No existen los monstruos en Cruce de caminos

En Cruce de caminos han leído No existen los monstruos y les ha fascinado. Gran noticia, por supuesto. Os dejo aquí la reseña que han hecho:

Creo que he leído todas las novelas que ha publicado Víctor Blázquez hasta el momento: El cuarto jinete, El cuarto jinete: Armagedón, Orilla intranquila, y ahora está magnifica No existen los monstruos, que os quiero avanzar que para mí es la mejor de las cuatro, la que más me ha cautivado, la que con más intensidad he leído, la que menos ganas tenía de que se acabara.
Había leído la reseña de Emilio Alcorze, uno de los lectores cero de la novela, y me impactó. Recuerdo que le pregunte a Víctor directamente: Dice Emilio que es tu mejor novela. ¿Tú lo ves como él? Y recuerdo que me dijo lo que me tenía que decir, que él como padre de las criaturas les tiene igual cariño a todas y que no puede decir que una sea mejor que las otras.
Pero una vez acabada la novela y leyendo la nota del autor y de nuevo hablando con él, reconoció que a este No existen los monstruos le tiene un cariño especial, digamos que sería su ojito derecho, y eso se nota en su escritura.
 
«El mejor truco que inventó el diablo fue convencer al mundo de que no existía. »
 
Creo que la fuerza de la novela radica en dos hechos fundamentales: la mezcla de dos géneros que siempre son atrayentes: la novela histórica y la novela policiaca o criminal. En palabras del autor, No existen los monstruos es thriller histórico con toques de criminal y fantástico y yo compro esa etiqueta, pues las he vivido todas.
Pero estaba hablando de su fuerza.
Creo que otro elemento importante es el cómo interactúan las historias, la histórica y la criminal. En un principio la primera tiene preferencia por la segunda, poco después es la segunda que pesa sobre la primera: es un gran momento de la novela y donde Víctor demuestra que tiene camino por explorar en ese género; y finalmente es de nuevo la histórica la que toma la batuta para acabar con una de esas escenas bélicas y de acción que son tan del estilo de Víctor, aunque os tengo que decir, que siendo como es una novela en medio de la Segunda Guerra Mundial, no tiene muchas escenas bélicas y sí más búsqueda, interacción de personajes, sentimientos, y a mí me ha gustado mucho así.
 
«Cuando se mira al abismo durante mucho tiempo, el abismo también mira dentro de ti. »
 
Mientras leía, sobre todo la parte histórica, tenía ganas de saber si aquello que estaba leyendo sucedió así, se todo aquello era real. Me contuve para no generarme un posible spoiler a mi mismo y esperé a la genial nota de autor, como se agradecen, que culmina el libro. En ella podréis casi tocar a Víctor, os explicará las motivaciones que tuvo a la hora de escribir la novela, que no son banales, y también os pondrá en antecedentes sobre lo que es real y lo que es ficticio.
 
Placa que se encuentra en Praga y que recuerda a algunos de los protagonista de la novela
 
«Los crímenes pequeños los persiguen los perros y los policías pero los grandes los reverencian los historiadores. »
 
Y una vez leída la nota, echas la vista atrás y piensa: ¿de verdad? Y se te llena el cuerpo de odio y de rabia.
«Los alemanes llegaron a separar a tres niños […] Tres chicos rubios que consideraron aptos para la germanización. El resto del pueblo fue acribillado […] y después varios soldados avanzaron entre los cuerpos disparando a los moribundos para rematarles.»
 
¿Cómo pudieron llegar a ser así de crueles los nazis? ¿Para qué tanto fanatismo? ¿Qué culpa tuvieron todos los que asesinaron?
Novelas como las de Víctor que nos explican un pequeño momento de esa horrorosa Guerra deberían seguir escribiéndose para que no caiga en el olvido, para que sigamos siendo conscientes de lo que pasó, de cómo pasó, y quizás así prever para que no vuelva a suceder.
 
Iglesia de San Cirilo y San Metodio escenario de unos de los momentos épicos de la novela
 
No quisiera acabar la reseña sin destacar el trabajo de la editorial Dolmen al crear la colección Stoker que nos está dando más de una alegría y que espero nos las siga dando.
 
Y ahora sí toca cerrar recomendándoos la lectura de esta novela por lo emotivo del momento, por el trabajo de Víctor, por su parte criminal, por la histórica, por su ritmo de menos a más, por esos monstruos que no empeñamos en no ver, pero que están a nuestro alrededor.
¿De verdad pensáis que los monstruos no existen?