La sexta temporada de 24 ha terminado.
Inició de una forma fantástica, con Bauer llegando encadenado y los malditos chinos dándoselas de chulos. Increible primer capítulo, impresionante aque mordisco en la garganta…
Tuvo algunos momentos de verdadero estrés, con al menos un par de capítulos cuyos finales están grabados a fuego en mi mente para siempre: el cuarto, con ese bis a bis entre Curtis Manning y Jack Bauer y esa imagen final inesperada; y el diecisiete, con esa pelea a lo Jungla de cristal y una última llamada telefónica que encarrilaba el final de temporada en una dirección completamente distinta.
Tuvo, al menos, varias sorpresas interesantes. El hermano, el padre, Milo, Cheng, Buchannam…
Y aunque hubo ca´pítulos que parecían sacados de una telenovela más que de la mejor serie de acción jamás hecha, la recta final apuntaba con gran interés. Y ya, se terminó, el sexto día llegó a su fin y… bueno, el final ha sido… cuando menos, extraño. Intenso pero extraño.
Y yo ya estoy contando los días para la séptima temporada…