Temporada de cambios

En realidad es más bien que tengo dudas. Me planteo modificar el blog, pero no sé muy bien si lo que quiero hacer es una criba de entradas pasadas o simplemente un cambio estético.
Estoy pensando en ello…

Outsourced

Outsourced es una sitcom que se emitió el año pasado. Narraba la historia de un americano al que envían a la India a dirigir un call-center de artículos de broma. Con un humor simpático y ligeramente surrealista (sobre todo cuando Gupta o Charlie entraban en acción), la serie resultaba simpática de ver y bastante entretenida.
La audiencia no la respaldó y murió con su primera temporada. Una verdadera pena, porque junto a Community y Raising hope me parecía de lo mejor en humor que vi el año pasado.
Gupta, te echaremos de menos. A ti y a Alok. Gupta, Alok, Gupta, Alok.

Breaking Bad: Cuarta Temporada

Finalizada esta cuarta temporada sólo puedo decir «Bravo».
Breaking Bad es, hoy por hoy, una de las mejores series que hay en televisión actualmente, si no la mejor, por mucho que le pese a los madmenianos. Y su actor principal, Bryan Cranston, es de lo mejorcito que se ha puesto ante una pantalla en mucho tiempo, de ahí sus tres Emmys seguidos por su papel de Walter White.
Hay quien dice que esta cuarta temporada ha bajado el listón. No lo creo, la verdad. Es cierto que las cosas eran mucho más divertidas cuando Walter y Jesse no eran más que unos pringados que intentaban ganarse la vida como fabricantes de meta en un mundo dominado por gente malvada y peligrosa. Pero Walter y Jesse juegan ya en las grandes ligas y los problemas a los que se enfrentan son otros. La serie ha madurado, y tal vez eso haya afectado en que hay menos momentos cómicos, pero el pulso narrativo sigue siendo perfecto.
Además, hemos ganado a Saul Goodman, que siempre es un plus.
Lo que si he echado de menos esta temporada, y mucho, de hecho, son los momentos Walter-Jesse, aquí separados por exigencias del guión y de su crecimiento como personajes. Juntos son el mejor tamdem y aquí hemos tenido poco de eso, la verdad.
Pero ha sido una gran temporada. Con un par de capítulos finales de lo más tensos y explosivos (tengo que añadir que el final del capítulo diez, con Walter desesperado buscando dinero para desaparecer mientras es sentenciado a muerte y descubriendo que no le queda un puto duro me pareció increíble. Sólo por esa secuencia, Bryan Cranston merece ganar el Emmy una vez más).
Vamos a echar de menos a un par de personajes, eso seguro, y gracias a Vince Gilligan por no hacer un final de temporada tan hijoputa como el del año pasado. En este caso, la cosa ha quedado cerradita. Sabemos que habrá quinta y última temporada, aunque me cuesta imaginar sobre qué versará después del final de la cuarta, pero desde luego, será un game-change.
Ah, el giro final no me pilló por sorpresa. Para nada. No por ello es menos bueno.
Larga vida a Walter White.

Red State

Me gusta llegar a las pelis sabiendo lo menos posible de ellas. Por lo general, me basta con saber de qué van, quién las dirige, el género o quien las protagoniza, para poner una peli en mi lista para ver. Normalmente, por desgracia, uno acaba saturado de información antes de lograr ver la peli en cuestión.
A veces no se da el caso. Con Red State, no había visto ni el trailer. No tenía ni la menor idea de qué iba la película. Sólo sabía que era la primera incursión de Kevin Smith en el cine de terror. Y con eso me bastaba para tener curiosidad.
Hoy ha caído en mis manos y la he visto.
Y sí, empieza como si fuera una película de terror, con sus tres protagonistas adolescentes dirigiéndose hacia una trampa tan evidente que uno se plantea que la cosa va a ser bastante mala. Pero entonces hace aparición Michael Parks, como reverendo chiflado de una congregación de tipos chiflados que odian a los gays y creen que todos deberían arder en el infierno. Y ese discurso ante la congregación, de casi diez minutos con el tipo hablando, es realmente estremecedor.
Y de repente, la cosa gira. Y uno tarda en reaccionar, pero acabas dándote cuenta de que la «primera incursión de Kevin Smith en el cine de terror» es apenas una fachada, porque la cosa de terror, tiene poco. Y se torna en cine de acción. Y político. Y de supervivencia. Y de giros imprevisibles. Que probablemente sean lo que más me ha gustado del film, ese no poder esperarte lo que va a suceder a continuación o quién, de repente, se va a poner al frente de la película.
Con un estilo sobrio, casi sin banda sonora, una fotografía cruda y unos actores como la copa de un pino (Michael Parks y John Goodman a la cabeza), Kevin Smith se ha marcado una película tan atípica como asombrosa. Una que seguro levantará tantas ampollas como creará fans. Me decanto por el lado fan, porque me ha encantado.
Estupendo reparto, por cierto. Además de los citados Michael Parks y John Goodman podemos encontrar a Michael Angarano (24), Anna Gunn (Breaking Bad), Stephen Root (24, Justified, The defenders, True Blood), Kevin Alejandro (True Blood), Ronnie Connel (Veronica Mars), Matt L. Jones (Breaking Bad) y Kevin Pollack…

