Resident Evil 4: Ultratumba

Cuando uno va a ver una película de la saga Resident Evil ya sabe a lo que va. Uno no espera ver buen cine. Ni siquiera una buena película de zombies. De hecho, después de la tercera, sería dudoso buscar incluso un poco de entretenimiento. Resident Evil 1 marcó una trama que a mi siempre me supo a «pudo ser una gran saga de zombies y se ha quedado en un bluf de proporciones flashforwardistas» (esa frase la digo ahora, que entonces Flashforward no existía).
Pero bueno, lo cierto es que la primera película de la saga era entretenida. Paul Anderson siempre ha sabido hacer cine entretenido. Bueno, vale, casi siempre.
La segunda parte tenía algunas cosas, pero en general era mala. La tercera era digna de fusilar con mierda a todos los que pusieron su nombre en ella.
Anderson regresaba a la saga con la cuarta parte. Podía significar dos cosas: un intento de reflotar una saga que parecía muerta o un intento de darle un final digno.
Lo mejor que podía hacer Anderson, por suerte, lo hace en los primeros diez minutos: se carga a los clones y le quita a Jovovich los poderes que la hacían invencible y que hacían que ver cualquier pelea de ella fuera aburrido. Sabías que usaría supervelocidad, superfuerza y más mierdas. Anderson se lo quita, la devuelve a la esencia, que es «vale, sí, eres una super tía, pero al menos ahora, sufres».
Y Jovovich sufre. Tampoco mucho, pero bueno. Anderson hace otra cosa bien, y es que te cuenta una historia con tintes de cine zombie clásico. Un grupo de supervivientes encerrados que intentarán huír y serán eliminados poco a poco. Los personajes, con personalidades marcadas para que sepas como van a actuar en cada momento y en qué orden morirán. Y por supuesto, el estilo inconfundible de Anderson tras la cámara. Este tipo ama la cámara lenta. Demasiado. Pero mucho, mucho, mucho.
Así que sí, mejora a la segunda y la tercera. Sí, entretiene. Y sí, tiene alguna secuencia interesante. Obviamente, no pasará a los anales de la historia por ser una gran película, pero demonios… eso ya lo sabíamos.

Black Death

Descubrí esta película en el blog del especialista Mike. Lo tenía todo para llamarme la atención: una historia en la edad media, Sean Bean como protagonista, la peste negra de fondo…
La película cuenta la historia de un monje (Redmayne) que acompaña a un grupo de soldados en busca de un pueblo donde, en teoría, habita un nigromante y nadie ha muerto por la peste. Y sí, es cierto que al principio me costó un poco quitarme de la cabeza la imagen de Redmayne en Los pilares de la tierra.
Black Death está bien contada, sobria y oscura para introducirnos en ese oscuro mundo que debió ser La Edad Media. Sin demasiadas alaracas, nos presenta al grupo de soldados, y las marcadas personalidades de estos hacen que sea fácil distinguirlos y apreciar a unos más que a otros. Probablemente el mejor de esos personajes sea el torturador.
La trama es interesante. Porque además no toma derroteros que podrían haber convertido a la película en una ida de olla. Se limita a presentarte la historia que quiere contarte, y lo hace sin perder el interés en ningún momento. He leído en más de un sitio, entre ellos el blog de Mike, que la película se desinfla cuando llegan al poblado. Yo no tuve esa sensación, aunque es cierto que el tono de la película una vez alcanzan la villa pasa a ser de misterio y tensión.
Una película interesante, que los amantes del cine de espadas apreciarán, y aquellos que buscan buenas historias disfrutarán.

Eden Lake

Cuando uno empieza a ver «Eden Lake» no puede evitar recordar «El rey de la montaña». Las similitudes entre ambas películas son varias, pero mientras en la protagonizada por Ernesto Alterio la historia está tratada con más enfasis en la tensión, la película inglesa está más cerca del survival con toques de slayer.
No es mala película, y está bien contada, lo suficiente para ser entretenida, pero no he dejado de pensar, durante toda la película, que a los guionistas lo único que les importaba era que una pareja fuera torturada por una pandilla de chavales, y para ello, los personajes toman decisiones un tanto… ridículas… durante la primera media hora de película. Como muestra, el momento en que Michael Fassbender decide entrar a la casa de los gamberros. Todo lo que ocurre durante esa secuencia desafía las leyes de la lógica y el raciocinio.
Pero bueno, dejando eso de lado, la brutalidad de la película ciertamente la hará desagradable para más de uno. El dilema moral que plantea, la hará disfrutable a ojos de otros. Sin duda, cuando llega el final y empiezan los títulos de crédito, dan ganas de clamar al cielo por una reforma que endurezca las leyes del menor. En realidad, no hace falta llegar tan lejos. Dan ganas de hacerlo mucho antes de los títulos de crédito.
Es imposible no estremecerse con Eden Lake, porque la realidad ha dado muestras de ser mucho más cruel que la ficción en innumerables ocasiones. Y no hay que irse a Inglaterra para encontrar menores con instinto asesino. En eso es en lo que te hace pensar esta película.
¿Lo mejor? Que te mantiene en tensión la hora y media que dura la película. Que todo el tiempo tienes ganas de que los malditos niños sean descuartizados, mutilados o cualquier cosa que acabe con ellos muertos de forma hiriente.
¿Lo peor? Lo ridículo de ciertas decisiones tomadas por los protagonistas al comienzo de la película.

