Cerrado por vacaciones

Pues sí… llega la navidad y me voy de vacaciones a un mundo donde no tengo internet y ni siquiera ordenador, con lo que el blog estará sin actualizar hasta la vuelta, y para entonces ya será 2007, así que, para todos, que paséis un par de buenas semanas, que entréis en el nuevo año con el pie derecho y que, cuando nos vaya mal, que nos vaya como hoy.
Saludos!

Mars

Hace tiempo me dijeron que viera Veronica Mars, que estaba muy bien. Me enteré de qué iba la serie y me dio pereza. Después me enteré de que a mi querido Stephen King le encantaba la serie, y me dije «joder, igual no está tan mal», así que decidí bajarme la primera temporada.
Poco a poco me fui enganchando. Es una serie de factura cuidada, de diálogos inteligentes y muy trabajados, y maravillosamente interpretada por Kristen Bell, Jason Dohring y Enrico Colantoni.
Antes de llevar vista la primera temporada, ya había puesto a bajarse la segunda y lo poco que lleva de la tercera. En algo más de un mes, me he situado en la tercera temporada y con ansias porque aparezcan nuevos episodios.
Si tuviera que destacar algo de esta serie, lo primero serían los diálogos, que me encantan, y que estoy seguro que en español no tienen ni la mitad de gracia. Lo siguiente que destacaría es el personaje que le da nombre a la serie: Verónica Mars. No sé cuanta parte proviene de los guionistas y cuanta de la actriz que interpreta a esa rubia adolescente con dotes detectivescas, pero lo cierto es que Veronica Mars es un gran personaje, con el que es muy complicado no empatizar.
Y ahora es cuando doy el salto mortal hacia delante y me pongo a hablar de una película que tuve ocasión de ver la semana pasada: Pulse.
Interpretada por la misma actriz de Veronica Mars (Kristen Bell, aunque para mi será para siempre Veronica y punto) y por Ian Somerhalder (el Boone de Lost), esat historia de terror adolescente es en realidad un remake de una película japonesa. La linea argumental de la película parece una gilipollez si te la cuentan, los muertos han encontrado una forma de regresar a la vida a través de las líneas de teléfono e internet. Y basándose en esa premisa tan imbécil, hay construida una película muy interesante y con algunos momentos de verdadera inquietud (los mejores, la escena en la lavandería y los millones de manos agarrando a la protagonista y la imagen que se forma cuando la cámara se aleja…)
En algunos momentos me recordaba al último libro de Stephen King, Cell, aunque salvando las distancias, porque el libro de King está de puta madre y la peli, aunque buena, no es lo mejor del universo.
Eso sí, se nota que no es un guión americano porque si lo hubiera sido, el final seguramente habría sido una cagada y sin embargo, al venir del lejano japón, el final está bastante bien. ¿Podría haber sido mejor? Sí, podría… pero está muy bien.

Happy Feet

Ya estaba avisado, pero ahora lo están demostrando. Los pingüinos conquistarán el mundo.
Fui al cine a ver Happy Feet, una película de animación cuya premisa no parece muy llamativa: pingüinos que bailan.
Los primeros veinte minutos uno no sabe muy bien si la película va en serio o es de coña. Es cierto que cuando nace el protagonista hay un par de escenas buenas, pero el tono es muy extraño.
Después Mamble, que así se llama el protagonista, crece y asiste a la fiesta de graduiación de sus compañeros. Y se pierde. Y le ataca una morsa. Y en ese momento hacen aparición los pingüinos con acento cubano que son lo mejor de la película y con los que no se puede parar de reír. Increibles. A partir de entonces uno ya sabe de qué palo va la película y empieza a disfrutarla. Brillante ese momento de «vamos a correr a un centímetro por hora».
El resto de la película está muy bien. Es cierto que al final se les va un poco la perola, pero la película vale la pena. Alucinantes las texturas, brillante la animación (sigue maravillándome la capacidad para realizar movimientos de cámara que tiene la animación actual… y sino, ved la escena del alud)
Vale la pena ver la peli, tomad nota.
Y antes de irme, un último mensaje publicitario:
En youtube se encuentra el primer trailer de «live free or die hard», que aquí se titulará «La jungla de cristal 4». Y es la polla. Dios, que ganas tengo de oír a John McLane diciendo una vez más aquello de «Yipikaye motherfucker».

