1) Los caminantes: Hades Nébula, de Carlos Sisi
2) Choque de reyes (Canción de hielo y fuego 2), de George R.R. Martin
3) El Gobernador, de Robert Kirkman y Jay Bonansinga
4) Eterna, de Guillermo del Toro y Chuck Hogan
5) Edén interrumpido, de Carlos Sisi
6) 22/11/63, de Stephen King
7) El hombre en el castillo, de Philip K. Dick
8) Noche de difuntos del 38, de Manuel Martin.
9) Area 81, de Stephen King
10) La Guerra de la Doble Muerte, de Alejandro Castroguer
11) Blockade Billy, de Stephen King
12) El manantial, de Alejandro Castroguer
13) Tormenta de espadas (Canción de hielo y fuego 3), de George R.R. Martin
14) La guerra interminable, de Joe Haldeman
15) Última parada: la casa de muñecas, de Miguel Aguerralde
16) Hamelín, de Angel Luis Sucasas
17) Festín de cuervos (Canción de hielo y fuego 4), de George R.R. Martin
18) Robopocalipsis, de Daniel H. Wilson
19) Y pese a todo, de Juan de Dios Garduño
20) Piezas desequilibradas, de Darío Vilas
Cualquiera que me conozca un poco sabrá que no soy un lector fanático de los relatos. Ni me prodigo escribiéndolos ni tampoco leyéndolos. Prefiero las historias largas, qué le voy a hacer. Pero bueno, durante el Celsius 232 cayó en mis manos este libro y su autor tuvo a bien firmármelo y dedicármelo, así que sabía que tarde o temprano tendría que darle una oportunidad.
No me arrepiento.
El relato con el que arranca este libro, que da título al libro, es tan brutal y desgarrador que como arranque es una verdadera patada en las costillas. Apenas te está preparando para lo que viene, un relato extraño, que huye de los convencionalismos de planteamiento, nudo y desenlace. De hecho, es casi nudo, nudo, nudo. Para mí, de lo mejor de este libro, junto Voluntad bajo cero, Yo y el autobús número 4, ¿Quedamos? y La Bruja lusa (probablemente el relato más clásico y discordante de estas piezas desequilibradas, pero también el que contiene algunas de las imágenes más sobrecogedoras de la antología.
No todos los relatos me han gustado. Mentiría si dijera eso, y es el riesgo que se corre en las antologías, pero por suerte, Purpúrea cicatriz es uno de los relatos más cortos del libro, si no el que más, por lo que el resultado global es plenamente satisfactorio. Y no es que el relato sea malo, es que es el que menos me ha llegado.
Gran recopilación que os recomiendo sin dudar ni un segundo. Si aceptáis, vais a sumergiros en la mente de uno de los autores a los que hay que seguirle el rastro en el panorama actual. Darío Vilas os va a sobrecoger y a demostraros que se pueden escribir historias con estilo sencillo (La bruja lusa) y otras con un estilo más intenso (Piezas desequilibradas) y tenerte en ambos con los huevos apretados por lo que te cuenta.