El gran duelo de la televisión hispánica

Os lo juro: Me sentí tentado de empezar a desprotricar ayer mismo cuando llevaba veinte minutos de capítulo, pero me mordí la lengua y me obligué a esperar, pensando que vosotros me señalaréis y diréis que siempre critico el producto nacional… Y sí, cuando el producto nacional es malo, lo hago. Tengo que hacer la crítica de Buried, que la vi el otro día, y apenas hay menciones negativas en esa crítica.
En fin, que me obligué a esperar. Y hoy he buscado críticas positivas de la serie. Lo juro que lo he hecho. Pero aparte de las que provienen de la misma cadena o la gente que ha trabajado en dicha serie, lo único que he encontrado es negativo. Lo menos malo, uno que le da el valor de haberse atrevido a contar una historia distinta a lo típico de este país antes de ponerse a destrozarla.
Y sí, el valor de intentar hacer una serie distinta no se lo quito y se agradece. Pero poco más.
Empieza la serie, y yo no sé si es por vagancia o qué, pero me pregunto por qué demonios dejan la imagen de todas las series con ese aspecto de video tan horrible. Darle grano a la serie no es tan dificil. Pero no, en Hispania se limitan a mostrar esa iluminación plana y sin matices de tantas series hispanas. Por ese lado, horrible.
Mientras veía Hispania abrí youtube y le di al trailer de Spartacus, serie que, vaya por delante, no he visto nunca.
Me deprimí.
Sí, porque Spartacus parece una película, y aunque está claramente rodada delante de un croma, hay un claro trabajo de imagen, de luz… de todo, en general. Hispania, en ese sentido, es cutre.
Pero bueno, intenté borrar esa sensación de mi mente y seguí mirando. Hasta que Ballesta habló, con su acento de vallecas y su actitud de macarra de barrio a punto se sacarte la navaja para robarte la cartera. ¿En este país aprenderemos alguna vez a hacer un verdadero casting en vez de escoger a los actores a dedos basándonos en que la gente los conoce y ya?
¿O el verdadero problema es que no hay actores buenos en este país? Porque no sé vosotros, pero a mí la mayoría me sonaban forzados o fuera de lugar… o definitivamente malos. No todos, ojo. Lluis Homar como era de esperar estaba genial en casi todas las secuencias. En casi todas, porque recuerdo un discurso a su ejército que me dieron ganas de preguntarle si ese día estaba enfermo o qué, porque me pareció horrendo. Ana de Armas estaba bien. Vale que su acento le juega un poco en contra en algunas secuencias, pero al menos se le nota nivel. Bassave regular. Sé que ese chico puede llegar a más, así que tampoco me desesperó. Es de los que crecen con el papel.
El resto dignos de ser olvidados. Ballesta el primero, por favor.
Y qué más puedo resaltar… veamos… amén de secuencias tontas, como la de Ballesta colándose en el campamento romano y después escapando sin que todo un regimiento logre atraparle… vino la secuencia del capítulo: la gran batalla. Y vale, se agradece algo así, no está mal del todo y los efectos especiales cantan en tan sólo un par de momentos. Pero tampoco es nada del más allá. Está claro que aún nos queda mucho por aprender.
Por cierto… me dije «Al ser esta una serie que va de supreproducción, igual el estilo sea distinto», pero no, me cansé de contar después de la sexta secuencia que seguía al dedillo el esquema de realización de todas las series españolas: Travelling de inicio, personajes quedan frente a frente, plano, contraplano. Siguiente secuencia: Travelling de inicio, plano, contraplano…
¿En serio? ¿No sabemos hacer más cosas?
Veinticinco minutos fue lo que aguanté viendo Hispania. Por curiosidad, di el salto a Telecinco, que estrenaba su otra bomba: Felipe y Letizia, una historia de amor. O algo así.
Culebrón. Iluminación plana. Mismo esquema: Travelling de inicio, plano, contraplano.
Antes de que me diera un infarto, puse el canal auxiliar para ver el último capítulo de Rubicon. Acabé con la serie de intrigas de AMC, así que ya le haré un post. Porque también tengo mierda para repartir sobre ella, jejeje.

