Iron Man 2

Recuerdo cuando Robert Downey Jr era un actor regulero más conocido por sus actividades delictivo-alcohólicas que por su carrera cinematográfica. Y hoy es un actor de cierto prestigio que está hasta en la sopa.

Viendo Iron Man 2 me dije, one more time, que nadie domina el lenguaje del entretenimiento como los americanos. Eso es así, y es innegable. Iron Man 2 no pretende hacer buen cine, ni deleitarnos con una fotografía de premio, sino hacer que pases dos horas pegado a la pantalla mirando como dos robots de ordenador se pegan de ostias, y que lo hagas con una sonrisa en la cara o con el espíritu del niño que llevas dentro en los ojos.

Para mi, lo consigue de sobra. Y eso que Iron Man es un superhéroe al que conozco por las películas, porque nunca llegué a leer sus comics. Downey Jr. ha creado un Tony Stark tan irreverente como magnífico, y Rourke se marca un villano digno de elogio. Y por si fuera poco, tenemos a la Johansson en un papel bastante tonto pero con una de las mejores secuencias de la película, cuando se desata como la-superheroína-que-sea mientras el pobre Jon Fabreau se lía a puñetazo limpio contra un guardia de seguridad.

En fin, palomitas y acción.

NEDS

NEDS podría traducirse como Delincuentes sin educación. Es la tercera película de Peter Mullan, a la par que director de los buenos, gran actor, que se reserva en NEDs el papel de padre borracho y maltratador del protagonista, John McGill, un chaval de los que sacan buenas notas, de los que van a llegar a ser algo en la vida, un cerebrito, de los que han tenido la mala suerte de nacer en el lugar equivocado.

Porque al final, es el entorno el que convierte a McGill en lo que es. No su padre, ni la estricta sociedad de aquel entonces, ni tampoco su hermano delincuente. El entorno, ese barrio lleno de chavales pecosos y malencarados ante los cuales no querrías cruzarte por la noche.

Aterradora película, y no porque de miedo, sino porque asusta ver lo que es capaz de hacer el ser humano, el sinsentido de las confrontaciones de esas bandas callejeras dispuestas a degollar al contrario solo por demostrar su superioridad.

Y en el centro, McGill. Niño bueno que deviene en demonio.

Gran película. De metraje excesivo que convendría haber recortado, pero gran película.

Primos

Ya van dos comedias españolas en unos meses que me han encantado. Sinceramente, suelo tener malas expectativas cuando se trata de cine español cómico, pero tanto No controles como Primos se alejan de esa imagen de cine castizo soez y vulgar que tanto suele hacerse en este país para contarte una historia romántica con buena carga de humor.

Lo mejor de Primos es, casi seguro, el personaje de Quim Gutierrez (me lo tiro), con esa verborrea nerviosa, ese pasar de la risa al llanto en apenas segundos, ese monólogo inicial (sencillamente, de aplauso) y ese monólogo final (¡¡¡Un sobao!!!!).

Su personaje es genial, sí, pero el de Adrián Lastra no se queda atrás. Su propensión a la enfermedad y su locura implícita hace del personaje no sólo lo más surrealista de la película sino también lo más tierno.

Daniel Sanchez Arévalo se ha marcado una película tan correcta como correctas son los asentimientos de Antonio de La Torre. Correctísimo. Una película con la que vas a reírte, a disfrutar y a ver actores bien dirigidos interpretando como debe ser.

Mención aparte para los Back Street Primos. Momento sublime.

Battlestar Galáctica: Razor

Entre la tercera y la cuarta temporada de Battlestar Galáctica, Syfy produjo y emitió una película ambientada en el universo de BSG y titulada «Razor». Sin embargo esta película se sitúa temporalmente en mitad de la segunda temporada, después de la llegada de la Pegasus, y mediante flashbacks nos hará retroceder aún más, para visualizar los eventos que llevaron a la Pegasus a ser lo que era cuando se encontraron con la Galáctica, e incluso más allá, a la primera guerra Cylon.

En general, Razor no es más que un capítulo largo y bastante normalito, con algunas partes más bien aburridas y otras bastante interesantes. Obviamente, entre las interesantes está todo lo que envuelve al personaje de Michelle Forbes, magnífica allá por donde pasa siempre, y aquí tan brutal y fría como demostró en la segunda temporada.

Pero lo cierto es que a pesar de la potencia de su personaje y lo interesante que pueda resultar saber las penurias y situaciones morales que atravesó la Pegasus, lo cierto es que la película no es nada del otro mundo. Y sin embargo, hacia el final tenemos el desenlace de la misión de búsqueda y rescate, y con ella, una revelación que, de cara a la cuarta temporada, es tan reveladora como apocalíptica, y aunque sea sólo una frase, es tan importante que vale por todos los momentos lentos que hayas tenido que pasar para llegar hasta ella.

