Libros Leídos en 2011:
1) El Talismán, de Stephen King y Peter Straub
2) Oscura, de Guillermo del Toro y Chuck Hogan
3) Muy pronto seré invencible, de Austin Grossman
4) Cuernos, de Joe Hill
5) El pasaje, de Justin Cronin
6) La búsqueda del grial 1: El castillo de las sombras, de J.H. Brennan
7) Apocalipsis Z 3: La ira de los justos, de Manel Loureiro
8) Nivel 26, de Anthony E. Zuiker y Duane Swierczynski.
9) Antirresurrección, de Juan Ramón Biedma
10) La casa infernal, de Richard Matheson
11) Superviviente, de Juan García Hernández
Os pongo en antecedentes lo primero. Superviviente es una novela que su autor comenzó publicando en un blog llamado Único Superviviente. Una vez terminado, el autor ofrecía el manuscrito en PDF para quien quiera leerlo. Aún es posible conseguirlo en el nuevo blog del autor: Cajón Desastre.
Una vez explicado eso, comentaré que nunca supe de la existencia de esta novela hasta que leí la crítica en el blog de Alcorze y me llamó la atención. Le pedí el manuscrito a Juan hace tiempo, pero dado que no se trata de una novela corta (casi cuatrocientos folios) y a que de momento no me gusta leer en el ordenador (sigo siendo de papel, chicos…) pues me ha costado un tiempecito terminarla.
Pero lo he hecho, y procedo a dar mi opinión.
Desde el más profundo de los respetos hacia Juan, quiero alabar su enorme valor para afrontar una historia tan compleja y tan grandiosa como ésta. Eso para empezar. Es una historia de supervivencia, como parece bastante obvio, en la que Miguel, el protagonista, será protagonista y vivirá el fin de la civilización tras la llegada de la Supergripe, un virus que elimina en apenas unos días al noventa y muchos por ciento de la población. Sólo, en medio de un país devastado por unos últimos días caóticos y sangrientos, Miguel se erigirá en héroe por accidente.
En algunas partes de la novela, se nota que el escritor es amateur, en cuanto a redacción y forma se refiere, aunque no es un aspecto totalmente negativo, porque a medida que avanza también es verdaderamente palpable el crecimiento como escritor que da Juan, que va mejorando a cada página. En serio, tenía la sensación de estar viéndole crecer como escritor. Muy curioso.
Uno de los aspectos más destacables de la novela es su agilidad. Más allá de la forma, el estilo de Juan es adictivo, rápido y ágil. No hacen falta más de unas páginas para encontrarte enganchado y pidiendo más. Por eso, creo que tras una buena revisión (cosa que, por lo que sé, estaba haciendo, porque yo tengo la versión antigua del manuscrito) le quedará algo más pulido y con bastantes opciones de publicación. Le tengo fe. Y si no es ahora, le llegará su momento con otra novela. Porque desde luego, tiene una buena mano.
Así que sí, he disfrutado mucho, pero que mucho, mucho, con esta novela. He leído como absorto, me he sentido envuelto en su acción, y me he entretenido. Gracias, Juan.
Ahora, no todo me ha parecido un viaje por las nubes. Los aspectos negativos son más subjetivos que otra cosa, pero si Juan es como yo, le gustará saber aquello que ha gustado y aquello que no, así que… aquí va. Eso sí, desde el mayor de los respetos, en serio:
1) Si bien había momentos en que Miguel, como héroe y protagonista, lograba cautivarme, en realidad nunca conseguí conectar con él. Me caía mal. Es más, a veces me daban ganas de abofetearle. Y explico el por qué: Siempre, y digo siempre, adoctrinaba a todos los demás. Miguel siempre les decía a todos aquello que hacen mal, aquello que no le parece bien, todo en lo que se equivocan… Demasiado «voz de la conciencia mundial», no sé si me explico. A Sara, a Matias, a Alberto, a Sandra, a todos los de Santander… en general, Miguel abre la boca muchas veces para decirles a los demás «Esto lo hacéis mal». Y me pasé toda la novela deseando que alguien llegara y le dijera «Tu estás haciendo esto mal, capullo».
2) Sara… He tenido mis más y mis menos con ella. A nivel subjetivo, la primera parte de la novela, con Miguel en solitario, me parece brutal, acojonante. La llegada de Sara está hecha en el momento justo, el necesario para meter sangre fresca y nueva, y los acontecimientos se desarrollan al ritmo perfecto… hasta que empieza a decaer el interés. Sara es demasiado comparsa del héroe, sin iniciativa, pánfila a ratos, hasta el punto en que tampoco me acababa de caer bien. Respiré hondo y alegre cuando deciden separarse, lo juro. su historia de amor empezaba a convertirse en algo empalagoso. Por suerte, Juan volvió a medir el tiempo exacto y los separó antes de que se volviera atroz. Y sí, sabes que volverá, pero la verdad es que el tiempo que pasa hasta que lo hace es suficiente para borrar esa sensación, y después ya no es tan pesada.
3) Matias. Uno de los mejores personajes del libro. Me declaro completamente pro-Matias.
4) Una de las cosas que no me ha gustado es la enorme cantidad de violadores y malos que hay en la novela. Había momentos en los que me parecía que todos los personajes, a excepción del prota y un par más, eran violadores, psicópatas o víctimas de violadores o psicópatas. Y eso no me gustó, la verdad. Sobre todo porque ninguno de esos villanos duran demasiado, no son recurrentes, sino que aparecen, cometen sus depravaciones y mueren. Y hay momentos en los que sólo se cruza con ese tipo de gente… y es un poco… digamos… demasiado. ¿Sólo sobreviven este tipo de hijos de puta? Y no solo eso, porque en realidad, muchas de las historias de los últimos días de civilización también están salpicadas de ese tipo de conductas… No sé, se me hizo repetitivo.
5) En general, me ha gustado mucho el saber que en todo momento personajes importantes en la trama podían caer inesperadamente, el no saber nunca quien iba a durar y quien no… Aplaudo eso.
6) La primera vez en Santander me gustó. El viaje de ida en barco, me encantó. El encuentro con el portaviones francés me dejó un poco indiferente, la verdad, al igual que el encuentro en la frontera, que si bien es brutal en cuanto a lectura, empezaba a pasarme lo que he explicado en el punto 4. Acto seguido, viene el grupo de Uno… y más de lo mismo. Y después los locos del machete… más de lo mismo. Y a partir de ahí, todo el viaje al sur, con el bunker y demás, volvió a encantarme…
7) El final… brusco. Peeeero, por lo que he leído en su blog, lo ha cambiado y cortado un poquito antes, justo donde yo también pienso que debería terminar. Porque sí, es cierto, en el manuscrito que yo he leído los últimos capítulos plantean una nueva trama. Al parecer, es porque la segunda parte de la novela tendría ese rumbo. Pero sí, yo también creo que el libro debe terminar antes de mostrar esas nuevas tramas. Lo comento, aunque ya digo que, por lo que sé, es una decisión que el autor también ha tomado.
Creo que no me dejo nada en el tintero… En definitiva, os recomiendo la lectura a todos, y le deseo mucha suerte a Juan con la publicación. Yo, desde luego, si la publica me la compro.