¿Qué está pasando?

Sí, la pregunta es ¿Qué está pasando? porque la temporada televisiva ha empezado bastante floja, por no decir mala de cojones. Vale, que aún no he visto el primer capítulo de Dexter, y que Sobrenatural se mantiene en su línea de calidad y sigue siendo bastante disfrutable… pero, ¿y el resto?

Vayamos por partes.
– Terminator, the Sarah Connor Chronicles, se ha convertido en una serie facilona, sin interés, donde los que la vemos lo hacemos más por la nostalgia de aquella gran trilogía que por el interés que despierta la serie en sí. Y eso que podrían haberse hecho grandes cosas con ella…
– Héroes. Pidieron perdón por aquella segunda temporada de mierda, nos prometieron el oro y el moro con la tercera, y nos lo tragamos. La titulan Villanos, pero nos presentan cuatro y en el tercer capítulo sólo queda uno. Sí, nos dicen que hay más, ¿y qué? ¿Ahora los van a ir persiguiendo a razón de uno por capítulo? ¿Y Sylar? Porque eso sí que era un villano en condiciones, pero ahora, para sorprender y darle la vuelta a la tortilla, lo ponen a trabajar… no sigo para no desvelar nada pero no me convence demasiado ese giro. Siguen metiendo personajes guarrindongos (la chica que corre mucho) y siguen sin hacer fija a Verónica Mars (o sea, a Elle)… y para colmo, tras haberse dado cuenta de que toda la trama de Ali Larter era una puta mierda, decidieron ventilársela en la segunda temporada… sólo para darle otro personaje en la tercera…– Prison Break. Esta serie nos dio dos grandes temporadas, y muchas alegrías (recordamos con cariño a Abruzzi, Kellerman y el raperillo cuyo nombre ya no recuerdo) y una tercera temporada floja pero que se sostenía gracias a que aún mantenía pizcas de su esencia y grandes personajes como Mahone (del cual soy muuuuuy fan), T-Bag y Bellick (cuya degradación se incia en la segunda temporada y llega en la tercera a cotas geniales)… pero algo ha pasado en esta cuarta temporada. Además de perder la esencia serial y convertirse en episódica (lo de recolectar tarjetas a razón de una por capítulo apesta después de la segunda. Si la audiencia les permite superar ese escollo esperemos que lo que venga después le de un empujoncito) esta serie ha convertido a buenos personajes en prescindibles totalmente (Sucre es un secundario que ya ni siquiera es cómico y Bellick nadie entiende muy bien que hace ahí, además de que la credibilidad de que se encuentre en ese grupo es más bien cuestionable). Y eso sin entrar a hablar de Sarah, personaje «resucitado» que me aburre muchísimo. Y encima le meten una enfermedad a Scotfield. Para echarse a reír. O a llorar. Mahone sigue siendo lo mejor de la serie, pero él solo no sostiene Prison Break. T-Bag ha perdido gancho, pero aún tiene cosillas. El resto, olvidables. Que pena.Así que no estoy demasiado contento, como veis.
Vale, aún me queda por ver Dexter. Y sí, en el horizonte están Cinco Hermanos, que a poco que consigan mantener el nivel seguirá siendo genial, 24 (que han demostrado que se puede mantener la calidad de una serie durante seis temporadas, aun con algunos baches y pumas incluidos, y van a por la séptima, que esperamos con ansia) y Lost (es de suponer que tras aquella horrenda tercera temporada se dieron cuenta de por donde no debían tirar y nos brindaron una cuarta temporada grandiosa, de esas que hacen que la serie valga la pena ser vista sólo para disfrutar en su plenitud de la cuarta temporada. Esperemos que sigan por ese camino…)
Y ya está. Por hoy.