Hace mucho tiempo, en una madrugada después de llegar de fiesta, con diecisiete o dieciocho años, puse Telecinco y pillé una película empezada. No sabía de qué iba, pero me enganchó. Años después supe que aquella película se titulaba Los jueces de la noche, de Stephen Hopkins (uno de los directores de 24, por cierto…). El título mola mucho más en inglés, Judgement night, porque le da un tinte fatídico que después cuadra bastante bien con la trama.
Intenté conseguirla en diversas tiendas, pero todas la señalaban como descatalogada, así que al final, recurrí al gran videoclub de internet.
Lo siento, señorita Sinde.
El caso es que la he vuelto a ver. Se trata de una cinta correcta, pero no demasiado buena. Cosa que da igual, porque se trata de una de esas películas ochentero-noventeras con una trama capaz de absorberte y pegarte a la televisión. No importa que sepas que algunos diálogos son terribles, que incluso algunas (bastantes) de las acciones de los protagonistas no tengan mucho sentido, no importa en absoluto porque es una película abductora.
Protagonizada por Emilio Estevez, Cuba Gooding Jr (en el primer papel que le recuerdo), Jeremy Piven (magnífico actor infravalorado) y un jovencísimo, pero jovencísimo, Stephen Dorff, es la historia de cuatro amigos que se dirigen a un combate de boxeo pero se pierden por el camino, cruzándose en un barrio de mala muerte con cuatro mafiosos de medio pelo dispuestos a matarles por haber sido testigos de uno de sus crímenes. Y ya está, porque en aquellos tiempos parecía que no hacía mucho más para mover una película. Cuatro tíos huyendo de otros cuatro en lo que parece una noche interminable por un barrio en el que nunca aparece la policía y la gente dispuesta a ayudar brilla por su ausencia.
No es gran cosa, como digo, pero te mantiene pegado al asiento, y tiene algo que la hace interesante. Para mi, es una de esas películas que descubrí por sorpresa y acabaron formando parte de mi imaginario adolescente. Telecinco de madrugada me dio buenos recuerdos en aquella época. Descubrí esta una noche, descubrí El tiempo de los intrusos otra noche (otra película que recuerdo como super interesante y que me gustaría volver a ver), pero sobre todo le debo a Telecinco que me descubriera en aquellas noches de cine por sorpresa una joya de culto como es The warriors. Y cito solo las tres que más recuerdo, pero fueron más. Tres películas que, sin ser grandes obras del cine, son recordadas con interés por muchos.
Intenté conseguirla en diversas tiendas, pero todas la señalaban como descatalogada, así que al final, recurrí al gran videoclub de internet.
Lo siento, señorita Sinde.
El caso es que la he vuelto a ver. Se trata de una cinta correcta, pero no demasiado buena. Cosa que da igual, porque se trata de una de esas películas ochentero-noventeras con una trama capaz de absorberte y pegarte a la televisión. No importa que sepas que algunos diálogos son terribles, que incluso algunas (bastantes) de las acciones de los protagonistas no tengan mucho sentido, no importa en absoluto porque es una película abductora.
Protagonizada por Emilio Estevez, Cuba Gooding Jr (en el primer papel que le recuerdo), Jeremy Piven (magnífico actor infravalorado) y un jovencísimo, pero jovencísimo, Stephen Dorff, es la historia de cuatro amigos que se dirigen a un combate de boxeo pero se pierden por el camino, cruzándose en un barrio de mala muerte con cuatro mafiosos de medio pelo dispuestos a matarles por haber sido testigos de uno de sus crímenes. Y ya está, porque en aquellos tiempos parecía que no hacía mucho más para mover una película. Cuatro tíos huyendo de otros cuatro en lo que parece una noche interminable por un barrio en el que nunca aparece la policía y la gente dispuesta a ayudar brilla por su ausencia.
No es gran cosa, como digo, pero te mantiene pegado al asiento, y tiene algo que la hace interesante. Para mi, es una de esas películas que descubrí por sorpresa y acabaron formando parte de mi imaginario adolescente. Telecinco de madrugada me dio buenos recuerdos en aquella época. Descubrí esta una noche, descubrí El tiempo de los intrusos otra noche (otra película que recuerdo como super interesante y que me gustaría volver a ver), pero sobre todo le debo a Telecinco que me descubriera en aquellas noches de cine por sorpresa una joya de culto como es The warriors. Y cito solo las tres que más recuerdo, pero fueron más. Tres películas que, sin ser grandes obras del cine, son recordadas con interés por muchos.