Imágenes

Ahí arriba está Borja actuando para la cámara. Al fondo se ve al otro Borja, asistente de producción. Yo estoy escondido detrás de la cámara que sujeta Alex. A su lado está Alicia, con su gorro lila. El siguiente es Miguel, con la pértiga de sonido, y en el borde de la imagen, Oscar.
El señor director (o sea yo) dándole alguna indicación a su asistente de dirección, que le mira con cara de «Sí, sí, tu di lo que quieras que no te voy a hacer caso». En realidad parece que estamos trabajando un montón, pero estábamos posando. El señor director de nuevo, hablando con el cámara para preparar el larguísimo plano secuencia con el que iniciamos la grabación. Fue duro, pero salió cojonudo.
Eugenio, que es un fiera, actuando en el ya comentado plano secuencia. Esta foto me gusta especialmente…
Y aquí la ayudante de fotografía, la señorita Alicia con apellido compuesto, sujetando la cámara con fuerza para que no se le escape. Aquí está toda orgullosa porque su jefe le permitió grabar uno de los planos, y ella que lo hizo muy bien lo transmitía después con orgullo. Como ella es la que más firma en este blog, junto con Adrián, seguro que tiene algo que decir.
Mañana grabamos en la facultad de Farmacia, pasado en casa de Alex y el domingo algunos exteriores. Y por fin, tras un largo año de trabajo sin cesar, habremos terminado con este proyecto. Será un alivio, pero también me da algo de pena, como cada vez que se acaba un rodaje. Uno pasa tanto tiempo con esa gente que cuando termina les echa de menos. Al menos yo, claro.
El domingo fiesta de fin de rodaje…

Rodando

Hola!
Esto no es más que un simple control de blog. No es que lo haya abandonado y piense no vo0lver a escribir jamás. Es que e4stoy en medio de un rodaje y hasta que no aca´be me tendré que conformar con planos cortos.
En fin, que eso, que muchas gracias.

Perfume al límite

Hoy he visto dos películas. Dos películas que se basan en libros.
La primera de ellas, «Amar al límite», está dirigida por un hombre que después de rodar esta película allá por el 2001 no ha vuelto a hacer nada más. Y no porque la peli sea mala, porque no lo es.
Vaya, que tampoco es la mejor película de la historia, pero resulta entretenida. Quizá algo lenta para mi gusto. Adrien Brody está magnífico, lo cual ha terminado de convencerme de que este señor tiene dos formas de actuar: magnífica (vease esta o El pianista) y sosocomoelsolo (ahí está King Kong la primera).
Lo cierto es que se nota que la trama viene sacada de un libro, porque hay reacciones que uno no se explica en la película. Es de imaginar que en el libro estén mejor contadas. Y los diez últimos minutos a forma de epílogo de «dos años después» podrían haberlos dejado en la mesa de montaje…
Como curiosidad… que sale Pam Grier. La mujer que Tarantino intentó revivir con Jackie Brown y que antaño fuera diosa del blaxpotation (o como se escriba). La jugada no salió como con Travolta, desde luego…
La segunda película que he visto hoy ha sido en el cine. El perfume, historia de un asesino. Basada en el libro de igual título y que tiene el dudoso honor de ser el primer libro que estuve a punto de dejar a la mitad en mi vida. Por aquella aún tenía esa moral de no dejar ningún libro a medias. El perfume me pareció el libro más aburrido que jamás me había leído. Sigue pareciéndome el libro más aburrido que jamás me he leido entero, desde luego.
En cuanto a la película… bueno, aunque es lenta como el libro desde luego resulta algo más entretenida. En parte gracias a esa media hora en que aparece Dustin Hoffman para robarle protagonismo al personaje principal. Aparece, y por arte de magia uno no puede dejar de mirarle.
Pero la película adolece de lentitud. Durante la primera hora de película no ocurre nada, y cuando por fin llega a la parte donde se convierte en asesino, lo resuelven en apenas un ratito de película.
Eso sí, está muy bien ambientada y tiene una buena fotografía. Lo que yo me pregunto es por qué la gente se ríe nerviosa en el cine cuando aparecen muchos desnudos. Entre eso y las dos señoras comentaristas que teníamos detrás… Por lo menos no sonó ningún teléfono, y eso que estábamos en el Acteón, que es el cine con más maleducados por butaca que he visto en mi vida… y mira que me gusta ir a ese cine…