Miss Spears

Glee se convirtió en un fenómeno de masas el año pasado. De repente, todo el mundo quería aparecer en Glee y en todos sitios se planteaban hacer capítulos musicales en sus series, aunque no tuvieran nada que ver. Fringe lo hizo. La serie en la que yo estaba trabajando en ese momento se lo planteó.
En fin, que el segundo capítulo de la segunda temporada tuvo el otro día la participación, de apenas treinta segundos en pantalla, de Miss Britney Spears. La audiencia del capítulo en USA fue brutal, y hay que saber reconocerle a la serie que ese juego que se trajeron entre los jóvenes (que adoraban a Spears) y el profesor (que la detestaba) fue gracioso…
Pero. Siempre hay un pero.
Tal vez sea a mi al único que le pasa, pero este año no me parece tan buena serie como me lo parecía el año pasado. El primer episodio, ya lo dije, me resultó soso. Y de este, lo único que rescato es la aparición de John Stamos, mucho menos publicitada que la de Spears a pesar de salir bastante más él en el capítulo, el personaje de Sue, que sigue siendo mejor de la serie, y las idas de coco de Brittany, uno de esos personajes que cada vez que abren la boca podría morirme de la risa.
El resto del capítulo… soso. Prescindible. Incluso los números musicales están metidos con calzador, con la excusa del sueño. Glee siempre se ha caracterizado por colarnos sus números musicales de formas creativas y magistrales, para el recuerdo queda ese equipo de futbol americano bailando Single ladies, o ese momento lavado de coches, o incluso todo el capítulo dedicado a Madonna, uno de los mejores de la pasada temporada.
Glee nos ha colado versiones de mucha gente, de variados estilos, desde Madonna a Queen pasando por Lady gaga, y siempre lo ha hecho bien. En este caso no me lo parece. Los sueños sobre Britney Spears me parecieron absurdos, incluso la forma de colarnos el cameo de la cantante me pareció absurda.
¿Que me sigo riendo? Sí, es cierto. El problema es que ya no la veo tan fresca como antes. Pero bueno, espero que mejoren…

No ordinary family

Cada día me queda más claro que en este país no sabemos hacer cosas. Me equivoqué de país al nacer queriendome dedicar a esto…
En fin…
No ordinary family es una nueva serie americana. La premisa es sencilla y mil veces vista: familia corriente sufre un accidente y poco a poco descubren que todos tienen superpoderes. ¿Os suena? Aunque nadie haya visto nunca esa cosa que emite Antena 3, es básicamente Los protegidos. Solo que No Ordinary family es un perfecto placer culpable. Tiene un ritmo maravilloso que te permite perderte en ella los cuarenta minutos que dura, demuestra capacidad para sacarte más de una sonrisa y tiene unos personajes y una historia perfectamente construidos.
Evidentemente, no hablaré de la calidad técnica, mil veces superior a la serie de A3, ni a sus efectos especiales (la verdad, algunos cantan un poco, pero consigue que no te importe).
En serio, no creo que sea la gran novedad del año, pero desde luego se deja ver y es simpática. Y es de agradecer que unos guionistas pongan empeño en construír una buena historia. Los tres primeros minutos son verdaderamente de aplauso, y la forma de «repartir» los poderes según las cualidades que cada uno de ellos tenía antes del accidente es interesante.
A mi me ha ganado su primer episodio. Al menos lo suficiente como para que me trague unos cuantos más. Evidentemente, la sombra de Heroes planea por lo alto, y todos sabemos cómo decayó esa serie, de lo que parecía una Gran Serie al Gran Chasco que acabó siendo…

