Ultraviolet


Si con mi blog aquí presente consigo evitar que al menos una persona se trague esta basura de película, ya me siento bien.
Ultraviolet es una película que abandoné, cabreado, a los veinte minutos de metraje. Y la verdad es que no sé por qué aguanté tanto. Ya no es sólo el absurdo de la trama, que podría haberlo aguantado, sino que me parece de criminales hacer una película que ha de basarse en los efectos especiales, y que estos sean menos creíbles que Jim Carrey de Jack Bauer. Y lo cierto es que los efectos especiales de Ultraviolet apestan. Y eso es lo mejor que se puede decir de ellos.
Con Milla Jovovich como cabeza de cartel repitiendo el mismo papel de he´roína que hace siempre, frases como «Me llamo Violet y nací en un mundo que no podréis comprender» (oye, mira, ahí acierta, no puedo comprender un mundo tan idiota), fotografía lamentable, rollito videojuego cutre, persecuciones aburridas… y todo eso fue lo que vi en veinte minutos. Para qué más.
El resultado, una chorrada mal hecha. Porque si por lo menos estuviera bien hecha, uno podría defender eso. Pero aquí no hay a qué agarrarse. «Tecnología laserpeich, muy raro y avanzado». Venga ya, a otro con el cuento.