Misión Imposible

He vuelto a ver Misión Imposible. Recuerdo que la vi en el cine cuando se estrenó y me pareció una gran película de espías, magníficamente rodada por un Brian de Palma a punto de empezar a matar su carrera, y bien interpretada por Tom Cruise, John Voight, Jean Reno y Ving Rhames.
Hoy, al verla, sólo me ha parecido un capítulo extendido de Alias.
No, es broma, la verdad es que el agente Ethan Hunt tiene el carisma y la trama sigue siendo interesante aunque ya te la sepas. Es cierto que el estilo de Brian de Palma se me antoja lento, pero se debe más bien a que sé cual es el ritmo que tuvieron después la segunda y tercera parte. Sigue habiendo secuencias que te dejan con la boca abierta, dos en concreto: Ethan Hunt encontrándose con su superior en un restaurante de Praga y utilizando el chicle bomba para escapar; y el robo colgado de cuerdas.
Pero. Siempre hay un pero. No todo en la película ha envejecido correctamente. Lo cierto es que los efectos especiales cantan ahora la traviata. Recuerdo que cuando vi la película en el cine, fueron tres las secuencias que me dejaron con la boca abierta, y la tercera era la protagonizada por un tren y un helicóptero en un tunel. Esa secuencia ahora es cutre. Así, con las cinco letras. Cutre.
Pero bueno, no desmerezco el valor de una buena película de espías. Como planeo ver en estos días la segunda y la tercera, no haré una crítica comparativa y me esperaré al final.

30 días de oscuridad… 2

Película directa a DVD, secuela de aquella gran película donde un grupo de vampiros asediaban un pueblo de Alaska sumido en una noche que duraba 30 días…
Para empezar, esta película ni siquiera tiene 30 días de oscuridad, porque ocurre en Los Ángeles. Así que, de primeras, el título es absurdo. Es como si en Batman 2 no apareciera Batman.
Para seguir, el reparto no tiene ni la mitad de carisma. Vale que ni Josh Harnett ni Melissa George sean dioses de la actuación, pero al menos son interesantes. Aquí sustituyen a Melissa George por Kiele Sanchez, pues en teoría son la misma persona. Kiele, conocida en su casa y por algunos fans de Lost que aún recuerdan que su papel fue una de esas cosas que hacían que quisieramos vomitar durante aquella tediosa tercera temporada.
Además, nos ponen Harold Perrineau en un papel secundario. Harold, conocido por los fans de Lost por ser el hombre cuyo papel consistía en gritar «Walt» cada quince minutos.

Le añaden dos desconocidos, y como villana de la función, a Mia Kirshner, que aunque es bastante desconocida, en mi mente siempre será la tipa que se las hizo pasar putas a Bauer y compañía en varias temporadas de 24.¿La trama? Espera que me río. Donde en la primera película teníamos una historia cojonuda sobre un asedio vampírico, aquí tenemos una patata de historia sin pies ni cabeza. Para muestra, un botón: Si las balas no matan a los vampiros, ¿Por qué demonios los personajes de esta película se meten en guaridas infestadas de esos seres armados únicamente con muchas armas de fuego, no una, ni dos, sino tres veces?
En fin… Llena de absurdos y de agujeros, la película sólo vale para entretenerte un rato si realmente estás dispuesto a dejar de lado las innumerables bobadas que plantea y no te importa la previsibilidad… porque es que, demonios, con solo mirar la foto apuesto a que acertais el orden en que mueren.
Eso por no mencionar que los personajes cambian de personalidad según le conviene al director. «Ahora, esta chica es la más dura del planeta, habla mal, escupe y está dispuesta a matar vampiros»… «Ahora, la misma chica huye despavorida en cuanto aparece un vampiro y se pone a casi llorar porque no puede soportarlo»… «Ahora, la misma chica una vez más, coge una pistola y vuelve a ser dura».
Seeeeeñor…

