Una noche para la historia

Teniendo en cuenta que había gente acampando a las puertas de las tiendas que iban a abrir a las doce de la noche para vender en exclusiva las entradas de Héroes del Silencio, se me hizo una locura intentarlo en la tienda y aposté por el cajero.
A las diez de la noche, la situación era dantesca. Decenas de personas haciendo cola en los diversos cajeros de Ibercaja, a la espera de la medianoche, para comprar su dichosa entrada.
Ocurrió lo inevitable. Y es que lo que no me explico es que, si no tienes un sistema capaz de resistir la esperada e inevitable avalancha que se va a desencadenar, ¿para qué pones a la venta nada en tu sistema? Pues eso, que a las doce en punto, en todos los cajeros de ibercaja de españa, alguien metía su tarjeta de crédito con la esperanza de comprar su entrada… y el sistema colapsó.
Poco a poco, la gente fue dándose por vencida. Pasamos de estar en el puesto quince de la cola a estar los primeros en cuestión de dos horas y media. Las 2:30, un frío de pelotas, de noche en Madrid, y probando una y otra vez en el cajero, la maldita tarjeta, y una y otra vez el mensaje de error, sistema sobrecargado.
Nos dividimos, a la desesperada. En Sun Records iban a abrir a las diez de la mañana y tenían a la venta quinientas entradas. Uno de nosotros se lanza para allá mientras el otro continúa probando en el cajero, una y otra vez. ¿Cuántas veces puede meterse la tarjeta en la ranura en cuestión de una hora?
En Sun Records la situación no era mucho mejor. Había cola, había sacos de dormir, había mantas, había cartones para paliar el frío, uno se hace amigo de los desconocidos, hay buen rollo, charlas amenas, risas y bromas con la situación de la vivienda para los jóvenes que esa noche dormíamos en la calle, todos apretados, porque ni las mantas ni los cartones nos libraban del todo del frío.
A las seis y media de la mañana, el sistema de cajeros se liberó, apenas un poco, pero lo justo para que consiguiéramos nuestras entradas. Abandonamos Sun Records, abandonamos Ibercaja, y nos vamos a casa, como quien vuelve de una noche de fiesta, casi amaneciendo, un frío de pelotas, pero con la entrada a buen recaudo en el bolsillo.
12 de Octubre, Zaragoza, Héroes del Silencio.
Allí estaré.

Sideria

Dentro de unos años, cuando me encuentre sobre la tarima de alguna gala recogiendo el premio al mejor director, tendré que echar la memoria atrás recordar y agradecer a toda esa gente que me ha acompañado y apoyado desde el principio en mi viaje de aprendizaje cinematográfico… y han sido muchos.
Uno de ellos es Manuel Bernet, que hasta la fecha ha compuesto 6 bandas sonoras para obras mías, a cada cual mejor que la anterior (y que conste que una de sus canciones a la que yo más aprecio le guardo ni siquiera llegó a aparecer en el corto para el que estaba hecha. Hablo de Requiem por Leire, que iba a aparecer en El club y fue la única melodía que se quedó fuera).
No puedo esconder la admiración que siento por el sevillano, porque siempre ha sido así, y aún guardo con cariño la cinta de casete de Babilonia, el grupo al que pertenecía hace años. Y aún la pongo de vez en cuando.
Y ahora, llega Sideria:
Ricardo «Richard» Becerril – Guitarras y voces
Manuel Bernet – Teclados y voz principal
Dani Bernet – Bajo y voces
Loren Márquez – Batería
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Estos cuatro elementos han formado una banda que ya empieza a rodar por los escenarios y cuya maqueta (de la cual se pueden escuchar cuatro temas en su página web) muestra un sonido prometedor, entre el pop y el rock.
Desde luego, mi recomendación es que gastéis unos minutos en entrar en la web, escuchar alguna canción y descargaros la maqueta del emule con el objetivo de disfrutarla y difundirla por los siete mares. Pensad que cuando sean famosos podréis presumir de que vosotros ayudasteis a su expansión.
Además, se lo merecen.

