Cosas que te hacen sentir viejo

No soy muy de reblogear este tipo de cosas, pero esta vez…

Y a vosotros, ¿Que os hace sentiros viejos?

1.- Windows XP fue lanzado hace DIEZ años, en 2001.

2.- El “nuevo” milenio ya ha cumplido más de una década.

3.- Pierce Brosnan actuó la última vez como James Bond hace 9 años.

4.- Ya ha pasado diez años desde el ataque del 11S.

5.- Matrix se estrenó hace 12 años, Keanu Reeves tiene 46 años ahora.

6.- La Madre Teresa y Lady Di ya llevan muertas 14 años.

7.- Macaulay Culkin tiene 30 años ahora. Sólo en Casa se estrenó hace 20 años.

8.- Terminator 2 ha cumplido 20 años. Edward Fulong, que protagonizó el papel del niño John Connor, tiene 33 años ahora.

9.- Sean Connory tiene 80 años y está retirado.

10.- La más joven de las Spice Girls tiene ahora 35 años; el más viejo de los Backstreet Boys, 39; Gwen Stefani tiene 41 años y Madonna, 52.

11.- El primer libro de Harry Potter salió hace 14 años.

12.- La primera temporada de FRIENDS se estrenó hace 17 años.

13.- Los niños nacidos en 1993 legalmente ya pueden beber, conducir y votar este año.

14.- Jurassic Park es más viejo que Justin Bieber.

15.- La canción de culto “Summer of 69″ de Brian Adams fue lanzada hace 26 años.

16.- Niños, que conociste con sus pañales, están subiendo sus fotos en Facebook.

17.- Facebook ya lleva más de 7 años dando vueltas por ahí.

Y estos son los actores de Friends a día de hoy:

PROBLEM?

Libros leídos 2011 (9): Antirresurrección

Libros Leídos en 2011:

1) El Talismán, de Stephen King y Peter Straub
2) Oscura, de Guillermo del Toro y Chuck Hogan
3) Muy pronto seré invencible, de Austin Grossman
4) Cuernos, de Joe Hill
5) El pasaje, de Justin Cronin
6) La búsqueda del grial 1: El castillo de las sombras, de J.H. Brennan
7) Apocalipsis Z 3: La ira de los justos, de Manel Loureiro
8) Nivel 26, de Anthony E. Zuiker y Duane Swierczynski.
9) Antirresurrección, de Juan Ramón Biedma