Jonah Hex

Curiosidades del mundo… Por lo visto, esta película, de reparto interesante, llegará directamente a DVD en España. A pesar de tener al goonie Josh Brolin como protagonista, secundado por John Malkovich, Megan Fox, Michael Fassbender, Aidan Quinn y Wes Bentley.
La he visto hoy, y vale que no sea la mejor película de la historia, pero os aseguro que he visto pelis peores en el cine. Para muestra, un botón: El americano. Es más, si miramos la cartelera a día de hoy, apuesto a que encuentro varias películas peores que esta.
Al parecer, Jonah Hex se basa en un comic. No me lo he leído, así que no puedo comparar. Básicamente es un western con ciertos elementos, digamos, ajenos a la realidad: un par de pinceladas sobrenaturales y armas más propias de James Bond que de una película del Oeste. La trama, sencillita, comienza mostrandonos al villano de turno, Malkovich, asesinando a la familia de Jonah Hex y dejándolo medio muerto. Jonah jura venganza y se convierte en una especie de justiciero al que, cuando Malkovich decida aniquilar el mundo,el gobierno de los Estados Unidos buscará para pedirle ayuda.
La película es entretenida. Tiene acción, prácticamente no baja el ritmo en ningún momento, y está muy bien interpretada. Esto último no es una sorpresa. Brolin es un gran actor, y Malkovich de villano megalomaníaco es un lujo. Fassbender está más que correcto en su papel de psicótico ayudante de Malkovich, Aidan Quinn se limita a decir sus frases como presidente de Estados Unidos y Megan Fox…
A Megan Fox había que justificarla, claro. Ya que la tienes y que la pagas, el departamente de vestuario, consciente del potencial de la chica, la embute en un corsé que eleva sus pechos, aún más, dejándolos medio al aire. Aparece en cuatro secuencias, contadas. En la primera, para presentartela y decirte por qué está en la trama. La segunda, para justificar el cheque, pues no tiene nada que ver. La tercera, para que la vuelvan a meter en la trama. Y la cuarta, para que ella se sienta contenta y se vaya a casa pensando «he hecho un papel de tipa dura con matices» en lugar de pensando «he hecho un papel de putilla secundaria».
En fin, que si tienes un rato y te apetece, la película entretiene. No busques un gran film, la historia es predecible y sabes perfectamente qué ocurrirá en todo momento. Eso sí, los actores están muy bien.

Miss Spears

Glee se convirtió en un fenómeno de masas el año pasado. De repente, todo el mundo quería aparecer en Glee y en todos sitios se planteaban hacer capítulos musicales en sus series, aunque no tuvieran nada que ver. Fringe lo hizo. La serie en la que yo estaba trabajando en ese momento se lo planteó.
En fin, que el segundo capítulo de la segunda temporada tuvo el otro día la participación, de apenas treinta segundos en pantalla, de Miss Britney Spears. La audiencia del capítulo en USA fue brutal, y hay que saber reconocerle a la serie que ese juego que se trajeron entre los jóvenes (que adoraban a Spears) y el profesor (que la detestaba) fue gracioso…
Pero. Siempre hay un pero.
Tal vez sea a mi al único que le pasa, pero este año no me parece tan buena serie como me lo parecía el año pasado. El primer episodio, ya lo dije, me resultó soso. Y de este, lo único que rescato es la aparición de John Stamos, mucho menos publicitada que la de Spears a pesar de salir bastante más él en el capítulo, el personaje de Sue, que sigue siendo mejor de la serie, y las idas de coco de Brittany, uno de esos personajes que cada vez que abren la boca podría morirme de la risa.
El resto del capítulo… soso. Prescindible. Incluso los números musicales están metidos con calzador, con la excusa del sueño. Glee siempre se ha caracterizado por colarnos sus números musicales de formas creativas y magistrales, para el recuerdo queda ese equipo de futbol americano bailando Single ladies, o ese momento lavado de coches, o incluso todo el capítulo dedicado a Madonna, uno de los mejores de la pasada temporada.
Glee nos ha colado versiones de mucha gente, de variados estilos, desde Madonna a Queen pasando por Lady gaga, y siempre lo ha hecho bien. En este caso no me lo parece. Los sueños sobre Britney Spears me parecieron absurdos, incluso la forma de colarnos el cameo de la cantante me pareció absurda.
¿Que me sigo riendo? Sí, es cierto. El problema es que ya no la veo tan fresca como antes. Pero bueno, espero que mejoren…