Cuarta temporada de BSG… allá voy!!!!

Survivor: Desire

Corren rumores de que la temporada 24 de Survivor volverá a ser un especial, un Allstars 2 es lo que más se escucha en el mundillo foril. De momento, tenemos que conformarnos con el regreso de dos jugadores de temporadas pasadas a la nueva modalidad de Redención. En Septiembre volveremos a ver las caras de Ozzy y Coach, dos jugadores tan distintos como interesantes.

El caso, que me puse a pensar y decidí mostrar qué 20 jugadores traería yo de regreso al juego. Para hacerlo un poco más interesante, me he alejado de aquellos que ya han jugado más de una vez. Por mucho que me encantaría volver al gnomo diabólico Russell Hantz en juego, o a Candice, Steph o Rob Cesternino, ni siquiera les he mentado.

Os invito a ojear mi selección:

1. Jane (Nicaragua). Una verdadera guerrera. Con sus más de cincuenta años avergonzó en los retos a tipos musculosos como Benry o ese que iba de guapo y cantaba country y cuyo nombre no recuerdo. Además, sacó sus garras cuando tuvo que hacerlo. Creo que Jane volvería a dar juego si la dejaran volver.

2. Shambo (Samoa). Shambo era más rara que un perro verde, pero lo cierto es que supo utilizar esa rareza para avanzar, y saba bastante juego.

3. Sierra (Tocantins). Nadie simboliza tan bien como esta chica el término «underdog». Predestinada a ser expulsada desde el momento en que pisó la alfombra de salida, Sierra se aferró con uñas y dientes a cualquier resquicio que le permitiera sobrevivir un día más. Una de las mejores jugadoras de los últimos años.

4. Stephanie Valencia (Redemption). Dentro de esa desagradable tribu llamada Zapatera, sólo Stephanie intentó sembrar algo de caos cuando se supo perdida. Para mi, una verdadera pena que no avanzara más de lo que lo hizo. Creo que podría haber dado mucho juego.

5. Twila (Vanuatu). Porque era retorcida, pero a la vez, lo suficientemente capaz como para esgrimirse como lider durante buena parte del juego.

6. Ken (Gabón). Juro por dios que odié a este tipo asiático durante la mayor parte del programa, siempre me pareció un vago y un aprovechado, pero desde luego, tenía una mente capaz de hilvanar jugadas malignas con tal de seguir adelante.

7. Erik (Micronesia). Candidato a «la jugada más tonta de la historia de Survivor», Erik era un tipo simpático, amable, gracioso, atlético y capaz. Sin embargo, pecó de inocente. De muy inocente. De estúpidamente inocente.

8. David (Redemption). Se dio cuenta demasiado tarde de que estaba jugando en el bando estúpido del programa, pero al menos intentó hacer algo para solucionarlo. Siempre me pareció que era un tipo que podía dar más. Supongo que al ser tan inteligente como dicen que es.

9. Brandon (Guatemala). Buen jugador a nivel físico, capaz de hacerse camino.

10. Ace (Gabón). Para mi, fue el mejor jugador de esa temporada. Su acento le valió todo tipo de enemistades dentro del juego y no fue capaz de levantar cabeza después de eso, pero lo intentó con todas sus fuerzas. Para mi, su desempeño en el reto de la serpiente fue tan impresionante que me hace querer volver a verle en juego.
11. Brenda (Nicaragua). Al empezar su temporada, Brenda parecía una gran estratega que prometía dar buenas horas de juego. Acabó diluyéndose por una pasividad antinatural ante el peligro, pero creo que tiene estilo y carisma suficiente como para resultar un buen retorno.

12. Corinne (Gabón). La perra de Gabón debería haber vuelto al Héroes contra Villanos, siempre lo he pensado y sigo defendiéndolo. Me encantaría volver a escuchar sus comentarios sarcásticos y maliciosos…

13. Dani (Guatemala). Sobre ella sobran las palabras. Debería volver y punto.

14. Erinn (Tocantins). Parecía poca cosa cuando empezó la temporada, pero acabó resultando una jugadora de carácter y con muchas opciones.

15. Heidi (Amazon). Una mujer capaz de despelotarse por un tarro de mantequilla de cacahuete merece un regreso al juego.
16. Todd (China). Otro para el que sobran las palabras, uno de los mejores estrategas que han pasado por Survivor, con perdón de Russell Hantz y Rob Mariano. El único capaz de hacer que Jean Robert se callara merece volver al juego por segunda vez.

