Temporadas

Tal como ha hecho McGuffin, citaré diez temporadas de series que me han hecho flipar de una u otra manera. Diez hitos televisivos que llevo conmigo por haberme marcado de una u otra manera.

1) La 5ª Temporada de 24. Donde Jack Bauer fue volviéndose cada vez más oscuro, donde tuvimos que despedir a varios de los personajes que habían estado con nosotros desde el principio y donde la trama alcanzó cotas inigualables… para rematarse con ESE final.

2) La 1ª Temporada de Prison Break. Porque supo contar de forma magnífica esa fuga imposible, con unos personajes geniales y de la cual sólo borraría el capítulo flashback, abominable. Y sí, soy un férreo defensor de la segunda temporada, que me encantó, pero la primera es la primera.

3) La 3ª temporada de Breaking Bad. Walter White y Jesse Pinkman contra las grandes corporaciones de la droga. Magnífica. Aunque sólo fuera por el videoclip de Heissenberg ya vale la pena. Y por el capítulo de Hank en el coche…

4) La 2ª de Justified. Timothy Oliphant es un grande, sin duda. Y aquí tuvo a Margo Martindale como némesis en una temporada que tuvo su mejor acierto en una mayor serialización.

5) La 3ª de Sons of Anarchy. Brutal desde el principio hasta ese game-changer que fue el final de temporada. Y sí, la parte irlandesa no estaba hilada a la perfección, pero la temporada en sí fue genial.

6) La 2ª de Community. Tantas idas de olla y tanto frikismo en veintitantos capítulos maravillosos. Y guerra de paintball.

7) La 3ª de Fringe. Porque dos Olivias siempre son mejor que una.

8) La 2ª de Perdidos. A mí es que toda la trama del botón me cautivó. Al igual que aquel juego de «soy bueno»-«soy malo» que se trajeron con Ben Linus. Y me ha costado decidirme, porque la quinta tuvo «The Constant», que probablemente sea de lo mejorcito que he visto en series, pero me voy a quedar con la segunda. Cuando Los Otros le dijeron a Jack aquello de «Aquí hay una línea y si la cruzáis iremos a la guerra» a mi se me pusieron los pelos como escarpias. Y además, salía Michelle Rodriguez.

9) La 2ª de Cómo conocí a vuestra madre. Ir al centro comercial nunca fue tan divertido.

10) La 1ª temporada de Verónica Mars. Una de las mejores y más infravaloradas series de esta década. Su mezcla de humor friki, trama teen y misterio fue de lo más estimulante. Y Kristen Bell estaba magnífica como Verónica Mars, la verdad. Aún me duele que la cancelaran.

Y sí, no he puesto Friends, pero porque me costaría decir una temporada. En mi cabeza están todas mezcladas y son todas geniales. Lo mismo me pasa con Los Simpsons, que las mezclo todas, aunque aquí es por culpa de Antena 3.

Vigila quien llama

Cuando estrenaron Scream 4 en el cine levanté la mano cual alumno educado y anuncié solemnemente que quería verla. Cris me miró con una ceja enarcada y me dijo que ella no había visto ninguna de las otras tres.

Quedé patidifuso. Me sobrepuse y decidí que veríamos la trilogía juntos para abrir boca y ver la cuarta después. Ayer vimos Scream 3, cerrando la trilogía inicial. En días venideros veremos la cuarta, pero de momento, aquí va mi opinión sobre esta re-visión que he hecho sobre la saga.

Sigo pensando que Scream 1 es una gran película de asesinos de adolescentes, sobre todo porque rompió moldes en aquel momento, todo gracias a la frescura del guión pergeñado por Kevin Williamson y a las múltiples referencias fímicas que contenía. Recuerdo que aquí en España la tradujeron como «Vigila quien llama», un título absurdo a añadir a la lista de traducciones de películas ridículas y que nadie utilizó jamás. La película fue conocida como Scream y punto.

El caso, que vista ahora, toda la parte inicial resulta un poco… demasiado infantil. Sobre todo por la relación entre Neve Campbell y Skeet Ulrich, con esa cursilería americanoide del no tener sexo y querer tenerlo que hace que los diálogos suenen hoy desfasadísimos. Tal vez ya sonaban así en su momento, pero la vi con 16 o 17 años y no me sonaron tan horrendos entonces.

Pero es una peli con fuerza, y sigue resaltando por su ingenio a la hora de desvelar el misterio y la identidad del «asesino». Brutal giro de guión que fue lo que encumbró a Scream al podio del cine del terror adolescente y que aún hoy sigue sorprendiendo por su ingenio.

La siguiente fue Scream 2. Recuerdo que en su momento, perdida la capacidad de sorprender al ser una secuela, me gustó menos que la primera pero aún me pareció entretenida. Vista hoy me ha resultado incluso mejor que la primera, exceptuando el hecho de que el giro final nunca será tan impactante como lo fue el de la primera. Pero como película es más redonda, algo más elaborada, y las referencias cinéfilas y metalingüísticas son fantásticas. Y además sale Tymothy Oliphant, taaan joven, taaan alejado de Rayland Givens…

Y por último, vista ayer, Scream 3. La tercera parte de la saga era, en principio, el final. Y así fue hasta que decidieron resucitarla este año, en realidad. Aquí, el nivel de referencias cinematográficas y autoparódicas raya el paroxismo, pero sigue siendo lo mejor de la película. Se produce un cambio de poder, Neve Campbell deja de ser la protagonista absoluta y cede el espacio al duo cómico formado por Courtney Cox y David Arquette. Courtney Cox que va siempre acompañada de esa referencia absurda a sí misma que es la Gale Weathers de Puñalada 3. Como he dicho, todo ese juego sobre el cine dentro del cine y la película sobre lo que ya hemos visto mil veces es lo mejor de Scream.Ah, y el regreso en forma de testamento audiovisual del hombre que tiene todas las respuestas sobre las sagas cinematográficas y que, aquí, da la clave para hacerle frente al capítulo final de una trilogía.