En apenas cinco días me he ventilado la novela de Juan Ramón Biedma que me compré en la Feria del libro de Madrid (acordaos, que os lo conté) y que el propio Biedma me firmó con un «Para Víctor con un abrazo necrófago, vayan mis zombis por delante».
Biedma es un escritor que me gusta desde que me leyera, hace ya años, El manuscrito de Dios. De pulso firme y narrativa algo más densa de lo que estoy habituado a leer, Biedma domina el arte del misterio y el suspense.
Al principio me costó un poco. Ya lo digo, Biedma suele ser un poco más denso en su forma de escribir respecto a lo que suelo leer, y el comienzo de este «Antirresurrección» es ligeramente inconexo, presentando cuatro o cinco situaciones distintas sin aparente unión entre ellos, lo cual, probablemente, desestabilice a cualquiera.
Pero apenas son unas páginas, el puro principio, y después, Biedma coge ritmo y empieza a acelerar, y de repente, estás sumergido en una Sevilla que sobrevive a duras penas, acuartelada y amurallada, bajo el yugo militar y rodeada de zombies. Y entonces, ya no importa que las tres o cuatro situaciones expuestas no tengan aparente conexión, porque a fin de cuentas sabes que ya la tendrán más adelante, y estás tan enganchado que no piensas detenerte.
Biedma domina el thriller de misterio, y aunque el contexto sea el de una ciudad rodeada de zombis, la novela comienza con un asesinato, el de un niño, y una investigación policial para descubrir quién está detrás del crimen… que evidentemente, sólo es el primero de varios. Y mientras tanto, Biedma te sumerge en una ciudad donde la muerte está tan presente que todos han dejado de temerla, donde los zombis no sólo están fuera, sino que pueden estar dentro en cualquier momento, pues cualquier persona que muere se convierte en uno de ellos y puede convertir el interior de la ciudad en un infierno en cuestión de minutos.
Y nos presenta a varios personajes, que son tan antihéroes que casi asusta. Es imposible que ninguno de los personajes de Antirresurrección te caiga bien, pero acabas uniéndote a ellos en sus cruzadas personales, al detective de vuelta de todo y capaz de sacrificar a cualquiera por sobrevivir (y cuando digo a cualquiera, flipas con las cosas que llega a hacer el muy hijoputa), a la detective yonki, al amortajador que roba y extorsiona a la primera de cambio. No hay lugar para el bien en la Sevilla post-apocalipsis. Las formas, las personas, los lugares que dibuja Biedma con precisión son tan desagradables como sórdidos, un perfecto reflejo de la decadencia de una sociedad acostumbrada a la muerte y la desgracia.
Y mientras tanto, con el acelerador pisado hasta el fondo, la investigación va avanzando.
He disfrutado mucho de esta lectura, sí, pero también es cierto que algunas cosas no me han gustado. Creo que no cierra determinadas lineas. Y no quiero decir nada porque no me gusta hacer spoilers de las novelas que me leo, pero las cosas quedan demasiado abiertas, sin ser una puerta a una secuela. Resuelve el misterio principal, sí, y eso es satisfactorio y está bien, pero me he quedado con la impresión de que había otras cosas, tampoco muchas pero otras que durante las casi trescientas páginas me han tenido igualmente enganchado, que se quedan en el aire. Y el final, tan abrupto y repentino, no me ha acabado de convencer. Pero ahí sí, no es por otra cosa que por gusto personal.
Ah, y que me aspen, pero no entiendo el título. O me he saltado la parte en la que hablaban de eso o no viene a cuento para nada pero quedaba molón.
En general, buena lectura. Biedma sigue estando en la ola para mi.

La legión del Águila

Floja, predecible y tirando a aburridilla. La última de romanos, protagonizada por Channing Tatum (atención que entra fuerte en el ranking de los tíos con mayor cara de palo de la historia del cine) y Jaime Bell, cuenta con Donald Sutherland y Dennis O’Hare en papeles secundarios, o más bien terciarios, y es la historia de un tipo cuyo padre cayó en deshonra al perder la legión que dirigía el mayor emblema romano, el águila a la que hace referencia el título. Obcecado con ese pasado, el tipo emprende un viaje más allá de la frontera romana, acompañado de un esclavo, para recuperarla.
Mal fotografiada, regular interpretada y dirigida con más sosería que arte, la película empieza interesante pero se va diluyendo a medida que pasan los minutos. La última batalla mola, sí, pero para entonces ya estaba aburrido.

Juego de Tronos (Season 1)

