Ayer por la noche vi el capítulo piloto de Boardwalk Empire, la serie de la HBO producida por Scorsesse y protagonizada por Steve Buscemi. Como bien es sabido, en los círculos interneteros está de moda decir que todo lo que sale de la fábrica HBO es una obra maestra y no digas lo contrario o te crucifican. Y sí, soy muy fan de True Blood y Oz me pareció una de las mejores series de la historia, pero coño, Carnivale era un bodrio aburrido y existencialista, Band of Brothers sólo fue vanagloriada porque tenía a Spielberg detrás y algún capítulo interesante, y The pacific y The wire son dos coñazos supremos.
¿Qué está de moda la HBO y hay que decir que todo es magnífico? Pues nada, tenéis mil blogs donde encontraréis ese tipo de comentarios.
Y ahora, me centro con Boardwalk Empire. De primeras, dos cosas a anotar como muy positivas: Uno, Steve Buscemi sigue siendo el gran actor que ha sido siempre y lo demuestra en cada segundo del capítulo. Dos, cada detalle técnico está cuidado al milímetro, tanto la luz como los tipos de planos. Se nota la mano de Scorsesse. Técnicamente… sí, brillante.
Nos centramos en la historia y entonces ya no somos tan brillantes. Vamos a ver cómo me explico. Lo cierto es que durante la hora y doce minutos que dura el capítulo estás pendiente de lo que ocurre, y se hace corto, pero cuando acabó el capítulo, y después de madurarlo, me di cuenta de que no tengo ni puta idea de qué va la serie. O sea, sí, me han contado una historia de juego doble y mafia en la Atlantic City de los años 20, pero no me han dicho cuál es la trama de la serie. ¿Que Buscemi creará un imperio abasteciendo la ciudad de alcohol? ¿Que el personaje de Pitt seguirá con su juego doble? Imagino que por ahí irán los tiros, pero desde luego, cuando acaba el capítulo podrías no volver a ver nunca más Boardwalk Empire porque no existe la sensación de haber creado una trama envolvente, ese hilo principal que hace que quieras saber más de la historia y te haga esperar el próximo capítulo con ganas. No existe.
Así que sí, Boardwalk es una lección técnica de cine en todos, y la historia contada en el primer capítulo es lo suficientemente interesante como para que lo veas entero sin protestar a pesar de su ritmo lento. ¿Veré el segundo? Pues sí, porque quiero saber si va a tener una historia que me enganche o no. Y ver a Buscemi le da un plus.
Eso sí, y esto no quiero pasar sin comentarlo: La música es un puto infierno. Para ambientarlo aún más en los años veinte, toda la música del capítulo son canciones de aquella época. A mi personalmente me ha parecido horrenda, y además, hay un par de canciones que son como una señora hablando con musica por detrás que son realmente molestas, hasta el punto de sacarte de la ficción y hacer que te preguntes «¿Pero de qué carajo está hablando esta señora?». Sí, deseé que apareciera Jack Bauer en escena y se liara a tiros con el tipo que seleccionaba la música.
¿Lo mejor? Su apartado técnico, Steve Buscemi y algunos puntos de la historia, como son sacar a Al Capone o la investigación policial durante la reunión de mafiosos… lo que pude reírme con esa secuencia…
¿Lo peor? La música, la música, la música, y el hecho de que parezca que no hay trama establecida aún. La sensación de que pretende ser un punto y aparte en las historias sobre la época de la ley seca, pero de momento, Los Intocables sigue por delante.
¿Qué está de moda la HBO y hay que decir que todo es magnífico? Pues nada, tenéis mil blogs donde encontraréis ese tipo de comentarios.
Y ahora, me centro con Boardwalk Empire. De primeras, dos cosas a anotar como muy positivas: Uno, Steve Buscemi sigue siendo el gran actor que ha sido siempre y lo demuestra en cada segundo del capítulo. Dos, cada detalle técnico está cuidado al milímetro, tanto la luz como los tipos de planos. Se nota la mano de Scorsesse. Técnicamente… sí, brillante.
Nos centramos en la historia y entonces ya no somos tan brillantes. Vamos a ver cómo me explico. Lo cierto es que durante la hora y doce minutos que dura el capítulo estás pendiente de lo que ocurre, y se hace corto, pero cuando acabó el capítulo, y después de madurarlo, me di cuenta de que no tengo ni puta idea de qué va la serie. O sea, sí, me han contado una historia de juego doble y mafia en la Atlantic City de los años 20, pero no me han dicho cuál es la trama de la serie. ¿Que Buscemi creará un imperio abasteciendo la ciudad de alcohol? ¿Que el personaje de Pitt seguirá con su juego doble? Imagino que por ahí irán los tiros, pero desde luego, cuando acaba el capítulo podrías no volver a ver nunca más Boardwalk Empire porque no existe la sensación de haber creado una trama envolvente, ese hilo principal que hace que quieras saber más de la historia y te haga esperar el próximo capítulo con ganas. No existe.
Así que sí, Boardwalk es una lección técnica de cine en todos, y la historia contada en el primer capítulo es lo suficientemente interesante como para que lo veas entero sin protestar a pesar de su ritmo lento. ¿Veré el segundo? Pues sí, porque quiero saber si va a tener una historia que me enganche o no. Y ver a Buscemi le da un plus.
Eso sí, y esto no quiero pasar sin comentarlo: La música es un puto infierno. Para ambientarlo aún más en los años veinte, toda la música del capítulo son canciones de aquella época. A mi personalmente me ha parecido horrenda, y además, hay un par de canciones que son como una señora hablando con musica por detrás que son realmente molestas, hasta el punto de sacarte de la ficción y hacer que te preguntes «¿Pero de qué carajo está hablando esta señora?». Sí, deseé que apareciera Jack Bauer en escena y se liara a tiros con el tipo que seleccionaba la música.
¿Lo mejor? Su apartado técnico, Steve Buscemi y algunos puntos de la historia, como son sacar a Al Capone o la investigación policial durante la reunión de mafiosos… lo que pude reírme con esa secuencia…
¿Lo peor? La música, la música, la música, y el hecho de que parezca que no hay trama establecida aún. La sensación de que pretende ser un punto y aparte en las historias sobre la época de la ley seca, pero de momento, Los Intocables sigue por delante.
También vi ayer el estreno de la segunda temporada de Glee. Y bueno, poco tengo que decir sobre eso. Es una serie que debe gustarte para que la veas. A mi me entretiene, se ha convertido en uno de esos placeres culpables que ves y disfrutas pero en el fondo sabes que no son grandiosos. Lo cierto es que tiene capítulos brillantes. Y el de ayer no lo fue. El primer episodio de la segunda temporada ha sido total y absolutamente prescindible y aburrido. Me quedo con la presentación, maravillosa en manos de ese friki. El resto del capítulo, bah.
Eso sí, en el próximo aparece Britney Spears. Si es la mitad de divertido de lo que fue el capítulo de Madonna, a mi me basta y sobra.
Eso sí, en el próximo aparece Britney Spears. Si es la mitad de divertido de lo que fue el capítulo de Madonna, a mi me basta y sobra.