A Bout Portant, también conocida en el mercado anglosajón como Point Blank, es un thriller al más puro estilo francés. Rodada con un estilo de reminiscencias clásicas y con una trama envolvente que va in crescendo durante toda la película.
La historia, de base, es sencilla. Un celador de hospital y su mujer embarazada de siete meses (que por cierto, es Elena Anaya, con más ropa de la que nos tiene acostumbrados) son asaltados en su propia casa, a ella la secuestran y a él le obligan a liberar a un tipo que se encuentra en el hospital donde trabaja, custodiado por la policía, bajo la amenaza de matar a su mujer si no colabora.
Y digo de base, porque luego la cosa se complica, y hay más trama detrás de esa base. Una trama que es puro thriller.
La verdad es que la película me ha encantado. Me ha parecido que está bien rodada, que no pierde fuerza en ningún momento, y además, con secuencias dignas de prestar atención, como la persecución a la que tres policías someten al celador, a pie por calles y estación de metro, pura adrenalina sin prácticamente diálogos durante algo más de cinco minutos. Brutal.
La historia, de base, es sencilla. Un celador de hospital y su mujer embarazada de siete meses (que por cierto, es Elena Anaya, con más ropa de la que nos tiene acostumbrados) son asaltados en su propia casa, a ella la secuestran y a él le obligan a liberar a un tipo que se encuentra en el hospital donde trabaja, custodiado por la policía, bajo la amenaza de matar a su mujer si no colabora.
Y digo de base, porque luego la cosa se complica, y hay más trama detrás de esa base. Una trama que es puro thriller.
La verdad es que la película me ha encantado. Me ha parecido que está bien rodada, que no pierde fuerza en ningún momento, y además, con secuencias dignas de prestar atención, como la persecución a la que tres policías someten al celador, a pie por calles y estación de metro, pura adrenalina sin prácticamente diálogos durante algo más de cinco minutos. Brutal.