Con mucha clase

Daniel Craig supera sin dificultades el gran reto que suponía interpretar al archiconocido agente secreto 007. Está espléndido en una película que es sin lugar a dudas el mejor Bond desde hace tiempo. Y mira que a Pierce Bronan le pegaba el papel, pero sus guiones fueron terroríficos. De su etapa sólo salvo Goldeneye, y por los pelos.
Casino Royale viene a sumarse a esa moda en boga en Hollywood de regresar a los inicios de sus personajes. Lo hicieron con Batman, no del todo con Superman, y ahora llega el inglés James Bond.
Y lo hace de forma impecable, en una película entretenida y bien hecha, pero sobre todo, fantásticamente interpretada. De verdad, Daniel Craig hace un Bond fantástico.
La película inicia con un impresionante prólogo en blanco y negro que cualquier trailer reventaba, lo cual es una pena. Maravillosa la pelea en el baño. Luego llegan los títulos de créditos, con una música que no acabó de convencernos a Adri y a mi, para inmediatamente, saltar a una secuencia de persecución trepidante a lo yamakasi. Alucinante, vertiginosa.
La película tiene muchos guiños a la saga, como el momento en que Bond consigue en una apuesta el Aston Martín que después utilizará en numerosas ocasiones, y muchos puntos cómicos que no desentonan en absoluto. El mejor, Bond en casa de M hablando sobre el nombre de ella… y toda la secuencia, por otro lado espeluznante, de la tortura a que es sometido el famoso espía.
Toda la parte que se desarrolla en el aeropuerto es pura adrenalina y tiene algunos planos dignos de levantarse en el cine a aplaudir. Cuando termina esa secuencia, la película ya lleva una hora de metraje y parece la película con menos líneas de diálogo de la historia (aunque ahí están la de los monjes y la segunda de Bourne…). Entonces la película da un primer giro. Aparece el personaje de Eva Green y Bond se dirige al Casino Royale que le da título al film. A partir de aquí, el diálogo empieza a formar parte de la película. Toda esta segunda parte está marcada por la estructura de calma, acción, calma, acción que permite contar sin aburrir toda la partida de cartas, que de otra manera podría haber sido horrible.
Pero la película aún tiene que girar una vez más. La tercera parte es quizá la que más extrañado te deja al principio (a mi no, que ya me había visto la antigua y sabía lo que iba a pasar). Son casi diez minutos de romance antes de «la última batalla».
Lo mejor de la película es sin duda Daniel Craig. Y brilla sobre todo porque hace de Bond un personaje diferente a lo que estábamos acostumbrados, como si no le importara ser quien es. Y donde más brilla es en la secuencia de la tortura. Increible. De aplaudirle.
Buena película. Y encima, es de agradecer que por fin haya un malo en la saga Bond cuyo objetivo no sea el de siempre, o sea conquistar el mundo o destruirlo.

500 metros

El martes tuvimos la oportunidad de asistir a un pase de la obra «Mi vida gira alrededor de 500 metros», en el Teatro Centro Cultural de La Villa, en Madrid.
La obra, una visión sobre el maltrato a la mujer desde los ojos de una niña de nueve años, así como una fábula sobre las concepciones tan diferentes que puede representar esa distancia que suelen marcar los jueces como de mínimo acercamiento para el maltratador. Los 500 metros que dan título a la obra. 500 metros que son todo un mundo para la niña, apenas unos milímetros para la mujer, y un universo cambiante para el hombre.
La obra en sí puede resultar algo densa, sobre todo debido al tema, pero sobre el escenario se encontraba Eugenio Gómez, nuestro Eugenio, el mismo de Escombros y el Ortiz de 351. Haciendo de maltratador, en un papel intenso y duro que interpreta a la perfección. Un aplauso para ti, Eugenio, eres un actor como la copa de un pino.
Y también estaba allí una de las independizadas, María, que pronto entrará a formar parte del universo blaskimedioso.
Y Dani, que en el casting del otro día se alzó con el papel de Marcos para 351… Uno de los rivales de Ortiz…
En 500 metros estábamos todos, mira tu por donde.

En marcha una vez más…

Volvemos a la carga, una vez más.

