El cuarto jinete: Armagedón por Hannibal Lecter D.M.

Hannibal Lecter D.M ya hizo en su momento una crítica del primer libro. De hecho, que yo sepa y tenga constancia, es la persona que más veces se lo ha leído. Curiosamente, yo no le conocía cuando él escribió la crítica y luego resultó que era amigo de uno de mis mejores amigos del colegio. Esas cosas de la vida.

En fin, podéis leer su crítica aquí.

Una segunda parte de algo, de cualquier cosa, no debería quedarse únicamente en una repetición de sucesos, o situaciones anteriormente vividas, con unos leves cambios que la hagan parecer algo novedoso cuando en ningún momento lo es. En el cine hemos tenido decenas de casos en los que la secuela es un calco idéntico de la primera parte, en literatura no ha habido tantos casos de segundas partes, pero haberlos, también haylos. Este era mi temor cuando supe de la aparición de una segunda parte de EL CUARTO JINETE, una entretenidísima novela del tema de moda, los muertos vivientes. Pero gracias a Víctor Blázquez, su autor, no estamos antes más de lo mismo, sino ante un caso de más y mejor.

A pesar de que EL CUARTO JINETE: ARMAGEDÓN repite ciertas pautas de su predecesora, como son el narrador omnisciente, que todo lo ve y que todo lo sabe mientras nos guía por esta vorágine de horror de más de 500 páginas; en ningún momento se tiene la sensación de estar leyendo algo repetido, al contrario, sigue siendo una experiencia fresca el sentirse guiado por las abrumadoras experiencias que sentirán cada uno de sus protagonistas.

Sin querer contar nada de la trama, odio los spoilers, diré que todo está a mayor escala que en su primera parte: más dramas humanos, más conflictos morales, más crudeza, más acción, más dinamismo… en general más y mejor de todo. Otro de los puntos fuertes de esta obra es que en muchos momentos desearemos dejar de ser meros espectadores para tomar partido en las escenas que nos relata cada página, ya que se llega a conectar bastante con alguno de sus personajes.

Otro de los aciertos, que ya estaba presente en EL CUARTO JINETE, es la ingente cantidad de guiños a otras novelas, películas, grupos de música que aparecen durante toda la obra. Darse cuenta de ellos es un gran aliciente mientras se lee, y esto te hace continuar con más interés para captar el siguiente guiño.

Desde el principio hasta el final es plenamente disfrutable, sin un momento que se haga tedioso o aburrido. Una gozada. Esperemos que haya una tercera parte.

Saludos.