Prometheus

No podría el bueno de Ridley haber escogido un mejor título para su película. Toda una promesa, oye. Un gran potencia que no esconde más que humo. Prometheus, que lo está petando en taquilla, es bastante floja, para que nos vamos a engañar. Que sí, que visualmente es más que interesante, pero peca de aquello que decían nuestros abuelos de «quien mucho abarca poco aprieta».
Personajes más planos que el pecho de Noomi Rapace, ninguno de los personajes tiene el menor carisma ni personalidad marcada, por lo que llega un momento en que te la trae al pairo quien muera y quien no. Y el personaje de Noomi, de hecho, es digna candidata a recibir una ostia. Con perdón.
Mucha promesa pero poca chicha. Los distintos malos se suceden por la película en plan «oye, que toca una secuencia de acción, ¿qué bicho sacamos ahora? / Mete unas culebras / ¿Y ahora, que la gente se nos duerme? / Mete un zombie poderoso que no venga a cuento y nadie sepa por qué es poderoso pero se cargue a los extras que no hemos presentado ni siquiera mostrando sus caras / ¿Y ahora? / Guiño a Alien, guiño a Alien, pero que lo que salga sea un pulpo, que mola un montón / ¿Y luego? / El tío cachas blanquecino… etc.
Con tan poca relevancia cada una de esas criaturas que no llegas a tenerlas ni en mente. Por no hablar del «embarazo» que solo empieza a doler después de que se lo digan, porque antes la tía ha estado por ahí de excursión… Por no hablar de esos personajes que aparecen con información relevante para el espectador porque no saben cómo hacer que la peña se entere ya que en la peli no hay nada explicado (me refiero a ese Idris Elba que entra de repente gritando «construian armas de destrucción masiva y se les escapó»… ¿Cuándo has averiguado eso, Luther querido? ¿Viendo al zombie poderoso? ¿Traía una notita en la mano?)
En general, bastante indiferente me ha dejado la peli, la verdad. Más allá de lo visual no le he encontrado nada más. Me quedo antes con cualquiera de las cuatro de Alien. Incluso la parte final de la cuarta.

Luther: Season 2

Cuatro míseros capítulos se hacen tan poco cuando uno disfruta de esa maravilla que es Luther que dan ganas de viajar a Inglaterra, entrar en la sede de la BBC, agarrar al ejecutivo que dijo que sólo cuatro capítulos bastarían, y darle una buena tunda.
No tengo mucho más que añadir a lo que dije sobre la temporada uno. Luther es una maravilla. Empezando por Idris Elba, que está magnífico como Luther, y siguiendo por cada uno de los secundarios y los episódicos. Todos son actores como la copa de un pino, es verdaderamente impresionante.
Sólo tengo una cosa por la que protestar, y ni siquiera es algo negativo… ¡Queremos mucho más de Alice! Probablemente el mejor personaje de toda la serie y sale TAN poco… TAN poco…
En fin. Si no habéis visto esta puta maravilla no sé qué pretendéis de vuestra vida. Porque Luther no es sólo él, son sus casos, sus problemas, sus historias… TODO está fantáticamente construído.

Luther: Temporada 1

Sinceramente, no sé cómo es posible que no hubiera visto esta joya antes. Una vez más, la BBC lo ha vuelto a hacer. Luther es una maravilla de seis capítulos, perfectamente planificada, perfectamente ejecutada, con grandes actores, bien dirigida, bien escrita…
Es lo que tiene tratar al espectador como a un ser inteligente. Porque no nos engañemos: Luther es una serie que podría hacerse aquí perfectamente. No es una serie cara, para nada. Es simplemente, algo bien escrito, con respeto y pensando que quien verá el producto final es inteligente y quiere calidad.
Demostrando, una vez más, que nos queda mucho camino por andar en este país.
El primer capítulo sienta las bases de lo que vas a ver. En los primeros cinco minutos, presentan a un protagonista con más matices de los que veremos jamás dibujados en una serie patria, capaz de cruzar los límites y planteando a la vez una pregunta al espectador: ¿Acaso no harías tú lo mismo?
Y después, lo que parece una serie procedimental se descubre como un drama seriado donde el centro sobre el que gira todo son Luther y Alice, que cada vez que aparecen juntos en pantalla es para ofrecer espectáculos lingüísticos y mostrar una enemistad que roza con la amistad de una forma tan enrevesada que al final te atrapa como espectador. Porque en realidad, Luther no es una serie procedimental. Empieza así, sí, pero lo hace para ir presentándote a los personajes, sus virtudes, carencias, puntos fuertes y débiles, para prepararte para la traca final que son los dos últimos capítulos. Y no olvidemos que son tan sólo seis.
En serio, una maravilla. Aplauso aparte para los actores, no sólo Luther y Alice, sino también los que les rodean. Hasta los episódicos demuestran un nivel digno de grandes ligas. Y si no, atención a la mujer del taxista del cuarto capítulo, que se marca algunos momentos que habría que elogiar y aplaudir.
Una serie brillante.