True Blood: Season 4

Soy un fan de las historias vampíricas de la HBO, no lo niego. Llegué tarde a ellas (cuando iban a estrenar la tercera temporada yo empecé a ver la primera) pero me enganché con fuerza desde el principio y me puse al día sin problemas.

Aún no sé si me encanta Sookie Stackhouse o la detesto, depende del momento, pero lo que sí sé sin lugar a dudas es que me decanto más por la vileza de Erik que por la cara de pan de Bill.
En fin, que el sábado terminé con la cuarta temporada y estas son mis impresiones.
Después de un comienzo tan brutal como perturbador, me ha dejado un poco extrañado que no hayan vuelto a tocar (casi) el tema de las hadas. Me quedé con ganas de saber más después de ese inicio y los cabrones se guardaron ese as en la manga.
El devenir de Sookie Stackhouse y sus lios de faldas en esta temporada me han parecido más secundarios que protagonistas, la verdad, y vale que está presente en todos los momentos importantes, que para eso es la prota, pero nunca ha cobrado un papel de fundamental en la trama, con lo que tampoco ha resultado muy molesta. Evidentemente, amé el hecho de que por fin se acercara a ella y comenzaran una historia que, aparte de bonita, me parecía de lo más interesante. Aunque eso sí, los momentos «sueño» que hubo allá por la mitad de temporada me parecieron atroces.
Larga vida a Erik Northman.
Prosigo. Al parecer en los foros, el personaje de Tara no gusta demasiado y cae mal. A mi, qué queréis que os diga, en la primera temporada me daba bastante igual, en la segunda su trama era un coñazo, pero en la tercera me pareció de lo mejorcito, además de descubrirme a una actriz que no sabía que existía, porque creo que aquellas momentos en que estaba secuestrada, temblando de miedo pero intentando simular que estaba feliz para evitar los enfados de su captor demostraban a las claras que se trata de una pedazo de actriz. En esta cuarta temporada su papel ha sido aún más secundario que el de Sookie. Se ha dedicado a pasearse por la temporada de un lado a otro, apareciendo en algunos momentos interesantes, pero sin cobrar verdadera importancia nunca.
Saltaré entonces a Jason stackhouse. Su tercera temporada fue digna de fusilarle con mierda. La parte en que quería meterse a policía fue uno de los mejores gags cómicos, pero todo aquello de los hombres-pantera fue un coñazo de dimensiones máximas. Esta cuarta temporada empieza ahí, y lo cierto es que estuve deseando que se cargaran al personaje hasta que escapó de la barriada y se alejó de la mierda de trama de las panteras. Todo el rollo Jason – Jessica – Hoyt me ha parecido cojonudo (aunque no negaré que me jode un poco por Hoyt, molaba esa relación…), pero cuando más disfruto a Jason es cuando debe acercarse al mundo vampiro, y enfrentarse a sus miedos pero ayudar a la vez a su queridísima hermana.

Al que nunca he soportado y sigue aburriéndome es a Sam. Sus historias me parecen metidas con calzador y sin demasiado interés. Lo mejor que han podido hacer esta temporada es deshacerse de su hermano y juntar a Sam con Alcide. Por cierto, el tipo que hace de Sam me pareció de aplauso cuando está interpretando a su hermano convertido en Sam. Impresionante.
Alcide… bueno, pues como secundario está bien. Sin más.
Luego está Lafayette, que siempre ha sido uno de esos personajes a los que le sienta genial su estatus de secundario importante, con sus apariciones llenas de glamour hortera y su forma de ser que le convertía en uno de los mejores personajes de la serie. La llegada de Jesús fue una gran historia de amor en la tercera temporada. Kevin Alejandro, el actor que interpreta a Jesús, es un gran actor, y ambos subieron un escalafón y se convirtieron en principales en esta cuarta temporada. Y eso supuso la caída en picado de Lafayette. Tanta relevancia no le sentó bien al personaje, que perdió parte de su frescura y su gracia y además acabó cediendo importancia ante un Jesús que acababa robándose la trama para él. Eso sí, Kevin Alejandro seguía estando magnífico.
Aunque una cosa hay que resaltar, y es que la verdadera protagonista de la temporada no ha sido Sookie, ni Tara, ni Jessica ni ninguno de los hombres, sino esa tímida y patética bruja llamada Marnie e interpretada de forma magistral por Fiona Shaw, esa mujer de aspecto débil y patético que conoce a una bruja muerta años atrás, llamada Antonia Gavilán (de Logroño, como constantemente aclaran en la serie) y gracias a la que se hace poseedora de un poder tan enorme que hace aflorar sus ansiedades y deseos largamente reprimidos, convirtiéndola en una gran villana. No sólo nos las ha hecho pasar putas, a nosotros y a todos los vampiros de Bon Temps, sino que además con sus caras, sus muecas y sus cambios de expresión cuando Antonia Gavilán de Logroño se hacía con los mandos… que pedazo de actriz, por dios…
Mención especial para los flashbacks del Logroño medieval. Creo que fui incapaz de entender una sóla frase, y eso que hablaban en español. O eso intentaban, porque vamos, esos pobres actores tenían de español lo que yo de noruego.
Gran temporada, con un final bastante más flojo que años anteriores, aunque demoledor en cuanto a lo que personajes se refiere. Y no quiero dar spoilers así que no diré nada, pero aún sigo impresionado.
Lo que más me gustó de la season final es ese hoyo en el parking. Esa promesa de que Russell Edginton está de vuelta. Esperaré la quinta temporada con ganas, sí señor.