Hace ya un año que surgió en mi mente la idea de escribir y rodar el piloto de una serie de televisión, con vistas a venderlo y conseguir que alguien muestre su interés por la serie. En compañía de Alex, y en ocasiones de Rodrigo, compartí varias sesiones de escritura de guión que en ocasiones se convirtieron en verdaderas batallas campales por defender ideas distintas. Menos mal que nos llevamos bien, que si no habríamos acabado sin hablarnos.
Una vez escrito el guión, comenzó lo dificil, la producción de un proyecto que parecía excedernos debido a algunas especificaciones técnicas requeridas. Bueno, nunca le hemos mostrado miedo al rodaje, así que nos lanzamos a ello. Por cuestiones económicas, de tiempo y de facilitarnos las cosas, decidimos grabar en tres bloques bien diferenciados, gracias a la trama.
El primero se grabó en Abril, en México.
El segundo se grabó en Junio en Madrid.
Y ahora nos vamos a por el tercero, también ubicado aquí en Madrid. Hoy hemos hecho el casting, y se ha presentado mucha gente, cuyo nivel me lo ha puesto complicado a mí, que soy el que tenía que elegir a unos y dejar fuera a otros. Estoy contento, porque el nivel del reparto es muy alto. Estoy muy contento porque lo que empezó como una semilla de locura en este macabro cerebro que tengo (eso dicen, yo pienso que no es tan macabro) está terminando de cuajar y cada vez más gente confía en el proyecto, no ya por actores que han depositado toda su fe en nosotros, sino también por el cada vez mayor y más eficaz crew que tenemos. Es un placer trabajar con gente tan dispuesta, tan interesante y tan eficaz.
Desde aquí, mi pequeño pero muy enorme de corazón agradecimiento a todos vosotros:
Alex, por acompañarme en este viaje a ninguna parte desde el mismo día en que te propuse una sinopsis deshilachada.
Alicia, por los ánimos, la disposición y el buen hacer. Da gusto tenerte cerca.
Eugenio, que es el único Ortiz posible, que confía tan ciegamente en nosotros que a veces hasta me lo creo yo 😉
Jer, por su sabiduría, sus aportes, su apoyo e interés.
Nacho, por ser una de las personas que me han acompañado desde aquel primer y terroríficamente patético corto que hicimos ya hace… joder, que viejo estoy ya… En frío… dios, que alguien guarde las copias en una caja fuerte y no las suelte jamás, por nuestro bien. Eso puede hundir reputaciones.
Todo el crew y el cast mexicano, que vale su peso en oro… (iba a hacer la típica y mítica broma quemapatense sobre el oro y los espejitos…)
Todo el crew y el cast español que nos ha apoyado en Junio.
Y a todos los nuevos, por aquello de haber confiado en un proyecto que parece una locura cuando se cuenta. Tamara y Tirso ya saben que lo de trabajar a buen ritmo conmigo es más que posible (esas clases de realización…) aunque para el piloto aún no hayamos trabajado juntos demasiado; Sergio, que está resultando ser la buena mano derecha cuya función va a realizar en el rodaje; Paula, que me ha demostrado una vez más que la vida es un pañuelo y que tiene, como poco, el coraje necesario de entrar a producir este tercer bloque de la serie, ahí, con dos cojones; y Cris, que da gusto trabajar con ella, por su interés, su entera disposición, y su confianza…
Y es que, joder, algunos confíais tanto en mi que ya me está hasta dando miedo. Y gusto. Y pánico. Y esa emoción que te sube por el estómago cuando sabes que la gente te apoya y te sientes orgulloso por ello.
Hala, ya estamos en marcha, y estoy orgulloso de toda la gente que me rodea. Y eso era lo que quería y tenía que decir.
Y que nos vaya bien bonito.

De ilusiones…

Supongo que es fácil atrapar al espectador en la pantalla cuando tienes un reparto encabezado por Edward Norton, Paul Giamatti, Rufus Sewell y la muchacha florero (que no actriz) Jessica Biel.
Pero al final se reduce todo a las mismas ilusiones que predica el protagonista de la historia. Todo es un truco, y semejante reparto de lujo no es más que un truco para enmascarar una historia típica y tópica carente del menor signo de ritmo.
La película empieza bien, para qué negarlo, pero tras una primera hora bastante entretenida, cae en un pozo de letargo del que ya no es capaz de salir. La segunda parte de la película llega a cansar, más aún cuando uno sabe perfectamente cómo va a terminar la historia desde casi el principio. Y ahí, ni siquiera el bienhacer de Norton y Giamatti consigue que el espectador sienta la mínima tensión.
La fotografía es excelente, con unos tonos marrones y un peculiar «ruido» cinematográfico que recuerda al cine de los primeros tiempos, efecto que además intenta resaltar su director mediante otros efectos, como la manera de cerrar o abrir algunos planos. La ambientación también es buena, trajes y decorados están cuidados al milímetro. Y la música, que acompaña en algunos momentos y en otros desaparece por completo para resaltar la tensión del momento, es bastante buena también.
Eso sí, uno sale del cine con la impresión de que le han intentado colar una película regular. Pero bueno, una cosa estaba clara cuando quise ver «El ilusionista»: Esta no es la película de magos de la temporada, ni tampoco lo será la nueva de Harry Potter. La película de magos de la temporada es la de Christopher Nolan, con Bale a la cabeza. Esa sí la estoy esperando con ganas.