No ordinary family

Cada día me queda más claro que en este país no sabemos hacer cosas. Me equivoqué de país al nacer queriendome dedicar a esto…
En fin…
No ordinary family es una nueva serie americana. La premisa es sencilla y mil veces vista: familia corriente sufre un accidente y poco a poco descubren que todos tienen superpoderes. ¿Os suena? Aunque nadie haya visto nunca esa cosa que emite Antena 3, es básicamente Los protegidos. Solo que No Ordinary family es un perfecto placer culpable. Tiene un ritmo maravilloso que te permite perderte en ella los cuarenta minutos que dura, demuestra capacidad para sacarte más de una sonrisa y tiene unos personajes y una historia perfectamente construidos.
Evidentemente, no hablaré de la calidad técnica, mil veces superior a la serie de A3, ni a sus efectos especiales (la verdad, algunos cantan un poco, pero consigue que no te importe).
En serio, no creo que sea la gran novedad del año, pero desde luego se deja ver y es simpática. Y es de agradecer que unos guionistas pongan empeño en construír una buena historia. Los tres primeros minutos son verdaderamente de aplauso, y la forma de «repartir» los poderes según las cualidades que cada uno de ellos tenía antes del accidente es interesante.
A mi me ha ganado su primer episodio. Al menos lo suficiente como para que me trague unos cuantos más. Evidentemente, la sombra de Heroes planea por lo alto, y todos sabemos cómo decayó esa serie, de lo que parecía una Gran Serie al Gran Chasco que acabó siendo…

Libros leídos 2010

26) El alzamiento, de Brian Keene.

Otro más de zombies.
Viene precedido de muy buenas críticas, así que me hice con él gustosamente para leermelo.

De buenas a primeras, me decepcionó un poco que los zombies no seas zombies estrictamente. Quiero decir, me gustan los zombies como tal, esos seres muertos que ansían devorar cuerpos humanos, pero cuando un libro les da a los zombies otras capacidades… no sé, a mi me pierde un poco. Ya me pasó con la trilogía de David Wellington, y con El alzamiento igual.
Los zombies no son zombies, sino algo maligno que ocupa los cuerpos humanos después de que hayamos muerto. Y no sólo los nuestros, sino los de cualquier animal que muera también. Y son capaces de hacer las mismas cosas que hacía el ser humano que ocupan. Esto quiere decir que en esta novela, aparte de mapaches zombie, ciervos zombie y pájaros zombie nos encontraremos zombies que conducen, disparan y son capaces de planear emboscadas.
No sé. Respeto gustos de otros, pero permitidme que a mi eso no me convenza.
Por otro lado, la trama está bastante bien, el libro está bien narrado y es trepidante, y contiene algunas secciones bastante escalofriantes, explícitas e incluso desagradables. La mayoría, curiosamente, tienen que ver más con el género humano vivo que con el muerto. Al igual que en 28 días después, resulta que el ser humano es aún más ruín que esos seres que quieren devorarnos.
Los personajes de El alzamiento están bien construídos. Las situaciones, bien descritas y con un interés ascendente. A mi, personalmente, se me hace pelín irreal el complejo de Gettysburgh (o como se escriba), porque, vale que me quieras presentar a los malos de la película… ¿Pero realmente podemos llegar a ser tan viles? ¿Tanta gente? ¿De verdad? No sé, me suena en exceso irreal. Cuando me leía La cúpula, podía entender las motivaciones que llevan a parte de los protagonistas a mal-usar el poder, pero en El alzamiento, Brian Keene coge a todos los soldados del batallón y los mete en el mismo saco: Son todos unos depravados psicópatas.
En fin, dejando eso de lado, la novela se disfruta, porque el ritmo no te deja respirar y te mantiene enganchado a la trama. Mi mayor decepción llegó con la última hoja. Me parece que Brian Keene se cansó de escribir y dijo «aquí» y ahí se acaba el libro. Porque no es un final. Intenta serlo, pero no lo es. Corta la acción por la mitad. Pretende ser un final abierto, pero los finales abiertos «finalizan». El alzamiento te deja en medio de algo. Es como si estás viendo El caballero oscuro y cuando Batman y El Joker están peleando se acaba la película.
Buen libro, decepcionante forma de terminarlo.

