Oz

Otra de esas maravillas a descubrir: Oz, una serie de HBO que en EEUU ya lleva cinco o seis temporadas. A mí me la dejaron por casualidad, la primera, y a mitad del primer capítulo puedo decir que ya estaba enganchado.
¿Qué es Oz? La serie cuenta la historia de «Ciudad esmeralda», un ala de la prisión Oswald donde se mezclan presos de todas las razas y culturas dirigida por un psicólogo que pretende instaurar un modelo de cárcel donde los presos puedan reinsertarse en la sociedad al terminar su condena. Pero claro, si mezclas a tanta gente distinta, lo lógico es que los conflictos no tarden en estallar.
La serie es narrada por uno de los presos, al que los aficionados a series reconocerán por ser el Michael de Lost, aunque aquí con melena, rastas y silla de ruedas. Y probablemente uno de los aciertos de Oz es su peculiar estilo a la hora de narrar las historias. Y es que en un sólo capítulo puede empezar contándote algo, pero a los cinco minutos se cruzará otro personaje en el camino y seguirá con su historia, para ir saltando de unos a otros en aparente caos, sólo aparente, porque la serie tiene mucha más coherencia de la que parece. Y en esta serie uno no puede respirar tranquilo ni un segundo, cualquiera de los personajes puede caer, y lo cierto es que caen como moscas. Y a cada uno que cae y que tu crees que es malvado, llega otro que es peor. En los siete capítulos que he visto me he encariñado de seis personajes y ya han muerto cinco de ellos.
Yo de momento estoy terminando la primera temporada, pero puedo asegurar que veré las demás. Son cortas además, temporadas de ocho capítulos de una hora de duración.
Un consejo, si podéis, gastad un poco de vuestro tiempo en verla, porque vale la pena. Es una serie llena de ironías de la vida (véase la historia de Beecher y Sullivan), buenas tramas, buenos guiones, buenos actores (y muchos, porque ya digo que van cayendo como moscas y son sustituidos por otros) y una puesta en escena muy atractiva… uno termina enamorándose de esa especie de performances que hacen con el narrador…