
Ayer terminé la serie, con el doble capítulo final. De repente, la serie pega un pelotazo y se acelera. Lo que tendría que haber estado ocurriendo durante toda la serie ocurre en el primero de estos dos capítulos finales. A toda velocidad y casi sin darte tiempo a respirar. Uno casi no tiene ocasión de pensar en la gran serie que podría haber sido si se hubieran dedicado a esto en lugar de jugar a Pepe y Pepa se enamoran pero no pueden estar juntos, y Pepito y Pepita también se enamoran pero una está loca y el otro es el soldado con menos actitud soldadesca de la historia del mundo mundial. Lo de Pepe y Pepa vale, pero lo del soldado y la loca fue siempre de tener ganas de ahorcarse.
En fin, que al final Persons Unknown acelera, y de repente se parece demasiado a Pigmalión. (Y aunque en esta haya mucho menos dinero, nos parece mejor, he dicho).
El tema de la furgoneta es digno de crucificar al guionista. O no, porque en realidad no hace más que confirmar lo que llevabamos un tiempo pensando: que todos los personajes de esta serie son retrasados mentales. O sea, vamos a ver, hasta un niño de cinco años sabe que si quieres matar al tipo que está conduciendo tienes muchas posibilidades de darte una gran ostia. Si además le atacas en una curva, más. Patético.
Y entonces llega el último capítulo. Y de repente, se inventan que los personajes se han separado y llegado a distintas partes del mundo. ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuando? No te lo dicen, da igual, es una serie de misterio. En fin, asumes que nadie lo explicará jamás y sigues viendo el capítulo. Y te das cuenta de que, por mucho que prometían, esto no va a tener un final cerrado y explicativo, que te vas a quedar con las ganas. Y así es. Aunque eso sí, la última secuencia, que son dos paralelas en realidad, me pareció brillante y forzó a mi mente a querer ver más y más, a seguir con esta historia. Sí, el final me gustó. Mucho, además.
Asi que, como valoración final, diré que Persons Unknown es una serie irregular, que peca de numerosos baches en su guión que no sabe o no quiere resolver, que no es capaz de mantener el buen ritmo en buena parte de su temporada, pero que se hace fácil de ver y al que le gusten estos temas la disfrutará. ¿Habrá segunda temporada? No lo sé, y tampoco me preocupa mucho. Porque sé que cogerían el final de la primera y le darían una patada en el culo para seguir desarrollando tramas humanas que, en esta serie, eran lo de menos.
¿Qué quiere realmente la compañía? ¿Por qué visten de azul? ¿Cuál es el objetivo de la fase uno, porque el que nos dijeron no lo fue, visto el final de la temporada? ¿Qué demonios es ese lugar con celdas? ¿Por qué la gente que muere luego no muere? Aunque para mi, el mayor misterio de esta serie era ¿Por qué hasta tres personas se enamoran de la protagonista cuando, vale, es una chica mona, pero tampoco es nada del otro mundo ni tiene una personalidad absorbente?