Reseña de El cuarto jinete desde el otro lado del mundo

Desde México nada más y nada menos que me llega una reseña más de El cuarto jinete, desde la página El vortex. Con valoración positiva, por fortuna:

Tras el éxito de The Walking Dead y World War Z decenas de relatos sobre zombis comenzaron a aparecer en las librerías del país y es difícil saber cuáles valen la pena y cuáles son un pobre intento por aprovechar la euforia zombi.

Desde octubre del año pasado, Dolmen, una editorial española, se ha dedicado a traer a México varias novelas del género. Lo cierto es que muchas veces llamaron mi atención, pero no me decidía a comprar alguna por miedo a vivir una decepción, hasta que por recomendación de un amigo en Twitter, le di la oportunidad a la trilogía Los Caminantes de Carlos Sisí (de la cual ya hable en 3 historias de zombis que deberían conocer) y me lleve una agradable sorpresa. Posteriormente me hablaron bien de otro libro de la misma editorial: El Cuarto Jinete. A continuación mis impresiones:

“Y miré, y he aquí un caballo amarillo: y el que estaba sentado sobre Él tenía por nombre Muerte”

Apocalipsis 6:8

 

Muerte es el nombre del cuarto jinete del Apocalipsis, lo que hace de “cuarto jinete” un nombre muy apropiado para un virus mortal, probablemente esta fue la razón por la que Víctor Blázquez le dio ese título a su trilogía. Blázquez, es un joven escritor español que en los últimos dos años ha publicado cinco novelas y más de diez relatos, muchos de ellos también del género zombi.

La acción ocurre en el pequeño y apacible pueblo de Castle Hill, un típico poblado americano en donde todos se conocen y en donde el problema más grande que enfrenta la policía es una pelea de borrachos. Como suele ocurrir, el descuido o avaricia de los involucrados en las investigaciones gubernamentales, ocasiona la incidental liberación de un virus capaz de reanimar a los muertos y convertirlos en seres ansiosos por morder a cuanta persona se cruce por su camino. Como es de esperarse, nadie está preparado para tales acontecimientos y rápidamente el caos y la muerte invaden el poblado.

Lo cierto es que el libro se siente lento al principio, la historia involucra a más personajes de los que podremos recordar (muchos de ellos caerán como moscas en las primeras horas de la infección) y Blázquez se toma su tiempo (casi 50 páginas que a muchos les costará trabajo terminar) para presentarnos a cada uno ellos, con la finalidad de que conozcamos los antecedentes y motivaciones para sus futuras acciones. Sin embargo, una vez que las presentaciones concluyen y nos vemos envueltos en la verdadera acción, la historia fluye como sangre emanando de una mordida en la yugular.

“Así que ven conmigo, deja que yo te guíe y te mostraré todos los ángulos de esta situación.”

A grandes rasgos la historia no es novedosa, es la típica lucha de supervivencia de unos cuantos afortunados, sin embargo el más grande acierto del autor es su estilo narrativo. Blázquez cuenta su historia en tercera persona y vuelve al lector un personaje dentro de ella, un acompañante omnipresente del narrador que no está leyendo sino viendo y escuchando todo lo que pasa en Castle Hill. De esta manera es fácil imaginarnos a nosotros mismos dentro los escenarios, como un ser invisible y curioso, que tristemente no puede hacer nada por evitar las desgracias que les esperan a los pintorescos habitantes del pueblo.

Ese estilo narrativo le permite al autor contar los hechos a través de un sinfín de brincos entre distintos escenarios y hasta de momentos en el tiempo, conectando las historias de supervivencia de los protagonistas de una manera ingeniosa. En ocasiones nos vemos obligados a abandonar la historia de un personaje durante un momento crucial, para ir a visitar a otro, lo que nos deja con ganas de seguir leyendo para descubrir lo que ocurrirá. Los personajes son tan diversos que es fácil identificarnos con alguno y odiar a más de uno, pues entre ellos no hay buenos o malos, sólo personas tratando de sobrevivir.

Zombis arrancando miembros y arrastrándose por las calles, sobran, las terroríficas y angustiantes descripciones de Blázquez complacerán a los exigentes de sangre, mientras que aquellos que busquen conectar emocionalmente con los personajes se verán recompensados al final, pues hay más de un par de momentos emotivos que podrían hacerlos soltar algunas lágrimas.

El desenlace parece ser un final feliz pero lejos está de serlo y Blázquez cruelmente lo aprovecha para darnos sin muchos detalles una probadita de lo que tratará la segunda parte de su historia y dejarnos picados con ella.

Traición, romance, sacrificio, amistad, amor y mucha sangre llenan las páginas de El Cuarto Jinete, el primer título de una trilogía que luce bastante prometedora. Tristemente la segunda parte: El cuarto jinete: Armagedón aún no está disponible en México, sin embargo pueden comenzar a leer AQUÍ el primer capítulo de El Cuarto Jinete y si les gusta podrán encontrarlo en varias librerías del país.