Mi lista de libros leídos en 2010:

1) Historia natural del canibalismo, de Manuel Moros Peña.
2) Latitudes piratas, de Michael Crichton.
3) La cúpula, de Stephen King.
4) Septiembre Zombie, de David Moody.
5) La caza, de Clive Cussler.
6) La huída, de Allan Folsom.
7) El imperio del agua, de Clive Cussler.
8) Apocalipsis Z 2: Los días oscuros, de Manuel Loureiro.
9) La conspiración maquiavelo, de Allan Folsom.
10) Zombie planet, de David Wellington
11) Juegos de ingenio, de John Katzenbach.
12) Atlantis, de Greg Donegan.
13) Después del anochecer, de Stephen King.
14) Infected, de Scott Siegler.
15) La dama negra, de Stephen L. Carter
16) El terror, de Dan Simmons.
17) El ángel más tonto del mundo, de Christopher Moore.
18) Infierno en el paraíso, de Richard H. Weber.
19) La mujer del viajero en el tiempo, de Audrey Niffenegger.
20) El almacén, de Bentley Little.
21) El sótano, de David Zurdo y Ángel Gutierrez.
22) Odio, de David Moody
23) El símbolo perdido, de Dan Brown.
24) Cuestión de olfato, de Spencer Quinn.
25) El ocho, de Katherine Neville.
26) El alzamiento, de Brian Keene.

