Masivo concierto en Cheste, última oprotunidad de ver a los Héroes del Silencio en su gira del próximo milenio, el efímero regreso de un mito musical que ya no volverá, según todo pronóstico, y que se despidió a lo grande en el circuito de velocidad Ricardo Tormo. Concierto brutal, de dos horas y tres cuartos de duración, con una banda entregada a su público, adorada por su público.
Diréis que no soy objetivo, pero el concierto fue espectacular. Ya no sólo por lo grandioso de su puesta en escena, sino porque ellos estaban totalmente entregados. Desde los primeros acordes de «El estanque» hasta «En los brazos de la fiebre», fue tiempo de héroes. Ahora, el sueño ha terminado, pero hay una espina menos clavada en mi pecho.