La primera vez que oí hablar de Juego de tronos fue en el blog de Sonia, hablando sobre la adaptación que HBO iba a hacer de una conocida saga literaria (conocida por otros porque yo no había oído hablar de ella). No sé qué fue, imagino que su entusiasmo al hablar de la serie, el que estuviera Sean Bean (que me gusta bastante) o que, poco a poco, me fuera dando cuenta de que mucha gente esperaba la serie con ansia… pero lo cierto es que, un par de meses antes de su estreno, yo también la estaba esperando ansiosamente.
Me resultó complicado, pero conseguí no spoilorearme. Llegó el momento del estreno y yo seguía sin saber de qué iba la serie. Y así, virgen, puse el capítulo uno… y según empezó, con esa secuencia nevada y los señores de ojos azules dentro de mi algo se rompió. Me dije «oh, mierda, que va de fantasmitas, va a ser imposible convencer a Cris para que vea esta serie…»
Después vinieron los títulos de crédito, que me parecen brutales, y empieza realmente la historia. Y oye, no sólo Cris está tan o más enganchada que yo, sino que además, voy a comprarme los libros en cuanto regrese de la playa. Me ha encantado. Y como soy de los que piensan a pies juntillas que un libro SIEMPRE es mejor que una película, entonces creo que gozaré con la lectura.
El caso, que he leído por ahí que la serie empezó mal, con altibajos, flojeando… cosas así. Bueno, tal vez para los que fueran fans de los libros les pasó algo así, no lo sé, pero desde luego, yo me enganché desde el primer momento y disfruté como un enano (con perdón para Tyrion). Es cierto que en más de una ocasión me perdía con los nombres (e incluso hacia el final de la serie, cuando hablan de los herederos al trono, siempre confundía a Stannis y a Renly) y que algunas de las conversaciones están metidas para dar contexto o historia, pero me parece que la serie está magníficamente hecha, y la trama es terriblemente adictiva.
Y va de menos a más. Porque los primeros capítulos son interesantes, pero en la recta final, cada vez que acababa un capítulo me descubría a mi mismo con la boca abierta y mirando a la tele con cara de imbécil.
Se nota que está basada en una saga de libros porque la trama está perfectamente sujeta y avanza a buen ritmo. Pero sobre todo, y debo destacarlo, me he maravillado enamorándome de muchos de los personajes (perfectamente interpretados todos ellos, y siento discrepar con los que piensan que Mark Addy sobreactuó al Rey Baratheon porque creo que su interpretación tenía que ser la de un hombre dado a los excesos, no sólo mentales sino físicos, y construyó un personaje que es todo exceso. Para mi, brutal, la verdad).
Sean Bean haciendo de Eddard Stark era un valor fijo, por supuesto. Y todos los que interpretan a sus hijos e hijas creo que están escogidos de forma acertada. Es evidente que Arya Stark es una de mis personajes favoritos, al igual que es evidente que llegas a detestar la candida idiotez de Sansa Stark (aunque esa secuencia final junto a Joffrey, mirándole la espalda, es digna de alabar. La forma en la que han demacrado la cara de la niña en la última parte de la serie es admirable). Y John Snow, que bueno, de momento me tiene un poco intrigada su línea de trama, pero me parece que tiene muchísimo potencial. Me gustaría saber más sobre El Muro…

Que Lena Headey salga en la serie es otro valor seguro. Se me hace rarísimo verla de rubia, pero sigue encantándome. Me parece preciosa. Y su Cersei Lannister es tan hermosa como hija de puta. Y la he odiado durante toda la temporada, pero la verdad, es que no la he odiado ni la mitad que a su hijo Joffrey o a su hermano el Matarreyes. Que familia más despreciable… a excepción de Tyrion, que es uno de mis personajes favoritos de la saga, al menos por el momento. Y qué bien interpretado está por Peter Dinklage.
Esta serie nos ha permitido descubrir a Emilia Clarke, una mujer preciosa a la vista y con un papel que, a mi juicio, es el más complicado de toda la serie, y sin embargo, ella lo salva como si fuera fácil. Su arco de trama ha sido interesante, y creo que su final ha sido magnífico. Es una de las cosas que más me apetece ver cómo continúan, desde luego.
En definitiva, la serie ha estado llena de personajes geniales. Hasta el gordo de la guardia negra que se hace amigo de John Snow me parece entrañable. Y Ian Glenn, siempre acompañando a Daenerys. Pero también ha tenido personajes despreciables, o incluso simplemente extraños, porque anda que la tipa del Nido de Águilas y su hijo, al que amamanta en la primera secuencia que aparecen… son… tan… jodidamente… raros…
Y ha habido miles de secuencias memorables, momentos brutales que se clavan en las retinas. La mayoría no los puedo mencionar, porque sería hablar de spoilers, pero amé cada momento en que Arya salía con su maestro de esgrima (que gran personaje, por cierto), y me pareció impresionante la secuencia en la que Meñique se sincera ante la cámara mientras, a su espalda, dos prostitutas se follan entre sí. Impresionante.
En definitiva, ya digo que esta crítica viene de alguien que no conocía el libro y sólo juzga la serie, sé que mi juicio es muy positivo, pero es que el sabor de boca que la serie me ha dejado es ese, el de un buen producto, bien hecho y bien empaquetado. Con sus fallos, sí, pero sinceramente, he disfrutado tanto que me da igual que algún decorado cantara la traviata.
Diez capítulos me han sabido a MUY POCO.

