La vuelta al mundo

Joder, que depresión.

Sí, porque uno tiene asumido que en este país las cosas las hacemos a lo cutre, pero no puedo evitar deprimirme cada vez que un nuevo proyecto que aparenta ser interesante se marcha por el retrete. Y no, no estoy hablando del calco guarrindongo que supone Acusados a la serie de Glen Close Damages. Hablo hoy de antena 3, esa cadena que insiste en coger los formatos que dan éxito en otras cadenas y transformarlos levemente para hacer una chapuza.
Lo último ha sido «La vuelta al mundo», esa especie de Peking Express sin autoestop. Pero claro, ¿Qué esperamos de un formato que copia lo que a su vez es una copia de otro formato americano llamado The amazing race?
Vamos del original a la copia:The Amazing race es un programa de 42 minutos de duración. Los cinco primeros minutos del programa 1 sirven para dar a conocer a los participantes y para que el presentador explique que están a punto de comenzar una carrera alrededor del mundo dividida en X etapas y que el que llegue el último en cada etapa será eliminado. A partir de ahí, a correr, con un montaje dinámico que no deja tiempo a distraerse porque te pierdes la mitad de la carrera. Un montaje digno de peli de acción. El presentador hace dos apariciones a lo largo del concurso, en videos grabados de antemano, para explicar a la audiencia las pruebas que deben superar los concursantes, y al final, para recibir a los concursantes en su llegada a la meta. El resto, es todo ver a los concursantes intentar llegar a los sitios en primer lugar y realizar las distintas pruebas lo más rápido que pueden. Entre medias, a veces un par de frases de alguno de los concursantes explicando lo que pasó en tal o cual momento. Y al final, tras recibir a la última pareja, un escueto «sois la última pareja en llegar, siento deciros que estáis eliminados de la carrera» y hasta nunca.Peking Express, el gran acierto de Cuatro, consistía en lanzar a diez parejas de concursantes en Moscú y hacerles recorrer X etapas en autoestop con destino final en Peking. En cada etapa, una parada intermedia donde los primeros en llegar luchan por la inmunidad, y una segunda parada donde el último en llegar es eliminado. El ritmo del programa de Cuatro estaba bien, siempre y cuando uno no haya visto nunca The amazing race. Quiero decir con esto, que el montaje de Peking Express es bueno, pero no es adrenalínico, como el programa americano. Claro, que tampoco ayuda que dure 2 horas por programa, frente a los 42 minutos de The Amezing Race.
¿Cuál es el problema de esto? Que en dos horas cabe mucha morralla. Y aún así, casi nada en el formato de Cuatro sobraba. A mi parecer, una gran pega: la llegada a la meta de cada etapa la emitían desordenada para poder hacer una reunión final con todos y que Paula Vazquez anunciara al expulsado frente a todos los demás. Creo que es un error. En este tipo de programas lo interesante es la emoción de ver quien llega y quien no, y ese falso final estropeaba el conjunto.
¿El acierto de Cuatro? Que emulando al programa americano, Paula Vazquez no se paseaba continuamente por el programa y sólamente aparecía para explicar cosas, para recibir a los concursantes (y no a todos, cosa que nunca entendí) y para ese falso final.