Fringe, Supernatural, The defenders, Outsourced

Inicio de la tercera temporada de Fringe. Aún recuerdo cuando empezó esta serie. La anunciaron como el episodio piloto más caro de la historia y más espectacular, pero a mi me pareció corrientito. Ni siquiera fui capaz de ver dónde se habían gastado tanto dinero, porque en el de Lost uno lo entiende, pero en este…
Los primeros capítulos fueron tan capitulares que estuve a puntito de dejarla y la veía simplemente cuando no tenía nada más que ver. Pero a partir de la mitad de la temporada, de repente, Fringe se volvió mucho más interesante. Toda la mitología que habían creado alrededor del Observador me fascinó desde el principio y a partir de la mitad de temporada, me convertí en fan. Recuerdo que el clifhunger del final de temporada me dejó con la boca abierta durante varias semanas, dandole vueltas y maravillándome por el giro de tuerca.
La segunda temporada me atrapó, y Fringe pasó a convertirse en una de mis series prioritarias. En cuanto tenía un capítulo, lo devoraba. No negaré que ciertos momentos excesivamente capitulares a mi personalmente me tocaban un poco las narices, pero en general la serie es brillante.
Esperaba esta tercera temporada como agua de mayo, y el primer capítulo no me ha decepcionado. Olivia, que al principio me parecía el protagonista más soso de la historia de la tele, me fascina ahora. De Walter siempre he sido fan. A Peter le tengo algo más atravesado. La verdad es que no sé qué coño pinta, porque en realidad nunca hace nada salvo fruncir el ceño cuando se frustra. Y se supone que es el segundo de cartel. En fin.
Gran comienzo de temporada… y esperando más.
Outsourced es una nueva comedia, de veinticinco minutos de duración por capítulo. La trama se centra en Todd, un americano que es nombrado jefe de un call-center de artículos de broma… justo cuando el call-center es trasladado a la India. En parte juegan al pez fuera del agua, en parte al choque cultural. La serie es dinámica y ágil y tiene un sentido del humor bastante sobrio y muy interesante. A mi me arrancó varias carcajadas el capítulo, y eso que se nota que, al estar presentando personajes, no puede ahondar mucho en bromas aún.
Lo que queda claro es que los pintorescos personajes que aquí perfilan serán clave en esta serie. A dos o tres de ellos les veo ya el punto cómico y sé que me van a hacer reír cada vez que hagan alguna de las suyas. Porque la verdad es que están muy bien dibujados.
Si podéis, darle una oportunidad. Lo agradeceréis.
Inicia la sexta temporada de Supernatural…
Sinceramente, después de los acontecimientos narrados en la quinta, y sobre todo después de su espectacular final, creo que deberían haberle dado carpetazo a la serie. Por varias razones. Obviamente, los acontecimientos que seguían a Dean y Sam terminaban ahí, y además el último capítulo fue un broche de oro que posiblemente no vuelvan a superar. De haber acabado ahí, la serie se convertiría en mítica en las cabezas de sus seguidores.
Pero decidieron renovarla.
Mi miedo es que se produzca el efecto Prisonbreak: Cuando los personajes dejan de tener sentido y la trama se vuelve absurda.
El regreso de Sam… ok, aceptamos barco porque si no, no hay serie.
El nuevo Dean… maravilloso. Me gusta.
El regreso del personaje de Mitch Pillegi… me suena a prisonbreak. Sin sentido.
En episodio es muy capitular. Te sientan unas bases de lo que parece que será la trama, pero vamos, no me compares lo que han presentado aquí con «el demonio de los ojos amarillos», «la puerta al apocalipsis» o «La batalla contra Lucifer». Lo dicho. Superar la quinta es muy complicado y creo que la van a cagar… espero equivocarme, pero desde luego este primer episodio ha sido muy, muy, muy flojo.
The Defenders es una serie sobre dos abogados de peculiares métodos. Capítular, procedimental, basada en el carisma de sus dos protagonistas. De momento, el piloto es muy bueno. Es interesante, está bien contado y la verdad es que Belushi y O’Connell están magníficos. Ya sabéis que me dan miedo las series capitulares porque me cansan y acaban siendo todos los capítulos iguales, pero de momento esta seguiré viéndola.
Ya os contaré qué tal.

