Tres factores que inducen a la piratería

Y he decidido contar sólo tres de los muchos factores que inducen a la piratería musical. No son los únicos, pero desde luego son los que más me joden a mi:
– El precio de los discos. Claro, por un lado entiendo que a disco por año o ante una menor periodicidad, vender el disco a cinco euros no reporte demasiados beneficios, pero desde el punto de vista del cunsumidor, que es lo que soy en este caso, 20 euros por disco me limita a un disco mensual o menos. Evidentemente, dado el panorama, la opción en la que me encuentro es la segunda.
– La calidad. Y es que parece que hay artistas que no se dan cuenta de que su producto es la música y que no vale con hacer un single atractivo. El resto del disco también debe serlo. Es de lo más frustrante comprar un disco y encontrarse con que te gustan tres canciones y el resto no te llaman la atención.
– Que te timen. Sí, que te timen es una cosa tan puteante que induce a la piratería. Y es que uno espera que por ese precio pueda encontrar dentro del disco incluso oro. Lo cual no ocurre cuando uno escucha el último disco de Dover: Follow the city lights. Dejando a un lado que te guste la música que hacen, porque para eso hay colores, darle al play en la primera canción (que es ese excelente single que han sacado) y media hora después encontrarse con que el disco se ha acabado produce una sensación de quieromataraestoshijosdeputa. Así es, el último disco de Dover tiene 10 canciones de las cuales la más larga dura 4 minutos pero que casi todas rondan los 2 y medio. La duración exacta del disco es de 33 minutos.
A mi eso me parece una estafa. No me compraré ese disco, desde luego.