The Canyon

3 actores, el gran cañón del colorado y una manada de lobos es lo único que necesita esta película. Si bien es cierto que el director mantiene un tono irregular durante la mayor parte del metraje, lo cierto es que se deja ver y tiene algunos momentos lo suficientemente tensos como para que quieras apartar la mirada.
Protagonizada por Ivone Stravhosky, la chica de Chuck, la película cuenta la historia de una pareja recién casada que decide visitar el Cañón del Colorado sin los permisos necesarios, confiando en un hombre al que conocen en un bar y con aspecto de ser el borracho del pueblo. Y eso es precisamente lo peor de la película: para llevarte a donde quiere, que es tener a Ivone contra las cuerdas y teniendo que asumir el mando de la situación, el guión se basa en varios recursos fáciles y que te hacen dudar de la inteligencia de los personajes… y conllevan que no te los creas demasiado.
Del final ni hablo. Aún no sé si me ofende más lo ridículo o lo plagiante…
Por verla a ella, vale. La película, pues bueno, se deja ver. Mañana no sé si me acordaré de ella.

Como diría mi jefe: No la echaría a patadas de mi cama. Jejeje.

Highschool of the dead

Partamos de la base de que no soy aficionado al manga ni al anime. No veo Naruto, ni Death Note aunque me han dicho de ambas maravillas. Después de ver Battle Royale (esa maravilla), me compré algunos números del manga con el mismo nombre. No me emocionó mucho, en parte porque contaba la misma historia que la película.
Años más tarde, cuando descubrí el mundo de los comics por internet descubrí joyas como Yorick, the last man (tengo que hacerle un post, por dios) y The walking dead (que ganas de que llegue la serie…). El comic de Kirkman me hizo interesarme por los comics de zombies, y acabé dando con Highschool of the dead, un manga con temática zombie, protagonizado por un grupo de jóvenes que sobreviven al holocausto zombie dentro de un instituto.
Creo que llegué hasta el número 13 o 14. La serie me gustaba, pero la verdad, se me olvidaba buscar el siguiente número cada mes.
Hace poco, me enteré de que harían una serie anime basada en el comic. Ya he dicho que no soy fan del anime, ni suelo ver nada, pero decidí darle una oportunidad y me hice con el primer capítulo.

Y me encantó.

No sé qué le parecerá a los fans de anime, que seguro que lo podrán criticar con otros ojos. Yo lo hago con los míos, de simple espectador y buscador insaciable de entretenimiento en buenas historias. Sigue al comic, al menos en lo que yo recuerdo, y está bien dibujado y animado. Algunas imágenes, de hecho, impresionan.
No negaré que hay cosas que me chocan mucho, como las entonaciones del japonés, que a veces me hacen reír, o algunos gestos de los personajes, tan japoneses ellos. Me hace gracia su existencialismo repentino, sus preocupaciones por el amor y la amistad, en fin, esas cosas a las que la industria americana trata de otra forma. Supongo que es falta de costumbre.
Ah, sí, me resulta muy chocante la cantidad de planos bajos, en los que se intuye la forma del trasero de las féminas protagonistas bajo su falda de colegiala, todas con bragas blancas, e incluso los planos descarados de sus culos y tetas. Me hacen gracia, la verdad.
Pero sí, estoy disfrutando como un enano con la serie. Buen aperitivo zombil hasta que llegue Darabont…

Pelis del verano

Además de Predators, de la cual ya hice crítica, este verano he visto unas cuantas pelis más. Seguro que me dejo alguna, pero bueno, repasaré las que recuerdo ahora mismo…

1) Repo-Men.
Repo Men tenía varias cosas para atraerme. La vendían como una historia de ciencia ficción, al más puro estilo Minority report, salían Jude Law y Forest Whitaker, y el trailer prometía cine del bueno.
Que error.
La película no es que sea mala, es que es peor. Es lenta, aburrida, carente de emoción… en realidad, no me quedó muy claro si iba de ciencia ficción inteligente o pretendía ser simplemente ser un producto de entretenimiento. Da igual, porque fracasa en todo. Lo único interesante es la masacre del pasillo al final de la película, pero para entonces el sopor ya me inundaba y tampoco lo disfruté.

2) Origen
Origen es, probablemente, la mejor película que he visto este verano, y en mucho tiempo. Nolan es un genio. La de los magos no me gustó, pero todo lo demás que ha hecho me parecen grandes películas. Origen es una de esas que disfruté de principio a fin, medio con la boca abierta y con la sensación de estar disfrutando de buen cine. Gran parte de su magia radica en lo sencillo que hace que parezca todo, aún teniendo en cuenta lo enrevesado de la trama.
Gran, gran, gran película. Y gran plano final. Pocas veces había contenido el aliento de esa manera en un cine.

3) El equipo A.

