Dexter: Sexta temporada

He esperado un par de semanas para escribir esta review sin ningún motivo en concreto. Ha sido una temporada con sus cosas buenas y sus cosas malas, que al final se queda en la parte media. De momento seguimos quedándonos con la cuarta temporada y su Trinity.
Leo por ahí que el nivel de calidad de una temporada de Dexter va en función del nivel de peligrosidad que transmita el asesino a capturar por el protagonista. Y es cierto que ese es el mayor de los factores, aunque no el único. La dupla personalizada en Edward James Olson (que siempre será el comandante Adama, haga lo que haga) y Colin Hanks ha estado bien, pero lejos de llegar a ser lo que fue Trinity. Ha sido un placer ver al señor Olson en pantalla, pero lo que ha sido verdaderamente interesante es descubrir que Colin Hanks no ha seguido los caminos interpretativos de su padre y es bastante mejor actor que él. Brillante cuando se queda sólo, en los tres últimos episodios el chico Hanks lo ha bordado.
De todas formas, Dexter flojea donde siempre lo ha hecho. Los secundarios nos importan bastante poco. Que sí, que Masuka nos hace gracia, pero eso sólo no basta para darle interés. La hermana de Batista y el nuevo policía negro (cuyo nombre ni siquiera recuerdo) han sido tan superficiales que ni merecerían esta anotación. Batista sigue con sus tramas secundarias aburridas que no interesan. La teniente Laguerta hace más de lo mismo y todos deseamos que se la carguen pronto, a poder ser con dolor…
Quinn puede que se salve, aunque tampoco mucho. Por desgracia, han abandonado el camino que el año pasado le hizo ser interesante (ponerse tras los pasos de Dexter) y su trama de alcoholismo debido a que Debra le deja ha estado bien, por sus consecuencias. Pero tiene tan poco peso que al final, una vez más, nos da igual.
Una cosa hay que remarcar. Si bien Dexter ha tenido un viaje a la parte religiosa del universo, bien guiado por el hermano Sam y con un final a mitad de temporada bastante brillante (Just let go fue uno de los mejores capítulos, sobre todo gracias a la parte final), lo cierto es que Dexter ha sido acompañado en protagonismo por su hermana Debra. No en minutos en pantalla, pero sí en trama. Debra ha tenido este año una trama fuerte, con todo el tema del ascenso. Sinceramente, ese rollo del enamoramiento me ha dado ganas de apagar el ordenador y mandarles a todos a cagar, por precipitado, absurdo y bobo. Querían llegar a ese final, muy bien, pero ¿sabéis qué? No me ha resultado impactante, no, porque ASÍ es como debería haber terminado la temporada anterior. Como bien dice Adri, les ha costado una temporada arreglar el mayor fallo que han cometido en toda la saga, que fue NO acabar así en la quinta temporada.
Esperemos que ahora lo lleven como debe ser.

Hablar antes de tiempo

No suelo comentar las temporadas que voy siguiendo mientras aún siguen en emisión. Y no lo hago, porque soy de los que creen que una serie es una carrera de fondo y no puede ser juzgada en condiciones por uno de sus capítulos. Se ha extendido en el mundo internetero esa costumbre del comentar cada capítulo visto, cuando esa costumbre obliga a caer en errores continuos de apreciación, amén de impedir el correcto disfrute de una serie.
Y me explico.
Si una serie está bien hecha, y hablo siempre de series seriadas y no episódicas, las tramas se irán desarrollando lentamente al principio y más rápido al final, incluyendo giros, sorpresas y falsos cruces que parezcan llevar a ciertos caminos que luego puede que sean explorados o no. Por tanto, empeñarse en ver cada capítulo con la necesidad de hacer un review obliga a fijarse en cada uno de esos matices y expresar lo que te hacen sentir, llevando en más de una ocasión a la más pura equivocación. E impidiéndote centrarte en el objetivo primario de cualquier serie: el puro y banal entretenimiento.