Boardwalk Empire y Glee

Ayer por la noche vi el capítulo piloto de Boardwalk Empire, la serie de la HBO producida por Scorsesse y protagonizada por Steve Buscemi. Como bien es sabido, en los círculos interneteros está de moda decir que todo lo que sale de la fábrica HBO es una obra maestra y no digas lo contrario o te crucifican. Y sí, soy muy fan de True Blood y Oz me pareció una de las mejores series de la historia, pero coño, Carnivale era un bodrio aburrido y existencialista, Band of Brothers sólo fue vanagloriada porque tenía a Spielberg detrás y algún capítulo interesante, y The pacific y The wire son dos coñazos supremos.
¿Qué está de moda la HBO y hay que decir que todo es magnífico? Pues nada, tenéis mil blogs donde encontraréis ese tipo de comentarios.
Y ahora, me centro con Boardwalk Empire. De primeras, dos cosas a anotar como muy positivas: Uno, Steve Buscemi sigue siendo el gran actor que ha sido siempre y lo demuestra en cada segundo del capítulo. Dos, cada detalle técnico está cuidado al milímetro, tanto la luz como los tipos de planos. Se nota la mano de Scorsesse. Técnicamente… sí, brillante.
Nos centramos en la historia y entonces ya no somos tan brillantes. Vamos a ver cómo me explico. Lo cierto es que durante la hora y doce minutos que dura el capítulo estás pendiente de lo que ocurre, y se hace corto, pero cuando acabó el capítulo, y después de madurarlo, me di cuenta de que no tengo ni puta idea de qué va la serie. O sea, sí, me han contado una historia de juego doble y mafia en la Atlantic City de los años 20, pero no me han dicho cuál es la trama de la serie. ¿Que Buscemi creará un imperio abasteciendo la ciudad de alcohol? ¿Que el personaje de Pitt seguirá con su juego doble? Imagino que por ahí irán los tiros, pero desde luego, cuando acaba el capítulo podrías no volver a ver nunca más Boardwalk Empire porque no existe la sensación de haber creado una trama envolvente, ese hilo principal que hace que quieras saber más de la historia y te haga esperar el próximo capítulo con ganas. No existe.
Así que sí, Boardwalk es una lección técnica de cine en todos, y la historia contada en el primer capítulo es lo suficientemente interesante como para que lo veas entero sin protestar a pesar de su ritmo lento. ¿Veré el segundo? Pues sí, porque quiero saber si va a tener una historia que me enganche o no. Y ver a Buscemi le da un plus.
Eso sí, y esto no quiero pasar sin comentarlo: La música es un puto infierno. Para ambientarlo aún más en los años veinte, toda la música del capítulo son canciones de aquella época. A mi personalmente me ha parecido horrenda, y además, hay un par de canciones que son como una señora hablando con musica por detrás que son realmente molestas, hasta el punto de sacarte de la ficción y hacer que te preguntes «¿Pero de qué carajo está hablando esta señora?». Sí, deseé que apareciera Jack Bauer en escena y se liara a tiros con el tipo que seleccionaba la música.
¿Lo mejor? Su apartado técnico, Steve Buscemi y algunos puntos de la historia, como son sacar a Al Capone o la investigación policial durante la reunión de mafiosos… lo que pude reírme con esa secuencia…
¿Lo peor? La música, la música, la música, y el hecho de que parezca que no hay trama establecida aún. La sensación de que pretende ser un punto y aparte en las historias sobre la época de la ley seca, pero de momento, Los Intocables sigue por delante.

También vi ayer el estreno de la segunda temporada de Glee. Y bueno, poco tengo que decir sobre eso. Es una serie que debe gustarte para que la veas. A mi me entretiene, se ha convertido en uno de esos placeres culpables que ves y disfrutas pero en el fondo sabes que no son grandiosos. Lo cierto es que tiene capítulos brillantes. Y el de ayer no lo fue. El primer episodio de la segunda temporada ha sido total y absolutamente prescindible y aburrido. Me quedo con la presentación, maravillosa en manos de ese friki. El resto del capítulo, bah.
Eso sí, en el próximo aparece Britney Spears. Si es la mitad de divertido de lo que fue el capítulo de Madonna, a mi me basta y sobra.

The event

Puede que The Event no sea LA serie. No es posible saberlo aún, ya que lo que magnifica o derriba a una serie no es un capítulo concreto, sino su entero devenir. Así, Lost tuvo capítulos brillantes y también capítulos lamentables, e incluso un final discutible, pero no se puede negar que Lost fue una gran serie que entra por mérito propio en el olimpo de las series.
Así, 24 tuvo un arranque normalito, con demasiadas bases que establecer antes de lograr ser lo adictiva que se vuelve más adelante. Y con el paso de los capítulos se convirtió en LA serie. Algo parecido le ocurre a Fringe, que tras un inicio regulero, que amenazaba con ser serie que abandonas, se ha convertido en una de las mejores series del momento.
Flashforward, por ejemplo, partió de una idea magnífica, y aunque tuvo algún capítulo interesante, fue el mayor bluf de los últimos años. Algo similar le pasó a Héroes, que nunca superó aquellos primeros trece capítulos que la hicieron grande.
Y podría seguir.
The Event es la nueva serie de la NBC, estrenada ayer mismo. Y aún tendremos que esperar para ver si se convierte en la gran serie que amenaza ser, o cae estrepitosamente, pero si de algo podemos estar seguros es que su piloto es sin duda EL piloto.
The Event comienza fuerte. Sus primeros treinta segundos bastan para mosquear y sembrar la curiosidad. El resto del capítulo es sencillamente de aplauso. Narrado de una forma no convencional, con saltos temporales y de trama, no pierde intensidad ni por un momento. Te mantiene en vilo durante los cuarenta minutos que dura el capítulo para terminar dejándote con la boca abierta con uno de los cliffhungers más whatthefuck? que he visto en mucho tiempo. Porque todo lo que te esperas, lo que te hacen esperar, se evapora en apenas un par de segundos antes de cerrar el capítulo y dejarte con muchas ganas de más.
La base la han presentado, y es brillante. Ahora sólo nos queda esperar que lo que venga siga el estilo y el buen hacer que ha tenido este primer episodio. Porque si es así, sin duda alguna, The Event será la serie que nos atrape a partir de ahora.