Peliculón

Con semejante trailer a uno le entran ganas de ver Dead or Alive, pero no en cualquier momento, sino aprovechando una de esas tardes en las que lo que quieres es que tu mente trabaje lo menos posible, y si puede ser, alegrarte la vista.
Oye, vista así, Dead or Alive es un peliculón.
Vamos a ver, coges a un director chino, o japones o coreano, vete tu a saber, que en inglés sólo ha rodado una película (The transporter) que era una buena peli de verdad, y le pones a hacer esta mierda. ¿Cómo coño ha pasado de una a otra? Adri, por favor, iluminanos.
Seguimos, director de casting dice «ok, voy a coger a cuatro cachondas y les voy a preguntar si quieren ser objeto de masturbaciones adolescentes infinitas», de esa manera las que acepten saben que habrá vestuario escaso, bikinis, y mucho enfoque a culos y tetas. Eso sí, sin mostrar ni siquiera la sombra de un pezón, no sea que la censura nos corte la peli.
La música, de oscar. Increible. Sin palabras.
El montaje digno de… no sé, de algo.
Y el mejor, el tipo que editó los efectos de sonido, que yo creo que estaba borracho.
No sé, yo creo que si vas a hacer una peli como esta, basada en un videojuego de lucha, además de las cachondas debes plantearte la idea de que las peleas tienen que ser la ostia. Pero no. El tratamiento de la violencia es patético. De hecho, es que no hay violencia. Las peleas dan risa. Aunque una cosa no se le puede negar al director: el tipo es honesto y desde el primer minuto va a lo que va: a mostrar cuanta más carne le permita la censura mejor. ¿Y a quién le importan las peleas si hay carne de por medio?
En fin… Una película para ver una tarde de domingo con palomitas. O así.

Hijo de los hombres

Con retraso, porque intenté verla en el cine en su momento, por fin he conseguido ver Hijo de los hombres, la fábula futurista de Cuarón.
La idea de base de la película es muy buena. Los seres humanos se han vuelto estériles y el mundo está al borde de la extinción y en medio del caos. 18 años después del último nacimiento, una mujer logra quedarse embarazada, y un hombre tendrá que escoltarla a través de una Inglaterra sumida en el desorden y la guerra civil para salvaguardar la última esperanza de la raza humana.
Clive Owen hace de Clive Owen, pero algo más comedido. Lo cual es bueno. El tipo está correcto. Lo hace bien. Michael Caine está fantástico en su papel de Hippie aficionado al cultivo de marihuana. Y Julianne Moore… bueno, no quiero desvelar la sorpresa.
La peli es rara. Sí, porque su estilo visual es en ocasiones demasiado cercano a lo realista, hasta el punto de que choca. Está muy bien rodada, porque ese estilo hace que uno se sumerja de lleno en la historia y la viva junto a los personajes, sufriendo con ellos la tensión de la persecución a la que son sometidos. Eso sí, uno no llega a encariñarse con ninguno de ellos demasiado, quizá debido a ese mismo estilo. En ocasiones los personajes llegan y se van de tal manera que uno no puede sentir nada por ellos.
Pero lo mejor de la película es Cuarón. Su forma de dirigir es sencillamente brillante, y me sorprende que no esté nominada a casi nada. Hay varios planos secuencia que son increíbles, pero sobre todo dos de ellos, que son largos y alucinantes por todo lo que suponen. Uno de ellos es la emboscada que sufren al incio del viaje, vivida desde dentro del coche, y que es sencillamente brillante. El otro, con cámara en steady, es casi al final, con Clive Owen en medio de un guerra civil y cientos de tipos disparándose unos a otros mientras Owen corre y trata de ocultarse, con estallidos de bombas, muertos… yo no podía dejar de mirar con la boca abierta y preguntándome cuántas veces habrían ensayado ese plano. Increíble. Es cierto que en algunos momentos ese mismo estilo de planos largos pueden hacerse lentos, pero durante la mayor parte del tiempo, la película guarda un ritmo bastante bueno.
A mí me ha gustado.

Séptima hora

Pues sí, el reloj avanza inexorable, y la sexta temporada de 24 va ya por la séptima hora. Y cada vez me deja con la boca más abierta. No hay palabras para definir el camino que está tomando esta serie. Es absolutamente increíble.
Sin palabras.