Fragante caso el de la sexta temporada de Dexter, una serie que siempre se ha caracterizado por tener primeros arcos normalitos y pegar buenos acelerones en su recta final. Con ver uno o dos capítulos, en multitud de foros y blogs se echaron las manos a la cabeza, gritando que era imposible que Dexter se redimiera por la fe y que por tanto, la serie había perdido su rumbo y debía ser cancelada.
Pero vamos a ver, almas cándidas… Dejad que los guionistas desarrollen sus tramas y cuando acabe la temporada expresad lo que os gustó y lo que no, qué caminos escogidos os agradaron y cuales odiasteis. Es más que posible que muchas de las cosas que en un capítulo te hicieron pensar «van a ir por aquí y lo odio» ni siquiera las recuerdes cuando la temporada termine.
¿Redimirse Dexter? Dexter habla sobre la redención, sobre la luz y sobre la fe. Reflexiona sobre eso igual que reflexionó en el pasado sobre los códigos genéticos que se heredan, las vicisitudes de tener pareja o la importancia de la familia. Al final, no dejan de ser pensamientos que nos guían a través de la trama, influyéndola en mayor o menor medida, pero sin cambiar la esencia del personaje. Dexter no va a redimirse. Dexter es el Mal, escondido en una botella en la que pone «no-del-todo-porque-sólo-mato-a-gente-culpable». Pero el Mal a fin de cuentas. El final del sexto capítulo lo reivindica, y todo el séptimo capítulo es una oda a la No-Redención. O casi, porque la reflexión sigue presente, y contínua. Y puede que regresen a esa senda, pero hasta que no termine la temporada no lo sabremos a ciencia cierta.
Recuerdo un capítulo de Lost, segunda temporada, Jack y algún otro lostie tienen una conversación más que estimulante para el espectador con los otros. En ella, los otros amenazan verbalmente a los losties. Les dicen «si os pasais de la raya habrá una guerra». La reunión se disuelve y cada cual vuelve a su lado de la isla. En los últimos minutos de capítulo, Jack se reune con el personaje de Michelle Rodríguez en la playa. La última frase del capítulo, aderezada con aquella fantástica banda-sonora-definitiva de Lost, era de Jack mirando con gravedad a la mujer policía y preguntando: ¿Cuánto tiempo se tarda en entrenar un ejército?. Aquel día, mi mente se emocionó, y aquella frase abrió la puerta a un montón de expectativas sobre el rumbo que iba a tomar la serie. Imaginaba a Jack y los suyos preparándose para una guerra. Amé aquella posibilidad. Nunca llegó. Aún sigo pensando que hubiera sido una gran forma de avanzar, pero eso es otra historia. Si aquel día hubiera hecho un review, habría alabado el camino que estaban tomando los guionistas, habría dicho cosas de ese estilo y… me habría equivocado. Porque tan sólo era una muesca más de la ruleta que conformaba la trama de la serie, una muesca que no llevaba a ninguna parte, pero ahí estaba, para hacerte creer que sí.
Dejad que las series lleguen a su final. Y si no os gustan, abandonadlas. Pero no os perdáis el lujo de disfrutarlas, sin ojo crítico, sin ansia comentadora, simplemente tu, la pantalla, y una puerta a entrar en el universo de lo que sea que te estén contando.

Haciendo review del inicio de temporada 10-11

Con la temporada llegando al parón navideño, voy a hacer un repaso por las series que he visto en estos tres meses:

1) Survivor. La temporada 21 del reality por excelencia sigue demostrando por qué sigue siendo EL JUEGO con mayúsculas. Y sí, esta temporada ha tenido momentos agridulces y no superará al Héroes contra Villanos que fue la temporada 20, pero eso ya lo suponíamos. Sigue resultando interesante y adictivo… y ojalá los rumores que hay para la temporada 22 sean ciertos…

2) The amazing race. Temporada 17 y la gymkana por excelencia sigue teniendo pulso. La temporada 15 fue un coñazo, la 16 fue impresionante y ésta va a medio camino. La final, eso sí, se plantea impresionante…

3) Sons of anarchy. Sin duda, el descubrimiento de la temporada. Me ventilé las tres temporadas en unas semanas y ha entrado sin duda en mi lista de series favoritas.