Y llegamos al que nos ocupa, La vuelta al mundo en directo. Debo decir que sólo he aguantado una hora de programa. Y es que, en una hora, han sido incapaces de presentarme decentemente a las parejas competidoras y, lo que es peor, han sido absolutamente incapaces de explicar en qué consiste el programa. Sí, una vuelta al mundo, pero, ¿cómo? En esa hora que he visto han estado, cronometrado, 40 minutos en plató con el presentador hablando tonterías y preguntando cosas a gente que nadie sabe quien es, 10 minutos hablando de una pareja que se ha peleado (y que dado que aún no te los han presentado te importa un pito si se pelean o se tiran por un precipicio) y 10 minutos con un montaje de una «carrera de avance» que nadie ha explicado para qué sirve donde se ha visto, por fin, a los concursantes correr de un lado a otro.
Yo me lo temía, cuando hace tiempo leí que el programa incluiría plató. ¿Nadie se ha dado cuenta de que el plató rompe totalmente el ritmo del programa, y esa sensación de velocidad que debe tener una carrera? ¿Y para qué quieren meter plató? Para que la gente haga llamadas y pueda decidir a quien expulsan, lo que me lleva a preguntarme, ¿si es una carrera no se debería expulsar al último? ¿Qué tiene que ver la audiencia con quien lo haga más rápido? ¿Tiene algún sentido aparte de ganar dinero con las llamadas de la gente?
Pues eso es lo que he visto, una total y absoluta falta de ritmo, una incapacidad total para explicar el mecanismo del programa y de las pruebas que lo compondrán, un excesivo uso de plató sin venir a cuento para nada, un constante parloteo del presentador sin que explique ni diga nada de interés… y lo peor… muy poco de lo que uno quiere ver en un programa de estas características: La carrera.
Vale que no haremos nunca las cosas como en Estados Unidos, eso lo puedo asumir, porque ellos usan muchos más recursos y dinero, pero hay cosas que no tienen que ver con la pasta. Y talento en este país no falta. Ideas buenas tampoco. Por lo que sólo me queda apuntar el dedo en una dirección: la gente que toma las decisiones. Claro que a ese tipo le importa la pasta, no hacer un programa interesante. Por eso meten plató y votos de la audiencia en un programa de carreras, por eso los realities duran 2 o 3 horas en lugar de los 42 minutos americanos, por eso las series duran 72 minutos en lugar de los 42 americano… por eso tantas cosas.
Y a mi, pues me entra depresión. Y si, oye, alguien puede ser el sufridor en casa, supongo que yo puedo ser el deprimido en casa… Me voy a ver Survivor, que los americanos sí saben hacer cosas…

Supermachos hemofílicos matando cocodrilos

Adri, sé que pasarás por aquí y dirás… ¿eh? ¿De qué va esto? ¿Blaski ya ha perdido la cabeza del todo? Pero no, tienes que ver este video, y lo comprenderás todo. Este tipo es un hacha de los videoanálisis, un verdadero maestro jedi.

La variedad de los escenarios… las ciudades del uno pero por la tarde… Lo dicho, este tipo es un maestro del videoanálisis…

Año y medio de espera

La espera ha valido la pena.
Jack Bauer ha vuelto, y lo ha hecho a lo grande. De momento he visto la season premiere de doble capítulo, y parece que esta séptima temporada no tiene nada que envidiar a las anteriores. Esperemos que mantenga el nivel. Gran inicio, si señor.
Y no digo nada más, que no quiero destrozarle a Adri nada.
Y ahora, a por el capítulo tres y cuatro…

Facebook

Obviamente, tengo facebook, claro, el que no tiene facebook, no existe. Es el siguiente paso en este mundo de modas fugaces y webs 2.0 en el que vivimos. Hace un año, lo más in era tener un blog, hoy en día, los blogs empiezan a caer abandonados, el mío lo actualizo cada vez menos de hecho, y ahora la moda es tener un facebook. Mañana será otra cosa y santas pascuas.
Pero, ¿Qué es facebook? Pues es una cosa que al principio está muy bien porque de repente, ves que tienes contacto con gente a la que no ves desde el colegio, amigos que han desaparecido de tu vida, antiguos compañeros de fiesta-clase-trabajo, y dices «joder, que bien, he recuperado un montón de amistades perdidas».
Claro, eso está bien los primeros dos días.
Después te das cuenta de que estás colgando fotos y escribiendo cosas y permitiendo que las vean, no sólo gente que no te importa una puta mierda (no nos engañemos, aquel tipo que iba con nosotros al colegio y al cual nos dirigimos una vez y media no es una amistad recùperada, sino un tipo que no nos importa una mierda y ahora tiene total acceso a nosotros) sino además un montón de gente desconocida… Sí, esa gente a la que si te cruzaras un día por la calle te detendrías dos minutos para un escaso «hola que tal que es de tu vida yo curro en esto pues me alegro que te vaya bien adiós». A esa gente le estás dando acceso a tu vida.
Así que hala, todo el mundo al facebook con la excusa de que te permite estar en contacto con mucha gente… cosa que ya hacía el mail permitiéndote seleccionar a quien querías mandarlo y a quien no. ¿Y si yo no quiero que esa chica de la universidad con la que no he vuelto a hablar ni a ver desde entonces vea una foto mía haciendo el imbecil, o lea un comentario mío o cualquier otra cosa?
He oído por ahí, en el curro, que Facebook es un organismo del Gobierno para controlarnos y saber lo que hacemos en todo momento. Y oye, pues sí, podría ser, porque la gente además cuelga un montón de información, y me vuelvo a repetir, que tal vez esté muy bien que tus amigos sepan que tu estado es «con una depresión muy grande porque me ha dejado el novio» pero que… ¿Para que quieres que lo sepa un montón de gente que casi no te conoce y que luego murmurará «¿sabes que perry está depre?»?
De los ciento no se cuantos contactos que aparecen como amigos míos en facebook puedo decir que diez son mis amigos, otros veinte son gente con la que mantengo contacto más o menos a menudo, treinta son del curro… y el resto me importan un carajo. Son demasiados que me importen un carajo como parta colgar información sobre si soy soltero-casado-hetero-homo-listo-tonto-loquesea…
Y luego está esa gente que cuelga una foto suya haciéndose el guay. ¿Pero tú eres ese? ¿No eres más bien un tipo soso y aburrido?
Y luego la gente que escribe en tu muro. Oye, que si mi hermano y mis amigos me escriben algo, pues guay, pero yo no quiero que lo lean un montón de desconocidos, ni que gente que me da igual me escriba mensajes. ¿Y los que se enfadan cuando no les contestas? ¿Y…? Podría seguir, lo sabéis… pensad bien en ellos…
¿Es la web 2.0 una bendición o un infierno?