17. Stephen (Tocantins). Su inteligencia le hizo ganar un reto de inmunidad de forma increíble. Supo alinearse a las personas correctas y hacerse un camino durante toda su temporada. Creo que sería una buena opción.

18. Shane (Exile Island). En realidad, a mi no me parecía para tanto este jugador, pero es cierto que está como una cabra y desquiciaría a más de uno.

19. Sash (Nicaragua). Una buena mentalidad para el juego que luego tuvo un desempeño regulero. Sin embargo, es de los que se aferran con uñas y dientes y muerden y arañan para aguantar un día más.

20. Phillip (Redemption). Si hay alguien capaz de desquiciar al resto, ese es este ex-agente del FBI que está como las maracas de machín. Y sin embargo, casi casi casi lo logró.

Y hasta aquí mis seleccionados, pero como soy así de expléndido, añado dos extras por si acaso alguno de los anteriores no cuaja…

Marissa (Samoa): Sé que mucha gente al ver este nombre dirá «¿Pero qué dices? Si Marissa se fue la primera en su temporada, si no hizo nada…» Y sí, es verdad, pero esta chica no sólo es preciosa, sino que además fue la única en darse cuenta, antes de que fuera demasiado tarde, de que Russell Hantz era el diablo en persona. Y si hubiera conseguido apoyo, la historia de Survivor habría cambiado de forma radical en estos dos últimos años. Pero era del señor Hantz de quien hablaba y eso le sirvió para cavar su propia tumba.

Pero era lista. Muy lista.
Jason (Micronesia): Jason fue un gran jugador físico, pelín inocente, pero seguro que escarmentó después de su temporada, y podría resultar simpático verle de regreso.

My name is Bruce

Bruce Campbell era un icono freak de los noventa por haber protagonizado la saga de Evil Dead. Aquel que no le recuerde con una motosierra en el brazo matando demonios, brujas y esqueletos es que no tuvo infancia.

Aquí, dirige e interpreta una autoparodia que supera el término «serie B» para meterse de lleno en el «cutre salchichero», y no ya porque el guión sea una basura (aunque tiene sus momentos) sino porque todo en esta película es cutre. La luz, los efectos, los actores (santo dios…) y el montaje.

Pero es Bruce Campbell el que está ahí.

Y cuando el chaval le da la motosierra y él la coge, mirándola con admiración, para después soltar «He manejado muchas motosierras en mi vida pero al final… pesan demasiado» creí que me descojonaba de la risa.

En fin, horrenda de principio a fin. Sólo para absolutos incondicionales del señor Campbell.

Frak!

Maldigo una y mil veces por haber tardado tanto tiempo en conocer Battlestar Galactica. Bueno, me corrijo, en «aceptar conocer» sería más acertado, porque debido a una indiferencia casi total por las series de naves espaciales, siempre me negué a ver BSG a pesar de los comentarios que la alababan.

Pero bueno, harto de oír que era una gran serie y que bla y que bla, al final decidí darle una oportunidad. Supongo que lo hice para poder criticarla con todas las de la ley… y tuve que comerme mis pensamientos con patatas.

No todo es maravilloso, pero en general es una pedazo de serie.

En apenas un par de meses, y dilatándola a propósito, me he visto tres temporadas. Me queda una, y me da mucha rabia que sólo me quede una, así que es posible que la dilate más aún. Si soy capaz. Que no estoy seguro.

A lo que voy, BSG es definida en muchos foros como una serie sobre «religión y naves espaciales». Creo que a esa frase le falta, sobre todo, la palabra «política». Hay muchas cosas que hacen grande a BSG, y en concreto el tema de las naves espaciales acaba siendo lo de menos la gran mayoría del tiempo.

Sustentada en unos personajes brutales y llenos de matices y aristas, creo que es en ellos donde reside parte del éxito de esta serie. Sirva como ejemplo uno de los mejores personajes de la serie, Khara Trace, héroe indiscutible de la flota cuyo comportamiento temperamental y orgullo la llevan a cometer actos de moral dudosa, e incluso pasa por una etapa en la que es retirada del servicio por su poco interés por la vida. Pero vamos, otro de los mejores personajes de la serie es Gaius Baltar, y a medida que le vas conociendo su cobardía, egocentrismo y locura hacen que planee sobre él la duda de la traición y un absoluto desprecio.

