El cuarto jinete en la revista Corazón literario

Montaje realizado por Julio Muinicio Oliver. Retoque nocturno por José Sanz
No sé si hay alguien que no conozca la revista de Corazón Literario. Bueno, pues se trata de una revista gratuita que incluye relatos, alguna reseña y algún artículo y que se distribuye desde la página mencionada.
En el número 7 de la revista (que podéis descargar aquí) Rubén Giráldez González realiza una reseña de El cuarto jinete que os transcribo a continuación:
“Has llegado en el momento justo para que te cuente una historia. ¿Ves ese pequeño pueblecito americano que tenemos ante nuestros ojos? Se llama Castle Hill. Y en Castle Hill, va a ocurrir una desgracia, que hará que este lugar digno de postal, se convierta en una verdadera pesadilla. ¿Qué no me crees? Pues observa, El Cuarto Jinete ha sido liberado, y nada ni nadie lo podrá detener…”
Bueno, aquí estoy de nuevo con una de mis modestas reseñas. En esta ocasión le toca el turno a El Cuarto Jinete, de Víctor Blázquez, uno de los mayores éxitos editoriales de la línea Z de Dolmen. ¡Y no es para menos! Ya que la obra de Blázquez es pura adrenalina. Pero como diría Jack el destripador “Vamos por partes.”
Cualquiera que lea la sinopsis de El Cuarto Jinete creerá que es más de lo mismo:
“¿Qué ocurriría si tus familiares, vecinos y todos aquellos a los que conoces se convirtieran en insaciables e incansables asesinos? Ven, acompáñame, Castle Hill es un pequeño y apacible pueblo americano digno de postal, un lugar donde la vida es tranquila y fácil. Todos los pueblos tienen ovejas negras pero, por lo general, la paz domina la vida de este pequeño y agradable lugar. Las cosas están a punto de torcerse del todo. El cuarto jinete, el más mortal de todos los virus concebidos por el hombre, el principio del fin, un virus capaz de someter a toda la raza humana, está a punto de ser liberado.
Enfrentados a un enemigo sin miedo, inagotable y atroz, los habitantes de Castle Hill tendrán que valerse por sí mismos para sobrevivir. La pesadilla está a punto de comenzar. No hay ningún sitio al que huir si la muerte corre más que tú.”
Virus que resucita a los muertos. Pueblo asediado por hordas de zombis. Tiros, sangre y mordiscos. Y sí, El Cuarto Jinete tiene eso. Pero tiene mucho más.
Lo primero que llama la atención al comenzar la novela es el tipo de narrador. Es un narrador muy especial, ya que nos trata como si fuese un viejo amigo. Se dirige a nosotros cuando es necesario e incluso pregunta por nuestra opinión en ciertas ocasiones. También se permite para r alguna escena para explicarnos más cosas o para contarnos que está ocurriendo en la otra punta del pueblo. En definitiva, es el guía perfecto en este ajetreado viaje.