Dex

Hoy he visto la season finale de Dexter, tercera temporada… y bueno, me temo que lo que venía anunciándose durante toda la temporada ha resultado ser cierto. Y es que esta temporada empezó con mal pie: Floja. A mitad de temporada empezó a elevarse el nivel, a medida que la relación entre Miguel Prado y Dexter se iba haciendo cada vez más… complicada. Y tras resolver esa cuestión, y quedando pendiente el desenlace con el Desollador, se desinfló.
Y es que uno podía esperarse bastante más del enfrentamiento final, que pintaba para ser algo muy fuerte y al final se quedó en dos minutos muy buenos, pero muy escasos. Y eso es lo único realmente importante que ocurre en todo el capítulo. El resto, pues sí, sigue la línea de la serie, los monólogos internos de Dexter son geniales, está muy bien rodado… pero no pasa nada.
Así que queréis que os diga, que la temporada me ha gustado, pero no me ha encantado como la primera y, sobre todo, la segunda. Ya no sólo he echado de menos una gran historia al nivel de las dos primeras temporadas. También he echado de menos el lenguaje soez y la soltura al rodar sexo o desnudos, ambas cosas muy presentes en las otras dos temporadas y desaparecidas por completo (en el caso del sexo y los desnudos) o casi por completo (el lenguaje soez es mucho menor)… Supongo que se debe al hecho de que, como ahora la venden también para la emisión en abierto y las otras dos temporadas se vieron censuradas en esos dos aspectos…
Eso sí, al final emitieron un trailer de la cuarta temporada… y ya la espero con ganas.

Fieles

Se nos había olvidado comentar un pequeño pero muy agradable detalle. 24:Redemption, el regreso de Jack Bauer a la pequeña pantalla en forma de Tv-movie tuvo una acogida de 12.09 millones de espectadores, situándose como tercera opción en una noche en que la primera opción tuvo 12.29 millones de espectadores, una diferencia mínima. Esto es una gran noticia tanto para Fox como para los seguidores de la serie, porque quiere decir que 24 mantiene a sus fieles pegados a la pantalla a pesar del año sabático forzado por la huelga de guionistas. Es más, es buena noticia porque no debemos olvidar que la sexta temporada terminó con unos índices de audiencia cercanos a los 9 millones de espectadores. Esta nueva cifra sitúa a la serie en las cotas que alcanzaba en sus primeras temporadas.
Bien por Jack.
Esta semana estrenaron en EEUU una nueva serie titulada Leverage y protagonizada por Timothy Hutton a la que la gente ya compara con El Equipo A, sin ser un remake ni nada por el estilo. La trama sigue las peripecias de un ex-agente de seguros que ahora se dedica a ayudar a la gente a estafar a las grandes compañías porque las grandes compañías para las que él trabajaba no quisieron cubrir el seguro de su hijo tras su muerte. Algo así. Timothy Hutton se rodea de un grupo de personas peculiares pero que saben hacer muy bien lo que cada uno sabe hacer, mientras son perseguidos por las grandes compañíasx que quieren detener su cruzada del bien. No sé hasta que punto será interesante la serie, pero desde luego a mi me ha llamado la atención, y supongo que le daré un vistazo al piloto… si es que tengo tiempo, porque en enero llegan 24 y Lost y tengo pendientes de ver las miniseries XIII (basada en el comic y videojuego) y Wallander (basada en las novelas de Henning Mankell y que a mi me parecen de lo mejor en literatura detectivesca. A ver que tal Keneth Branag como Wallander… Lo único que me mosquea es que hayan quitado la localización de las novelas, que forma parte de ese clima oscuro y frío que tienen y que en la serie, al ser rodada en EEUU no podrá tener. Para los no iniciados, las novelas transcurren en Suecia).
Bueno, puede que saque tiempo, a fin de cuentas ahora termina Dexter, Fringe está de parón, Chuck sigue, Prison Break continúa (y para mejor, gracias a dios han sabido reflotar ese barco hundido que parecía el inicio de la cuarta temporada), The Amazing Race ha terminado y Survivor termina esta semana… Y creo que no estoy viendo nada más… Ah, sí, Brothers and Sisters, pero esa la veo con mucha calma…
Hala, chao.