Para los no iniciados, BSG empieza su historia contándote, de forma resumida, que hace años la humanidad creó una raza de robots, los Cylon, capaces de pensar por sí mismo. Las máquinas se rebelaron, hubo una guerra, y los Cylon se exiliaron. Desde entonces, todo intento de contactar con ellos ha dado con el mayor de los vacíos… hasta ahora. La serie comienza con los Cylon dando nuevas señales de vida y devastando las doce colonias humanas con bombas nucleares. Apenas 44000 personas logran evitar la muerte, los que se encontraban a bordo de las pocas naves que escapan del ataque. Todas son naves civiles, excepto la Battlestar Galactica, una nave de combate vieja y a punto de pasar a la historia como museo y que se convierte de repente en la única defensa de esas naves civiles que llevan a bordo lo poco que queda de la humanidad.

Bajo ataque constante de los Cylon, el Comandante William Adama y su tripulación emprenden una huída a través del espacio siguiendo los pasos de una antigua profecía que hablaba de encontrar el camino de regreso a un mítico planeta llamado Tierra.

Y así, señores, empieza BSG, una serie con una mitología tan potente como fue en su momento la de Lost, con unos personajes muy interesantes y con un devenir cada vez más atractivo. La religión, el amor, y sobbre todo la política, juegan un papel verdaderamente importante. En la balanza de juego, la supervivencia de la humanidad.

En su contra, ese afán por hacer capítulos excesivamente capitulares mezclados con capítulos seriados hace que algunos de los capitulares supongan una piedra en el camino y que incluso algunos resulten terriblemente aburridos. Me pasó en la primera temporada, y sobre todo en la tercera, donde hay tres o cuatro seguidos que son para asesinar guionistas. Por suerte, cuando la serie vuelve a coger ritmo es inmejorable, y los finales de temporada, al menos de la uno, la dos y la tres, son brutales. Vamos, con el de la tercera se me quedó la boca abierta un ratito…

Disfruté como un enano de la primera mitad de la segunda temporada, con esa sublevación militar y ese cuasi golpe de estado (impagable el personaje del Coronel Tight y su absoluta incapacidad para mostrarse lider cuando es necesario y sin recurrir al alcohol), disfruté como un enano con la primera mitad de la tercera temporada (impagable Gaius Baltar y su puta cobardía que te hace odiarle como nunca) y disfruté como un enano con los dos últimos capítulos de la tercera temporada, sencillamente geniales. Hay más momentos que disfruté como un enano, la llegada de la Pegasus y todo lo que implica fueron capítulos impresionantes, y algunos otros capítulos que funcionan sueltos como pequeñas obras de arte.

En general, una gran serie que me alegro de estar disfrutando aún.

Monsters

Película independiente con reminiscencias de ciencia ficción pero que no deja de ser una road movie en la que un tipo y una tipa se enamoran mientras contemplan lo horrible que puede ser la muerte y blablabla…
No sé, me daba pereza verla y tendría que haber seguido mi instinto, porque la verdad es que me ha aburrido, aunque la premisa, vale, me gustaba, pero al final, creo que es de esas películas que dan esperanzas pero a la hora de contar lo que llevan un rato haciéndote desear, deciden irse por la tangente.
En fin, que no digo que sea mala, aunque no me parece buena, pero desde luego, yo me he aburrido.

A bout portant

A Bout Portant, también conocida en el mercado anglosajón como Point Blank, es un thriller al más puro estilo francés. Rodada con un estilo de reminiscencias clásicas y con una trama envolvente que va in crescendo durante toda la película.
La historia, de base, es sencilla. Un celador de hospital y su mujer embarazada de siete meses (que por cierto, es Elena Anaya, con más ropa de la que nos tiene acostumbrados) son asaltados en su propia casa, a ella la secuestran y a él le obligan a liberar a un tipo que se encuentra en el hospital donde trabaja, custodiado por la policía, bajo la amenaza de matar a su mujer si no colabora.
Y digo de base, porque luego la cosa se complica, y hay más trama detrás de esa base. Una trama que es puro thriller.
La verdad es que la película me ha encantado. Me ha parecido que está bien rodada, que no pierde fuerza en ningún momento, y además, con secuencias dignas de prestar atención, como la persecución a la que tres policías someten al celador, a pie por calles y estación de metro, pura adrenalina sin prácticamente diálogos durante algo más de cinco minutos. Brutal.

Dead or Alive

Tras un prometedor, aunque surrealisticamente editado, la cosa se pone lenta y tediosa. Ni la historia es nada del otro mundo ni visualmente me impresiona como si lo consiguen otros orientales como Johnie To.
Aunque puedo decir sin ningun tipo de verguenza que después de esa alocada secuencia final se me quedó la mayor cara de gilipollas que jamás ha cruzado por mi cara.
¿Qué demonios es eso?
Aún sigo parpadeando incrédulo.
Me reafirmo en que los japoneses están chalaos…