Priest

Priest, conocida aquí como «El sicario de Dios», es una patata. Creo que nadie puede negar eso. Ahora bien, las patatas pueden ser aburridas o entretenidas, y eso depende más de uno mismo y sus gustos y filias que de parámetros objetivos y clasificables. En realidad, esto que acabo de decir es aplicable tanto a las patatas como a las grandes obras fílmicas. Por esta razón a algunos les parecen maravillosas Ciudadano Kane o Lo que el viento se llevó, y otros prefieren Transformers.
El caso, que si distinguimos entre buena o mala película desde aspectos fílmicos, evidentemente Priest es una patata. ¿Por qué? Pues mira, porque el guión es regulero, la fotografía es regulera, los efectos viajan entre lo interesante y lo videojuego de los ochenta, los actores se defienden… algunos, y en general, no hay nada que destaque.
Ahora bien, como producto de entretenimiento, es otro cantar. Puedo entender que a mucha gente le haya parecido horrenda. A mi es que me encantan las películas post-apocalípticas. Me encantan las pelis de vampiros (Crepúsculos aparte). Me encantan los western. Me encantan las películas que se inventan una mitología, y más si es retro.
Coño, y Priest tiene de todo eso. Es un film de vampiros post-apocalíptico con tintes de western retro-modernuqui. Esos aires a Mad Max. Esos aires a peli de vaqueros. Ese tren…
Coño, que me entretuvo.
Se acabó la película y cayó al fondo de mi cerebro, ese lugar donde, dentro de unos años no recordaré más que cosas básicas, sí… pero mientras la veía, estaba totalmente entregado.

Valor de ley

Anoche vi True Grit, traducida en España como «Valor de Ley», la película de los Cohen que compitió por los Oscars en la ultima edición. Vaya por delante que no he visto la versión de John Wayne en la que está basada, así que mi opinión es únicamente sobre esta versión.
Me ha parecido un peliculón con mayúsculas. No sólo está maravillosamente rodada y fotografiada, sino que además, cada uno de los actores está digno de alabanza. Tanto Jeff Bridges, con su Marshall borrachín y malencarado, como ese Matt Damon casi irreconocible que borda al Ranger que interpreta, el siempre eficaz Josh Brolin, ejerciendo aquí de villano de la función, e incluso Barry Pepper, que como siempre, le toca la parte pequeña de la película, pero hace de su Lucky Ned un personaje con aristas y brillante.
Mención aparte para la niña, que es la auténtica protagonista y que, con su deslenguada forma de ser se gana cada minuto que aparece en pantalla.
Un gran Western, con sus dosis de película del Oeste pero también con pizcas de humor, pero sobre todo, sobre todo, una gran película.
Cine con mayúsculas.

Libros leídos 2011 (8): Nivel 26

Libros Leídos en 2011:

1) El Talismán, de Stephen King y Peter Straub
2) Oscura, de Guillermo del Toro y Chuck Hogan
3) Muy pronto seré invencible, de Austin Grossman
4) Cuernos, de Joe Hill
5) El pasaje, de Justin Cronin
6) La búsqueda del grial 1: El castillo de las sombras, de J.H. Brennan
7) Apocalipsis Z 3: La ira de los justos, de Manel Loureiro
8) Nivel 26, de Anthony E. Zuiker y Duane Swierczynski.

