El cuarto jinete, by Fuen Cano

Os traigo una nueva reseña (y van… con esta 45) de El cuarto jinete (las podéis ver todas aquí). En este caso ha sido una lectora a la que conocí a través del foro walkingdead.es la que me ha hecho llegar sus impresiones. Lo ha hecho a través de su facebook, por lo que os cuelgo aquí sus palabras:

Podría parecer una novela de terror más, pero doy fe: no lo es.

La historia se desarrolla en Castle Hill, un pequeño pueblo estadounidense que hasta la fecha había pasado sin pena ni gloria por la historia de la civilización humana. Hasta hoy. Un virus altamente contagioso (llamado “El Cuarto Jinete”, como el propio título indica) ha caído en las manos equivocadas y se expande por este apacible pueblo silenciosamente… hasta que comienzan los gritos, las muertes y el terror, claro está.

Víctor Blázquez nos invita a hacer un increíble y trepidante tour por todo el pueblo para que veamos el antes y el después de la tragedia. Nos sumerge en los pequeños universos que envuelven a cada uno de los personajes (uno de los puntos fuertes de la obra) y describe de forma tan magistral cada uno de los escenarios que teletransporta al lector hasta el mismo Castle Hill.

Todo se desarrolla en un único y fatídico día. La lectura te envuelve desde el principio en su manto y los hechos te obligan a seguir hacia delante. Notas como el tiempo se te escapa de las manos, como crees que al llegar al final del capítulo cerrarás el libro… pero no puedes. Por Brad Blueman y su insaciable afán de protagonismo. Por la apasionante historia de Jason y Carrie. Por el doctor Kurt Dysinger (uno de mis favoritos) y la dulce aunque inteligente Zoe. Por Mark y Paula, que te devolverán la esperanza en el ser humano. Por el altruismo del padre Merrill y los oficiales de policía Russell y Dennis Sloat. Por Terence y Verónica, la viva imagen de la heroicidad. Por el intenso Aidan Lambert y su afición por los clubs de alterne. No importa cuán diferentes sean porque los hechos van enredándolos como si de una hiedra se tratase para conducirlos hasta el final.

Se mezclan escenas a un ritmo vertiginoso (no apto para cardíacos), momentos de relax para profundizar en la psique de nuestros héroes y otros en los que, sin comerlo ni beberlo, ocurren cosas que te dejan totalmente atónito. Es fresca, original, pero también seria y respetuosa con los viejos clásicos sobre la temática zombi.

En resumen: recomendable 100%. Así que guarda en la estantería el libro con el que estés ahora mismo y pon este sobre tu mesilla, te aseguro que no te arrepentirás.

Y atención, porque la segunda parte saldrá dentro de no mucho («El Cuarto Jinete: Armagedón»).

Fuen Cano.