Horror a la americana

Desde que saltó la noticia de que la mente detrás de Glee había vendido una nueva serie al canal FX, y que se trataba de una historia de terror, en internet comenzó una fuerte espectación. A mi, en cambio, me producía sentimientos encontrados. Por un lado, me decía «de puta madre, una historia de género». Por otro lado, soy de los que temen al señor Murphy. Sí, vale, la primera temporada de Glee fue una cosa muy fresca y agradable de ver, pero todos hemos sido testigos de cómo ha degenerado su producto musical. Además, si me hubiesen preguntado alguna vez «¿Qué género crees que no resiste una serie?» habría respondido, sin dudar, el terror.
Sí, me parece un género complicado. Creo que cuanto más alargas la historia, más se diluye el terror. Porque, qué queréis que os diga, pero no considero de terror The walking dead. Ni Supernatural. Ni, obviamente, la patata esa de Cuatro que se llamaba, creo, Hay alguien ahí.
¡Una serie de terror sobre una mansión encantada! Por favor, ¿hay algo más manido, más utilizado, más poco original? Mis expectativas iban bajando al mismo tiempo que subían gracias a sus intrigantes imágenes promocionales y sus extraños teasers. No era capaz de decidirme.
Pero obviamente, iba a ver el primer capítulo. Y lo hice.
Y porque Homeland me está encantando, pero creo que American Horror Story es uno de los mejores estrenos de la temporada. Su primer capítulo es todo lo que debe ser un producto «de terror»: intrigante, desasosegante, malrrollesco… Desde el inicio, logra traspasar esa fina línea que hay en el cerebro de cada uno y meterte en el cuerpo esa sensación de tensión que tan adicivo hace al miedo. Y lo logra no sólo mediante figuras que cruzan el plano por detrás de los personajes y medio en sombras. Todo está perfectamente planificado para darte miedo. La trama, la música, los efectos de sonido, la actuación, la iluminación… y el montaje. Probablemente lo que más me llamó la atención. El montaje, extraño, peculiar, logra ponerte mal cuerpo incluso en secuencias donde no pasa nada. Brutal. Y si además aderezas el coctel con unos actores que están brillantes, y con secundarios de la altura de Denis O’Hare y Jessica Lange, pues lo que obtienes es una bomba.
El segundo capítulo mantiene el nivel. De momento la cosa promete y mucho. Y me conformo con que siga así. Es suficiente para conseguir que, si despierto por la noche y oigo un crujido, aunque me de la vuelta y me quede dormido de inmediato, me resulte imposible no pensar, durante una fracción de segundo, que hay algo más allí.
El miedo es adictivo.

Su alteza

Comedia medieval pasada de rosca y con lenguaje soez continuo que me ha hecho tener una carcajada casi constante durante todo su metraje. Mientras la veía no podía dejar de pensar en Willow, y tampoco es que se parezcan, pero no sé, me ha entretenido. Me ha hecho mucha gracia, además. Y claro, si encima añadimos que salen Natalie Portman ligera de ropa y Zooey Deschanel, pues apaga y vámonos.

No es ninguna joya, que conste, pero es la típica película que si te pilla en el momento justo te va a divertir.

A mi es que el género de aventura y comedia me gusta. Qué le vamos a hacer.

Hoy además tengo un buen día. He recibido una noticia que alcorce pillará enseguida. Sin necesidad de añadir nada más. 🙂