Del creador de CSI llega la primera novela que cruza el umbral del papel. Eso reza la publicidad, basándose en que está escrita por la mente detrás de la serie de investigadores policiales y por que, a lo largo de la novela, van apareciendo claves que, al introducirlas en la web de la novela te dan acceso a unos videos que complementan al libro.
Así que… vayamos por partes.
Nivel 26 narra la historia de un asesino tan brutal que se encuentra por encima de los índices clasificatorios utilizados por las agencias de todo el mundo. Es el asesino más brutal que jamás haya existido, capaz de matar a cualquiera, en cualquier lugar, sin dejar ningún rastro, y con una brutalidad sin precedentes. Nos cuenta su historia y la del hombre obsesionado con capturarle.
Como novela, debo decir que la trama tiene altibajos. A ratos es muy interesante y a ratos es sosa. Pero bueno, en general, está bien llevada. Eso respecto a la trama, porque si nos ponemos a estudiar la calidad como escritor del señor Zuiker, entonces la cosa se viene abajo. Ya no es sólo que sea bastante flojo, si no que además, divide por capítulos de la forma más extraña que he visto en mi vida. O sea: sin sentido.
Lo juro. Parece que ha tomado la decisión de que los capítulos no tengan más de dos páginas, y cuando un capítulo lleva página y media, pone un punto y salta a otra página porque sí, independientemente de si realmente cambia de escenario o no, porque a veces, dentro de un capítulo hay cambios de localizaciones, y en otras ocasiones, un capítulo termina y el siguiente empieza continuando exáctamente donde el anterior lo ha dejado.
La sensación que me daba todo eso era de estar leyendo una novela escrita por alguien que no sabe escribir novelas.
Pero como digo, la trama es interesante.
Eso sí, hay que tener estómago, porque se ve que el señor Zuiker ha echado aquí todo lo que la CBS no le debe permitir mostrar en su serie de televisión. La descripción de los crímenes de Sqweegel (que así se llama el asesino) es tan detallada y tan atroz que es dificil no imaginárselos. Y en algunos casos, roza lo gore. Incluso, se sumerge en ello.
Y como ya os he explicado, la novela «traspasa el umbral del papel». La verdad, es que aunque la idea pueda resultar novedosa, al final acaba siendo hasta molesto tener que acudir al ordenador a mirar uno de los dichosos videos. Sobre todo cuando uno lee en la cama, como yo, o tirado en el cesped, o el metro, o lo que sea. Además, a pesar de contar con un reparto bastante interesante (y sorprendente teniendo en cuenta que se trata de un libro), los videos dejan bastante que desear. Primero, porque la calidad es bastante regulera, segundo porque en apenas tres o cuatro ocasiones tienen verdadero interés para la historia (eso sí, todos y cada uno de ellos acaban mostrándotelos también en la novela más adelante, exceptuando el último, el cual, si no lo ves, no sabes como termina la cosa), y tercero, porque todos los demás son bastante chorras.
El reparto, para que no os quedéis con las dudas. El prota no sé quien es, aunque me suena, pero en papeles secundarios están Michael Ironside (¡¡¡sigue vivo!!!), Kevin Weisman (el tipo bajito que inventaba artilugios extraños para uso exclusivo de Sidney Bristow en Alias) y Glen Morshover (el Aron Pierce de 24).
La idea de traspasar el umbral del papel es interesante, no lo niego. Pero también creo que se puede aprovechar mucho mejor que en esta ocasión.

