Hoy fui al cine a reencontrarme con unos viejos amigos. Antes regentaban un videoclub que era a la vez una pequeña tienda. Aquello era Clerks, y ahora es Clerks 2 y el videoclub abre la película en medio de un incendio.
Lo cierto es que me he reencontrado con un Kevin Smith que parecía haber perdido el norte pero aquí recupera toda su capacidad humorística. Lo cierto es, que aunque no llega al nivel de la primera Clerks, me pasé la práctica totalidad del metraje de la secuela riéndome a carcajadas.
Smith se las da de director, pero a mi me da la impresión de que debe ser el Santiago Segura de Estados Unidos, porque no brilla, para nada, en cuanto a los planos que realiza. Lo suyo es el humor, en este caso basado en diálogos hilarantes y situaciones… ¿hay una palabra para definir esto?
Uno debe saber a lo que va cuando se mete en Clerks 2 si no quiere salir escaldado.
Yo la disfruté un montón. ¿Lo mejor? Bueno, hay una serie de momentos que merecen sin duda la entrada al hall de «grandes momentos»:
– La discusión entre un freak de Star Wars (el bueno, y con el que estaban nuestros corazones) y dos de El señor de los Anillos. En esta conversación se oyen lindezas como «El señor de los anillos es una trilogía sobre gente que va andando a un volcán» o «Al final, hasta los árboles andan», se tacha a Anakin de «marioneta Skywalker» y, en un momento dado, el personaje de Randall dice, muy bien dicho por cierto, «para que te enteres, sólo hay UNA trilogía». Evidentemente, habla de Star Wars.
– Las referencias cinematográficas. Sobre todo la relacionada con El silencio de los corderos, música y diálogo de aquella película incluidos. Una referencia muy bien protagonizada por Jay.
– Jay y Bob el Silencioso. Como siempre, lo mejor.
– Kelly y el semental sexy. Sin palabras.
Y me dejo fuera algunos otros grandes momentos, porque la peli está llena de ellos, pero tampoco es plan de poner aquí toda la película. Y bueno, con esto me despido. Me voy de vacaciones un par de semanas, y dudo mucho que actualice el blog mientras tanto, así que… nos vemos a la vuelta. Salud y rock and roll.