Fringe, Supernatural, The defenders, Outsourced

Inicio de la tercera temporada de Fringe. Aún recuerdo cuando empezó esta serie. La anunciaron como el episodio piloto más caro de la historia y más espectacular, pero a mi me pareció corrientito. Ni siquiera fui capaz de ver dónde se habían gastado tanto dinero, porque en el de Lost uno lo entiende, pero en este…
Los primeros capítulos fueron tan capitulares que estuve a puntito de dejarla y la veía simplemente cuando no tenía nada más que ver. Pero a partir de la mitad de la temporada, de repente, Fringe se volvió mucho más interesante. Toda la mitología que habían creado alrededor del Observador me fascinó desde el principio y a partir de la mitad de temporada, me convertí en fan. Recuerdo que el clifhunger del final de temporada me dejó con la boca abierta durante varias semanas, dandole vueltas y maravillándome por el giro de tuerca.
La segunda temporada me atrapó, y Fringe pasó a convertirse en una de mis series prioritarias. En cuanto tenía un capítulo, lo devoraba. No negaré que ciertos momentos excesivamente capitulares a mi personalmente me tocaban un poco las narices, pero en general la serie es brillante.
Esperaba esta tercera temporada como agua de mayo, y el primer capítulo no me ha decepcionado. Olivia, que al principio me parecía el protagonista más soso de la historia de la tele, me fascina ahora. De Walter siempre he sido fan. A Peter le tengo algo más atravesado. La verdad es que no sé qué coño pinta, porque en realidad nunca hace nada salvo fruncir el ceño cuando se frustra. Y se supone que es el segundo de cartel. En fin.
Gran comienzo de temporada… y esperando más.
Outsourced es una nueva comedia, de veinticinco minutos de duración por capítulo. La trama se centra en Todd, un americano que es nombrado jefe de un call-center de artículos de broma… justo cuando el call-center es trasladado a la India. En parte juegan al pez fuera del agua, en parte al choque cultural. La serie es dinámica y ágil y tiene un sentido del humor bastante sobrio y muy interesante. A mi me arrancó varias carcajadas el capítulo, y eso que se nota que, al estar presentando personajes, no puede ahondar mucho en bromas aún.
Lo que queda claro es que los pintorescos personajes que aquí perfilan serán clave en esta serie. A dos o tres de ellos les veo ya el punto cómico y sé que me van a hacer reír cada vez que hagan alguna de las suyas. Porque la verdad es que están muy bien dibujados.
Si podéis, darle una oportunidad. Lo agradeceréis.
Inicia la sexta temporada de Supernatural…
Sinceramente, después de los acontecimientos narrados en la quinta, y sobre todo después de su espectacular final, creo que deberían haberle dado carpetazo a la serie. Por varias razones. Obviamente, los acontecimientos que seguían a Dean y Sam terminaban ahí, y además el último capítulo fue un broche de oro que posiblemente no vuelvan a superar. De haber acabado ahí, la serie se convertiría en mítica en las cabezas de sus seguidores.
Pero decidieron renovarla.
Mi miedo es que se produzca el efecto Prisonbreak: Cuando los personajes dejan de tener sentido y la trama se vuelve absurda.
El regreso de Sam… ok, aceptamos barco porque si no, no hay serie.
El nuevo Dean… maravilloso. Me gusta.
El regreso del personaje de Mitch Pillegi… me suena a prisonbreak. Sin sentido.
En episodio es muy capitular. Te sientan unas bases de lo que parece que será la trama, pero vamos, no me compares lo que han presentado aquí con «el demonio de los ojos amarillos», «la puerta al apocalipsis» o «La batalla contra Lucifer». Lo dicho. Superar la quinta es muy complicado y creo que la van a cagar… espero equivocarme, pero desde luego este primer episodio ha sido muy, muy, muy flojo.
The Defenders es una serie sobre dos abogados de peculiares métodos. Capítular, procedimental, basada en el carisma de sus dos protagonistas. De momento, el piloto es muy bueno. Es interesante, está bien contado y la verdad es que Belushi y O’Connell están magníficos. Ya sabéis que me dan miedo las series capitulares porque me cansan y acaban siendo todos los capítulos iguales, pero de momento esta seguiré viéndola.
Ya os contaré qué tal.

