La anunciaron como la nueva 24. Ya aquello era para decir «venga ya».
La anunciaron como «Venganza» pero en vez de Liam Neeson, Ashley Judd pegando tiros por Europa. Aquello también era para decir «venga ya».
Pero tenía a Sean Bean. Había que verla.
En fin, ha sido una temporada de diez capítulos. La cadena no la ha renovado porque las audiencias eran reguleras así que nos quedaremos con esto, simplemente. Y diré que no me extraña nada porque la verdad es que no era gran cosa. La historia de esta Madre Coraje era demasiado light y en ocasiones se notaba la ausencia de presupuesto. Entretenida ha sido, sí, si lograbas dejar de lado los conflictos morales de la protagonista y sus continuos lloros, claro. Que sí, que vale que han secuestrado a tu hijo, pero coño, eres una llorona. Jack Bauer no lloraba durante. Después a veces, pero durante nunca.
Y los flashbacks… siempre con sus dudas morales para demostrarte que el personaje de Judd era muy buena, muy buena… a mi me hacían pensar en quien carajo le dio a esta tipa la oportunidad de ser agente secreto si no hace más que protestar y llorar. Ya el flashback del capítulo diez es que creí que moría de la risa. Intentan demostrar que ella es buena haciéndole tener dudas sobre un prisionero al que tienen que entregar y saben que será torturado. «La tortura siempre está mal y yo me alisté para hacer del mundo un lugar mejor». Solución: entrar y pegarle tiros a los captores. Oye, así evitan que torturen al otro. Porque torturar está muy mal pero matar no importa tanto.
Por dios.
Pero en fin, para mi lo peor de la serie ha sido el personaje de ella y sus conflictos ridiculo-maternales. La historia de misterio ha sido entretenida y por lo menos queda resuelta en estos diez capítulos. Ya está, chinpún, la típica cosa que ves, te entretiene y cuando dentro de un par de años alguien te pregunte por missing no sabrás qué decir porque de lo único que te acuerdas es que salía Sean Bean.
Por cierto, me ha parecido de pésimo gusto por parte de la cadena mantener ese epílogo final. La historia acababa y podía ser cerrada absolutamente, y sin embargo, hay una secuencia de «una semana después» que claramente abría la puerta a una segunda temporada. Dado que ya sabían que la serie no iba a renovar lo suyo habría sido dejar a los pocos fans que tenían con un final cerrado quitando ese epílogo. Pero lo mantuvieron. Muy mal.