Ni siquiera era muy fan de la serie, la verdad, pero lo que siempre he sido es un tanto friki, así que era obvio que vería esta película. Obviamente, aquí uno no busca buen cine, sino entretenimiento palomitero, y la verdad es que la película te lo da. Yo me lo pasé de lo lindo, al menos, con ese juego de espías y dobles espías, puro espectáculo de acción al que sólo le sobran ciertos efectos especiales que dan el cante.
Que sí, que cuando Michael Bay hace una peli de acción el resto te parecen una mierda, pero como Michael Bay no ha estrenado este año, El equipo A ha suplido su ausencia a la perfección.
¿Lo mejor? El cachondeo de los personajes. Murdock y Fénix en especial.

4) Centurion.

Para mi, que Neil Marshall dirija una película es sinónimo de «tener que verla». Dog Soldiers, The Descent y Doomsday me encantaron, cada cual a su manera, por lo que no esperaba menos de Centurion.
Y aún sigo pensando si me gustó o no, porque no lo tengo muy claro.
De base, el guión de Centurion me pareció flojo. Los primeros veinte minutos me dieron la impresión de estar rodados deprisa, o bien de haber sido mutilados en la sala de montaje. Como que pasan muchas cosas y no te queda claro de por qué o cómo. Después de la gran batalla, y una vez presentados los siete protagonistas, la película pasa de ser una de romanos a convertirse en una de grupo que huye de unos malos que les cazaran uno por uno. Fantástico, me dije yo, que me encantan esas pelis.
Pero no sé, algo pasa porque no funciona demasiado. No aporta nada nuevo, no es original, es predecible, es tontorrona, que se yo, pero no acaba de funcionar. ¿Entretiene? Sí, vale, pero como que se queda corta de todo, y una vez sales del cine te das cuenta de que el guión era absurdo…
¿Por qué coño deciden plantar cara a los malos cuando ya solo quedan tres? Durante toda la película están armados, y sólo les persiguen unos diez tíos. Si les hubiesen plantado cara antes, probablemente habrían sobrevivido más. Y eso por no hablar de la historia de amor metida con calzador o del «rescate» del general.
En fin, que Neil Marshall también tenía que cagarla alguna vez.

5) Salt
Por lo que he leído en la web, a nadie parece haberle gustado esta película, incluso la tachan de no tener guión…
Salt me pareció una buena película de acción y espías. Su planteamiento es interesante, toda la primera parte, donde asistimos a una persecución sin tregua del FBI a Salt es adrenalina pura, y toida la segunda parte es lo suficientemente inteligente como para hacerte dudar de todo. Sí, obviamente todos vemos esta película y pensamos «bah, no puede ser», pero también hay un momento en el que dices «coño, y si sí…», y aún con esas, la película te ofrece un último giro. Que ya, que no es que te deje la boca abierta y digas «dios santo, jamás me imaginé esta obra maestra», pero coño, que parece que ahora si las películas se enrevesan un poco pero se limitan a ser entretenidas ya no pueden ser buenas. Hay como una corriente de seres humanos a los que si no les sorprenden no les gusta. Claro que esos son los que siempre dirán «nunca me sorprendió, me lo esperé desde el principio».
Por regla, no me creo a esos tipos. Y yo soy de los que suele acertar finales, pero coño, aunque me espere un final, eso no lo hace menos bueno.
Yo disfruté Salt, ¿y qué?

Eeeeeso sí… en el trailer de Salt, en el minuto 1:46 se ven dos planos. Uno corresponde a las tetas de una mujer (presumiblemente Angelina) y el otro, no digais que no, parece de Angelina Jolie follando. ¿Se trata de un engaño puro y duro? ¿O de escenas mutiladas? Porque lo del cuerpo puede que no lo recuerde yo y punto, pero estoy absolutamente seguro de que no había ningún polvo en la película. No sé, pero ya estoy dudando y todo.
Cada vez que me pasa esto con una película recuerdo Operación Reno, el caso más flagrante de escenas de trailer que no aparecen en una película…

6) Noche y Día.

Película para el lucimiento de Cruise y Díaz. Comedia romántica de acción que funciona como puro espectáculo, entretiene, te hace reír un par de veces, y se deja ver con una sonrisa. El por qué de que Cruise esté empeñado en mezclar las tradiciones y festejos de nuestro país es un misterio que se puede comparar al Triángulo de las bermudas. Primero fue la Semana Santa sevillana remix Las Fallas, y aquí nos ofrece unos San Fermines en Sevilla.
Dejando eso a un lado, pues la película nos ofrece una trama entretenida con dos actores que conectan y dejan salir la química entre ellos. Cruise interpreta a Ethan Hunt una vez más. Díaz interpreta a una neurótica. Y Mollá repite el papel de villano que ya interpretó en Dos policías rebeldes 2.
Lo peor de esta película son los efectos digitales. Hay algunas secuencias que cantan la traviata, sobre todo en los mencionados San Fermines.
Es un genero complicado, este de la comedia de acción, y recuerdo pocas películas de este género que me parezcan brillantes. La mejor, sin duda, Mentiras arriesgadas. Esta Noche y Día no llegaría al notable, pero tampoco la suspendo. Al menos me hizo pasar un buen rato.

7) The expendables.