4) Breaking bad. Estoy viendo la tercera temporada y realmente me engancha esta mezcla de thriller con drama absoluto, aunque a veces peca en exceso de ese revolcar en la mierda a sus personajes. Walter White es uno de esos personajes que luchan constantemente contra decisiones morales, y eso lo hace más interesante.

5) Glee. Uno de esos placeres culpables que se disfrutan debido a su frescura y a su escaso nivel de exigencia. En realidad la trama es lo de menos en esta serie.

6) The event. Empezó con un primer capítulo espectacular y se planteaba como una ficción elaborada y llena de tensión. Mi impresión es que se ha desinflado de forma alarmante y mi duda es si conseguirá mantenerse en el nivel donde está, que es el del mero entretenimiento. Sinceramente, dudo que logre alcanzar los niveles de adicción que prometía.

7) Supernatural. El final de la temporada cinco estaba hecho para finiquitar la serie con clase y con un nivel altísimo. Entonces tomaron la decisión de hacer una sexta temporada y los diez capítulos que llevan de momento no están llegando al nivel, la verdad. Es una de esas series que se amontonan a la espera de un momento libre.

8) Fringe. Recuerdo que cuando empezó me parecía normalita y poco más. A día de hoy, es una de las series que espero con más ganas cada semana. Y las está pasando tan putas a nivel de audiencia que tengo miedo por su futuro. Pero es una de las mejores series que hay en pantalla ahora mismo.

9) Chuck. Cuarta temporada y sigue haciéndome llorar de la risa. Valga como ejemplo los homenajes a la Jungla de cristal de la semana pasada.

10) Outsourced. Una sitcom entretenida.

11) The defenders. Sí, es cierto, no suelen gustarme los procedimentales, pero The Defenders se ha hecho un hueco gracias a la fuerza de sus guiones, al humor y a sus maravillosos y carismáticos protagonistas.

12) Chase. Un procedimental que no pasé del capítulo uno.

13) Undercovers. Llegué a ver seis episodios. Me aburría un poco, pero confiaba en que Abrams tendría un as guardado en la manga en la forma de una trama que nos arrastraría como lo hizo Alias, Lost o Fringe. O no era así o no le dieron tiempo de enseñarlo, en cuyo caso sería error suyo haber tardado tanto. La han cancelado, así que dudo mucho que llegue a ver los capítulos que faltan.

14) Broadwalk Empire. Scorsesse, Buscemi y un nivel de calidad visual altísimo no fueron suficientes para engancharme, en parte debido a su lentísimo ritmo, en parte porque la historia no me resultó interesante. Vi el piloto y ya.

15) Dexter. Creo que es una de las mejores series del panorama actual, aunque esta temporada haya sido regulera. Sigo quedándome con la segunda y la cuarta temporadas. Aún nos falta el último episodio, y seguro que es impresionante.

16) No ordinary family. Una serie que es entretenida pero que no me engancha lo suficiente. Tengo dos o tres capítulos a la espera de ser vistos, y supongo que si tengo tiempo en este parón navideño acabe haciéndolo, pero no sé, tengo mis dudas con esta serie.

17) The vampire diaries. Otro de esos placeres culpables. En realidad es una serie para adolescentes, pero es que a nivel de trama pasan tantas cosas en cada capítulo que es imposible no quedar enganchado. Ser secundario en esta serie es un riesgo para su vida…

18) The walking dead. Seis capítulos han sido demasiado poco, ¡malditos!