Oz

Otra de esas maravillas a descubrir: Oz, una serie de HBO que en EEUU ya lleva cinco o seis temporadas. A mí me la dejaron por casualidad, la primera, y a mitad del primer capítulo puedo decir que ya estaba enganchado.
¿Qué es Oz? La serie cuenta la historia de «Ciudad esmeralda», un ala de la prisión Oswald donde se mezclan presos de todas las razas y culturas dirigida por un psicólogo que pretende instaurar un modelo de cárcel donde los presos puedan reinsertarse en la sociedad al terminar su condena. Pero claro, si mezclas a tanta gente distinta, lo lógico es que los conflictos no tarden en estallar.
La serie es narrada por uno de los presos, al que los aficionados a series reconocerán por ser el Michael de Lost, aunque aquí con melena, rastas y silla de ruedas. Y probablemente uno de los aciertos de Oz es su peculiar estilo a la hora de narrar las historias. Y es que en un sólo capítulo puede empezar contándote algo, pero a los cinco minutos se cruzará otro personaje en el camino y seguirá con su historia, para ir saltando de unos a otros en aparente caos, sólo aparente, porque la serie tiene mucha más coherencia de la que parece. Y en esta serie uno no puede respirar tranquilo ni un segundo, cualquiera de los personajes puede caer, y lo cierto es que caen como moscas. Y a cada uno que cae y que tu crees que es malvado, llega otro que es peor. En los siete capítulos que he visto me he encariñado de seis personajes y ya han muerto cinco de ellos.
Yo de momento estoy terminando la primera temporada, pero puedo asegurar que veré las demás. Son cortas además, temporadas de ocho capítulos de una hora de duración.
Un consejo, si podéis, gastad un poco de vuestro tiempo en verla, porque vale la pena. Es una serie llena de ironías de la vida (véase la historia de Beecher y Sullivan), buenas tramas, buenos guiones, buenos actores (y muchos, porque ya digo que van cayendo como moscas y son sustituidos por otros) y una puesta en escena muy atractiva… uno termina enamorándose de esa especie de performances que hacen con el narrador…

Apocalypto

He visto Apocalypto. Y me ha dejado un muy buen sabor de boca. Me ha parecido una muy buena película. Y, vamos a ver, ¿De dónde se saca la gente que es una película hiper violenta? Porque vamos, hay sangre pero tampoco en exceso ni de una manera desagradable. Yo que sé, igual querían que las batallas fueran de cosquillas también…
En fin, Mel Gibson narra con fuerza y ritmo una película que está claramente dividida en dos partes. En la primera, nos introduce poco a poco en la cultura y el modo de vida de los indígenas y de los mayas. Y lo hace paseándote sin que te des cuenta a través de escenas de humor, amor, vida social, u´n increíble asalto al poblado, una procesión de esclavos… y la inmejorable llegada a la gran urbe. Y digo inmejorable porque la entrada en la ciudad dura unos veinte minutos, pero Mel Gibson la rueda de manera que uno no puede dejar de admirar la cantidad de cosas que va mostrando en tan corto espacio de tiempo. Y una vez los esclavos y sus captores llegan al templo, Mel Gibson ya ha logrado su objetivo: mostrarte la decadencia de una civilización otrora rica. Impagable.
Y tras la secuencia del templo, la película entra en su segunda fase, donde el protagonista, Garra de Jaguar, debe huír de sus perseguidores. He leído en el blog de Tis que esta parte podría ser incluida sin problemas en una película como Depredador. Y bueno, es posible. Desde luego, el tono de esta segunda parte es de acción, de ritmo frenético, de no dar descanso ni tregua al espectador. El Jaguar, magnífico. La cascada, increíble. Las flechas y jabalinas que surcan los planos, alucinantes. Los dos enfrentamientos finales, primero con uno de los malos y después con el otro, de aplauso. Yo me quedo con el primero, rodado magistralmente a cámara lenta.
Desde luego, no es la mejor película de la historia, pero está claro que Mel Gibson sabe rodar. A mi me ha gustado y me ha entretenido. Me ha parecido una muy buena película.