¿He dicho que soy friki? Pues eso, no os sorprendáis. ¿Una reunión de figuras del cine de acción ochentero? ¡Coño! ¿Dónde hay que firmar? ¡Gracias Stallone!
Que sí, que luego no es tanto lo que venden, porque Jet Li no era ochentero, y Statham es actual (aunque me vale perfectamente, porque me encanta), luego hay tres que en realidad no les conozco, que son el negro, Couture y Austin, y faltan Van Damme, Chuck Norris y unos cuantos más. Además, Bruce Willis y Schwarzie sólo salen tres minutos, pero probablemente son los mejores tres minutos de toda la película.
En realidad, desde el principio la trama nos da igual, y yo personalmente, no me enteré de la charla filosófica de ese señor recauchutado que dice ser Mickey Rourke. Lo que queremos ver son los tiros y peleas, y cuando llegan, se disfrutan de lo lindo. No entraré a valorar las pocas habilidades de Stallone tras las cámaras, ni tampoco lo endeble del guión. Me lo pasé en grande con la secuencia de acción final, tan Doce del patíbulo. Ay dios, eso me hace echar de menos las películas tipo Doce del patíbulo…

8) Historias de San Valentín
Adivinad, de entre todas las de la lista, cual propuso Cris. os doy un minipunto si acertáis.

¿Qué puedo decir de esta película? A ver… es una de esas donde entremezclan catorce historias de diez minutos cada una, pero entremezcladas para que parezca que todas duran mucho tiempo en pantalla. Además, hacemos que el 95% de los personajes sean interpretadas por caras conocidas y ponemos todo el empalagosismo de que seamos capaces y ya tendremos rendidas a nuestros pies a todas las mujeres del planeta.
La peli es empalagosa de huevos. No había visto tanto color rosa junto en la vida. Ni tantos corazones, flores y bombones. Sólo le faltaban cortinillas de corazón para dividir las historias. Habría sido sublime.
Y… bueno, dos o tres de las historias tienen cierto interés, e incluso al final hay un par de ellas que te sorprenden gratamente. Obviamente, es predecible como la mayoría de las comedias románticas. Intenta ser una película con humor, aunque yo sólo me reí con dos puntos de la película. ¿Lo mejor? Ver a Jennifer Garner coger un bate de baseball y empezar a moverlo como si fuera Sidney Bristow apuntando con todo su odio hacia una piñata.
En fin. Es lo que es y no engaña a nadie. Entretiene, que ya es bastante, pero poco más se le puede pedir.

9) Killers.

Comedia romática de acción para gloria de Kutcher y Heigl que se queda a medio camino de todo. Como comedia es floja, como romántica es floja, como película de acción es floja. ¿Tiene puntos graciosos? Sí. ¿Vale la pena? No. Un producto demasiado similar a Noche y Día, pero no le llega a la suela de los zapatos. Kutcher quiere ser un tipo duro, pero tiene demasiada cara de bueno. Heigl interpreta a la misma neurótica que Cameron Díaz en Noche y Día, pero con la mitad de gracia. O mucho menos.
En fin, película que olvidas en cuanto empiezan a aparecer los créditos.

10) Black water.

Película australiana en teoría basada en hechos reales. Cuatro actores, uno de los cuales no aparece en pantalla más de cinco minutos, un bote, agua oscura, y un cocodrilo amenazante. Con muy buen tino, la película no busca el susto fácil ni la carnicería en primer plano, sino que plantea una gran historia donde lo que prima es la tensión constante. El ritmo, lento pero bien escogido, la música, casi ausente, y la realización, muy bien pensada, te hacen tener los puños apretados la mitad del metraje, pensando por dónde coño va a aparecer el bicho a continuación.
Sinceramente, un film muy interesante y bien hecho. Cuando llevábamos media hora de película, Cristina dijo en voz alta «¿Los australianos le dedican mucho dinero al cine? Porque mira la calidad, y mira el sonido. ¿Por qué en este país no sabemos hacer las cosas?». Y bueno, es algo que hemos hablado tantas veces que ya ni contesté. Trabajar en el medio y ver cómo se hacen en este país me resulta deprimente. Pero sí, una película con cuatro actores y una trama tan jodidamente básica tiene más calidad que el noventa y ocho por ciento de las cosas que hacemos aquí.
Suspiros de resignación…