Scream 4

Lo que siempre me ha gustado de la saga Scream es la forma en que utiliza el lenguaje cinematográfico no sólo para burlarse de los tópicos de las películas de terror, sino para trascenderlos y buscar la sorpresa. Scream es, sin duda alguna, la saga metalingüística por excelencia.
En esta cuarta parte, una década y pico después, se habla sobre las continuaciones excesivas (con burla patente a Saw), de cómo esas continuaciones se van volviendo más bizarras, y de la nueva moda en Hollywood por hacer reboots de sus grandes sagas. Y como todo buen reboot, plantan las bases, regresan al estilo original, y lo trastocan.
La verdad es que me ha gustado mucho más de lo que me esperaba. No porque de miedo, porque no da ninguno, pero la historia, las referencias cinematográficas y autoparódicas, y el devenir de la saga me han entretenido lo suficiente como para terminar la película con buen sabor de boca y la pregunta en la mente: ¿Habrá quinta parte?
Por cierto, a mi modo de ver, Neve Campbell no está envejeciendo bien, Courtney Cox está mucho más guapa que hace diez años, David Arquette sigue teniendo la misma cara de tonto, y me ha fascinado ver tanto reparto televisivo apareciendo en la película. Desde Hayden Panettiere, con burla a su personaje en Héroes cuando le dice al friki lo de «tengo poderes», pasando por Mary McDowell (a la que no soy capaz de ver fuera de su presidencial papel en la flota Battlestar Galactica), y por unos cameos cortos pero intensos de Anna Paquin y Verónica Mars… digo, Kristen Bell.

True Blood, season 3 (no spoilers)

El lunes vi la season finale de True Blood. No la comenté entonces porque quería madurarla.
Llegué a True Blood de casualidad hace medio año. Un buen amigo, Eugenio, me había dicho que era fantástica. No debaja de oír buenas cosas sobre ella, pero no sé, a mi la sinopsis me había parecido un coñazo.
Pero casualidades del destino, un día vi la cabecera en youtube. Le di al play con desidia, no lo negaré. La cabecera dura poco, no sé, unos cuarenta segundos. Pero es brutal. Las imágenes, la música, el ritmo… todo en esa cabecera es perfecta. Y yo que creía que no se podían hacer mejores cabeceras después de Dexter.
Así que me dije, «veré el primero». Y lo hice. Empecé con la creencia de que no me gustaría. Anna Paquin nunca ha sido de mi agrado. Hasta aquí. Ahora no es que me agrade, pero ya no me molesta. Y sí, me enganché a True Blood enseguida. Tan enseguida que me ventilé las dos primeras temporadas en apenas semana y media.
Y esperaba con ansia esta tercera temporada.
Terminó el domingo. Y ya todos sabíamos que sería un final abierto, porque firmaron la cuarta temporada antes casi de empezar esta. El final de la primera y la segunda temporada habían sido buenos clifhunger. De esos que te hacen echarte las manos a la cabeza y gritar «¿Qué? ¿Vais a dejarme así hasta el próximo verano, panda de malnacidos?»
El de la tercera temporada no. La verdad, a pesar de que la temporada en sí a mi me ha gustado mucho (tal vez no tanto como las otras, pero sí mucho) el final me ha parecido muuuy flojo. Y sin clifhungers. O sea, ellos lo han intentado, pero yo no me he quedado preocupado por el destino de ningún personaje.

¿Lo mejor de la tercera temporada?

Varias cosas. Por un lado, el Rey de Missisipi. Brutal personaje, magnífico actor, el histrionismo justo, el exceso calculado. Un aplauso. Por otro lado, la trama de Tara en los primeros seis o siete capítulos, cuando mantiene su relación con Franklin. Las expresiones de Tara son geniales. Y también me quedo con Jason Stackhouse, que si bien su segunda parte de la temporada ha sido más flojita, toda la primera parte es genial. Ese personaje es tan, tan, tan idiota… yo me parto con él. Su última frase en el último capítulo, cuando parece que va a decir algo sumamente importante y dice… eso… lo que pude reírme.
Y es que sí, True Blood es una serie que se toma en serio a sí misma al mismo tiempo que sobrepasa todos los límites de lo razonable y lógico, cruzando la barrera del humor de una forma tan curiosa que es digna de estudio. Ese momento entre Bill y Lorena en Missisipi es tan… surrealista… Una serie capaz de mezclarte humor, sexo, sangre, de cruzar líneas que dificilmente se cruzan en otras producciones… la verdad, es admirable.

¿Lo peor de la temporada?
El sabor a poco de la season finale, el sabor a poco de ciertas tramas secundarias (Jessica y Hoyt, por ejemplo), toda la trama de Sam que empieza a ser un personaje aburrido. Ya en la segunda temporada, cuando le alejaron del triángulo amoroso no era muy interesante su trama, pero es que en esta temporada cada vez que salía me daban ganas de darle al flashforward. Creo que rescataría apenas un par de secuencias de su trama en toda esta temporada.
Y bueno, como cosa negativa puedo añadir que QUIERO más papel aún para Erik. Y para Pam. Y para Jessica.
Y aquí lo dejo por hoy.