Recuerdo que, en su momento, Scream 3 me pareció una basura. Hoy no me ha parecido tan mala. Sí, es floja, la más floja de las tres, pero desde luego, no me ha parecido una basura.

Tengo ganas de enfrentarme con la cuarta. Y volver a verle la cara al asesino con la máscara más chorra de los últimos años. Y ya os diré lo que pienso…

Drive Angry versus I am number Four

Película macarra como pocas he visto. Muy macarra. Y con unos efectos digitales que te hacen tener ganas de pegarle patadas al televisor. Y Nicolas Cage, de nuevo, con una peluca de esas que hacen que te sangren los ojos o te entre la risa tonta continua. Ahora, no sé por qué, pero tiene partes que son entretenidas. Sobre todo cuando aparece William Fitchner, que sigue siendo un actorazo le pese a quien le pese y por mucho que siga siendo secundario.
De todas formas, lo mejor de la película es deleitarse la vista con Amber Heard. Preciosa la chica.
Por lo demás… poca cosa fílmica.

Película adolescente sobre niño extraterrestre camuflado entre los humanos y al que persiguen otros alienígenas malvados para matarle. Evidentemente, el adolescente extraterrestre protagonista se niega a ocultarse y decide ir al instituto, donde, vaya, vaya, se enamora de la guapa de turno (Quinn la de Glee) y se enfrenta a los guays del instituto para defender al nerd de turno. Topicazos de instituto para una primera parte de la película que es más tonta que meter los dedos en el enchufe para ver si hay corriente.
El caso es que cuando los malos llegan al pueblo donde se ocultan los buenos y empieza la verdadera batalla, la película pega un brinco hacia arriba, de repente parece otro producto y tiene bastante más interés. Para entonces es imposible olvidar que la trama ha girado sobre bobadas de instituto sin la menor gracia ni novedad, pero durante toda esa pelea final (que la verdad, está magníficamente rodada y con unos efectos digitales más que dignos) a uno no le queda otra que preguntarse qué habrían conseguido si en lugar de esa primera parte tan estúpida se hubieran planteado una primera parte adulta e interesante.
En fin, se basa en una saga de novelas juveniles, así que imagino que es lo que hay. Pero es una verdadera pena porque la parte final mola y mucho.
Lo mejor de la película… que aparezca Timothy Olyphant, grandioso como siempre, aunque se me hizo muy, muy, muy raro verle sin su sombrero y estilo cowboy de Rayland Givens…

Justified

Impresionante serie emitida por el canal FX, el mismo de The shield y Sons of anarchy. Justified se erige en la programación americana como un western actual y sale realmente victoriosa con su primera, y muy potente, temporada.
Siguiendo el mismo esquema que muchas de las series de canales de pago, como las ya citadas The shield, Sons of anarchy o Dexter, Justified comienza su andadura de forma que parece ser una serie capitular, con casos que empiezan y finalizan en el mismo capítulo, pero apenas cuando lleva cinco, te das cuenta de que por detrás existe una trama que va cogiendo carrerilla y que ocupa el cien por cien de la serie en su recta final.
Es un western, como ya he dicho, pero además, es un western con todas las de la ley. No sólo porque el protagonista lleve un sombrero de cowboy y se mueva como Clint Eastwood (por cierto, Timothy Oliphant está IMPRESIONANTE), sino porque deliberadamente buscan ese tono del salvaje Oeste. La primera secuencia de la serie es toda una declaración de intenciones. Un duelo al sol en lo alto de una azotea en Miami. Impresionante secuencia. Creo que es imposible ver esa secuencia y después dejar Justified a un lado.
Pero no acaba ahí la cosa. A lo largo de la temporada tendremos todos los elementos característicos de los westerns. Duelos de pistola, tiroteos con escopetas, damiselas en peligro, e incluso un asedio a una cabaña en un acojonante último capítulo.
Detrás del proyecto tenemos a un Elmore Leonard que sienta las bases de la novela negra y crea una trama que sorprende en más de una ocasión ante giros bien planteados y que no desubican ni alarman porque resultan coherentes. Pero sobre todo, ha construído una historia en torno a unos personajes fantásticamente creados.
Para empezar, el marshall Rayland, genialmente interpretado por Oliphant, un hombre de gatillo fácil capaz de desenfundar más rapido que Lucky Luck, de caracter pausado y andares de tipo duro. Rayland es destinado a Kentucky tras el tiroteo inicial como medida de castigo, y allí se reencontrará con la gente que pobló su infancia. Desde su ex-mujer, que le abandonó para irse con un agente de bienes raices, hasta la chica que estuvo enamorada de él durante su juventud, pasando por su padre, al que detesta por haber estado siempre envuelto en asuntos turbios y que dará más de un quebradero de cabeza… y después, el clan de los Bowder…
Boyd Bowder es probablemente uno de los mejores personajes de la serie, junto al marshall Rayland. Es un personaje histrionico que sufre una transformación tan brutal a lo largo de los trece capítulos, que la mayoría del tiempo te la pasas preguntándote qué parte es real y qué parte es falsa.
Recomiendo encarecidamente esta serie. No sólo tiene una calidad técnica altísima, sino que también tiene una trama muy interesante. Y aunque sólo sea para disfrutar de la actuación de Timothy Oliphant ya valdría la pena.