De Predator a Predators

Hace mucho, mucho tiempo, el ahora gobernador de california, también conocido como «el muchasletras», Arnold Schwarzenegger, protagonizó una cinta de acción que se convirtió en un clásico del cine de acción.
En Depredador, Arnie comandaba un grupo de mercenarios del ejército americano que se internaba en la selva guatemalteca con el fin de… sinceramente, es lo de menos… pero después de masacrar a un grupo de guerrilleros, en una secuencia magnífica, por cierto, nuestro querido gobernador y su grupito de supersoldados se ven perseguidos por Depredador, un bicho extraterrestre con malas pulgas y tecnología superior que disfruta cazando. La versión hardcore de los señores que van con escopeta a buscar leones en África, digo yo.
Nuestro bichejo se rige por el código de la buena conducta del cazador, y por tanto, no mata gente desarmada. Sólo persigue trofeos. Por eso antes he dicho leones, no codornices.
El caso es que la película de McTiernan, un señor que se quedó anclado en los ochenta-noventa y ahora solo hace basura cuando le dejan rodar), rueda una película testosterónica maravillosa y entretenida, cargándose a prácticamente todo el reparto para que el final sea un cara a cara entre Schwarzie y el monstruo. Un cara a cara que es sublime.
Por supuesto, a los señores de Hollywood les dio gustirrinín el resultado de taquilla de la primera película, y decidieron rodar una secuela. Arnie no quiso, asi que le sustituyeron por el carismático Danny Glover. ¿He dicho carismático? Perdón, me he confundido.
Además, siguiendo esa moda de los ochenta-noventa, cuando una película funcionaba, la secuela tenía que ocurrir en una ciudad. Aún tengo pesadillas cuando recuerdo El señor de las bestias 2…
La película de Glover es floja. Tiene sus cosas, sí, esa secuencia del metro es brutal, y toda la parte final en la nave es cojonuda, guiño incluido a Alien. Guiño que, por cierto, años después nos pasaría factura en forma de dos bodrios que paso a comentar ahora.

Alien versus Predator…
Unir las dos grandes sagas con bichos y poner en medio a un grupito de humanos para que le den sangre a la cosa. Y ponemos al señor Henriksen a dar vueltas para que el público se muera de euforia al imaginar las posibles relaciones frikiles con la saga Alien.
En fin. La primera, ni me acuerdo de ella. Se que me pareció horrenda, y mi mente la borró de mi cabeza. Zas, fuera.

Y se atrevieron con Alien versus Predator 2. Con dos cojones, sí señor. Claro, que si han podido hacer veinte mil películas de Hellraiser, Halloween y Viernes 13, por qué no con esto. en fin, que el mayor atractivo que tenía esta película, para mi, era ver a Reyko Aylesworth como protagonista. La que fuera Michelle Dressler en la mejor serie de la historia, le pese a quien le pese, se viste aquí el traje de militar para interpretar a una soldado que regresa al pueblo que la vio crecer en el peor momento posible.
Muchos Aliens, muchos Predators, creo recordar que incluso una mezcla de ambos… porque sí, queridos míos, en Estados Unidos en los noventa les gustaba trasladar las segundas partes a ciudades, aunque no hubiera razón para ello, pero en el nuevo milenio, les gustan los hijos. «Hijos de personajes que adorabas en los ochenta» es igual a «Puta mierda de película», pero ellos siguen sin darse cuenta. Nos jodieron Superman. Nos jodieron Indiana Jones. Y crearon un híbrido de Alien con Predator. O sea, un Alien con rastas.
Y poco más tiene la película. Ah, sí, muchos secundarios desconocidos que mueren de mil maneras posibles.

Pero la cosa no acaba ahí.
Año 2010, queremos resucitar la saga y volvemos a los orígenes. Bien.
Toda la acción discurrirá en la selva, como en la primera. Bien.
No será una selva terrícola, sino otro planeta. Bueno, aceptamos barco, detalle sin importancia.
Sustituimos a Arnold Schwarzenegger por Adrien Brody… ¿De tipo duro? ¿El pianista que bebe Schwepes, o como se diga? ¿El de la nariz? Vale, salió con la Pataky, pero… no sé yo…
Metemos a Danny Trejo y al ruso que hace de ruso en todas las pelis americanas. Mooola.
Y habrá tres predators en vez de uno. Moooola.

Voy al cine. Pago religiosamente mi entrada y veo la película… y bueno, qué queréis que os diga, llamadme nostálgico, pero la película no está mal si lo que buscas es pasar el rato. No le llega a la suela a la de Arnie, pero entretiene. No le busques más. Salí de la sala sin haberme creído a Brody ni por un momento y con la sensación de haber visto una película predecible. Supe en todo momento quién iba a morir y casi-casi en qué orden. Desde luego, acerté con quienes llegarían al final. Y acerté con el giro final. Pero bueno, me entretuve.
Y ya, porque uno no le busca más a un producto como este.
Pero sí que hay algo que es de porfavoooooor. Vamos a ver, los que vamos a ver esto lo haremos porque nos gusta Predator. Y con eso nos basta y sobra. No me metas perros predator, porque además me da la risa. Ni el bicho volador predator. Pero sobre todo, sobre todo, sobre todo, no me metas esos dos bichos para hacer una escenita y que después no vuelvan a aparecer aunque sea absurdo que no lo hagan.
Porque si hay perros predator, ¿dónde coño se meten el resto de la película después de su escenita? ¿Hibernan?
Lo del bicho volador es de traca, además. Hacen una secuencia desde el aire, te muestran al bicho y si te he visto no me acuerdo. ¿Qué era eso? ¿Una nube, un avión, el hijo de supermán? Quien sabe. Yo no, desde luego.
La peli que todos queríamos ver…

Y no hablo de los comics porque no tengo tiempo. Prometo que lo haré en otro momento. Pero los comics de Predator eran la reostia. Perdón por el lenguaje. Comenzaban la historia allí donde la primera terminaba y la protagonizaba el hermano del personaje de Arnie… Eran brutales. Yo los guardo como oro en paño.

