Prestigio

Hoy hablo de prestigio. En varios sentidos:
1) La película El prestigio, horriblemente traducida aquí como «el truco final», fue la elegida para la sesión de cine del otro día. En mala hora. Mira que me gusta poco dormirme viendo una película, pero si encima ocurre en el cine me cabreo. Pero es que la peli, a riesgo de que Thor se enfade, es una patata. Empieza bastante bien, con el pieque entre los dos magos, pero poco a poco se va diluyendo y metiendo en un pozo sin fondo alimentado por una trama absurda, un montaje a lo «iñarritu» (y basta ya) y un final que dan ganas de partirle la cara a alguien. Da igual a quien. El caso es partirle la cara a alguien. Porque el final no hay quien coño se lo crea. Es absurdo. ¿Y cuál se supone que es el truco final? Porque si es el absurdo último plano me puteo. Y si es «la asombrosa revelación» que hace uno de los personajes y que viene oliéndose desde el minuto treinta de película, me puteo. Así que, mi pequeña recomendación: ahorraos la pasta.
2) Prestigio que dan los Oscars, esos premios tan sobrevalorados capaces unos años de premiar joyas y otros (los más) de premiar verdaderas patatas como han sido Crash, la banda sonora de Brokeback «sólo tengo tres acordes» Mountain, o los injustos mil premios de «el señor de los anillos 3». Pues bien, este año ya están las nominaciones, y como era de esperar, y a pesar de que la peli es muy buena, «Volver» se come los mocos y se «vuelve» a casa con las manos vacías. Bueno, ahí se ha quedado Penélope como posible mejor actriz, pero vamos, que no se lo va a llevar a menos que alguien confunda el sobre. Y de las nominadas a mejor película, pues mira, ojalá se la lleve Infiltrados (que es una de las mejores pelis que he visto este año) y de paso también le den el premio, de una vez, a Scorsesse. Pero por dios, que alguien tenga un mínimo de cabeza y no le den la estatuilla ni a Babel ni a Pequeña Miss Sunshine. Y lo de la banda sonora de Babel, alias «soy el mismo de Brokeback pero con dos acordes más», me parece tomadura de pelo. Eso sí, voto incondicional a «El laberinto del fauno» como mejor película extranjera. Viva México, cabrones.
3) Prestigio televisivo. Eso es 24. Y ya tenemos capítulo quinto…