Trailers

Teaserland es un concurso de trailers falsos de películas.
Bueno, pues yo he colgado dos trailers, así que podéis pasaros a verlos en cualquier momento y si tenéis a bien, también podéis votarlos, mejor con 5 puntos que con menos, claro, pero lo dejaré a vuestra elección.
El primer trailer es de Salvador de Almas, una novela que escribí hace tiempo y que creo que es lo mejor que he escrito hasta la fecha. En el Trailer no se desvela nada de la trama, y fue más un ejercicio personal que algo del todo serio. Los protagonistas son varios viejos conocidos (Nacho, Eugenio) y dos nuevos valores (Deborah y Barde), no porque sean nuevos, sino porque lo son para mi.
El segundo trailer es Malicia, del cortometraje que rodó Alejandro hace ya un par de años basándose en una idea mía.
Aún tengo pendientes de colgar el trailer de 351. Ya os avisaré.
Por cierto, para el que no la haya visto, hay una miniserie británica, llamada Dead Set, en la que los concursantes de un Gran Hermano se convierten en los únicos supervivientes de una oleada zombie. Aparte de estar muy bien hecha, la serie merece ser vista por lo interesante de su propuesta.
Saludos!

Malviviendo

Probablemente sea la mejor webserie hecha en español. Vale, les ayuda tener la intro de Dexter «a su manera», pero el resto se lo han ganado con creces. Con un guión lleno de grandes momentos y una realización llena de vitalidad, estos sevillanos han conseguido impregnar a Malviviendo de una calidad muy superior a lo que estamos acostumbrados a ver. Y con eso no me refiero a en internet, me refiero a que la calidad de su propuesta es muy superior a lo que solemos ver en internet, en la tele e incluso en el cine.
Así que, ojalá les salga bien la jugada y lleguen lejos.

Anginas

Pues eso, que tengo anginas. Llevo dos semanas con ellas, de hecho, porque se me curaron pero he recaido. Me digo a mi mismo que no podrán conmigo, pero… ¿Quien sabe? Igual sí que pueden…
Por cierto, el sábado vi Extremoduro desde la grada y para nada es lo mismo que verlo en pista. Que sí, que la música me mola, pero parte de la gracia que yo le veo a ir a un concierto está en saltar entre la muchedumbre.
Con ganas de ver Quantum of Solace. Craig me parece un gran Bond. Casino Royale me pareció sencillamente espectacular. Le pese a quien le pese.

Bunbury, el mago

Así le catalogaban en los periódicos al día siguiente de su concierto en Madrid. Bunbury, el mago. todos hablaban del gran concierto que dio, y no es para menos. Bunbury salió completamente entregado, acertó con el repertorio, se esforzó y, lo más importante, se divirtió. Se notaba que estaba a gusto en el escenario porque sonreía a menudo. La confirmación vino después de «Y al final», canción con la que cierra todos los conciertos y con la que, oficialmente, cerró este.
Y sí, he dicho oficialmente. Tras terminar con esa canción, Enrique saludó al público y dijo: «el concierto se ha acabado, todavía pueden llegar al metro y al autobús para irse a sus casas, pero aquel que quiera quedarse, nos gustaría ensayar unas canciones que no hemos tocado nunca». Los aplausos se sucedieron e inundaron el Palacio de los deportes. Bunbury advirtió «con estas canciones seguramente jodamos todo el concierto». Pero nada más lejos de la verdad. Canción cruel fue maravillosa, con el artista maño sentado en un taburete y acompañando con la armónica, y para terminar, volvió a coger la guitarra para entonar El tiempo de las cerezas.
Grandísimo concierto.