Crítica de Persons Unknown

Quien me conoce sabe que me encantan las historias sobre grupos de personas encerradas en algún sitio teniendo tratando de escapar. Por eso, la premisa de Persons Unknown se me hacía tan atractiva. Siete extraños se despiertan en el interior de un hotel, situado en un pueblo, apenas cuatro edificio en realidad, rodeado por un campo de fuerza que les impide salir. Sin saber por qué están ahí ni que quiere de ellos la gente que les observa tras las cámaras.
Si además leo que el creador es el tipo que me dejó con la boca abierta al escribir el guión de Sospechosos habituales, la cosa va apetenciéndome aún más.
Así que empecé a verla.
El primer capítulo es interesante. Se nota que es una serie de verano, con menor presupuesto y un despliegue inferior al que se puede ver en las temporadas regulares, pero el primer capítulo es interesante y termina con un clifhunger que te deja pegado al sillón.
Por desgracia, ese gran final del capítulo uno es resuelto de forma chusquera en el capítulo dos. Y la serie toma otro derrotero. Mantiene cierta tensión e interés durante los siguientes dos o tres capítulos, pero la verdad es que a partir de ahí, la cosa baja bastante. La situación en el pueblo se vuelve aburrida, pues aunque supones que lo que pretende La Compañía es algo grande, no puedes ver que se haga absolutamente nada. Llegó un punto en que me parecía mucho más interesante la historia paralela al pueblo del ex-marido y la periodista que todo lo que ocurría en el pueblo.
Mención aparte para el capítulo psicotrópico donde uno de los personajes es tumbado en una camilla y sometido a flashbakcs y visiones. Ese capítulo es lo que yo suelo definir con el término científico «puta basura».
Ayer terminé la serie, con el doble capítulo final. De repente, la serie pega un pelotazo y se acelera. Lo que tendría que haber estado ocurriendo durante toda la serie ocurre en el primero de estos dos capítulos finales. A toda velocidad y casi sin darte tiempo a respirar. Uno casi no tiene ocasión de pensar en la gran serie que podría haber sido si se hubieran dedicado a esto en lugar de jugar a Pepe y Pepa se enamoran pero no pueden estar juntos, y Pepito y Pepita también se enamoran pero una está loca y el otro es el soldado con menos actitud soldadesca de la historia del mundo mundial. Lo de Pepe y Pepa vale, pero lo del soldado y la loca fue siempre de tener ganas de ahorcarse.
En fin, que al final Persons Unknown acelera, y de repente se parece demasiado a Pigmalión. (Y aunque en esta haya mucho menos dinero, nos parece mejor, he dicho).
El tema de la furgoneta es digno de crucificar al guionista. O no, porque en realidad no hace más que confirmar lo que llevabamos un tiempo pensando: que todos los personajes de esta serie son retrasados mentales. O sea, vamos a ver, hasta un niño de cinco años sabe que si quieres matar al tipo que está conduciendo tienes muchas posibilidades de darte una gran ostia. Si además le atacas en una curva, más. Patético.
Y entonces llega el último capítulo. Y de repente, se inventan que los personajes se han separado y llegado a distintas partes del mundo. ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuando? No te lo dicen, da igual, es una serie de misterio. En fin, asumes que nadie lo explicará jamás y sigues viendo el capítulo. Y te das cuenta de que, por mucho que prometían, esto no va a tener un final cerrado y explicativo, que te vas a quedar con las ganas. Y así es. Aunque eso sí, la última secuencia, que son dos paralelas en realidad, me pareció brillante y forzó a mi mente a querer ver más y más, a seguir con esta historia. Sí, el final me gustó. Mucho, además.
Asi que, como valoración final, diré que Persons Unknown es una serie irregular, que peca de numerosos baches en su guión que no sabe o no quiere resolver, que no es capaz de mantener el buen ritmo en buena parte de su temporada, pero que se hace fácil de ver y al que le gusten estos temas la disfrutará. ¿Habrá segunda temporada? No lo sé, y tampoco me preocupa mucho. Porque sé que cogerían el final de la primera y le darían una patada en el culo para seguir desarrollando tramas humanas que, en esta serie, eran lo de menos.
¿Qué quiere realmente la compañía? ¿Por qué visten de azul? ¿Cuál es el objetivo de la fase uno, porque el que nos dijeron no lo fue, visto el final de la temporada? ¿Qué demonios es ese lugar con celdas? ¿Por qué la gente que muere luego no muere? Aunque para mi, el mayor misterio de esta serie era ¿Por qué hasta tres personas se enamoran de la protagonista cuando, vale, es una chica mona, pero tampoco es nada del otro mundo ni tiene una personalidad absorbente?
Los siete enanitos.

Los pilares de la tierra

Pongamos en el cartel la cara de ese tipo que casi no aparece en la serie

Vaya por delante que jamás me he leído el libro de Ken Follet. Soy buen lector, pero nunca me atrajo esta historia, pese a que todos hablaban maravillas de ella. Sin embargo, cuando el canal Starz estrenó la serie basada en el bestseller de Follet, me vi movido a verla por presiones externas.