Undercovers y Chase

Había expectación por saber cómo sería lo nuevo de J.J Abrams. Ayer tuve ocasión de ver el piloto de Undercovers y de primeras, nadie puede negarle a J.J que sabe ser frenético. Los primeros tres minutos de la serie son intensos. Otra cosa que suele hacer muy bien el señor Abrams es presentar personajes y tramas. En los diez primeros minutos de Undercovers queda perfectamente claro de qué irá la serie, cómo son los personajes y cuál será la relación existente entre ellos.
No negaremos lo obvio. Desprende un aire a Alias. Pero esto se debe a que en parte es la misma serie rediseñada. En lugar de un protagonista, tenemos dos, que están casados. Claro que en Alias al final quien no era hermano era padre/madre/tío/primo de Sydney Bristow. Obviamente, se presenta como una serie capitular con una trama seriada de fondo de la que en este capítulo apenas te la han esbozado haciéndote saber que existe una razón que no te han contado para reactivar a los personajes. Pero a fin de cuentas, es la misma serie, con los mismos tipos de casos y el mismo ritmo frenético.
A mi me basta con que sea la mitad de entretenida que era Alias, la verdad.
Y de momento, el primer episodio sí ha sido entretenido. La relación entre los dos protagonistas me ha resultado muy graciosa, y ese personaje secundario (que espero que siga saliendo y no fuera un mero capitular) obsesionado con el protagonista me pareció lo mejor de la serie. Creo que es un acierto haber metido la carga de humor que maneja el capítulo en una serie de acción como esta. Espero que siga así, la verdad.
Respecto a la polémica que saltó a los periódicos de nuestro país, donde se decía que en Undercovers aparecía Madrid como una ciudad tercermundista en la que todos son latinoamericanos tengo que decir que… es lo que yo llamo criticar por criticar. También conocido como Estupidez.
Aparece Madrid, sí. No es Madrid, obviamente. ¿Aparece como una ciudad tercermundista? No. De hecho los coches son todos de gama alta, la casa por fuera podría ser una casa cualquiera madrileña y por dentro ya la quisiera yo para mi el casoplón. ¿Son todos latinoamericanos? A ver, muy bien no hablan español los dos que aparecen hablando, pero tampoco son latinos. Me parece una chorrada, la verdad. Además, si fueran todos latinoamericanos tampoco sería tan extraño. Los de los periódicos esos que se han quejado no deben haber pasado por La latina / Lavapiés / La elipa / El retiro en un día normal cualquiera.
La serie entretiene, es divertida y, si no se queda en demasiado capitular, será una serie agradable de ver. El problema que le veo es que compite a la misma hora con el mejor programa que hay en la televisión actual. Y sí, hablo de Survivor. Este miércoles el reality le sacó cuatro puntos de audiencia. No sé si eso es buen dato o no para Undercovers. Sólo sé que entre ambos programas, me decanto fácil. Claro que yo no afecto a sus datos de audiencia.
La otra serie que vi ayer fue otro estreno, Chase. También de la NBC. En este caso, va sobre un grupo de agentes de la ley que persigue fugitivos peligrosos. Y qué quereis que os diga, con este capítulo queda claro que es un procedimental puro y duro, absolutamente capitular, donde cada nuevo episodio consistirá en perseguir al fugitivo de turno. Y sí, el capítulo ha estado bien, ha mantenido la tensión e incluso ha tenido un detalle inesperado… pero no soy muy amigo de los procedimentales. Acabo aburriéndome de todos y esperándome lo que va a pasar en cada capítulo. No sigo ningún CSI, ni House, ni ninguna de esas series. No me convencen. Así que no sé, imagino que veré el segundo, y tal vez el tercero, pero sé que acabaré dejándola.
Respecto a otros temas… los personajes me parecieron más bien tirando a sosos. La protagonista va de dura y sabia, el tipo que siempre le acompaña no hace nada en todo el capítulo que merezca la pena resaltar, el hispano (interpretado por el actor que hacía de Sucre en Prison Break) tuvo dos líneas en todo el capítulo para demostrar que será el personaje que meta un poco de humor en la serie de vez en cuando, y el nuevo me pareció un personaje manido y aburrido.
Joder, ahora que lo pienso, tampoco tengo muchas ganas de darle oportunidad al segundo capítulo.