Dexter y Oscar

La Asociación de padres de nosequé ha hecho un llamado para boicotear la serie Dexter en USA, ahora que una cadena la está emitiendo en abierto. Teniendo en cuenta que Dexter es una de las mejores series de los últimos años y que para su emisión en abierto ya ha sido editada con el fin de cortar las escenas más violentas o explícitas en cuanto a sangre y sexo (lo cual ya me parece una barbarie e incluso desmedido) creo que no es más que otra de las chorradas a las que nos tienen acostumbrados al otro lado del charco.
Dexter es grandiosa. Es una pena que la censuren, porque debería ser vista tal cual, que lo que muestra no es para tanto. Oyéndoles cualquiera diría que se ven trepanamientos en directo o algo así. Hay muertes, sí. El protagonista es un asesino, sí, pero ¿acaso esto es tan ofensivo? ¿Todos los protagonistas tienen que ser buenísimos para que se pueda emitir una serie?. El lenguaje es explícito, pues sí, pero es que es hasta reconfortante ver a alguien decir un taco en condiciones y no «dammit», que es lo más fuerte que se oye en Fox y que, salvo Jack Bauer que lo dice con estilo, apesta en boca de cualquier otro.
En fin… Menos mal que Dexter sigue estando en manos de una cadena que tiene los cojones de hacer una serie como es Dexter.
Y desviándome de esto. Anoche se dieron los Oscars. Bardem esperable, la peli y el director para los Cohen, me temo que más por su carrera que por esta película, que aunque bien hecha parece que le falta algo. Daniel Day Lewis, que a todo el mundo le encanta y a mi no me parece malo pero tampoco para tanto. Ni he visto Pozos de ambición ni creo que la vea, no me llama nada. ¿Por qué todas las películas de Oscar son tan lentas y tan de se acaba la película y tu te quedas, pues bien, pues vale, estaba bien hecha y pasado mañana no me acordaré de nada? Así son «No es país para viejos» y «Michael Clayton» (cuyo Oscar para Tilda Swinton me parece desmedido, teniendo en cuenta que no hace tanto en la película). Juno se lleva el guión, no la he visto. Y poco más. Ah, sí, ese pobre hombre director de sonido nominado 16 veces al Oscar y este año por Tranformers se ha ido a casa, por dieciseisava vez, con las manos vacías. Perra vida…

A la caza del Carnicero…

¡Adri, muérete de envidia!
La nueva publicidad de Fox en Madrid por lo menos ha sido original e interesante, algo distinto en este mundo sobresaturado. Vive la experiencia, decía. Ven gratis, y hala, cientos de frikis madrileños van a consumir publicidad voluntariamente.
En la calle Hortaleza, una casa que tenía toda la pinta de estar a punto de ser derruída, Fox contrató a una directora de arte para que recreara los escenarios de sus series punteras para esta temporada. En la entrada, parte del avión de Perdidos, en una habitación te encontrabas los juzgados de Shark, en otra la celda de Prison Break, en otra un centro médico de Anatomía de Grey y su secuela y House. En el segundo piso, referencias a Californication, Bones, Los Simpson, Padre de Familia, Entre fantasmas, Cinco hermanos (de la que llegó a haber dos actores, pero no estaban cuando yo llegué), una habitación dedicada a la cocina de una Mujer desesperada, y en la otra, el que para mi fue el mejor decorado de todos: Dexter. Con salpicaduras de sangre, una vitrina con sus muestras, e incluso un cuerpo despedazado y envuelto por partes en una camilla. Genial.
Vale que salí de allí con la impresión de que quien mucho abarca poco aprieta, o algo así. Demasiadas series para poca casa. Creo que si se hubieran centrado en sólo dos o tres series les podría haber quedado mejor, pero bueno, al menos es algo original y curioso de ver.
Se echó de menos un poco de la CTU, pero claro, 24 ha sido una de las más afectadas por la huelga de guionistas. A fin de cuentas, otras series han podido permitirse el lujo de emitir temporadas más breves, pero 24 no cuenta con esa opción. O son 24 capítulos o el formato se va al carajo. Así que yo, en mi humilde opinión, y mira que les apoyo, me cago en los guionistas por haberme dejado sin 24 hasta el año que viene, y apoyo cualquier propuesta que quiera penarles con la cárcel o la silla eléctrica, que allí son más dados a eso. Con 24 no se juega.
Saludos.