Y ahora casi me arrepiento de no haberme leído la novela. Porque la tónica general es que los libros son mejores que las películas a las que inspiran, y la serie de Starz está francamente bien. No sé, siempre me imaginé que cuando Follet empezara a hablar de arquitectura y construcción sería tan aburrido y tedioso como (los puristas pueden ir preparando las piedras para lapidarme) El nombre de la Rosa o las malditas descripciones de bosques de El señor de los anillos.
La serie consta de ocho capítulos. Por lo que me han dicho, se lleva por delante bastantes cosas, pero lo hace bien, porque mantiene el ritmo en todo momento y se vuelve más adictiva cuanto más avanza. Todos los actores están muy bien en la versión original. Debo decir aquí que la aparición de Donald Sutherland en el cartel y en los créditos es una de esas cosas promocionales engañosas, como lo de los vuelos a 60 euros que luego acababan siendo 200 con las tasas. El padre de Jack Bauer se limita a aparecer en el primer capítulo y desaparecer en el segundo. Y hala, a cobrar el cheque.
Mención especial para Rufus Sewell, ese hombre casi bizco que ha logrado hacerse un hueco en la industria de Hollywood como secundario y malo de película. En Los pilares, Sewell interpreta a uno de los personajes más bondadosos de toda la historia, y demuestra que es buen actor cuando se requiere ternura.
Me quedo también con Matthew Macfadyen, que interpreta al Prior Phillips de una forma expléndida, y con Hayley Atwell, esa Aliena a la que uno admira durante toda la historia, incluso cuando su presentación como «personaje bueno de la historia» sea tan manida.
Ian MacShane está perfecto en el papel de villano de la función, incluso con esa peluca tan horrenda, y Eddie Redmayne se defiende bastante bien como Jack. Su voz en inglés da un poco de miedo, debo decir.
De estos labios sale una voz de camionero…

Buen ritmo, buena ambientación, pocos efectos digitales y que no cantan en exceso, buenas interpretaciones, una historia interesante…
Debo decir que me ha gustado. Y dado que ayer se dieron los Emmys, me parece bastante injusto que Los pilares de la tierra no se haya llevado ninguno, y ni siquiera fuera nominada. Tal vez se estrenó demasiado tarde para la academia, pero como producto televisivo, me parece muy superior a la patata de guerra que produjo Steven Spielberg, The Pacific, la cual, sí, me pareció espectacular en las escenas de guerra, tuvo un gran diseño de producción, pero como historia era aburrida hasta límites insospechados.

The aburridic
¿Cómo es posible que una historia con una premisa tan interesante sea tan aburrida? Preguntenle a Spielberg, porque yo no sé responder a eso. Sé que los personajes están tan mal presentados y dibujados que en ningún momento empatizas con ninguno y te da exactamente igual si muere uno o el del al lado. Además, nunca estás seguro de quien muere realmente, porque con el casco son todos jodidamente iguales. Y no hablo de los japoneses.
Me quedé en el capítulo siete, y sin ganas de ver los tres que quedaban.
Al menos Survivor se ha llevado dos Emmys.

El cadillac de Dolan

La última vez que publiqué algo en este blog fue hace más de un año, y lo hice hablando de un juego virtual basado en Survivor. He jugado en varias rondas de ese juego, y lo he pasado bien. Tal vez hable de ello más adelante. Aquel post recibió un único comentario. De un tal anónimo.
Hablando de viagra.
Y de la misma manera que la viagra resucita ciertas cosas, hoy he decidido volver a darle vida al blog. Porque hay cosas de las que hablar, películas que comentar, series que destripar, libros sobre los que derramar ríos de tinta…
Y para empezar, he decidido explayarme sobre una película que dudo que llegue a ver jamás alguna sala de un cine español: El cadillac de Dolan.