El americano

Permitidme ser soez: Lo que dejáis en la taza del váter cuando cagais es más creativo y entretenido que esta película.
¿He sido claro? Perfecto, continuemos.
Hacía mucho, mucho tiempo, que no me aburría tanto en una sala de cine. No es que la película sea mala, es que es peor. Pretende ser un thriller como aquellos que protagonizaba Michael Caine en los setenta y ochenta, pero es jodidamente aburrida.
La película empieza con una secuencia que parece estar diciendo que vas a ver una película interesante. Después vienen los créditos de inicio, y aquí a mi me empezó a oler a chamusquina. No sé, me dio la impresión, sólo viendo los créditos, que estaba a punto de ver una película lenta. Pero bueno, eso no suele preocuparme porque si el ritmo es lento pero la historia es buena, no me molesta.
Pero claro, yo siempre digo que para hacer una película lo primero es tener un guión. Eso parece que a este señor se le olvidó.
En fin, que en cuanto acaban los créditos, a poco que seas un tipo listo, ya sabes cómo acabará este truño. Para que os hagáis a la idea. Los títulos de crédito se superponen a una eterna toma fija desde el asiento trasero de un coche que conduce Jorgito Clunei por un tunel. Al fondo, la salida se ve como una luz blanca. El coche se acerca a esa luz blanca, y cuando la alcanza, la imagen funde a blanco.
Y estoy seguro de que el tipo cuando lo pensó se dijo a si mismo «Soy un genio, he creado una metáfora».
Sí señor, con dos cojones.
Pero no contento con eso, el director sigue con su ritmo, no ya pausado, sino letárgico, contándote una historia… bueno, eso sería darle más crédito del que merece, contándote lo que hace este señor en un pueblo de Italia. Que viene a ser lo siguiente: conducir el coche de aquí para allá (si no hay catorce planos desde lo alto de una montaña del coche avanzando por una carretera, no hay ninguno), sentarse en la cama (sí, hay como veinte planos donde se ve a Jorgito sentado sin hacer NADA MÁS que estar sentado), pasear a pie por el pueblo (una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez), hablar con un cura de cosas que no le interesan a nadie, follarse a una puta y construir un rifle (tal vez lo único que tenía el mínimo interés, recalcando la palabra mínimo).
Pero no contento con estar filmando un cagarro, el director se dedica a hacer más «metáforas» visuales y narrativas. Debe ser lo que los críticos han denominado «exquisito gusto en los detalles» y que yo renombraría como «tomar el pelo» o «fijarse en cosas que a nadie le importan». En serio, lo de las mariposas es para fusilar con mierda al director. Oh, se va volando… dios santo…
Me pasé toda la película esperando que pasara algo que justificara que Jorgito aceptara hacer esta cosa. No ocurrió.
Mi más sincero consejo es: No gastéis dinero en esto. Ni siquiera gastéis ancho de banda.