Salvation

Terminator: Salvation. Evidentemente, fui al cine a verla en el fin de semana de su estreno. Lo primero es lo primero: entré al cine preguntándome una vez más cuales son los parámetros que siguen los traductores de títulos de este país, y porque en este caso habían decidido dejarlo en inglés y no hacer algo del tipo: El Terminador: Salvación.
En fin, a lo que vamos…
Hay dos formas de enfocar esta película. Como película de acción está bastante bien, es entretenida, tiene buenas persecuciones, tiroteos entretenidos y peleas a puñetazos que molan. Uno puede salir del cine diciendo «he pasado un buen rato» e incluso «la peli es buena». Y además sale Michael Ironside…
El problema es que hay otra forma de ver esta película, y es teniendo en cuenta que forma parte de una saga. Una que tiene una primera buena película, una segunda y grandísima parte, y una tercera parte que, aunque floja, tenía sus cosas buenas (el final, para empezar, la persecución de camiones, por recordar otra).
He aquí que Terminator: Salvation es la cuarta parte de la saga… y dentro de esto, podemos hacer una nueva y doble división:
Mirando sólo el punto friki, la cosa está de puta madre. Sí, porque hay miles de guiños a la saga, y se nota que el guionista se la conoce al dedillo. Está la foto de Sarah Connor, está la persecución moto-camión de la segunda pero invertida, con rotura de cristal incluida; está la explicación de la cicatriz de Jonh Connor; está Kyle Reese… y sobre todo, sobre todo, está el T-800. Que gran momento. Que ganas de agacharse en el cine a hacer reverencias.
Claro, que incluso desde el punto de vista friki voy a sacarle punta. Sí, porque una cosa es conocerse la saga al dedillo y hacer guiños, y otra muy distinta es poner frases famosas de la saga en boca de otros y sin venir a cuento. Cito dos: «Volveré» y «Ven conmigo si quieres vivir». Lo siento, pero si no es Arnie quien las dice, que la digan otros personajes no tiene puto sentido. Primer capón para el guionista.
Y voy con la segunda parte. Y es que, mirando la película desde el punto de vista de la saga, la verdad es que T4 decepciona. Sí, porque para empezar John Connor es un mero secundario y te quedas con ganas de verle hacer algo. Lo cierto es que el protagonista es el otro. Eso para empezar. Para seguir… ¿A qué engendro se le ocurrió eso de «motos-terminator»? Claro, que quedan muy bien para hacer secuencias de persecución, pero es que son absurdas. O sea, Skynet no tiene nada mejor que hacer que crear motos. Venga ya… y además, ¿Por qué los robots de esta película son más modernos que los que se ven en el futuro de la 1 y la 2, aunque ese futuro es más adelante en el tiempo que T4? Y los bichos del agua… sacados de la saga Matrix…
Pero lo peor de todo, donde el guionista merece que le fusilen con mierda, es cuando te das cuenta de que se han cargado el mito. Sí, porque lo que acojonaba de las dos primeras pelis, e incluso de la tercera, es que los putos Terminators eran máquinas implacables y casi invencibles, que no se acababan de morir nunca (recordemos lo que les cuesta a Reese y Sarah Connor matar al bicho de la primera peli, o lo que nos hizo sufrir el T-1000). Sí, los Terminators nos acojonaban tanto porque no se morían, porque continuaban y continuaban y llegabas a tener la impresión de que, hicieras lo que hicieras, jamás escaparías… y en T4 los humanos se pasean por el mundo matando máquinas con una facilidad pasmosa. No hay ni un solo terminator que dure vivo más de quince minutos en pantalla. Y eso, hermanos, me parece una gran cagada.
Así que sí, como peli, no está mal. Como Terminator… pues que quieres que te diga…