Quinta hora

Va en serio, ¿Dónde han aprendido los guionistas de 24? ¿Es un talento natural o es aprendido? Porque ya me parecía difícil que siguieran sorprendiendo tras cinco temporadas (yo, la verdad, me sentiría satisfecho si sólo hubieran mantenido la tensión, pero no, los tíos siguen dejándome con la boca abierta). Pero es que van más allá. Tras la magnífica season premiere de cuatro episodios, tras el impactante final del cuarto episodio, uno ya dice «ok, me has dejado con la boca abierta, pero lo has hecho demasiado pronto, ahora ya no hay nada que puedas hacer para lograrlo de nuevo». Bueno, eso es lo que uno piensa, aunque no llegue a creerselo del todo.
Ayer vimos el quinto episodio. Bueno, en el minuto 30 yo ya tenía la boca tan abierta que parecía aquello la entrada de un túnel. Es que no quiero estropearselo a nadie, así que sólo diré una cosa… Increíble.
Yo me borro.

Prestigio

Hoy hablo de prestigio. En varios sentidos:
1) La película El prestigio, horriblemente traducida aquí como «el truco final», fue la elegida para la sesión de cine del otro día. En mala hora. Mira que me gusta poco dormirme viendo una película, pero si encima ocurre en el cine me cabreo. Pero es que la peli, a riesgo de que Thor se enfade, es una patata. Empieza bastante bien, con el pieque entre los dos magos, pero poco a poco se va diluyendo y metiendo en un pozo sin fondo alimentado por una trama absurda, un montaje a lo «iñarritu» (y basta ya) y un final que dan ganas de partirle la cara a alguien. Da igual a quien. El caso es partirle la cara a alguien. Porque el final no hay quien coño se lo crea. Es absurdo. ¿Y cuál se supone que es el truco final? Porque si es el absurdo último plano me puteo. Y si es «la asombrosa revelación» que hace uno de los personajes y que viene oliéndose desde el minuto treinta de película, me puteo. Así que, mi pequeña recomendación: ahorraos la pasta.
2) Prestigio que dan los Oscars, esos premios tan sobrevalorados capaces unos años de premiar joyas y otros (los más) de premiar verdaderas patatas como han sido Crash, la banda sonora de Brokeback «sólo tengo tres acordes» Mountain, o los injustos mil premios de «el señor de los anillos 3». Pues bien, este año ya están las nominaciones, y como era de esperar, y a pesar de que la peli es muy buena, «Volver» se come los mocos y se «vuelve» a casa con las manos vacías. Bueno, ahí se ha quedado Penélope como posible mejor actriz, pero vamos, que no se lo va a llevar a menos que alguien confunda el sobre. Y de las nominadas a mejor película, pues mira, ojalá se la lleve Infiltrados (que es una de las mejores pelis que he visto este año) y de paso también le den el premio, de una vez, a Scorsesse. Pero por dios, que alguien tenga un mínimo de cabeza y no le den la estatuilla ni a Babel ni a Pequeña Miss Sunshine. Y lo de la banda sonora de Babel, alias «soy el mismo de Brokeback pero con dos acordes más», me parece tomadura de pelo. Eso sí, voto incondicional a «El laberinto del fauno» como mejor película extranjera. Viva México, cabrones.
3) Prestigio televisivo. Eso es 24. Y ya tenemos capítulo quinto…

Un gran estreno

Y ya…
Ayer, 20 de Enero, a las siete y media de la tarde se proyectó Escombros en Madrid. Estrenábamos cortometraje y la verdad es que hubo un gran éxito de afluencia. Vino mucha gente, vieron el cortometraje, y creo que en general salieron todos con buen sabor de boca.
Fueron dos largas jornadas de grabación (de 16 y 15 horas), un año de post-producción, y nueve minutos de exhibición. Me temblaba todo el cuerpo de emoción, y casi no pude ni disfrutar del cortometraje, menos mal que yo ya lo había visto. El momento tenso en que acaba y empiezan los créditos y todo es silencio en la sala. Y después, la larga ovación, que en mi cuerpo se sintió como descargar una piedra de cien kilos que estaba en la espalda.
Y ya. Fue todo. Y fue un placer. Escombros es como un hijo, y además, se ha colocado en el ranking con los predilectos. Ahora, a ver si en los festivales triunfa. Y eso ya sería del todo cojonudo.
¿Lo mejor? Sentir que aquellos que te importan se sienten orgullosos de lo que has conseguido.