Faster

Si en la carátula aparece Dwayne Johnson, otrora conocido como «The rock», en los últimos años eso significaba una sóla cosa: película para niños con trama ridícula. Por suerte, alguien se acuerda de que este señor tiene aspecto de ser un héroe de acción, y de vez en cuando, le cae un guión de estos en las manos.
Vale, no ha tenido mucha suerte con las taquillas de sus pelis de acción, pero el tipo, aunque pueda parecer lo contrario, no es nada malo. Aquí es cuando llueven las críticas. Pero en serio lo pienso. Tampoco es que crea que sea un futuro ganador de Oscars, pero desde luego, no es un cara de palo como otros que van de actores por la vida (y sí, me refiero, como siempre, a nuestro queridísimo Orlando cara de palo Bloom). Dwayne Johnson a mi me demostró que era un actor de verdad con su pequeño papel de supergay en Be Cool.
Y bueno, centrándonos en Faster… tampoco es que sea la gran cosa. El inicio es demoledor, y presenta lo que parece que va a ser un peliculón de ostias, tiros y venganza sangrienta, pero en realidad las cosas van por otros derroteros, casi tirando más al thriller que al cine de acción. La cosa es que el señor Johnson sale de la cárcel con la intención de matar a los hombres que mataron a su hermano, le dieron por muerto a él e hicieron que le metieran en la cárcel. Mientras tanto, un policía drogadicto interpetado por el señor que nadie sabe cómo pudo estar casado alguna vez con Angelina Jolie, Billy Bob Thorton, le persigue para detenerle. Y como tercera banda, un asesino de élite y que está liado con la terapeuta que trata todas sus neuras, contratado por la gente tras la que va Johnson para que le de caza antes de que él les mate a todos.
Y bueno, la cosa es entretenida, pero peca de previsible. No logra sorprender en ningún momento y se queda corta en cuanto a espectáculo. Porque uno ve a Johnson y le acompaña en su venganza pero claro, esperamos que le den un poco de guerra, que la cosa parezca complicada y tenga que luchar o esforzarse por conseguirlo, pero el guión no parece estar interesado en mostrarnos dificultad, y acaba pasando por todas las situaciones como quien cuenta el calor que pasó en la playa en agosto.
Y supongo que eso es lo que mejor define la sensación que, finalmente, me dejó faster: Que se queda corta. Aunque no esté mal.