Boardwalk Empire y Glee

Ayer por la noche vi el capítulo piloto de Boardwalk Empire, la serie de la HBO producida por Scorsesse y protagonizada por Steve Buscemi. Como bien es sabido, en los círculos interneteros está de moda decir que todo lo que sale de la fábrica HBO es una obra maestra y no digas lo contrario o te crucifican. Y sí, soy muy fan de True Blood y Oz me pareció una de las mejores series de la historia, pero coño, Carnivale era un bodrio aburrido y existencialista, Band of Brothers sólo fue vanagloriada porque tenía a Spielberg detrás y algún capítulo interesante, y The pacific y The wire son dos coñazos supremos.
¿Qué está de moda la HBO y hay que decir que todo es magnífico? Pues nada, tenéis mil blogs donde encontraréis ese tipo de comentarios.
Y ahora, me centro con Boardwalk Empire. De primeras, dos cosas a anotar como muy positivas: Uno, Steve Buscemi sigue siendo el gran actor que ha sido siempre y lo demuestra en cada segundo del capítulo. Dos, cada detalle técnico está cuidado al milímetro, tanto la luz como los tipos de planos. Se nota la mano de Scorsesse. Técnicamente… sí, brillante.
Nos centramos en la historia y entonces ya no somos tan brillantes. Vamos a ver cómo me explico. Lo cierto es que durante la hora y doce minutos que dura el capítulo estás pendiente de lo que ocurre, y se hace corto, pero cuando acabó el capítulo, y después de madurarlo, me di cuenta de que no tengo ni puta idea de qué va la serie. O sea, sí, me han contado una historia de juego doble y mafia en la Atlantic City de los años 20, pero no me han dicho cuál es la trama de la serie. ¿Que Buscemi creará un imperio abasteciendo la ciudad de alcohol? ¿Que el personaje de Pitt seguirá con su juego doble? Imagino que por ahí irán los tiros, pero desde luego, cuando acaba el capítulo podrías no volver a ver nunca más Boardwalk Empire porque no existe la sensación de haber creado una trama envolvente, ese hilo principal que hace que quieras saber más de la historia y te haga esperar el próximo capítulo con ganas. No existe.
Así que sí, Boardwalk es una lección técnica de cine en todos, y la historia contada en el primer capítulo es lo suficientemente interesante como para que lo veas entero sin protestar a pesar de su ritmo lento. ¿Veré el segundo? Pues sí, porque quiero saber si va a tener una historia que me enganche o no. Y ver a Buscemi le da un plus.
Eso sí, y esto no quiero pasar sin comentarlo: La música es un puto infierno. Para ambientarlo aún más en los años veinte, toda la música del capítulo son canciones de aquella época. A mi personalmente me ha parecido horrenda, y además, hay un par de canciones que son como una señora hablando con musica por detrás que son realmente molestas, hasta el punto de sacarte de la ficción y hacer que te preguntes «¿Pero de qué carajo está hablando esta señora?». Sí, deseé que apareciera Jack Bauer en escena y se liara a tiros con el tipo que seleccionaba la música.
¿Lo mejor? Su apartado técnico, Steve Buscemi y algunos puntos de la historia, como son sacar a Al Capone o la investigación policial durante la reunión de mafiosos… lo que pude reírme con esa secuencia…
¿Lo peor? La música, la música, la música, y el hecho de que parezca que no hay trama establecida aún. La sensación de que pretende ser un punto y aparte en las historias sobre la época de la ley seca, pero de momento, Los Intocables sigue por delante.

