Un gran estreno

Y ya…
Ayer, 20 de Enero, a las siete y media de la tarde se proyectó Escombros en Madrid. Estrenábamos cortometraje y la verdad es que hubo un gran éxito de afluencia. Vino mucha gente, vieron el cortometraje, y creo que en general salieron todos con buen sabor de boca.
Fueron dos largas jornadas de grabación (de 16 y 15 horas), un año de post-producción, y nueve minutos de exhibición. Me temblaba todo el cuerpo de emoción, y casi no pude ni disfrutar del cortometraje, menos mal que yo ya lo había visto. El momento tenso en que acaba y empiezan los créditos y todo es silencio en la sala. Y después, la larga ovación, que en mi cuerpo se sintió como descargar una piedra de cien kilos que estaba en la espalda.
Y ya. Fue todo. Y fue un placer. Escombros es como un hijo, y además, se ha colocado en el ranking con los predilectos. Ahora, a ver si en los festivales triunfa. Y eso ya sería del todo cojonudo.
¿Lo mejor? Sentir que aquellos que te importan se sienten orgullosos de lo que has conseguido.