LIBROS LEÍDOS 2012
1) Los caminantes: Hades Nébula, de Carlos Sisi
2) Choque de reyes (Canción de hielo y fuego 2), de George R.R. Martin
3) El Gobernador, de Robert Kirkman y Jay Bonansinga
4) Eterna, de Guillermo del Toro y Chuck Hogan
Este es el fin de la trilogía vampírica de Guillermo del Toro y el tipo que realmente lo escribe todo. Una saga que ha vendido más por tener detrás el nombre de Del Toro que por ser un prodigio de la literatura.
Ya dije en su día lo cutre que me había parecido la segunda parte (Aqui) así que era bastante escéptico a la hora de embarcarme en la lectura de Eterna. Quería hacerlo, porque ya que sólo faltaba este libro me gusta saber cómo terminaba la cosa, pero la sensación de «va a ser otra peste» no dejaba de perseguirme.
En fin, que me lo he leído. Y mira, al principio empieza de forma inmejorable, presentándonos un mundo bajo el control de los vampiros, donde los humanos son recluídos en granjas de sangre y el grupito protagonista de la saga (más dos personajes random que sabes que servirán de muertes por el camino) ha formado una especie de resistencia.
Me dije «Ey, a lo mejor me sorprendo y todo».
Y entonces empezaron a hablar del nuevo amor creciente de Fet y Nora y de los sentimientos de Eph y empecé a levantar la ceja de manera interrogante. Eph ya era un personaje horrible en las otras dos entregas, pero aquí es un verdadero pesado. Fet, que era de lo mejor en Nocturna y Oscura, aquí es bastante aburrido. Ni siquiera Gus brilla con fuerza.
En realidad, el momento en que a mi me perdieron del todo fue cuando empezaron las referencias a los ángeles. Vamos a ver, no puedes tener dos libros (cerca de mil páginas) en las que no hay referencias religiosas de ese calibre, y de repente cerrar la trilogía con ángeles, profecías religiosas e incluso una visión al más puro estilo Deus ex machina. Con designios, señales divinas… pero madre mía, menudo jardín para meterse a estas alturas de la película… Algo que suena a «No sé cómo hacer para que Eph descubra esto… ¡Ah, ya, tendrá una visión!». Cutre, cutre de cojones.
Hay cosas peores: Las escenas de acción están claramente pensadas para el día que se haga la adaptación cinematográfica, y así tenemos al grupo protagonista peleando con espadas frente a hordas de vampiros que, en teoria, son más ágiles, inteligentes y tienen aguijones que pueden lanzar a una distancia de dos metros. Y vamos, que el grupito protagonista pelea mejor que un grupo de élite militar. Son tan absurdas las peleas, resulta tan complicado creer lo que estás leyendo, que más de una vez pensé en abandonar por el camino.
Mal sabor de boca me ha quedado al terminar.
Ya dije en su día lo cutre que me había parecido la segunda parte (Aqui) así que era bastante escéptico a la hora de embarcarme en la lectura de Eterna. Quería hacerlo, porque ya que sólo faltaba este libro me gusta saber cómo terminaba la cosa, pero la sensación de «va a ser otra peste» no dejaba de perseguirme.
En fin, que me lo he leído. Y mira, al principio empieza de forma inmejorable, presentándonos un mundo bajo el control de los vampiros, donde los humanos son recluídos en granjas de sangre y el grupito protagonista de la saga (más dos personajes random que sabes que servirán de muertes por el camino) ha formado una especie de resistencia.
Me dije «Ey, a lo mejor me sorprendo y todo».
Y entonces empezaron a hablar del nuevo amor creciente de Fet y Nora y de los sentimientos de Eph y empecé a levantar la ceja de manera interrogante. Eph ya era un personaje horrible en las otras dos entregas, pero aquí es un verdadero pesado. Fet, que era de lo mejor en Nocturna y Oscura, aquí es bastante aburrido. Ni siquiera Gus brilla con fuerza.
En realidad, el momento en que a mi me perdieron del todo fue cuando empezaron las referencias a los ángeles. Vamos a ver, no puedes tener dos libros (cerca de mil páginas) en las que no hay referencias religiosas de ese calibre, y de repente cerrar la trilogía con ángeles, profecías religiosas e incluso una visión al más puro estilo Deus ex machina. Con designios, señales divinas… pero madre mía, menudo jardín para meterse a estas alturas de la película… Algo que suena a «No sé cómo hacer para que Eph descubra esto… ¡Ah, ya, tendrá una visión!». Cutre, cutre de cojones.
Hay cosas peores: Las escenas de acción están claramente pensadas para el día que se haga la adaptación cinematográfica, y así tenemos al grupo protagonista peleando con espadas frente a hordas de vampiros que, en teoria, son más ágiles, inteligentes y tienen aguijones que pueden lanzar a una distancia de dos metros. Y vamos, que el grupito protagonista pelea mejor que un grupo de élite militar. Son tan absurdas las peleas, resulta tan complicado creer lo que estás leyendo, que más de una vez pensé en abandonar por el camino.
Mal sabor de boca me ha quedado al terminar.