También vi ayer el estreno de la segunda temporada de Glee. Y bueno, poco tengo que decir sobre eso. Es una serie que debe gustarte para que la veas. A mi me entretiene, se ha convertido en uno de esos placeres culpables que ves y disfrutas pero en el fondo sabes que no son grandiosos. Lo cierto es que tiene capítulos brillantes. Y el de ayer no lo fue. El primer episodio de la segunda temporada ha sido total y absolutamente prescindible y aburrido. Me quedo con la presentación, maravillosa en manos de ese friki. El resto del capítulo, bah.
Eso sí, en el próximo aparece Britney Spears. Si es la mitad de divertido de lo que fue el capítulo de Madonna, a mi me basta y sobra.

The event

Puede que The Event no sea LA serie. No es posible saberlo aún, ya que lo que magnifica o derriba a una serie no es un capítulo concreto, sino su entero devenir. Así, Lost tuvo capítulos brillantes y también capítulos lamentables, e incluso un final discutible, pero no se puede negar que Lost fue una gran serie que entra por mérito propio en el olimpo de las series.
Así, 24 tuvo un arranque normalito, con demasiadas bases que establecer antes de lograr ser lo adictiva que se vuelve más adelante. Y con el paso de los capítulos se convirtió en LA serie. Algo parecido le ocurre a Fringe, que tras un inicio regulero, que amenazaba con ser serie que abandonas, se ha convertido en una de las mejores series del momento.
Flashforward, por ejemplo, partió de una idea magnífica, y aunque tuvo algún capítulo interesante, fue el mayor bluf de los últimos años. Algo similar le pasó a Héroes, que nunca superó aquellos primeros trece capítulos que la hicieron grande.
Y podría seguir.
The Event es la nueva serie de la NBC, estrenada ayer mismo. Y aún tendremos que esperar para ver si se convierte en la gran serie que amenaza ser, o cae estrepitosamente, pero si de algo podemos estar seguros es que su piloto es sin duda EL piloto.
The Event comienza fuerte. Sus primeros treinta segundos bastan para mosquear y sembrar la curiosidad. El resto del capítulo es sencillamente de aplauso. Narrado de una forma no convencional, con saltos temporales y de trama, no pierde intensidad ni por un momento. Te mantiene en vilo durante los cuarenta minutos que dura el capítulo para terminar dejándote con la boca abierta con uno de los cliffhungers más whatthefuck? que he visto en mucho tiempo. Porque todo lo que te esperas, lo que te hacen esperar, se evapora en apenas un par de segundos antes de cerrar el capítulo y dejarte con muchas ganas de más.
La base la han presentado, y es brillante. Ahora sólo nos queda esperar que lo que venga siga el estilo y el buen hacer que ha tenido este primer episodio. Porque si es así, sin duda alguna, The Event será la serie que nos atrape a partir de ahora.

Una familia de serie

En el blog «Hablando de series» por lo general hacen unos memes curiosos. Uno que vi hace tiempo y me gustó fue «una familia de serie». Consistía en escoger qué personajes televisivos te gustaría tener en tu entorno. Veamos mi lista:

– Madre: Nora Walker. Dejé de ver Cinco hermanos cuando les dio por hacer que el cancer fuera un personaje más. Creo que no hay nada que me aburra tanto como las historias lacrimógenas de cáncer. Y máxime en una familia como los Walker. Pero si hay que escoger a una madre, Nora is the one.

– Padre: Sin duda alguna, Keith Mars. El padre de Verónica Mars es divertido, perspicaz y tiene siempre buen humor. Me encanta la relación que tienen entre ellos, además.

– Mi hermano mayor: Dean Winchester. De Supernatural. Dean es capaz de cualquier cosa por su hermano. Cierto es que a veces es un poco testarudo, pero coño, conduce un Impala y le gusta el rock. Me lo pido.

– Mi hermano/a pequeño: Lisa Simpson. Es inteligente y simpática, y no es tan trasto como Bart.

– Mi abuelo/a: Walter Bishop, de Fringe. Sin duda alguna. Vale que está como una puta cabra, pero es tan gracioso…
– Mi tio/a enrrollado: Desmond. No sé si cuela como enrrollado, pero adoré su personaje desde que le vi pulsando aquel maldito botón cada 108 minutos exactos, y siempre me ha parecido un tipo interesante.

