El inconstante Danny

Danny Boyle da una de cal y muchas de arena. O muchas de cal y una de arena… como nunca he sabido si lo malo era la cal o la arena lo diré de otro modo: hace una peli buena y luego se dedica a cagarla. Lo cierto es que aquella de «tumba abierta», desconocida de sus inicios, está bastante bien. Luego llegó Trainspotting, que unos adoran y otros odiamos, por mucho que Adri proteste. Y después hizo aquella mierda de La playa, con DiCaprio a lo videojuego cutre. Para matarle.
Y hace unos años nos impactó con una peli grabada en digital y que revolucionó el cine de zombies. 28 días después estaba bien. No tanto como para decir que es una obra maestra pero, joder, la peli estaba bien.
Luego hizo una peli sobre unos niños que no vio nadie. Ni recuerdo cómo se llamaba. Y ahora llegó con una propuesta sobre ciencia ficción seria…
Eso en principio prometía. A mi me gustan más las pelis de ciencia ficción seria (esto es un decir, claro, me refiero a esas que van de científicas, sin alianzas espaciales entre miles de razas y movidas de esas). Por ejemplo, me encantan las cuatro de Alien. Y Pitch Black me moló un huevo, aunque condenaría al infierno a todos los responsables de su segunda parte, aquella bazofia llamada «Las crónicas de Riddick». Y una peli que me encanta es «Horizonte final», que nunca he entendido porque nadie habla de ella.
En fin. Que fui a ver Sunshine. Y la peli empieza muy bien, copiando, como todas las pelis del espacio, planos de la Odisea en el espacio de Kubrick. Presenta una trama interesante, pero desde el principio huele demasiado a «Horizonte final». Hay como un halo, como un tufillo que recuerda. Y la peli continua bien. Y entonces llegan a la otra nave. Y la peli sigue estando bien. Y llega el momento de decidir quienes se salvan y quienes no. Y eso está muy bien. Y se separan de la otra nave, y ahí la peli sigue estando bien.
Y entonces el guionista decide que «Horizonte final» le gustó mucho y que, como en esa aparece un tío desfigurado y psicótico al final, pues él también quiere meter a un tío desfigurado y psicótico en su película. Y entonces Sunshine empieza a apestar y a volverse incomprensible, porque en ningún momento te explican por qué ese tipo está desfigurado y es super poderoso (en «Horizonte final» había una explicación para todo, más o menos creíble).
Total, que la última media hora de película es un coñazo sin sentido y me decepcionó terriblemente, porque encima la primera parte de la película me estaba gustando.
En fin… que no perdáis el tiempo.