Teen Wolf

En 1985 se estrenó una película protagonizada por Michael J. Fox llamada Teen Wolf, la típica película ochentera que descansa en las mentes de su generación como un clásico juvenil. En ella, Michael descubría que era un hombre lobo, pero se negaba a dejar que eso le afectara en su vida cotidiana y utilizaba sus nuevas y recién descubiertas habilidades para convertirse en la estrella del instituto del equipo de baloncesto.
Y así, con esa trama tan ligera, hicieron un peliculón.
Y ahora, veintiséis años después, MTV, la cadena de los videoclips y los realities absurdos, ha decidido hacer una serie para adolescentes basada en aquella cinta ochentera con la intención de atraer a los adolescentes enganchados al fenómenos The Vampire Diaries… esa serie que no presagiaba nada bueno por su parecido en base a Crepúsculo y que ha resultado ser una de las series donde más cosas pasan y cuya velocidad de trama tiene el acelerador apretado hasta el fondo y se ha convertido en uno de esos placeres culpables que se disfrutan de lo lindo.
En fin… ni corto ni perezoso, me he lanzado a ver el piloto…

Los primeros cinco minutos de serie son tan absurdos que uno debe hacer fuerza de voluntad para mantenerse serio ante la pantalla. En serio, ¿Quién escribió esto, un niño de ocho años? ¿Eso es lo mejor que se les ocurre para justificar que el chaval está en el bosque y le muerde un hombre lobo? En fin…
Una vez mordido, el protagonista empieza a descubrir sus nuevas habilidades, a la par que te muestran el que será interés amoroso, un par de enemigos y el colega que investiga en internet para descubrir lo que es la licantropía y así ayudar al protagonista. De lejos, lo mejor de la serie me ha parecido el colega, tan fuera de sí y cerca de la sobreactuación que se convierte en un personaje interesante. Al menos en el piloto. Ya veremos.
Eso sí, han cambiado el baloncesto por… un momento, ¿por qué? ¿Qué demonios es el Lacrosse? ¿Eso es un deporte? En fin, imagino que es más chic que el baloncesto y por eso se han decantado por ese deporte, pero la verdad es que me ha cortado un poco el rollo.
En fin, que se trata de una serie absolutamente descafeinada, para adolescentes y nostálgicos de los ochenta, sin el atractivo y carisma de Michael J. Fox y en la que, por lo menos el piloto, no pasan demasiadas cosas. Sinceramente, después de haber visto The Vampire Diaries, o aquí aprietan el acelerador y empiezan a morir secundarios y extras o resultará cansina.