– Mi mujer: Verónica Mars. Y aquí, de nuevo, sin duda alguna. Adoro a Verónica. Es divertida, irónica y capaz de encontrar la solución al problema más complicado.
Por dios, pero si hasta hace la mirada «Acero azul»… 🙂
– Mi mejor amigo: Chuck. Por dios, ¿hay alguien en el mundo con el que vayas a reírte más? Sobre todo si trae en pack a Morgan. Ahora que lo pienso, tampoco le diría que no a Sarah como mujer, pero es que Verónica me puede.
– Otro amigo: Barney. Lo tiene todo: te presenta mujeres, tiene pasta, está como una cabra… Sería Legen… espera un momento, espera, espera… dario.

– Mi jefe: Olivia. De Fringe. Porque es amable, cercana y muy, muy, muy lista.
Y sí, sé que no he mencionado a Jack Bauer. Y debería, y lo he intentado colocar en cualquier lado, pero coño, a ver donde metes a Jack Bauer en esa lista. ¿De guardaespaldas? Me lo pido.

La Torre Oscura al cine y televisión

La noticia del día, sin duda. Hoy, han confirmado que La Torre Oscura se llevará al cine, en una trilogía, y también se hará una serie de televisión.
La Torre Oscura es la historia de Roland Deschains, el último pistolero de un mundo que se ha movido. Una saga iniciada por Stephen King en los años setenta y terminada a principios del nuevo siglo. Para mi, una de las lecturas imprescindibles y que más me ha llegado en mi vida.
Y sí, estoy contento, aunque también soy cauto y temeroso. Si Frank Darabont estuviera tras este proyecto, estaría frotándome las manos sabiendo que el resultado sería fiel al original. Con Ron Howard tras las cámaras, que quereis que os diga, pero tengo miedo.
Pero desde luego, es la noticia que me ha alegrado el día.

Highschool of the dead

Partamos de la base de que no soy aficionado al manga ni al anime. No veo Naruto, ni Death Note aunque me han dicho de ambas maravillas. Después de ver Battle Royale (esa maravilla), me compré algunos números del manga con el mismo nombre. No me emocionó mucho, en parte porque contaba la misma historia que la película.
Años más tarde, cuando descubrí el mundo de los comics por internet descubrí joyas como Yorick, the last man (tengo que hacerle un post, por dios) y The walking dead (que ganas de que llegue la serie…). El comic de Kirkman me hizo interesarme por los comics de zombies, y acabé dando con Highschool of the dead, un manga con temática zombie, protagonizado por un grupo de jóvenes que sobreviven al holocausto zombie dentro de un instituto.
Creo que llegué hasta el número 13 o 14. La serie me gustaba, pero la verdad, se me olvidaba buscar el siguiente número cada mes.
Hace poco, me enteré de que harían una serie anime basada en el comic. Ya he dicho que no soy fan del anime, ni suelo ver nada, pero decidí darle una oportunidad y me hice con el primer capítulo.

Y me encantó.

No sé qué le parecerá a los fans de anime, que seguro que lo podrán criticar con otros ojos. Yo lo hago con los míos, de simple espectador y buscador insaciable de entretenimiento en buenas historias. Sigue al comic, al menos en lo que yo recuerdo, y está bien dibujado y animado. Algunas imágenes, de hecho, impresionan.
No negaré que hay cosas que me chocan mucho, como las entonaciones del japonés, que a veces me hacen reír, o algunos gestos de los personajes, tan japoneses ellos. Me hace gracia su existencialismo repentino, sus preocupaciones por el amor y la amistad, en fin, esas cosas a las que la industria americana trata de otra forma. Supongo que es falta de costumbre.
Ah, sí, me resulta muy chocante la cantidad de planos bajos, en los que se intuye la forma del trasero de las féminas protagonistas bajo su falda de colegiala, todas con bragas blancas, e incluso los planos descarados de sus culos y tetas. Me hacen gracia, la verdad.
Pero sí, estoy disfrutando como un enano con la serie. Buen aperitivo zombil hasta que llegue Darabont…