

Casi sin sangre (más allá de ese brutal choque de coches no hay más sangre), verborréico, autoparódico (ese sherif que llama a su hijo «hijo número uno» ya salía en Kill Bill, la hamburguesería Big Kahuna que menciona el especialista Mike también aparecía en las conversaciones de Travolta y Jackson en Pulp Fiction, y el uniforme amarillo y negro que lleva Mary Elisabeth Winstead lleva escrita la palabra Viper, que me recuerda a las Viper de Kill Bill), y en definitiva divertido.
Sigue siendo un grande del cine. Y ahora, a esperar sus «bastardos sin gloria». A ver qué nos cuenta.
Sigue siendo un grande del cine. Y ahora, a esperar sus «bastardos sin gloria». A ver qué nos cuenta.