El cadillac de Dolan se basa en un relato corto de Stephen King que lleva el mismo título. La primera vez que oí hablar sobre este proyecto oí que estaban involucrados Cristian Slater y Sylvester Stallone. Al final, Stallone se quedó por el camino (ah, Los mercenarios, que de cosas se podrían hablar de ella) y le sustituyó uno de esos tipos que te suenan pero no sabes muy bien por qué: Wes Bentley.
La premisa de la historia no es mala. A ver, el relato está de puta madre, y narra la curiosa y sórdida venganza que trama un hombre después de que un mafioso enriquecido mate a su esposa para impedir que hable como testigo en un juicio contra él. Lo mejor de la historia, no lo negaremos, es la forma en la que este hombre ejecuta esa venganza: planea abrir un agujero enorme en la carretera por la que el mafioso pasa regularmente, disfrazándolo de obra,. hacer caer el coche dentro y enterrar al mafioso para siempre. En el relato, eso forma cerca del 95% de la historia. Y esta empieza con el hombre ya preparando su venganza. Lo de la muerte de la mujer Stephen King te lo explica por encima y sin prestarle atención.
Pero claro… una película sobre un tío que cava un enorme agujero en una carretera podría hacerse demasiado pesada. Ahí empiezan los problemas. El guionista decide que es mejor explicar bien clarito lo que motiva a nuestro protagonista a vengarse, y te mete 30 minutos de infierno… digo, de prólogo… donde podemos ver a Dolan asesinando a sangre fría, y por motivos absurdos que aún sigo sin comprender del todo, a un grupo de inmigrantes ilegales. Nuestra querida esposa lo ve todo, el sherif de la ciudad no les hace ni caso en una escena de esas que te dejan sin habla… Vamos a ver… le cuentan al sherif que han visto como matan despiadadamente a treinta inmigrantes y el tipo se pone a elucubrar sobre lo malos que son los inmigrantes y que pa qué hacer nada.
Sigue el chorradismo. El FBI les pone en protección de testigos, pero Dolan compra a alguien. El guionista, entonces, quiere demostrar lo hábil que es para conseguir sus objetivos. Y sí, estoy siendo irónico. No puede hacer que maten a la chica al lado del marido, así que necesita sacarla de la habitación. Recurso absurdo numero 1, se me han acabado los test de embarazos, y aunque son las cuatro de la noche, me visto y me voy a comprar uno.
Pero queremos que el marido la vea morir. Recurso absurdo número 2. El marido la oye coger las llaves y se levanta tras ella. Se inicia una absurda persecución por el edificio donde ella va muy rápido y él corre detrás gritando su nombre.
Y ahora tiene que morir. Así que ella entra en el coche, que está delante del vehículo desde donde vigilan los agentes del FBI. Y el coche explota justo cuando sale el marido por la puerta. Pregunta: ¿Cómo coño han colocado una bomba delante de dos tíos que están vigilando el edificio?
Pero preferimos ignorar los recursos absurdos, porque la historia de la preparación de la venganza en el libro era tan cojonuda que queremos verla. Aguantamos esa media hora inicial de prólogo innecesario… y ya llevamos un tercio de la película.
Entonces, a los productores se les ocurrió LA IDEA, lo que haría que SU película fuera la bomba. Casi puedo imaginarme el careto del tipo que dijo «lo tengo, si hacemos esto TODO el mundo verá nuestra película y se maravillará».
La idea en cuestión es la misma que han tenido todos los productores de películas de Stephen King (quitando al genio Frank Darabont y un par de casos aislados): Hagamos que aparezcan en escena muertos fantasmales. ¡Claro, hombre, esto es Stephen King, la masa absurda de descerebrados que consumen sus productos esperan una orgía de fantasmas en todas sus obras!
¿Alguien le mencionaría al productor que en este relato no había fantasmas, al igual que en otros muchos de King en cuyas películas si aparecen?
Seguro que le habrían respondido «¿Estás loco? ¡Esto es Stephen King! ¡Tiene que haber fantasmas!».
Asi que, LA IDEA ya forma parte del guión, y a partir de este momento, nuestro protagonista se ve asediado por delirios con su mujer mutilada por la explosión, que habla con él y le ayuda a preparar la venganza…
Ya no hay quien arregle este cristo. Y eso que no voy a entrar a hablar de la realización…
Los siguientes 15 minutos son un compendio de escenas ridículas. Os lo juro, ni siquiera merece la pena hablar de ello. Así que llevamos 45 minutos de película cuando nuestro protagonista se acerca, ¡por fin!, a pedir trabajo en la obra.
A partir de ahí la película mejora de forma sensible. Los últimos cuarenta y cinco minutos de metraje son muy buenos, y son los que reflejan más fielmente el relato de King. Pero no nos engañemos. Los primeros cuarenta y cinco minutos apestan tanto que es improbable que alguien los aguante a menos que tenga verdadero interés en ver cómo acaba.
Del director… pues ni idea. No sé quien es. La última parte de la película demuestra que podría ser un buen director. La primera parte lo desmiente, aunque no le coloca a la altura del inefable Mick Garris, ese tipo empeñado en destrozar la literatura de Stephen King a costa de malas películas. Y es que encima solo rueda cosas basadas en obras de King. Y todas son malísimas. Porque, joder, hacer una mala película de un libro como Desesperación tiene mérito.
Cristian Slater ejerce de villano de la función. Durante la primera parte de la película sus escenas son ridículas y sin sentido, sólo están ahí para justificar el sueldo que debe llevarse este señor. Cosa que no acabo de entender, porque donde va, fracasa. Durante la segunda parte de la película, desde que su cadillac queda encerrado, Cristian Slater deja salir al loco que lleva dentro y se gusta a si mismo gritando sin parar, y está bastante bien.
Sobre Wes Bentley no puedo decir nada bueno. El tipo tiene el ceño fruncido desde antes de que muera su esposa, por lo que, cuando más adelante ves que sigue frunciéndolo no tienes la sensación de que esté muy enfadado, sino la de que quieres darle una patada en la cara. Le meto en el saco de las grandes estrellas con cara de palo, justo al ladito de Orlando Bloom.
Y Emmanuelle Vaugier se limita a pasearse por la primera parte de la película, al principio hermosa, después desfiguarada. Un papel absurdo con dos o tres frases malas.
Y ya no hay más. Los secundarios son para matarlos a todos y los figurantes, recuerdo sobre todo a uno de los matones de Dolan que abre la puerta para que entre el coche, deberían ser convenientemente torturados y expulsados de la industria del cine.
¿En definitiva? Un quiero ser y no puedo. Un cortometraje de cuarenta y cinco minutos habría sido sublime, de aplauso. Pero lo alargaron y la cagaron.
Emmanuelle Vaugier sí valía la pena.