Alice Creed, Skyline y Takers

Os pongo el poster italiano porque me ha gustado más que el americano…
Me jode muchas veces que la gente que hace las sinopsis de las películas se dedique a «intentar hacerla más interesante al público» según lo que, para ellos, son baremos de interés. Así, en esta película te hablan de «juego de violencia, sexo y blablabla».
Nada más lejos de la realidad.
La desaparición de Alice Creed es un peliculón, una de esas rara avis con dos escenarios, tres actores y un guión con dos o tres giros eficaces y muy bien planteado, sobre el secuestro perfectamente planificado por parte de dos tipos a una niña rica de papá.
Y poco más se puede decir, porque decir más desvelaría demasiadas cosas de la película. Lo cierto es que es interesante y te mantiene pegado al asiento, permitiéndote disfrutar de un guión cojonudo y unas actuaciones que están a la altura.
Y además sale Gemma Arterton, que siempre es agradable. Y en todo su esplendor, de hecho.

Si lo que quieres es reír, ésta es tu película.
O llorar, no me quedó muy claro cual es la sensación predominante.

Estas cosas hacen que después me resulte más complicado arrastrar a Cris al cine a ver películas de ciencia ficción o terror, así que, hermanos Strause, desde aquí os declaro mi total y absoluto odio hacia vosotros.
Os pongo un poster que debió hacer el hijo de cinco años del director… ¡Por dios, si las caras de los personajes están MAL METIDAS con Photoshop!
En fin, a lo que iba… La película se deja ver. No deja de ser una historia de ladrones que lo hacen todo perfecto hasta que empieza la película y una serie de decisiones mal tomadas hace que vayan de mal en peor y se precipite una orgía de disparos y traiciones. Pero claro, cuando tienes un reparto como el que tiene esta película y diriges en condiciones, el resultado se deja ver, entretiene y te deja buen sabor de boca.
¿Lo mejor? La persecución de Matt Dillon y Jay Hernández al negro raper del grupo de ladrones.