Perfume al límite

Hoy he visto dos películas. Dos películas que se basan en libros.
La primera de ellas, «Amar al límite», está dirigida por un hombre que después de rodar esta película allá por el 2001 no ha vuelto a hacer nada más. Y no porque la peli sea mala, porque no lo es.
Vaya, que tampoco es la mejor película de la historia, pero resulta entretenida. Quizá algo lenta para mi gusto. Adrien Brody está magnífico, lo cual ha terminado de convencerme de que este señor tiene dos formas de actuar: magnífica (vease esta o El pianista) y sosocomoelsolo (ahí está King Kong la primera).
Lo cierto es que se nota que la trama viene sacada de un libro, porque hay reacciones que uno no se explica en la película. Es de imaginar que en el libro estén mejor contadas. Y los diez últimos minutos a forma de epílogo de «dos años después» podrían haberlos dejado en la mesa de montaje…
Como curiosidad… que sale Pam Grier. La mujer que Tarantino intentó revivir con Jackie Brown y que antaño fuera diosa del blaxpotation (o como se escriba). La jugada no salió como con Travolta, desde luego…
La segunda película que he visto hoy ha sido en el cine. El perfume, historia de un asesino. Basada en el libro de igual título y que tiene el dudoso honor de ser el primer libro que estuve a punto de dejar a la mitad en mi vida. Por aquella aún tenía esa moral de no dejar ningún libro a medias. El perfume me pareció el libro más aburrido que jamás me había leído. Sigue pareciéndome el libro más aburrido que jamás me he leido entero, desde luego.
En cuanto a la película… bueno, aunque es lenta como el libro desde luego resulta algo más entretenida. En parte gracias a esa media hora en que aparece Dustin Hoffman para robarle protagonismo al personaje principal. Aparece, y por arte de magia uno no puede dejar de mirarle.
Pero la película adolece de lentitud. Durante la primera hora de película no ocurre nada, y cuando por fin llega a la parte donde se convierte en asesino, lo resuelven en apenas un ratito de película.
Eso sí, está muy bien ambientada y tiene una buena fotografía. Lo que yo me pregunto es por qué la gente se ríe nerviosa en el cine cuando aparecen muchos desnudos. Entre eso y las dos señoras comentaristas que teníamos detrás… Por lo menos no sonó ningún teléfono, y eso que estábamos en el Acteón, que es el cine con más maleducados por butaca que he visto en mi vida… y mira que me gusta ir a ese cine…