Lo segundo, son los zombis que pueblan la novela. Se alejan del arquetipo creado por el maestro George Andrew Romero, para acercarse más al zombi que ya nos mostró Zack Snyder en el remake de Amanecer de los muertos. Estos muertos vivientes son rápidos y más peligrosos que los zombis “Romerianos” ya que, si enfrentarse a uno solo es un verdadero desafío. ¿Qué ocurrirá cuando una horda de estos seres rodee y amenace la existencia de los personajes de la novela?
Porque ese es otro de los grandes fuertes de la novela: los personajes. Salvo por algunas excepciones, todos ellos son amigos y vecinos que se ven obligados a luchar contra personas conocidas; ahora convertidas en unos implacables monstruos homicidas.
Y es que, eso es lo más aterrador de vivir una situación así: verte obligado a acabar con un ser querido antes que este acabe contigo.
La gran cantidad de personajes que aparecen en el transcurso de la lectura, hace que te encariñes con alguno de ellos (sobre todo con la pequeña Paula) y sufras cuando su vida se ve amenazada por algún zombi dispuesto a hincarles el diente.
La novela está escrita a un ritmo frenético que apenas deja tiempo para respirar al lector. Ya que, en cualquier parte, puede aguardarnos un ser dispuesto a todo por conseguir una porción de carne fresca.
La novela está plagada de detalles y referencias a series de televisión, películas e incluso bandas de música.
Además de múltiples guiños al maestro King (nombres de personajes, situaciones…) que a los fans de la literatura de terror no nos pasarán desapercibidos. Stephen King, es un importante referente para muchos escritores de terror contemporáneo (me incluyo en esa extensa lista) y Víctor no es la excepción. Es un gran alumno del maestro del suspense de Maine.
Dedico esta reseña a Antonio Valderrama “El Rasurador”, quien tuvo la estupenda idea de regalarme un ejemplar dedicado por el mismísimo Víctor Blázquez. Que sepa que me haagasajado con una adictiva lectura que he “devorado” con sumo gusto.
Si no te has hecho aún con un ejemplar de El Cuarto Jinete, no se a que estás esperando para disfrutar de una estupenda lectura que agradará a todos los aficionadosa la literatura Z.
Y recordad que Víctor acaba de traernos el Armagedón con la segunda parte de esta fantástica novela que ya está infectando la mayoría de las estanterías españolas.
“… ¿Estás preparado? ¿Acabas de escuchar los monstruosos gruñidos? Son ellos. Rápido. Huye. Ya han llegado. Ellos son La Muerte… y corre más que tú.”
“Has llegado en el momento justo para que te cuente una his-
toria. ¿Ves ese pequeño pueblecito americano que tenemos ante
nuestros ojos? Se llama Castle Hill. Y en Castle Hill, va a ocurrir
una desgracia, que hará que este
lugar digno de postal, se con-
vierta en una verdadera pesadi
lla. ¿Qué no me crees? Pues ob-
serva, El Cuarto Jinete ha sido liberado, y nada ni nadie lo podrá
detener…”
Bueno, aquí estoy de nuevo con
una de mis modestas reseñas.
En esta ocasión le toca el turno
a El Cuarto Jine
te, de Víctor
Blázquez, uno de los mayores éxito
s editoriales de
la línea Z de
Dolmen. ¡Y no es para menos! Ya
que la obra de Blázquez es
pura adrenalina. Pero como diría
Jack el destripador “Vamos por
partes.”
Cualquiera que lea la sinopsis de El Cuarto
Jinete creerá que es más de lo mismo:
“¿Qué ocurriría si tus familiares, vecinos y todos
aquellos a los que conoces se convirtieran en in-
saciables e incansables asesinos? Ven, acompáñame,
Castle Hill es un
pequeño y apacible pueblo
americano digno de postal, un lugar donde
la vida es tranquila y fácil.
Todos los pueblos tienen ovejas negras pero, por lo
general, la paz domina la
vida de este pequeño
y agradable lugar. Las cosa
s están a punto de to
rcerse del todo. El cuarto jin
ete, el más mortal de to-
dos los virus concebidos por el hombre, el princi
pio del fin, un virus capaz de
someter a toda la raza
humana, está a punto de ser liberado.
Enfrentados a un enemigo sin miedo, inagotable y at
roz, los habitantes de Castle Hill tendrán que
valerse por sí mismos para sobrev
ivir. La pesadilla está a punto de
comenzar. No hay ningún sitio al
que huir si la muerte corre más que tú.”
Virus que resucita a los muertos. Pueblo asediado por hor
das de zombis. Tiros, sangre y mordiscos. Y sí, El
Cuarto Jinete tiene eso. Pero tiene mucho más.
Lo primero que llama la atención al comenzar la novela
es el tipo de narrador. Es un narrador muy especial, ya
que nos trata como si fuese un viejo
amigo. Se dirige a nosotros cuando es
necesario e incluso pregunta por nues-
tra opinión en ciertas ocasi
ones. También se permite para
r alguna escena para expli
carnos más cosas o para con-
tarnos que está ocurriendo en la otra punta del pueblo. En
definitiva, es el guía perfecto
en este ajetreado viaje.

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Lo segundo, son los zombis que pueblan la novela. Se al
ejan del arquetipo creado por el maestro George An-
drew Romero, para acercarse más al zombi que ya nos mo
stró Zack Snyder en el remake de Amanecer de los
muertos. Estos muertos vivientes son rápidos y más peligro
sos que los zombis “Romerianos” ya que, si enfrentarse
a uno solo es un verdadero desafío. ¿Qué ocurrirá cuando un
a horda de estos seres rodee y amenace la existencia
de los personajes de la novela?
Porque ese es otro de los grandes fu
ertes de la novela:
los personajes.
Salvo por algunas excepciones, todos ellos son amigos y v
ecinos que se ven obligados a luchar contra personas
conocidas; ahora convertidas en unos
implacables monstruos homicidas.
Y es que, eso es lo más aterrador de vivir una situación
así: verte obligado a acabar
con un ser querido antes que
este acabe contigo.
La gran cantidad de personajes que aparecen en el transc
urso de la lectura, hace que te encariñes con alguno de
ellos (sobre todo con la peque
ña Paula) y sufras cuando su
vida se ve amenazada por
algún zombi dispuesto a hin-
carles el diente.
La novela está escrita a un ritmo frenético que apenas deja
tiempo para respirar al le
ctor. Ya que, en cualquier
parte, puede aguardarnos un ser
dispuesto a todo por conseguir
una porción de carne fresca.
La novela está plagada de detalles y
referencias a series de
televisión, películas e incl
uso bandas de música.
Además de múltiples guiños al maestro King (nombres de
personajes, situaciones…) que a los fans de la litera-
tura de terror no nos pasarán desapercibidos. Stephen Ki
ng, es un importante referente pa
ra muchos escritores de
terror contemporáneo (me incluyo en esa exten-
sa lista) y Víctor no es la excepción. Es un gran
alumno del maestro del suspense de Maine.
Dedico esta reseña a Antonio Valderrama “El
Rasurador”, quien tuvo la estupenda idea de
regalarme un ejemplar dedicado por el mismí-
simo Víctor Blázquez. Que sepa que me ha
agasajado con una adictiva lectura que he “de-
vorado” con sumo gusto.
Si no te has hecho aún con un ejemplar de El
Cuarto Jinete, no se a que estás esperando para
disfrutar de una estupend
a lectura que agradará
a todos los aficionados
a la literatura Z.
Y recordad que Víctor acaba de traernos el
Armagedón con la segunda
parte de esta fantás-
tica novela que ya está in
fectando la mayoría de
las estanterías españolas.
“… ¿Estás preparado? ¿Acabas de escuchar los mons
truosos gruñidos? Son ellos. Rápido. Huye. Ya han llega-
do. Ellos son La Muerte… y corre más que tú.”