Hay esperanza… pero poca.
Ayer estrenaron en Telecinco un documental llamado «La princesa del pueblo». Tócate los huevos. Evidentemente, versaba sobre la vida y obra de Belén Esteban. Ese ser. Competía contra Águila roja y contra El marco. Y, como mi valoración sobre el ser humano es escasa visto lo visto, supuse que «La princesa del pueblo» arrasaría en audiencia, como suele hacer con todo lo que toca.
El día que anunció sartenes vendió tropecientas mil unidades. Así que sí, perdonadme la falta de confianza en el ser humano. Yo preferiría mantener la tele apagada y mirar la pantalla negra antes de darle audiencia a esa señora, pero Spain is different y ha demostrado en varias ocasiones que el resto no prefiere eso.
Ayer Águila roja venció en audiencia por una diferencia de nueve puntos. Así que, aunque la ficción del enmascarado no me gusta, al menos me hace pensar que aún hay salvación posible para la raza española. Pero no cantemos victoria ni hagamos fiestas, porque los datos de audiencia de La princesa del pueblo han sido grandes igualmente. 20% de share, más de dos millones de espectadores.
Miro con anhelo hacia lo que se hace al otro lado del charco. Con la expresión del niño pobre africano cuando le sobrevuela un Boeing 747. Esa sensación de «oh, jamás alcanzaré ese nivel». Pero está claro que tenemos la tele que nos merecemos.
En fin, como vaticiné hace unos días, El marco se ha hundido. Hizo un 3% de audiencia, lo cual es menos de lo que suele hacer La 2. Era de esperar.
Ayer estrenaron en Telecinco un documental llamado «La princesa del pueblo». Tócate los huevos. Evidentemente, versaba sobre la vida y obra de Belén Esteban. Ese ser. Competía contra Águila roja y contra El marco. Y, como mi valoración sobre el ser humano es escasa visto lo visto, supuse que «La princesa del pueblo» arrasaría en audiencia, como suele hacer con todo lo que toca.
El día que anunció sartenes vendió tropecientas mil unidades. Así que sí, perdonadme la falta de confianza en el ser humano. Yo preferiría mantener la tele apagada y mirar la pantalla negra antes de darle audiencia a esa señora, pero Spain is different y ha demostrado en varias ocasiones que el resto no prefiere eso.
Ayer Águila roja venció en audiencia por una diferencia de nueve puntos. Así que, aunque la ficción del enmascarado no me gusta, al menos me hace pensar que aún hay salvación posible para la raza española. Pero no cantemos victoria ni hagamos fiestas, porque los datos de audiencia de La princesa del pueblo han sido grandes igualmente. 20% de share, más de dos millones de espectadores.
Miro con anhelo hacia lo que se hace al otro lado del charco. Con la expresión del niño pobre africano cuando le sobrevuela un Boeing 747. Esa sensación de «oh, jamás alcanzaré ese nivel». Pero está claro que tenemos la tele que nos merecemos.
En fin, como vaticiné hace unos días, El marco se ha hundido. Hizo un 3% de audiencia, lo cual es menos de lo que suele hacer La 2. Era de esperar.