Primos

Ya van dos comedias españolas en unos meses que me han encantado. Sinceramente, suelo tener malas expectativas cuando se trata de cine español cómico, pero tanto No controles como Primos se alejan de esa imagen de cine castizo soez y vulgar que tanto suele hacerse en este país para contarte una historia romántica con buena carga de humor.

Lo mejor de Primos es, casi seguro, el personaje de Quim Gutierrez (me lo tiro), con esa verborrea nerviosa, ese pasar de la risa al llanto en apenas segundos, ese monólogo inicial (sencillamente, de aplauso) y ese monólogo final (¡¡¡Un sobao!!!!).

Su personaje es genial, sí, pero el de Adrián Lastra no se queda atrás. Su propensión a la enfermedad y su locura implícita hace del personaje no sólo lo más surrealista de la película sino también lo más tierno.

Daniel Sanchez Arévalo se ha marcado una película tan correcta como correctas son los asentimientos de Antonio de La Torre. Correctísimo. Una película con la que vas a reírte, a disfrutar y a ver actores bien dirigidos interpretando como debe ser.

Mención aparte para los Back Street Primos. Momento sublime.