Falling Skies

Que vaya por delante que de momento sólo he visto el primer capítulo de la nueva serie de Spielberg… aún es pronto para dar una opinión válida, pero quería dejar por escrito mis impresiones y dentro de unas semanas, cuando lleve unos cuantos capítulos más a la espalda, volver a visitar este post y opinar…
Por un lado, Falling Skies tiene aquello que le faltaba a la nueva versión de V, o sea, una resistencia real, muchos seres humanos luchando por sobrevivir a una invasión alienígena real, que se muestra como verdadera enemiga y está más que presente, desde el primer momento.
Por otro lado, y como esto es marca Spielberg tampoco me extraña, a Falling Skies también le sobra algo, y es ese ñoñismo spielbergiano pseudo-familiar y buenrrollista. No sé, como que las ideas de «revolución», «guerra de guerrillas» y «resistencia» no cuajan bien con eso. Y visto el primer capítulo, me ha faltado ver correr sangre.
Que sí, que está guay planteada, que tiene acción, que los efectos molan y que plantea la mitología propia de una serie desde el primer momento, pero en una serie sobre humanos resistiendo ante los invasores debe haber sangre y secundarios que mueren. Y si se puede, algún que otro protagonista también, aunque esos queda mejor que caigan más avanzada la trama.
En fin, otra cosa que no me ha quedado clara después del primer capítulo es… ¿esto es seriado o capitular? Porque si es capitular va a ser una cagada. Esa es mi opinión, claro. Ya veremos.
Y por cierto, ayer terminé con guerra de tronos. Tengo que dedicarle un post porque la verdad, me ha encantado. Y la he podido disfrutar sin ningún tipo de spoiler, cosa dificil para quien sigue varios blogs de gente obsesionado con la saga de los tronos… 🙂

Paul

¿Una película sobre dos frikis que se encuentran con un alienígena recién fugado del Area 51 y deben ayudarle a regresar a su planeta? Es imposible que una película así sea mala. Y si encima añades un caracter completamente maleducado y altivo al extraterrestre y unas cuantas situaciones divertidas e imprevistas, y culminas el pastel con unos secundarios tan extravagantes como hilarantes (lo mejor, de lejos, los dos agentes del FBI que son más raros que un perro verde) pues tienes una película lo suficientemente entretenida como para pasar un buen rato y soltar alguna carcajada.
Al menos yo me lo pasé bien viéndola.

Drive Angry versus I am number Four

Película macarra como pocas he visto. Muy macarra. Y con unos efectos digitales que te hacen tener ganas de pegarle patadas al televisor. Y Nicolas Cage, de nuevo, con una peluca de esas que hacen que te sangren los ojos o te entre la risa tonta continua. Ahora, no sé por qué, pero tiene partes que son entretenidas. Sobre todo cuando aparece William Fitchner, que sigue siendo un actorazo le pese a quien le pese y por mucho que siga siendo secundario.
De todas formas, lo mejor de la película es deleitarse la vista con Amber Heard. Preciosa la chica.
Por lo demás… poca cosa fílmica.

Película adolescente sobre niño extraterrestre camuflado entre los humanos y al que persiguen otros alienígenas malvados para matarle. Evidentemente, el adolescente extraterrestre protagonista se niega a ocultarse y decide ir al instituto, donde, vaya, vaya, se enamora de la guapa de turno (Quinn la de Glee) y se enfrenta a los guays del instituto para defender al nerd de turno. Topicazos de instituto para una primera parte de la película que es más tonta que meter los dedos en el enchufe para ver si hay corriente.
El caso es que cuando los malos llegan al pueblo donde se ocultan los buenos y empieza la verdadera batalla, la película pega un brinco hacia arriba, de repente parece otro producto y tiene bastante más interés. Para entonces es imposible olvidar que la trama ha girado sobre bobadas de instituto sin la menor gracia ni novedad, pero durante toda esa pelea final (que la verdad, está magníficamente rodada y con unos efectos digitales más que dignos) a uno no le queda otra que preguntarse qué habrían conseguido si en lugar de esa primera parte tan estúpida se hubieran planteado una primera parte adulta e interesante.
En fin, se basa en una saga de novelas juveniles, así que imagino que es lo que hay. Pero es una verdadera pena porque la parte final mola y mucho.
Lo mejor de la película… que aparezca Timothy Olyphant, grandioso como siempre, aunque se me hizo muy, muy, muy raro verle sin su sombrero y estilo cowboy de Rayland Givens…