We have to find him

Realmente me parece una atrocidad que una de las mejores series que hay actualmente en la televisión esté sufriendo esta agonía semanal debido a las audiencias. Fringe está al borde todos los viernes, y sinceramente, creo que es improbable que veamos una quinta temporada. Veremos si es capaz de terminar este año.
Pero en fin, así es la vida. Y Fringe nos sigue demostrando día a día que es una serie madura, que mejora por momentos y que, aunque a veces parezca que flojea, siempre es en pro de algo que vendrá después. Porque hubo quien habló de una involución, de que Fringe había dado varios pasos atrás con el inicio de esta cuarta temporada, pero, si alguien tenía alguna duda sobre si Fringe aún tenía pulso, creo que el tercer capítulo debería haber despejado cualquier duda.
Fringe sigue teniendo su pulso.
Que maravilla de capítulo. Y ya no sólo por ese «We have to find him» final. Esos Peters que el pobre Walter deja escapar, esas referencias a su hijo, son tan esclarecedoras como geniales. Y de hecho, la trama de este capítulo me ha parecido fascinante, tensa y entrañable. La relación entre Walter y Aaron, dos niños pequeños aunque uno tenga sesenta y tantos, es maravillosa. Y ese momento, cuando Walter relata como murió su hijo una vez, y después otra, coronada por la frase de Aaron «¿Y no crees que deberías estar en un centro psiquiatrico?» es digno de aplauso.
Por no decir la descripción que Walter hace sobre Toy Story, «la película de los juguetes que hablan», a la que define como «extrañamente perturbadora».
Fantástica serie. Larga vida a Fringe.

Defecto de profesión

Es lo que tiene trabajar en el sector audiovisual, y saber cómo se hacen las cosas en este mundillo, y saber que al final, los rodajes tienden a tirar de los mismos sitios y personas. Suelo reconocer caras, no ya de protagonistas, sino de extras que se mueven por detrás. Y no sólo eso, sino también lugares. Y ya no hablo de producciones baratas que reutilizan una y otra vez el mismo decorado dándole una mano de pintura y cambiando ciertos elementos de atrezzo para que luzca como decorado nuevo, como una y otra vez hacen en Supernatural con los moteles donde se hospedan los Winchester y que son el mismo decorado. En la cuarta y quinta temporada fue un canteo, de hecho.
O como el detalle en Falling Skies, de que el lugar donde se ocultaban los malos en el capítulo dos (¿O era el tres?) era exáctamente el mismo decorado que, varios capítulos más tarde para que la gente no lo reconociera, se utilizó como salón de actos del colegio donde los buenos se reunían.
Hoy he hecho un más dificil todavía: He reconocido un exterior de una serie americana. El hospital donde internan a Arlo Givens en la primera temporada de Justified es el mismo hospital donde Jesse Pinkman se da cuenta de que le falta cierto cigarrillo en el penúltimo capítulo de la cuarta temporada de Breaking Bad.
No es la primera vez que me pasa. Ya reconocí algún que otro exterior alguna vez. Es curioso, y me hace gracia.
Qué le voy a hacer. Gajes del oficio.

TerraNova: Segundo vistazo

¿Os acordáis cuando dije «eh, pues a mi el piloto de TerraNova me ha entretenido y me lo he pasado bien viéndolo»?
Pues donde dije Diego digo Perry.

Visto el segundo episodio de la serie de dinosaurios me aburrí como no me aburría desde Falling Skies. Que sí, que la premisa dinosauril me mola y que las aventurillas cuando están bien contadas me las trago super contento. Tampoco soy de los que vienen a decir que hace 20 años de Parque Jurásico y por eso hay que tirarle piedras, ni de los que dicen que es una mierda porque sus efectos digitales cantan la traviata. Creo que cuando una serie es, no ya buena, sino simplemente entretenida, basta y sobra y no importa realmente si los efectos son reguleros.
Ahí está, con cinco temporadas en su haber, Primeval, tocando también el tema dinosaurios, con unos efectos también chusqueros, pero entretenida de sobra para pasar el rato sin pensar en nada más. Que no todo tiene que ser intelectualoide para ser bueno. Hay cosas que simplemente con entretener ya basta.
El problema es que ahí, Terranova tampoco se está luciendo demasiado. Es entretenida, pero no del todo. Hay algo que no cuaja, e imagino que tenga que ver el hecho de haber sufrido retrasos y que mucha gente haya metido mano en un afán de mejorarla. Al final, parchear nunca arregla del todo.
¿Es pronto para saber si sirve como puro entretenimiento o es una basura? Pues sí. Las series, como el vino, hay que dejarlas madurar un poquito antes de saber si han encontrado su rumbo.
Miremos a Fringe, que al principio era una serie regulera pero en cuanto encontró su dirección, y su tempo, se convirtió en una de las mejores propuestas que tiene la televisión actual.
Miremos a Supernatural, que pasó de ser una serie entretenidilla para adolescentes a ser una cosa bastante más adulta y seria con el paso del tiempo.
Por citar solo un par de ejemplos. Que podría dar bastantes. ¿Creo que ese será el caso de Terranova? A priori tengo que decir que no, que me da que va a ir a peor, pero también os digo que espero equivocarme, y espero que remonten. Si lo hacen, si aprovechan más los momentos como el de los adolescentes encerrados en el todoterreno mientras son rodeados por un grupo de dinosaurios enfadados (la mejor situación tensa del piloto), si saben salir del escollo, entonces disfrutaré de ella como el que más.
Seguiremos informando.